El Despertar de Mikel – 2da Parte
dos semanas en las que Joaquín no respondió ninguno de sus mensajes y tampoco apareció en ninguna juntada del grupo, alegando que se estaba concentrando en los estudios. Todo seguía igual y Mikel finalmente estaba logrando dejar de pensar en lo sucedido, cuando sonó su celular. Era Joaco..
Las últimas dos semanas habían sido de las peores que Mikel recordara, en primer lugar por haber desaprobado dos parciales, pero él bien sabía que ese no era el verdadero motivo de su angustia. La vergüenza, la tristeza y las dudas con las que cargaba no le permitían pensar en nada más, y eso sumado a que en todo este tiempo no había tenido ni una sola noticia de Joaco lo entristecía muchísimo. Él, el más mujeriego del grupo, el que se la pasaba descansando a sus amigos todo el tiempo, el que más destacaba dentro de la cancha no solo por su habilidad sino también por su fuerza y su carácter, no lograba entender cómo había hecho lo que había hecho, las chicas lo volvían loco, jamás se había sentido atraído por otro chico y menos de esa forma. Transcurrieron de este modo dos semanas en las que Joaquín no respondió ninguno de sus mensajes y tampoco apareció en ninguna juntada del grupo, alegando que se estaba concentrando en los estudios. Todo seguía igual y Mikel finalmente estaba logrando dejar de pensar en lo sucedido, cuando sonó su celular. Era Joaco.
- Hermano, no se que hacer – se lo escuchó balbucear, realmente se entendía muy poco ya que no paraba de llorar y se lo notaba muy perturbado.
- Amigo, ¿Qué te pasa ? – respondió Mikel asustado.
- Estoy en la calle bro, no se que hacer. La encontré a la hija de puta de Gabriela con otro pibe – fue todo lo que se llegó a escuchar.
Ante esa situación todo lo que pudo hacer Mikel fue decirle que fuera para su casa, y una hora después Joaquín se encontraba frente a su puerta. Se fundieron en un fuerte abrazo, para luego estar hablando por más de dos horas. Joaco estaba destruido, y su amigo no sabía ya que hacer para consolarlo, así que habiendo ya dado todos los consejos y palabras de aliento posibles, Mikel simplemente volvió a abrazar a su Joaco, y sacó desde su manga, haciendo una tonta imitación de un truco de magia, un porro enorme el cual depositó en las manos de este con una sonrisa.
- Sabes que siempre voy a estar para vos Joaco, pase lo que pase.
- Gracias Miky, me siento un idiota con vos, somos hermanos, vos sos mí hermano. Lo que pasó el otro día pasó y ya, estábamos re locos y pintó, no cambia nada. Seguís siendo el mismo chamullero de siempre para mi. Y ahora prepárate que yo también vuelvo a la gira eh. Mira traje algo como para empezar – y dicho esto, Joaquín sacó de su bolso una botella de fernet y una coca.
Los dos amigos brindaron por olvidar las penas, y comenzaron a tomar a un ritmo frenético. Ambos tenían mucho que reprimir, y el fernet resultó ser un gran aliado para hacerlo. En menos de una hora la botella se encontraba vacía, y los dos amigos se tiraron en el sillón a armar otro porro, mientras cantaban a gritos Fanática de lo Sensual.
- Te amo amigo, gracias por estar siempre – balbuceó Joaco.
- Yo a vos hermanito, sabes que haría lo que sea por qué estés mejor.
- Sabe que yo también Miky – al decir esto último Joaquín acaricio la espalda de su amigo y notó que se encontraba totalmente tenso, a pesar del alcohol. – Que onda Miky, estás re contracturado mal.
- Si, no se, debe ser por el entrenamiento y los parciales de mierda.
- Acostate – ordenó Joaco – vos hoy me ayudaste una banda, ahora me toca a mí.
Mikel lo dudó, pero Joaco fue suavemente empujando su espalda hasta lograr recostarlo sobre el sillón, para comenzar a realizar un lento pero firme masaje sobre su cuello primero y luego sobre su espalda.
- Uh amigo que bien, no hacía falta pero…. – dijo Micky mientras terminaba de relajarse por completo y pensaba en lo genial que era tener un amigo así.
Joaquín siguió haciendo, primero por sobre la ropa y luego metiendo sus manos debajo de la remera de su amigo rozando suavemente su piel.
- Espérame un segundo y sacate la remera – dijo repentinamente Joaquín y se paró para buscar algo de su mochila. Mikel entregado a ese momento de relajación simplemente obedeció.
Joaquín saco de la mochila una crema corporal, y la aplicó sobre la espalda de su amigo. Se sentó sobre las piernas de este quedando toda su espalda a disposición.
- Esta usaba con Gabriela cuando se enojaba, pero vos te la mereces más.
El efecto que las manos de su amigo producían en Mikel, fue transformando la relajación inicial en placer. La capacidad que tenía Joaquín para encontrar sus puntos sensibles hacía que se retorciera y emitiera suaves gemidos. Joaco comenzó a dedicarse casi por completo a la parte baja de la espalda de su amigo, sus pulgares se aventuraban disimuladamente sobre el inicio de sus glúteos. Luego tomó las piernas de Mikel e intentó comenzar un masaje sobre sus muslos, pero inmediatamente se dio cuenta que estaba manchando el pantalón con crema corporal.
