El entrenador y yo
Continuación de encerrado en el gimnasio.
Ha pasado una semana desde mi casual encuentro con aquel guapísimo entrenador. Lo vi más veces, pero decidimos solo decirnos hola como si nada y nunca hablar de lo sucedido. Es mejor así, de esa manera tuve otro encuentro con otro entrenador, este era entrenador de artes marciales, se llamaba Richard, era de unos 190 cm de altura, 34 años de edad, rubio, piel bronceada, ojos marrón miel, barba de 2 días rubia también, nuez en el cuello, hombros anchos, pectorales preciosos, sin abdominales, pero sin barriga, una polla de unos 22 cm, una piernas bien trabajadas, sin vello corporal ni tatuajes.
Era un hombre de ensueño para mí, según lo vi, me enamoré de su físico, ya empezaba a fantasear con meterme su polla en la boca, me acerqué, me presenté y le dije que quería probar su clase, para saber si me interesaba apuntarme.
R: – Por supuesto, vente mañana, y te enseño como es…
J: – genial, hasta mañana.
Llegó el día, fui al gimnasio, y me metí en el salón con suelo acolchado, no vino ningún alumno salvo yo, y 10 minutos después vino Richard. Cuando entró, me saludó, y delante de mí, se cambió de ropa mostrando ese cuerpazo, y cuando terminó, me dijo que me pusiera yo una ropa especial como la suya. Lo hice, pero lo hice medio insinuándome para él, intentaba que él me mirase el culo, pero era un poco difícil dado que estaba con su teléfono y no me miraba, pero en fin, nos pusimos a entrenar, él me decia:
R: – Túmbate bocaarriba, y abre las piernas
Yo lohice con toda ilusión, pero no era para eso, era para aprender a salir de una situación difícil y aprender a defenderme, pero solo notar su paquete entre mis piernas…
No pude evitarlo, empecé a mover sutilmente mis caderas y él lo notaba, me puso cara extraña y me pidió que me pusiera bocabajo para otro tipo de defensa. Ahí es cuando movía el cupo contra su paquete, lo quería dentro de mi ano, deseaba que ese hombre me hiciera el amor. Él se dio cuenta y se levantó enseguida, me miró como espantado, creí que iba a decir algo gritando para humillarme o algo así…
Pero no, me pidió que me levantase y me dirigiera a un pequeñito escenario y me apoyase ahí de espaldas para hacer estiramientos, mientras él cerró las cortinas y la puerta con llave para no ser interrumpidos y me dijo que el estiramiento la haría sin esa ropa puesta:
R: – quítate esa ropa, hace mucho calor, apóyate en el escenario de espaldas y estira hacia atrás
J: ¿me apoyo las rodillas,as en el bordillo?
R: Sí, será mejor
Entonces yo lo hice y noté que él apoyaba su entrepierna contra mi culo, agarraba mis caderas y empujaba su paquete contra mi culo cada vez más fuerte, y yo sin poder evitarlo, moví mis caderas apretando hacia atrás, él me puso la espalda contra su pecho, sentí su aliento en mi cuello, acariciaba mi cuerpo con sus manos, me di la vuelta y besé su pezón izquierdo, él puso su mano tras mi cabeza y la llevó a su pezón derecho, luego acercó su boca a la mía, con algo de temor pero también con excitación, y ahí mismo, me besó, sentí el tacto de su boca en mi boca, su lengua rozando mi lengua, la movía en redondo de manera lenta y suave. Cogía mi cara, mientras me besaba, haciéndome sentir que soy especial para él, me besaba en las mejillas, en los ojos, y la barbilla, en mis labios…
R: – No se que me has hecho, pero no puedo evitarlo… mmmmua… quiero hacer el amor contigo…mmmmmuuuaaaaa…. quiero que ahora mismo, seas mi novio hasta que terminemos de fallar…
Y empezó a besar mi cuello…
J: – oooh síiiii… seré tu novio hasta que me dejes preñado el culo… aaaaahhh… ssshhh… aaaahhh…
Seguía bajando por mi pecho, lamia la piel de mis pezones, los saboreaba como si fuera el mejor postre del mundo, mientras yo gemia por lo que me hacia ese hombre, bajó, me quitó la ropa interior dejándome desnudo para él, me levantó las piernas, las abrió, y empezó a saborearme el ano, me comía el culo, de una manera excelente, lo besaba, soplaba en el ano, le pasaba su lengua como si su sabor fuera el de su helado favorito.
