El deporte deja muy buen sabor de boca
Salí a correr y recibo propuesta que me dio miedo aceptar, pero vencer al miedo es mejor aun..
Pasaba corriendo por debajo de un puente de autos, encima una carretera de 4 carriles en donde se escuchaban el transito bastante fluido, ese día decidí salir a trotar, algo leve solo para despejar la mente, es una zona a penas a 1 o max 2 km de la mancha urbana de mi ciudad, una carretera que ayuda a rodear y no entrar al tráfico del centro.
Pasaba por ahí cuando vi a un chico que estaba sentado sobre una cobija grande, estaba enrollada y hacia bastante bulto lo que permitía darle altura como si estuviera sentado en un banquito pequeño, yo llevaba audífonos e iba trotando a un buen ritmo, solo pasé y saludé con un hola buen día, eran las 11 de la mañana y por ser entre semana no había mucha gente, eran vacaciones de diciembre hace 3 años.
Seguí mi rumbo y llegué a los 6 km, de vuelta serian otros 6 y me conformé con esos 12 km para ese día. De regreso empecé a trotar y después fui bajando el ritmo hasta caminar los últimos 3 km, nuevamente pasé por debajo de ese puente y seguía el chico sentado ahí, usaba un pantalón bastante viejo, playera y una sudaderita que de poco serviría para los fríos que hace en la noche. Cuando iba a llegar a donde estaba repetí un buen día y vi sus labios moverse así que me quité los audífonos, sabía que me contestó el saludo y que dijo algo más porque su boca se movió más tiempo.
-Perdon, no escuché por los audífonos.
-Aaaah, pensé que hace rato me había mandado a la verga compa.
-¿Me dijiste algo hace rato?
-Si
-¿Pues… qué pasó?
Ya me había detenido y estaba justo frente a él, con una distancia prudente porque no sabía lo que quería.
-Te digo que qué rico te ves con ese short
Me puse rojo cual tomate porque no esperaba eso y menos de un tipo que te encuentras a mitad de la nada. El sonido de autos pasando encima de nosotros se seguía escuchando de fondo.
-Gra… cias… se hace lo que se puede
Yo estaba usando un short color blanco con una playera de lycra sin mangas igual blanca, así también los tennis y mis calcetas del mismo color. Se sobó un par de veces el bulto mientras me veía de arriba para abajo.
-Este… bueno ya me voy
-No amigo, ¿no me quieres acompañar un ratito?
-¿Para qué?
Que se saca el pito, parado, obviamente muy peludo, midiendo unos 15 cm mas o menos, grueso, cabezón, venudo, rosita de la punta, con unos huevos sin pelos, colgantes, suavecitos a la vista.
-A caray, pues si me quedo un ratito
Me hinqué en la tierra para comenzar a mamarle el pene a ese hombre que quizás ni a los 20 llegaba, su pene olía a sudor, pero no era desagradable; sus manos se apoyaban en mi cabeza para llevar mejor ritmo, podía meterlo por completo en mi boca (nunca he podido hacer garganta profunda con pene largos), el problema era a los lados, era muy grueso y batallaba con eso, pero di mi mejor esfuerzo hasta que escuchamos una moto venir; francamente ya había tardado en pasar alguien porque si es algo transitada la zona.
Me levanté e hice como que caminaba, el se guardó el pene y se cubrió con su playera, fue algo rápido esto porque el de la moto iba a todo y ni en cuenta de nosotros. Igual decidimos cambiarnos, a un lado de la carretera hay un camino por el que salen tractores, solo temprano o casi al atardecer pasa gente por ahí y hay árboles que cubren.
-Aquí mero, ora si síguele.
Se volvió a sacar el pene y de nuevo mis rodillas sobre la tierra, mamé y mamé, pero no lograba que acabara.
-Ya me dolió la boca papi ¿te falta mucho?
-Es que nunca me vengo a mamadas, nomas cuando la meto ¿quieres que te la meta?
-Bueno
Mis manos en el tronco mientras él amasaba mis nalgas y escupía entre las nalgas, lamenté no llevar ni si quiera un lub de sobre, porque seguro esto iba a doler, era bastante gruesa y cabezona, no dudaba que después me iba a mover como perra loca pidiendo que no la saque nunca más, pero al principio iba a ser un enorme dolor.
-Despacio, la tienes gruesa.
-Tranquilo, yo sé cómo hacerle
No confié mucho la verdad, normalmente esas palabras son la promesa vacía antes de empujarte el pito sin piedad y agarrarte bien para que no te lo intentes sacar.
Cosa interesante, mientras comenzaba a empujar en mi colita también metía sus manos bajo mi playera, acariciaba mis pezones, frotaba mi espalda, acariciaba mi abdomen y pubis, también besaba mis orejas, las lamia y me decía cosas al oído, muy profesional el muchacho.
Después de estar en esas me dice- ya nada más falta poquito-
Llevé mi mano a la parte trasera y en verdad quedaba como unos 3 cm antes de que estuviera totalmente dentro, antes de meterla completa se inclinó hacia atrás y escupió en la parte del pene que estaba por alojarse en mí, después un ultimo empujón y aaaah sentía ahora si como me llenaba, esa rica sensación de que te orinas sin llegar a poder hacerlo. El movimiento de su pelvis empezó con un rito suave y lento, después acelerado, pero seco, lo sacaba casi todo y de una lo metía de nuevo, si no fuera por el ruido de autos, tráiler etc. Seguro alguien cerca podría haber escuchado mis pujidos que él disfrutaba.
No es como que pudiéramos hacer muchas posiciones, solamente así de pie conmigo inclinado y en cuatro la segunda. En esta ultima fue cuando aceleró el ritmo y con un gruñido se vino dentro de mi, sus manos en mis caderas apretaron fuertemente y después soltaron mi carne magullada.
-Listo, ya te los eché bien adentro.
Sacó su pene y en lo que yo lograba levantarme contempló su obra, mi colita bien abierta, mojada y escurriendo mecos.
-No mames, si te la dejé bien chingon.
-Gracias.
Me levanté y platicamos unos minutos antes de volver al camino principal.
-Sobres carnalito, gracias por el paro, hace un chingo que no me podía echar uno, ya sabes uno viéndose así no es como que le vaya chingon.
-Gracias a ti, estuvo la verdad muy rica y espero volverte a encontrar.
-Simón carnalito, casi siempre ando por XXX lugar, por ahí me buscas, cualquier carnal de ahí te va a decir si les preguntas por el werillo.
-Claro, eso haré.
Cada uno para su rumbo, yo con el culo como plato, escurriendo mecos, hasta eso creo que fueron poquitos porque solo una mancha discreta quedó en mi calzón. Si llegué a ir a buscarlo unas dos veces, pero me daba cosa, él es buena onda, pero había amigos suyos que no me daban confianza, incluso 2 ya hasta sabían donde vivo y me lo dijeron que si un día los invitaba a dormir y yo así de… después. Con el tiempo perdí contacto con él, no lo volví a ver, no creo que siga aquí porque no es una ciudad tan grande para que en 2 años no haya pista suya.
El deporte deja buen sabor de boca.


(3 votos)
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!