El Embajador (Capítulo 5)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por RogerFed.
Me fui a la casa de los De la Riva y al llegar les dije que mi mamá me había pegado y me había corrido de la casa, Luis me dijo de inmediato que me podía quedar en su casa y que no me preocupará, yo por supuesto al principio me negué, pero llego Arturo y al escuchar lo sucedido también me ofreció su casa y entre Luis y él me convencieron, yo por supuesto todo lo tenía planeado, era lo que muchos llaman un lobo en piel de cordero. Les dije que me iría a mi casa por mis cosas y regresaría por la noche.
Mientras estaba arreglando mi maleta entra mi madre para hablar conmigo…
-Mamá: – Alexander tenemos que hablar, no estuvo bien lo que le dijiste a Felipe, tienes que entender que… ¿Y esa maleta qué significa?
-Yo: – Que me largo de esta casa
-Mamá: – Alexander no me parece que te vayas a la casa de Emiliano cada que discutimos
-Yo: – No, no me voy con él, me voy más lejos, a un buen lugar
-Mamá: – ¿Con tu amigo Gerardo?
-Yo: – No, me voy a vivir a casa del Canciller De la Riva
-Mamá: ¿Qué dices?
-Yo: -Si, ¿y qué tiene de malo? Con él si puedo tener todo lo que siempre he querido
-Mamá: – No puedes hacer eso Alexander, tú no lo amas
-Yo: – ¿El amor? El amor no sirve de nada mamá, sólo he perdido el tiempo, además nadie vive de amor
-Mamá: – Basta Alexander, me das miedo. No voy a dejar que te vayas dame esa maleta
-Yo: – Por favor tú y quién más me lo va a impedir, dame mi maleta, me largo de aquí, estoy harto de ti
Mi mamá salió a buscar a mi hermano para evitar que me fuera, pero eso nunca iba a pasar. Al poco tiempo tocan a la puerta y al abrir era Felipe…
-Yo: – ¿Qué quieres Felipe?
-Felipe: – Quiero hablar contigo Alexander
-Yo: – Estoy ocupado, así que espero seas breve
-F: – Alexander, yo te amo, pero no me la puedo pasar pensando en cómo voy a hacer dinero
-Yo: – Sí, eso ya me quedo muy claro, y no sé para qué desperdicie mí tiempo creyendo que podrías cambiar, eres tan mediocre como todos en esta maldita vecindad…
-F: – Bueno ya basta, no te voy a permitir que me sigas insultando
-Yo: – No son insultos, solo es la verdad
-F: – Si es lo que piensas de mí, entonces no tiene caso seguir con esto, así que mejor terminamos
-Yo: – ¿Qué? ¿Tú me estás terminando a mí?
-F: – No veo por qué te sorprende, con tu actitud parece que es lo que quieres
-Yo: – Obviamente, porque si lo hacía yo me rogarías para que volviéramos, pero yo no pienso volver ni a ti, ni a esta maldita vida jamás
-F: – Yo no puedo darte lo que tú quieres, no por ahora, no estoy dispuesto a traicionar ni mis principios ni mis valores
-Yo: – Pues quédate con ellos, ¿tú crees que me preocupa que terminemos? Mírame, con esto puedo conseguir a quien se me dé la gana
-F: – Si eso es lo que quieres estas en todo tu derecho de hacerlo
-Yo: – Me voy con quien si me sepa valorar, no con un imbécil como tú – al decirle esto Felipe me beso de forma impulsiva y yo aunque quería negarme termine por corresponderle el beso.
