El dulce amor de mi infancia
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Tengo 19 años y esto paso cuando tenía 12 años.
Estaba iniciando el bachillerato en un nuevo colegio ya que me había mudado recientemente a la ciudad de puerto Ordaz.
Yo siempre he sido un chico tímido y muy pensador además de que siempre fui muy maduro en cuanto a mi forma de pensar aunque siempre me ha gustado comportarme como un niño y aún con mi edad sigo comportandome así, me gustan ver anime y ese tipo de cosas que para muchos es tonta.
A mis 12 años, un chico de piel blanca un poco pálida pero con un ligero toque rosáceo, cabello negro de ojos color ámbar – avellana es como miel claro amarillento con destellos verde oscuros y de cuerpo normal no era ni delgado ni gordito. La única parte exagerada de mi cuerpo desde la infancia fue mi trasero en realidad es algo a lo que le daba muy poca importancia pero de lo cual fue motivo de burlas o más bien halagos pero a mi me caían como burla.
Todo comienza cuando inician las clases en mi nuevo colegio, se me fue difícil hacer amistades y siempre estaba solo y como era muy tímido no me atrevía a ser el que diese el primer paso en conocer a alguien. Así que en los recesos siempre merendaba sólo en las escalera de un pasillo cerca de las canchas.
Allí fue donde lo conocí, era el profesor de educación física el venía llegando y al verme allí se sentó cerca y comenzó a observarme y me pregunto, oye por que estas acá solo?
A lo que yo respondí con mucha pena es que no tengo amigos aquí soy nuevo y no soy muy bueno haciendo amigos.
El se sonrió y me dijo tranquilo es normal que te sientas así cuando eres nuevo en un lugar y todos tus compañeros del salón ya se conocen desde antes. Bueno yo también entre a trabajar hace poco aquí en que clase estas?
-Estoy en 7mo C
-Que bueno ya que yo le daré educación física a esa clase también entonces puedo ser tu amigo si quieres, yo no soy tan viejo tengo 22 años tu debes de tener 11 o 12 no?
– Tengo 12
– Bueno y como te llamas yo me llamo Samuel.
– Yo me llamo Leonardo
– Entonces te puedo llamar leo no?
– Si.
Estaba tan contento de tener alguien con quien hablar ya que la estaba pasando muy mal al comer solo en las escaleras.
Samuel era un chico blanco cabello castaño y ojos verdes y brillantes muy alto y con un cuerpo muy atlético tenía un aire a extranjero por su perfil muy fino y a la vez varonil e imponente pero sus ojos daban una cierta aura de ternura que yo podía ver claramente.
Así pasaron los días, y las semanas y siempre en los recesos nos sentábamos a conversar se nos olvidaba que todos los demás existían, aunque al ser un profesor joven era muy popular siempre se acercaban chicas y chicos a saludarlo y a querer hablar con el, algunas veces me sentía molesto cuando nos interrumpían ya que yo no hablaba con muchas personas. Sin embargo el nunca me dejaba por fuera, siempre que hacían algún comentario el intentaba incluirme en las conversaciones y gracias a el pude hacer nuevas amistades. Ya que por dentro siempre he sido una persona muy bromista pero nunca me había atrevido a decirle a los demás lo que pensaba pero gracias al el pude hacerlo y así fue como me conseguí envuelto en un grupo grande de nuevos compañeros y amigos y aunque pasaba la mayor parte de mi receso y tiempo libres con ellos siempre lograba escaparme para hablar con Samuel.
-Sabes leo estoy muy feliz de que ya no estés sólo y tengas nuevos amigos pero estoy empezando a extrañarte no consigo a alguien como tu para conversar eres muy listo y maduro me gusta hablar contigo.
Esas palabras de alguna forma hicieron que mi corazón se agitara y sentía que iba a estallar en cualquier momento aunque no entendía mis sentimientos yo siempre desde que lo conocí sentí el anhelo de ser importante para el aunque no sabía en que sentido a veces pensaba que como yo era hijo único siempre había querido tener un hermano mayor pero cuando lo veía en educación física dándonos clase y algunas veces me ayudaba a hacer los ejercicios y sentir sus manos tocándome me llevaba a otro mundo me imaginaba que el me abrazaba y me susurraba palabras dulces al oído también escuchaba la frase "te quiero" en mis sueños.