- Bro te estoy manchando el pantalón con la crema, permiso – y dicho esto le quitó el pantalón para dejarlo solo con el bóxer puesto, el cual dejaba entrever las enormes dimensiones del culo de Mikel.
Comenzó a masajear sus piernas y muslos aplicando una gran cantidad de crema, y el ambiente se terminó de encender. Las manos de Joaquín siguieron subiendo lentamente, y el masaje se fue trasladando desde los muslos al culazo de Miky. Esto último provocó en Mikel una explosión de placer ¿Cómo es que el contacto de esa zona podía generarle tantas sensaciones nuevas e intensas?.
La situación se salió de control en el momento en que Joaco comenzó a introducir sus manos en el bóxer de su amigo, este por su parte iba subiendo involuntariamente su culo, poniéndolo cada vez más al alcance de los movimientos de su compañero. Ninguno hablaba, solo se escuchaba el reggaetón de fondo y los gemidos de ambos cada vez menos discretos. Mikel reaccionó finalmente y se desprendió de su bóxer.
- Amigo no podes tener un culo así – gimió Joaquín.
- Seguime tocando así porfa
- ¿Porfa? ¿Si? – respondió Joaquín maliciosamente.
- Si porfa Joaco seguí.
Joaco comenzó a sujetar la cola de su amigo, jugando con sus muslos, abriéndolos, apretándolos, ya no era tímido ni tenía vergüenzas. Mordió suavemente la cola de su amigo para luego darle una nalgada bastante fuerte, lo miro. Mikel suplicaba con su mirada y Joaco no lo dudo, comenzó a besar las piernas, las nalgas y luego toda la cola de su amigo. Mientras le propinaban el primer beso negro de su vida, Mikel abría con sus manos sus glúteos para permitir que Joaquín introduzca más y más su lengua en esa zona que tantos placeres nuevos le daba.
Al rato, Joaquín comenzó a desnudarse y se arrodilló detrás del culazo de su compañero, azotó primero por un buen rato la cola de su amigo con su enorme pene, para luego rozar la cabeza del mismo con la entrada de Mikel la cual ya se encontraba lubricada por la crema y la saliva.
- Despacito Bro, va a ser mí primera vez – dijo Mikel entre jadeos.
- Sabes que yo te cuido Miky – respondió Joaco mientas rasguñaba suavemente la espalda de su amigo.
De a poco Joaquín fue haciendo presión y logró introducir la punta de su pija en el interior de Mikel, este comenzó a sentir dolor y atino a intentar zafarse, pero finalmente pudo más la excitación del momento y permaneció inmóvil.
Lentamente Joaquín fue introduciendo su enorme pija en el interior de su amigo.
- Ufff que rico Miki.
- Ay despacito Joaco porfa.
Una vez hubo introducido más de la mitad, Joaquín inició un lento mete saca, mientras Mikel se retorcía de dolor. Al poco tiempo las sensaciones fueron cambiando, y Mikel comenzó a experimentar un placer nunca antes imaginado. Fue tal la sensación que el propio Mikel fue quien terminó de introducirse solo lo que quedaba del pene de su amigo, y a moverse por su cuenta. Inicialmente Joaquín se quedó plasmado por la reacción de su amigo, pero automáticamente esto logró transformarlo en el morboso dominante que llevaba dentro, y procedió a embestir a su hermano del alma con todas sus fuerzas.
La habitación se llenó de olor a sexo, y por sobre la música se escuchaban los gemidos y las embestidas del cuerpo de Joaco sobre el de Mikel. Las manos del activo sujetaban, apretaban, y nalgueaban la cola de Mikel, quien gritaba de placer.
- Si Joaco, que rico, siii.
- Si? ¿Así te gusta bebe? Más adentro la querés?
- Si papi si, métela toda, bien adentro.
- ¿Es mío este culito Miki? ¿Me lo vas a dar siempre?
- Es tuyo, ahh, soy tuyo papi.
El asumirse totalmente sumiso frente a su amigo, fue la gota final que terminó de calentar a Mikel, quien comenzó a lanzar chorros de leche sin siquiera tocarse. Esto hizo que involuntariamente apriete su esfínter apretando a su vez la pija de su compañero, el cual tampoco pudo aguantar más, y comenzó a vaciarse en su interior. Lentamente el mete saca fue perdiendo su ritmo junto a los últimos gemidos. Al sacar su pene del culo de su amigo, Joaquín pudo ver cómo de este chorreaba una gran cantidad de su leche. Se había venido como nunca antes.
Joaquín se paró en silencio y fue al baño a limpiarse. Mikel seguía recostado boca abajo mientras se aseaba, realmente tenía mucha vergüenza y no sabía qué hacer. El efecto del alcohol se había pasado con el frenesí del momento y no sabía qué pensar.
Instantes después Joaco salió del baño con una sonrisa, sacudió el pelo de su amigo de forma cariñosa y haciéndose un lugar al lado de este, procedió a sentarse en el sillón.
- ¿Estás para otro fernecito Miki?. – dijo mientras terminaba de recostarse en el sillón.
Mikel lo miró sorprendido, pero luego entendió las cosas un poco mejor. Pudo hacer la culpa a un lado y procedió a buscar el fernet. Su amigo se veía feliz y parecía no pensar tanto en Gabriela.
Continuará.
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