-F: – Podrás tener a quien se te dé la gana, pero no será a quien ames
-Yo: – No seas arrogante, ¿Crees que sólo puedo amarte a ti? ¿Cómo Felipe? Si sólo me ofreces una vida de malditos sacrificios y de esperas
-F: – La vida es así Alexander, no puedes tenerlo todo así de fácil
-Yo: – Entiéndelo Felipe, yo quiero disfrutar mi vida, ahora que soy joven
-F: – Estás tan equivocado Alexander, las cosas que quieres en realidad no son lo que en verdad valen la pena en la vida y vas a cometer un grave error
-Yo: – No, el que está cometiendo un error eres tú y ya déjame tranquilo, tú para mí ya no eres nadie, así que vete y no vuelvas a buscarme
Le abrí la puerta a Felipe para que se fuera, el salió sin decirme nada, yo ya no podía contener las lágrimas y en cuanto cerré la puerta me derrumbe a llorar sentado sobre el suelo, tuve el impulso de salir y pedirle perdón, pero no podía humillarme así, mi decisión estaba tomada y no daría marcha atrás ni por él ni por nadie. Emiliano y mi madre llegaron al poco tiempo.
-Emiliano: – ¿Qué te pasa Alexander? Dice mi mamá que te quieres ir de la casa
-Yo: – Si hermano, mi mamá se atrevió a golpearme, no me quiere, no tiene caso que me quede aquí, todo lo que hago le parece mal
-E: – Por favor hermano entiende que…
-Yo: – Lo único que entiendo es que esta es la vida que ustedes decidieron tener, pero yo, yo me muero si me quedo aquí, me muero, no soporto más está vida de miseria
-Mamá: – Hijo, puede ser que no te guste esta vida, pero es la que te toco…
-Yo: – Ya vuelves con tu mentalidad mediocre y conformista mamá, lo ves, por eso no soportas que yo quiera superarme
-Mamá: – No tiene nada de malo que te superes, pero el camino que estas tomando no es el correcto hijo, entiende por favor
-Yo: – ¿Por qué no mamá? El Canciller De la Riva es un hombre que me respeta, es guapo, rico, es bueno, por qué no habría de tratarlo, ¿por qué no?
-Emiliano: – Entiende Alexander, al Canciller lo puedes tratar pero viviendo aquí
-Yo: – No, ya tome mi decisión, y ya no me voy a detener, ya no quiero seguir viviendo así. Ya hace mucho tiempo que soy mayor edad y puedo tomar mis propias decisiones, así que más vale que lo acepten, porque lo demás no me interesa, no me importa
Me fui a mi cuarto a terminar de empacar, mientras lo hacía tome un pequeño llavero de plata de la Torre Eiffel que me regalo Felipe, prometiéndome que algún día me llevaría a verla, pero ya que eso nunca pasaría la tire a la basura, así como todos los sueños que tenía con él.
-Yo: – Me voy, los De la Riva deben estar esperándome
-Emiliano: – Pero ¿te vas a ir ahorita? Ya es de noche Alexander
-Yo: – No te preocupes, uno de los choferes del Canciller esta esperándome abajo, adiós hermano, y por favor haz un esfuerzo por entenderme, nuestro padre lo hubiera hecho
-Emiliano: – Lo intentare, solo cuídate mucho, y cualquier cosa sabes que cuentas conmigo
-Yo: – Gracias hermano. Adiós mamá- me fui de esa vecindad sin mirar atrás, seguro que la decisión que había tomado era la correcta
Ya en la casa de los De la Riva, Luis me tenía preparada una gran habitación, no lo podía creer, quizá esa habitación era tan grande como toda mi antigua casa y solo podía pensar “esto es lo mínimo que yo me merezco”, por supuesto me instale lo más rápido que pude, sin embargo no podía dejar de pensar en Felipe y en todo lo que le había dicho, valdría la pena dejar al amor de mi vida por conseguir lo que tanto anhelaba, sin duda lo valía. Así que empecé a planear mi próxima jugada: “Sí Arturo me sigue viendo solo como su aprendiz y pupilo me ayudará, pero todo será demasiado lento, en cambio si me empieza a ver como algo más, su ayuda vendrá sola”. Así que como en el juego del ajedrez, debía llegar hasta el Rey y ese era mi objetivo principal. Al día siguiente comenzaría mi plan.
-Arturo: – ¿Cómo te encuentras Alexander? ¿Ya estas más tranquilo?