– Esta bien profe voy a venir para hablar con usted más tiempo todos los días.
– En serio me lo prometes?
– Si te lo prometo.
– No sabes lo feliz que me haces.
– jajaaj profe no diga esas cosas.
– cuando estemos tu y yo llámame Samuel o como quieras acuérdate que somos amigos.
– Esta bien…
No pude verlo a la cara, después de mucho tiempo me había invadido la pena pero esta ves era diferente.
Paso mucho tiempo y cada ves nuestro tiempo junto era lo más importante al ir al colegio, ya estaba por cumplir 13 y iba a pasar a 8vo grado (2do año de bachillerato).
Eran los últimos días escolares y se acercaban cada ves más las vacaciones y Samuel me esperaba como siempre pero esta ves estaba triste.
– oye Samuel te sucede algo?
– por que lo dices leito estoy normal.
– no no lo estas yo te conozco.
– pues te lo voy a decir por que sólo te tengo a ti.
La verdad es que he terminado con mi novia.
– hasta ahora nunca había imaginado que Samuel tuviese novia ya que jamás le pregunte aunque a veces el sacaba el tema de las novia nunca le pregunte a el si tenía, a de ser por el miedo a escuchar una respuesta positiva lo cual me parecía extraño por que me sentía así ? Pero nunca le tome importancia a mis sentimientos.
– Samuel, yo no sabía que tenías novia y has terminado con ella? Por qué?
– hay… leo… Me dijo con un tono suspirante.
Yo salía con ella desde hace dos años por capricho de nuestros padres ya que ambos son socios una empresa muy grande y querían que sus herederos fuésemos nosotros juntos como un matrimonio pero la verdad es que no pude enamorarme de ella y me duele más ya que estoy estoy enamorado de alguien de quien no tenía que enamorarme.
– pero Samuel si estas enamorado debes seguir tus sentimientos no importa que no sea lo que tus padres quieran.
– leo ojalá fuese solo eso. Es que no lo entenderías o mejor dicho si lo entenderías y no puedo contarte esto a ti. En especial a ti.
– pero Samuel si hemos sido amigos por casi un año, se que soy un niño pero yo puedo entenderlo te lo prometo.
– Leo estoy enamorado de otro chico.
Me quede sin palabras a lo que el siguió.
– no sólo es otro chico si no que también es menor de edad y eso esa prohibido, leo si te asusta lo que te digo entenderé que dejes de hablarme. Pero sólo a ti podía confiarte este secretó que nadie más sabe. Además de que es la primera ves que me sucede.
Suena el timbre del fin de receso y comenzaba a pasar con mucha rapidez todos los alumnos corriendo a sus salones de clase. El y yo nos levantamos y antes de partir le dije…
-Samuel siempre seré tu amigo.
Yo estaba sorprendido de haber escuchado eso, no se sí estaba sorprendido de que fuese otro chico de quien el estaba enamorado o de que el estuviese enamorado.
Que estaba sintiendo… Eran celos? Por qué?
Terminaron las clases y la vacaciones escolares nunca se me habían echo tan largas e interminables, fueron frustrantes los días que no pude verlo. Me sentía solo y nada me animaba, trataba de disimular mi tristeza y siempre se me ha dado bien eso de actuar.
Cuando comenzaron las clases mi mirada lo único que buscaba era encontrarse con esos ojos verdes y cálidos y cuando los hallaron mi felicidad era más notable que el sol brillante en el cielo y también pude notar su sonrisa.
Ese día las palabras de los profesores sonaban como ecos distantes en un bosque de pensamientos incontrolables.
Y cuando sonó en timbre de receso salí corriendo a encontrarme con el y cuando nos vinos el me correspondió con un abrazo amistoso muy disimulado ya que éramos profesor y alumno aunque sus manos se sostenían fuertes a mi cuerpo y por ese instante me sentí como nunca antes.
Casi al mismo tiempo dijimos
Te quería ver…
Luego nos reímos
– como te fue en las vacaciones. Me pregunto.
– mejor no hablemos de eso fueron normales paso el tiempo muy lento diría yo.
– jajajaja yo pienso igual.
Me arme de valor y le dije.
