El día de las primeras veces. Parte 0.5. Primer trío.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por crikamulo.
Después de estarme pajeando por 6 meses luego de romper con mi pareja (no digo que las pajas sean malas, de hecho me pajeo mas de tres veces diarias), necesitaba algo más un poco mas de incentivo, así que por cosas de la vida decidí ir a un sauna gay de mi ciudad (Medellín).
Tenía 19 años en ese entonces, mido 1.70 soy robusto, tipo osezno (un poco panzón y peludito), con un buen trasero y mi verga que mide 18 cm de largo * 12 cm de circunferencia. Moreno canela, ojos cafés oscuros y cabello oscuro.
Entré al establecimiento, cancelé me dieron la llave de mi cajonera y procedí a guardar mis cosas, estaba con mi estómago hecho un nudo de nervios, pero con una erección de campeonato. Entré sin interiores solo con un trozo de tela alrededor de la cintura que proporcionaban en el bar, decidí tomar cerveza y fumar cigarro para entrar en confianza. Mientras estaba en la barra pidiendo la cerveza, a mi lado, había un hombre calvo, de unos 30 y tantos, oso, cara de malvado… delicioso, completamente delicioso, me miró de pies a cabeza pero mis nervios no me permitieron darle una segunda mirada. Agarré mi club colombia negra el cigarro, el encendedor, media vuelta y me dirigí al patio, que quedaba al final de un pasillo largo. Sobra decir que sentí que me observaron durante todo el pasillo.
La cerveza me la acabé en dos tragos, me fumé el cigarro y decidí ir por una club colombia y otro cigarro, así que volví a la faena, esta vez, en una mesa cerca de la barra, estaba el oso, con otro hombre similar, solo que un poco mas alto, con barba un poco diferente, pero no por eso menos delicioso, mi verga comenzó a hincharse, ese par de especímenes rezumaban masculinidad, un poco menos cohibido decidí pedir la nueva cerveza e inclinarme hacia adelante para que observaran mi peludo trasero, me enderecé abrí un poco mis pies y me incliné para que vieran mi depilado ano, sobraba decir que sentí como si sus miradas pudieran atravesar mis esfínteres. otra media vuelta ignorándolos y de nuevo al patio.
Justo cuando se acababa la cerveza (que también pasó prácticamente derecha) y terminaba el siguiente cigarro, me giré de nuevo a la barra a ir por la tercera cerveza, lo que no pensé es que me toparía con un pecho lleno de pelos, estaba ya con las cervezas subidas por los nervios y la rapidez que me las tomaba, así que me quedé mirando un pezón que quedó justo a la altura de mi boca, un pezón oscuro, erecto, redondo, surcado de pelos, un pezón en pocas palabras perfecto…
– Si ibas por una cerveza, ya no es necesario… cachorro.
Una voz profunda, que me hizo temblar y hacer que mi pene pegara un brinco, mi ano se contrajera y mis piernas temblaran.
– Me lo dice a mi? Pregunté hablando con los labios gruesos rodeados de barba del primer sujeto.
Obvio el no era estúpido y podía ver como respondía a su masculinidad, como cualquier cosa que hiciera podía estimularme hasta llevarme al borde de las deshinibición completa.
– Si hablo contigo, cachorrito.
La frase terminó con una sonrisa socarrona de medio lado combinada con un automordisco de su labio inferior, seguro estaba tramando algo y seguro que yo iba a estar dispuesto a que ellos hicieran conmigo lo que quisiera.
Sentí como alguien me agarraba de la cintura, me respondió el segundo sujeto.
– Disgustemos de las cervezas y los cigarros sentados, a menos te querrás sentar en mis piernas, pues si quiere.
A pesar que ambas voces eran diferentes, ambas rezumaban masculinidad, ambas eran voces de depredadores experimentados, me di cuenta que no iba a salir invicto de esta.
Sin responder volví a la silla donde estaba, les di lumbre y comenzamos a conversar, no recuerdo que era, solo supe que sus voces me hacían erectar mas la verga, que mi culo palpitaba, a veces veía como sus ojos me miraban la entrepierna. Yo tampoco perdía ocasión para mirar sus entrepiernas que no dejaban rastro a duda de su gran virilidad, todas erectas, ambos sin el mas mínimo escueto las exhibían, también veía como otros chicos las miraban y se saboreaban, eso me enfurecía a pesar que sabía que yo era la víctima, no quería que mis depredadores tuvieran un plato diferente, quería que me consumieran hasta chuparse los dedos, pero solo fue necesario que alguno la intentara tocar y con un:
-No me gustan los flacos. Se espantaron todos.
