El día que conocí el cine Savoy
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Raf8828.
Hola que tal me llamo Rafael, tengo 27 años y vivo en el área metropolitana de la Cd.
De México, físicamente, mido 1.76 cm, moreno claro, complexión media, cabello castaño y una pancilla resultado de la cerveza y de comer de todo, me encanta comer.
Esto que les contaré paso hace 10 años, en esos tiempos me veía casi como niño estaba a punto de cumplir 18 años, era muy delgado y con las hormonas más despiertas que nunca; aunque todavía no era mayor de edad ya contaba con la identificación oficial que acreditaba que lo era, esto derivado de elecciones próximas o algo así.
Me gustaba entrar a los chats para contactar gente aunque siempre me daba miedo y casi nunca se concretaba nada, así que navegando por la web encontré una página que hablaba de lugares de encuentros, y entre ellos estaba el cine Savoy.
Después de darle vueltas al asunto decidí visitar el lugar, llegué muy nervioso, pagué mis 25 pesos y entré, lo primero que me costó trabajo fue adaptarme a la oscuridad, me sentía desorientado y abrumado por la nueva experiencia, pero después de adaptarme todo fue distinto.
Ver por el pasillo a gente esperando algo, o buscando, de pronto ver en una esquina a una pareja besándose y frotándose, hacia otro lado otra pareja practicando sexo oral, en las butacas algunos hombres frotándose la verga sin pudor.
Me quedé parado de frente a la pantalla, eso me dio oportunidad de ver quien pasaba, después de un tiempo me fui a sentar pero se acercaban a mi viejitos así que decidí levantarme y esperar a ver qué pasaba.
De pronto lo vi, no se distinguía mucho pero lo que veía me gustaba, 1.
70 aprox.
Delgado, tez blanca y un peinado tipo moicano; lo seguí con la mirada, me fui acercando hasta donde se sentó.
Mis manos temblaban, no sabía qué hacer, me senté a su lado y estuve sin hacer nada por un rato, el tampoco hacía nada ero tampoco se levantó, lo que me hizo pensar que podría pasar algo.
De pronto tomé valor y dirigí mi mano derecha a su pierna, lo acaricié y no reaccionó negativamente, así que decidí subir más mi mano, en ese momento el posó la suya sobre mi muslo y buscó mi entrepierna, cosa que yo correspondí.
Mi sorpresa fue grata al momento de pasar mi mano en medio de su pantalón y notar que estaba roto y que no traía ropa interior, sentí su vello púbico y la suavidad de sus huevos, era la tercera verga que tocaba en mi vida y era lo mejor que me pasaba en ese momento, de pronto lo mire a la cara y nos quedamos viendo directamente a los ojos, lo que derivó en un beso intenso pero sin ser atascado, saboreando sus labios, sintiendo su aliento probando su lengua y el la mía.
Los besos incrementaban y el manoseo también, sus manos recorrían mi espalda y mis nalgas, buen lo que se podía porque estábamos sentados, yo logré desabrochar su pantalón y liberar a ese pene que empezaba a liberar líquido pre seminal, no era muy grande unos 14 o 15 cm, pero para mí era perfecta, era blanca y rodeada de vello, cuando nos separábamos para tomar aire yo aprovechaba para llevar mis dedos a mi boca y probar su líquido.
Le chupaba los pezones, lamía su cuello, trataba de poder llenarme de su aroma para conservarlo en mi mente el mayor tiempo posible, de pronto sentí algo en la entrada de mi ano, era uno de sus dedos que luchaba por entrar, yo aproveché y baje mi cara a la altura de su verga, el aroma era embriagador, limpio y babeante; no lo pensé más y metí ese pedazo de carne en mi boca.
Succionada y trataba de meterla al fondo, lo cual no era tan difícil porque el tamaña ayudaba, a pesar de que no tenía mucha experiencia haciendo orales, creo que no lo hacía tan mal porque de pronto sentí una de sus manos en mi nuca mientras su dedo seguía hurgando en mi trasero.
Estuve chupando, oliendo y lamiendo esa verga que cada vez más me embriagaba, la sacaba de mi boca la restregaba por mi cara, chupaba su cabecita, aspiraba el olor de sus huevos, me metía uno a la boca, después el otro, escupía algún vello que se quedaba entre mis dientes mientras el no dejaba de tocarme.
Nos empezamos a besar mientras yo se la jalaba, enseguida el paso su mano enfrente y tomo mi verga que estaba que reventaba de la excitación, nos empezamos a masturbar mutuamente mientras nos besábamos.
De repente al besarnos empecé a escuchar su respiración más agitada lo cual indicaba que estaba por acabar, así que me agaché y me metí su verga nuevamente a la boca, de pronto se tensó y la saque de mi boca mientras se la jalaba para lograr ver como brotaba la leche.
Su semen salió con fuerza y alcanzó a salpicar mi cachete y el resto cayó en su abdomen, mientras se recuperaba yo besaba sus pezones y su cuello.
Después de esto, nos besamos mientras el me la jalaba para ayudarme a alcanzar el orgasmo, el sabor de su boca y sus caricias lograron que en poco tiempo mi semen salpicara mi abdomen.
No paramos de besarnos mientras nos recuperábamos, después de esto nos limpiamos y nos incorporamos para arreglar nuestra ropa.
Había pasado más de una hora desde que me había sentado a su lado y ahora besábamos y salíamos juntos del lugar.
Caminamos hacia el metro, ya había oscurecido y estaba lloviendo, no me pude resistir y dí otro beso el cual respondió allí en medio de la calle mientras llovía…
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