– Samuel tengo algo que decirte…
– pues dime leo sabes que puedes decirme lo que quieras.
– No se que significa pero cuando me dijiste que estabas enamorado me sentí mal. Pero se verdad espero que seas feliz.
En eso me llega un mensaje de mi mama que por cierto ya tenía teléfono celular me lo habían comprado en vacaciones recompensa por mis notas.
"Hijo llegare tarde hoy, te dejo la cena en el micro ya sabes no te quedes fuera por mucho rato" vivíamos a dos cuadras del colegio que por cierto era un sitio muy seguro.
– Tienes teléfono leo que bien. Si quieres puedes agregar mi número.
– Claro.
Anote su número y sonó el timbre .
A la hora de la salida me esperaba Samuel.
– oye donde queda tu casa? Puedo acompañarte, es que pude ver que te quedarías sólo.
mi corazón comenzó a latir y me puse muy nervioso. Aunque lo veía como mi amigo el era un adulto y no era correcto según lo que dice la gente que un niño invitara a un adulto a la casa y menos cuando se encuentra sólo. Pero como el sitio donde vivo es un edificio residencial podría pasarlo sin que nadie se diese cuenta mientras nadie sepa no importara. Seguía sintiendo miedo no se por que me pensaba mucho de que estaba o iba hacer algo muy malo.
– esta bien puede venir, si quieres jugamos play.
– me encantaría leo.
Llegamos a mi casa y lo invito a sentarse en el mueble, le traje un vaso de agua y instale el play en la sala para jugar.
Jugamos un rato creo que paso una hora pero el tiempo con el era incontable.
De pronto ya no jugamos más y estábamos lo dos viéndonos en el mueble.
Y el se acerca a mi y con su hermosa y varonil vos me dice, desde la primera ves que te vi me pareciste un chico muy lindo. Me recordaste a mi en mi infancia.
En serio? Jejeje dije yo tímidamente.
El se acerca un poco más y encontramos nuestros rostros pude ver un paraíso en sus ojos era la primavera en su nacimiento cuando el pasto esta de un color verde claro sinónimo de nueva vida.
-leo yo te quiero, te quiero a ti aunque seas menor que yo. Quiero tenerte.
No pude responder me quede en shock.
Y el beso mis labios y tomo mi mentón con su grande y poderosa mano y me dijo abre un poco la boca.
Yo solo podía seguir sus órdenes estaba en un mar de éxtasis.
Y introdujo en mi su lengua que descubrió cada parte de mi boca con una delicadeza y destreza a la ves. El se separa de mi solo un poco y me dice aunque seas un niño es la primera vez que beso a otro chico.
Y yo con una vos temblorosa le dije también es la primera ves para mi.
El me tumbo en el mueble y quede debajo del el. Se acerco a mi cuello y lo beso y lamió lentamente. Sus labios y su lengua corrían en mi piel como gotas de miel. Yo gemía de gusto era algo que me hacia estremecer. Mi cuerpo temblaba y mi respiración se agitaba. El tomo mi mano y la llevo a su entrepierna y pude sentir su miembro tibio y además apuntó de romper su pantalón. Eso no me disgusto a pesar de ser la primera ves que tocaba el miembro de otro sujeto y yo sabía muy bien que eso estaba mal. Ya había escuchado de estas cosas entre hombres y como eran desplazados por hacer eso.
Pero era Samuel, no podía pensar en nada más que el.
El se quitó su camisa y me quito la mía pude observar su hermosa piel blanca ligeramente bronceada y su cuerpo era como el de esos chicos de revistas deportivas pensaba. El puso sus labios sobre mis pezones y los succionaba eso me hacia temblar aún más mi cuerpo se llenaba de cosquillas y mi pene reaccionaba a tales sensaciones.
Su barba aunque muy fina y casi innotable por su color amarillenta me raspaba un poco la piel y eso me gustaba mucho. El bajó mis pantalones y mi interior y quede completamente desnudo ante el, sentía un poco de vergüenza pero no me importaba que el me viera. Y me dijo. Que hermoso y perfecto cuerpo tienes, y estas nalgas que te gastas son preciosas y jugosas. Para ser apenas un niño.