-Yo: – Si Licenciado, gracias, toda la noche he estado pensando en lo mismo, pero no me arrepiento de lo que hice, fue lo mejor salirme de casa de mi madre y comenzar a independizarme, muchas gracias por darme la oportunidad de quedarme en su casa, no será por mucho tiempo se lo prometo
-A: – No te preocupes Alexander, puedes quedarte aquí el tiempo que quieras, esta es tu casa, así que quiero que la veas como tal, además Luis está encantado con tenerte aquí, te ve como el hermano que nunca tuvo
-Yo: – Y yo a él también, lo he llegado a querer mucho, igual que a usted… es decir, estoy muy agradecido con usted, jamás podré olvidar todo lo que ha hecho por mi
-A: – No tienes nada que agradecer, es un placer para mi tenerte aquí y poder ayudarte
-Yo: – Gracias de nuevo, y cambiando de tema, supe que pronto le darán la Embajada en Alemania, felicitaciones, se lo merece
-A: – Muchas gracias, y si en efecto ya es un hecho, solo falta hacerlo oficial en un par de meses más, solo falta definir el resto del cuerpo diplomático que estará conmigo, y hablando de eso, tu ya estás por terminar tu educación en el Servicio Exterior, ¿no te gustaría aplicar para pertenecer al cuerpo diplomático en Alemania?
-Yo: – ¿Me lo está diciendo en serio? Es decir, es que no puedo creer que me este haciendo esta sugerencia
-A: – No es una sugerencia, es una oferta, ya te lo he dicho antes, veo mucho talento en ti, y necesito al mejor equipo conmigo, y sería un enorme placer tenerte en el. Sólo permíteme ver en qué puesto te podemos colocar, seguro no será un alto mando, pero te servirá mucho.
-Yo: – Lo único que busco es una oportunidad, le garantizo que no la desaprovechare y le agradezco mucho que crea en mí
-A: – Estoy seguro que no la desaprovecharas y sabrás asumir con dignidad el cargo que te den, ahora te dejo, debo ir a atender algunos a asuntos de trabajo, aprovecha para terminar de instalarte
-Yo: – Lo haré, pero también me pondré a actualizar toda mi información sobre las relaciones diplomáticas de México con Alemania.
-A: – Lo ves, por eso estoy seguro de darte esta oportunidad
“Y me darás mucho más que esta oportunidad, poco a poco me iré encargando de eso”…
Los días pasaron muy rápido, yo cada vez me acostumbraba más a la vida de lujos que me ofrecían los De la Riva, casi me había olvidado por completo de la vida en la vecindad, a excepción de Felipe, a él no podía olvidarlo, al contrario, lo seguía amando con la misma intensidad que siempre, hasta que una tarde mientras iba saliendo de la casa de los De la Riva me encuentro con Felipe, quien me estaba esperando dentro de su auto, me dijo que subiera, yo me negué, pero me amenazo con hablar con el Canciller, así que no tuve otra opción que acceder y subí a su auto, en seguida arranco y nos fuimos cerca de un parque, bastante retirado de la casa de los De la Riva.
-Felipe: – No te había buscado antes porque creí que solo se trataba de un capricho tuyo y volverías a la vecindad con tu madre, pero ahora veo que todo va en serio ¿no es así?
-Yo: – Te dije que me iría a buscar la vida que me merezco y eso es lo que estoy haciendo, por fin tengo lo que siempre he querido y tendré mucho más Felipe
-F: – ¿Y el amor? ¿También tendrás amor con ese hombre?
