El enano
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Uno de mis mejores amigos, me confesó que le gustaban los hombres, no se si me lo dijo conscientemente o sólo fue producto del alcohol que había tomado en su cumpleaños número 17.
Alex, mi amigo, tiene una estatura muy baja, su cabeza apenas pasa mi cintura, es enano.
Festejamos sus 17 años en mi casa con unos pocos amigos, una pequeña reunión, en la que Alex tomó un poco de más, no creo que esté acostumbrando al alcohol.
la cosa es que se quedó a dormir en casa.
Luego de hablar unos minutos, no se cómo llegamos al tema de las mujeres, pero sólo me dijo que prefiere a los hombres.
Yo me calenté, pues soy muy morboso, nunca tuve relaciones con hombres, pero el sólo hecho de tener sexo con un enano hacia que se le pare la pija.
lo que más me gusta de los enanos es esa cola que tienen, son puro culo.
El durmió en mi cama, me daba la espalda, su cola rosaba mis costillas, mi pene cada vez más duro.
así que aproveché la oportunidad.
Baje las escaleras, sólo para verificar que mi mamá y papá estuviesen ya dormidos, y lo estaban.
Mi cuarto es el único que se encuentra en el segundo piso.
Así que entré en mi cuarto y cerré la puerta.
Alli estaba Alex dormido, con la boca semiabierta, mire sus labios y mi puja se endurecio de nuevo, empecé a masturbarme y luego me dirigí hacia el, pase mis manos por su trasero, redondo y grande, lo apretaba cada vez con más fuerza, y Alex casi no reaccionaba, sólo gemia entre ronquidos.
Sin pensarlo demasiado, sólo sentí la necesidad de pasar mi verga por sus labios, lo hice.
sus labios mojados tocaron la punta de mi pija y sentí un cosquilleo exquisito.
seguia pasando mi puja por sus labios hasta que de repente abrió un poco los ojos y luego su boca, no se si era lo que quería pero metí mi verga dentro, sentía su lengua rosando mi verga, se la metia y sacaba de la boca, intentando cada vez más profundo, pero el tosia, y yo seguía metiendo mi verga por unos cuantos minutos hasta que no aguante más y le llene la boca y la cara con mi leche.
Chorreaba por sus labios hasta la almohada.
Abrió los ojos, me miró confundido, cerró su boca y trago la leche que tenía en ella, supongo fue un acto inconciente.
Al ver eso mi pijama se puso dura nuevamente, meterla en su boca de nuevo no sería suficientemente así que resolví acostarlo boca abajo y quitarle su pantalón y boxer.
su cola era hermosa, la comencé a acariciar, me chupe los dedos y comencé a meter uno luego dos en su ano, para que se abra de a poco.
tenía una mano con los dedos en su ano, y la otra en mi pija.
minutos después me acosté a su lado, me puse encima suyo, con mis manos separe sus glúteos mientras intentaba ubicar mi verga en su esfínter, hice presión lentamente, la punta iba entrando y el hacia ruidos parecidos a gemidos, eso sólo me exitaba no me importó si le doleria sólo comencé a meter cada vez más mi pija, entró la punta, y luego casi la mitad de golpe.
tenía mi verga dentro suyo, quiso gritar, creo, pero sólo se escuchó un gemido ahogado por la almohada.
era muy exitante, era como estar cogiendo a un niño.
Su ano estaba estrecho, rodeaba mi pija, como apretandola, de mi parte el placer era maximo, empecé a meter y sacar mi verga cada vez más rápido y más profundo.
ya casi estaba toda adentro, los cachetes de su cola presionaba mi verga exquisitamente y de repente acabé dentro suyo, todo mi semen quedó dentro de sus entrañas, deje mi pija dentro suyo hasta que se puso flacida, y me acosté a su lado, agitado.
A mañana siguiente, desperté, Alex salió del baño de mi cuarto y dijo que recordó todo lo ocurrido anoche, que despertó con ganas de cagar, y cuando fue al baño de su cola salió un líquido blanco y un poco de sangre.
pero que quería que se vuelva a repetir.
esta vez teniendo control sobre su cuerpo.
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