El se desabrocha su pantalón y lo baja llevándose con el su bóxer blanco y pude comprobar por mi mismo que aquello que sentí sobre su pantalón era descomunal, media aproximadamente y sin exagerar unos 22 cm y como unos 6.5 de grosor, las medidas se me daban bien ya que era el mejor en dibujo técnico.
El se recostó sobre mi posando su enorme miembro que me tenía impactado desde el momento en que lo saco, no podía decir palabra alguna. Y siendo yo tan nervioso jamás se me paso por la mente que mi mama pudiese llegar en cualquier momento por un cambio de plan imprevisto.
El me alzo y se acostó sobre el mueble colocándome a mi sobre el. Posteriormente a eso me coloco al nivel de sus piernas y me dijo
-Bebe te presto mi juguete puedes hacer lo que quieras con el..
Yo seguía sin poder hablar, él al notar que yo no realizaba ningún movimiento llevo mis manos hasta su miembro.
Lo sentí estaba realmente caliente era demasiado grande aún no he visto un pene tan perfecto como ese. Apuntaba únicamente hacia arriba y sus venas sobresalientes estaban a estallar, ya yo sabía masturbarme Así que sólo se me ocurrió hacer lo mismo. Con ambas manos subía y bajaba lentamente aquella carne desbordante de pasión.
– Si bebe sigue mi niño, me encantan tus manitos.
El me acariciaba la cabeza y me revolvía el cabello mientras que al mismo tiempo me guiaba más y más cerca su ardiente carne. Cuando esta mi rostro rozado aquella delgada piel que cubre ese enorme músculo, podía sentir su suave olor, tan limpio y llamativo. No pude pensar en otra cosa que lamerlo. Pase mi lengua sobre y regué mi saliva en cada rincón a mi alcance, el gemía y se estremecía incontrolablemente y repetía una y otra ves; si bebe, así me gusta, que rico se siente cuando lo haces tu…
Luego me dijo:
-leo bebe, abre tu boquita y déjalo entrar..
Yo abrí la boca lo más que pude pero apenas podía meter su cabeza y mientras la tenía adentro la acariciaba con mi lengua y el estaba por explotar del placer.
El empujo un poco, y yo sentía que mi mandíbula se rompería pero el prosiguió poco a poco y lentamente fue entrando un poco más de aquel mástil, hasta que una porción que no parecía ser ni una tercera parte de aquel miembro llego a mi garganta y me invadieron las ganas de vomitar.
El me dijo:
– Tranquilízate bebe, respira por la nariz y no te lo saques espera que tu boca se acostumbré a el no me moveré hasta que estés listo.
Y así paso un minuto más o menos con aquella carne palpitante dentro de mi boca. Luego empezó a moverse salía un poco y entraba. Procuraba no meterme más de lo que me entraba.
El estaba totalmente perdido en la locura. Ahgggg bebe me gustas, que rica se siente tu boquita. Si así sigue te quiero bebe te quiero.
Yo no podía hablar pero no apartaba mi vista de esos hermosos ojos verdes.
El se movió agitadamente y de golpe comenzó a meter y sacar su miembro de mi boca y cada vez pasaba más de lo que debía. Yo apreté sus piernas en señal de que me estaba lastimando pero el no podía parar, y yo estaba atragantado y desesperado estoy seguro que estaba trancando mi garganta con la punta gruesa de su pene. Acto siguiente enormes chorros de su semen pasaron directo por mi garganta yo solo podía tragar todo lo que podía para no ahogarme y al final antes de retirarlo dos chorros cayeron dentro de mi boca, y pude al fin saborear ese néctar de su ser. Su sabor era algo que jamás imagine, entre dulce y salado, su textura era espesa y consistente, tibia y viscosa algo pegajosa pero en fin deliciosa.
El me alzo y me beso tiernamente y me dijo eres el mejor bebe. Te quiero mucho quisiera poder vivir contigo y estar junto a ti. Ver tus ojos me hace feliz, acariciar tu piel y besar tus labios me llena de alegría no quiero separarme de ti aunque lo nuestro este prohibido.
Cuando recuperé la voz, le dije yo también te quiero Samuel, te quiero y lo supe en el momento que no pude dejar de pensar en ti.
Leo yo quería esperar más para esto pero el tiempo se acaba y ya no puedo más voy acerté mio…
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