Poco tiempo pasó cuando la me estaban tocando las piernas por debajo de la mesa, cada uno de esos machos usaba una mano en su tercer cigarro y la otra en mi ano, verga o pezones, yo no paraba de hacer gestos de placer, les pedí que nos fuéramos a una cabina, a lo que respondieron que íbamos al columpio que estaba colgado de techo por cadenas, yo ni idea tenía de lo que allí me esperaba, con tal que ellos me quitara semejante calentura hubiera ido al mismísimo infierno.
Ellos se miraron y me dijeron: ¿Estás listo, vamos a pasarla muy chimba, un peludito como tu no se ve muy de seguido y no creo que te soltemos en poco tiempo, seguro estás listo parcerito? Yo no sabía que me decían en realidad solo necesitaba mas de lo que ellos me daban así que les dije que si con mi cabeza.
Pasamos al cuarto este, cerraron con pasador, de ida para el cuarto pidieron 4 cervezas, pero no me ofrecieron ninguna, supe que iba a mantener la boca ocupada y que por lo tanto no me consideraron en el pedido.
Tan pronto pasaron el pasador encendieron cigarros, eso me encantaba, eran unos machos a todo dar, se quitaron las telas vi sus penes, 19 y 21 cm tenían ambos por unos 13 de circunferencia, ambos ya estaban soltando almizcle, en cámara lenta vi como una de las gotas caía al piso, sin más decidí que semejante sacrilegio no debía pasar, así que me arrodillé y pase la lengua por una y luego la otra para recoger el lubricante que salía, ambos dieron un gemido.
Comencé a engullir con desesperación la verga del primer sujeto, era curva hacia abajo y no me costó tragármela por completo como lo hacía con mi ex, después de tanto tiempo mi cuerpo se encontraba al máxime de la sensitividad. un "uff parce esto es muy chimba" salió de su boca, mientras yo mamaba como un poseso, el segundo sujeto me pasaba su chimbo baboso por toda mi cara, al poco tiempo engullí los 21 cm del segundo sujeto, sus piernas llenas de pelos eran recorrida con mis manos, con sus pulgares rozaban mu ano, mientras que con sus manos alteraban plones a sus cigarros y tragos a sus cervezas. intenté tragármela por completo, pero en esta posición y su curva hacia arriba me era imposible, pero igual un: "Que labios tan chimbas, este man es un teso pa mamar, parce siga!"
Alternaba ambas vergas, tragaba cuanto mas podía, en un momento ambos me hicieron abrir la boca y con un chorrito me pasaban cerveza de sus bocas, otras veces me besaban…. esos besos, esos labios… eran un paraíso, ambos me besaban con furia, si, sin romanticismo, me besaban como lo que eran, ellos un par de osos salvajes y yo nada mas que su plato del día, me mordía los labios, mientras otro me mordía el lóbulo de la oreja, me chupaban los pezones y pasaban sus manos por mu culo y vergas.
En un momento uno de los dos me mordió el pezón lento pero un poco fuerte y mi verga pegó un respingo, luego lo hizo de nuevo, así que le dijo a su compañero:
– Mirá este man tiene una conexión de línea directa de sus pezones a la verga. Me mordió de nuevo y mi verga soltó líquido seminal, que el segundo sujeto decidió recoger con la boca, yo era un mar de sensaciones, estaba por explotar y ellos lo sabía, se miraron y con sus miradas no sé que se dijeron, pero lo supe cuando se pusieron manos a la obra.
lubricaron sus dedos con mi boca y cada el primer sujeto comenzó a dilatarme con un dedo, mientras mordía mis pezones alternadamente, luego, el segundo sujeto le abría mis nalgas al primero y me mamaba la verga, yo estaba al borde del precipicio y no me dejaba caer, así que el primer sujeto dijo en mi oído: Córrete cachorrito, córrete para nosotros parce…. luego apretó mis pezón con un dedo le enterró un segundo de sus gruesos dedos en el culo y mi mamador se la tragaba por entero… Exploté en mil pedazos, mi culo se contraía y no escatimé en gritar, nunca había sentido tanto placer, mi verga sacaba semen a borbortones que fueron a dar a la boca de mi mamador, cuando pasó semejante ola de electricidad, ambos se ríeron.
Te corriste tan chimba parce! mientras el mamador me mostró su semen en mi boca, luego el primer sujeto lo besó…. Jueputa, eso si era realmente chimba! se compartían mi semen, una sonrisa de satisfacción cruzó por mis labios….
Continuará, espero sea de su agrado, no olvides comentar qué tal y calificarlo.
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