-Yo: – ¿Tú crees que me importa el amor? Lo único que me importa ahora es el poder, porque con eso tendré la vida en mis manos y el mundo a mis pies
-F: – ¿Ya no me amas Alexander? Mírame a los ojos y dime que ya no me amas y te dejaré tranquilo y jamás volveré a buscarte
-Yo: – No puedo, te amo Felipe, y siempre te amaré, pero no puedo detenerme… – de pronto Felipe me beso y no pude resistirme y correspondí a ese delicioso beso
Nos fuimos a un pequeño hotel cerca de donde estábamos, ni siquiera lo pensé, cuando menos lo imagine ya estaba sobre la cama besando a Felipe con amor y pasión, comenzamos a desnudarnos, por fin volvía a tener el calor de su cuerpo junto al mío, Felipe me besaba el cuello, algo que me hace estremecer de placer, pues además su barba rosaba con mi piel y eso me hacía erizarme por completo. No resistí más y comencé a recorrer con mi lengua su enorme pecho, e detuve en sus rosadas tetillas, las chupaba y apretaba ligeramente, después seguí bajando besando su abdomen hasta llegar a su miembro firme y duro como siempre, pidiendo a gritos que lo metiera en mi boca y así lo hice, primero solo me metí la cabeza de ese maravilloso pene, hacía círculos alrededor de ella con mi lengua y después lo fui metiendo lentamente hasta tenerlo todo completo en mi boca y comencé los movimientos de mete y saca, primero lo hacía lento y después aceleraba el ritmo, también hice lo propio con sus testículos, los cuales los acariciaba y después también los metí en mi boca
Felipe ya no resistió el placer y me tomo y volteó boca abajo y comenzó a comer mi ano, lo hacía de una forma tan deliciosa que me ponía los ojos en blanco del placer que me causaba, después comenzó a meter un dedo dentro de mí y después un segundo y un tercero, cuando estaba lo suficientemente dilatado comenzó a meterme su miembro, como siempre le costó un poco de trabajo y me produjo un poco de dolor, pero pronto se convirtió en un enorme placer, Felipe se dejo caer sobre mí y comenzó a bombearme, era una delicia sentir el mete y saca y como sus testículos golpeaban mis nalgas una y otra vez, me voltea y quedo en posición de misionero, aprovechamos esto para besarnos mientras me sigue penetrando, yo acaricio su espalda fuerte y ancha que me encanta, él se prende de mi cuerpo con fuerza y me rodea con sus brazos como si no quisiera dejarme ir nunca, sólo me repite que me ama y que siempre seré suyo y de nadie más.
Probamos otras tres posiciones al menos, pero al terminar yo estoy sobre él y siento como sus embestidas se aceleran y sé que está a punto de venirse y poco después siento como su caliente semen me inunda en mi interior, por este placer yo no tardo mucho en venirme también y llenar su pecho velludo de mi semen, me dejo caer sobre él y comenzamos a besarnos y abrazarnos con más fuerza y deseo que nunca.
-Felipe: – Dime que regresarás conmigo y dejarás a ese Canciller, puedes alcanzar tus sueños Alexander pero poco a poco
-Yo: – Esta bien Felipe, hoy mismo me iré de esa casa y regresaré contigo mi amor, te amo, nunca lo dudes
-Felipe: – Gracias amor, yo también te amo, no tienes idea de cuánto, te llevo a la casa de los De la Riva para que recojas tus cosas y te vienes conmigo
-Yo: – No amor, los De la Riva no están, llegarán hasta más tarde, ellos se han portado muy bien conmigo no es correcto que me vaya sin siquiera despedirme ¿no crees?
-Felipe: – ¿Y entonces que haremos?
-Yo: – Sólo llévame a su casa y mientras arreglo mis cosas los esperare y en cuanto lleguen hablaré con ellos y me iré en un taxi
-Felipe: – No, de ninguna manera, mejor me marcas y yo voy por ti, no importa la hora que sea, ¿de acuerdo?
-Yo: – De acuerdo amor
Felipe me dejo afuera de la casa de los De la Riva y nos despedimos con un beso. Yo me metí a la casa totalmente esperanzado con la idea de estar con Felipe, pero no me imaginaba todo lo que pasaría después.
Muchas gracias por leer esta historia, como siempre agradecere sus comentarios y votos, si quieren conocer más sobre Alexander: https://www.facebook.com/profile.php?id=100009665561181
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!