J: – oooh síiiii… aaaahhh… aaahhh… aaaahhh… síiiii… aaaahhh… sigue mi amor… aaaahhh… aaaahhh… mmmmm… aaaaahhh…
Yo acariciaba su pelo mientras recibía su anolingus, me besaba en las nalgas, en las piernas, él mismo se ponía a mil con mi ano, me hacía remolinos con la lengua, notaba la punta tratando de entras en mi agujero, entonces le dije que quiero chuparle la polla, que quiero saborear su hombría, y él empezó a subir otra vez por mi pecho, por mi cuello, a besar mi boca, se quitó toda su ropa quedando desnudez para mí, mientras nos besábamos, yo acariciaba su cuerpo, ese cuerpo precioso que me tenía enamorado, le besé en el cuello, en el pecho, en sus pezones, bajaba por su abdomen, y llegué a su polla…
La miré maravillado, era una polla preciosa, de 22 cm, empecé por besar su glande, su tronco, le hice una pequeña paja, y me la metí en la boca, saboreando cada centímetro de su miémbro viril, ese olor a macho, sin nada de vello corporal, la chupaba con todo el amor del mundo, él agarraba mi cabeza y me follaba la boca lenta pero intensamente. Le amaba, acariciaba su cuerpo sientiendo ese cuerpazo duro de gimnasio, la forma de sus pectorales, su piel en mis manos, y yo no paraba de chuparsela:
R: – Oooohhh… shshshshs… aaaah síiii… shshshshsh… uuuuuhhh… no pares… oooohhh me encanta… aaahhh… ah síiiii… uuuuhhh… no pares cariño, me encanta tu boca… aaaahhh… me encanta besar y follar tu boca… aaaahhh…
Cada palabra y gemido que salía de su boca me excitaba, estaba enamorado de él, quería sentirme suyo de una vez, le pedí que me penetrase y él me puso boca arriba del suelo acolchado, y me la metió con la postura del misionero. En cuánto la introdujo, gemimos los dos:
R/j: aaahhh…
Mi corazón latía muy rápido, sentía esos 22cm dentro de mi culo, él me besó nuevamente, y mientras me besaba, me hacía el amor, movía sus caderas, primero lento, luego,subía la velocidad, ambos sentimos el placer del otro, yo por su gruesa polla y él por mi ano apretado, mientras me follaba, yo le abrazaba, el oía mi respiración por su oído derecho, y aproveché para acariciar sus nalgas mientras el me penetraba.
R: – Aaaahhh… aaahh sí… aaahh sí mi amor… mmm… que culo tienes… ooohh… me encanta fallarte
J: – oooohh síiii… uuuuhh… aaaahh… mmmm… me encantas… aaaahhh… te amo…
Él me miró después de decir que le amo, y me besó intensamente, como si él sintiera lo mismo por mí. Entonces me dio la vuelta, y me hizo el amor a cuatro patas, fue suave y sexy, me agarró del culo y me lo folló de manera muy placentera, acariciaba mi espalda, durante un segundo agarró mi pelo, sujetó mi cuello, haciendo que yo me acercase a su cara, besó mi mejilla derecha, me besó en la boca como solo él me había hecho, besó mi cuello, todo eso mientras me penetraba a cuatro patas, sentía mi agujero anal lleno de él, metiendo y sacando esa polla preciosa que me tenía enamorado, y en un momento dado me dijo:
R: – Te amo John… aaahh… te amo… ah ah ah ah…
J: – te amo Richard… ooohh… te amo mi amor…
Y él ya no podía hacerlo despacio, necesitaba aumentar la velocidad sin poder controlarlo, me hacía el amor más rápido, hasta que dijo que estaba apunto de correrse, y soltó toda su leche dentro de mi ano, noté chorros de su semen dentro de mi culo, le noté temblar del placer, me abrazaba como si quisiera controlar esos impulsos, pero no podía, yo estaba feliz, feliz de ser preñado por ese hombre, le que lo amaba, que nunca había hecho el amor así con nadie, el sacó su polla de mi ano y siguió corriendose en mi culo por fuera, me dio la vuelta y se corrió en mi pecho, en mi cuello, en mi cara y dentro de mi boca.
Nos quedamos abrazados, como si fuéramos novios, me hizo sentir amado y no utilizado, nos besamos como la primera vez, nos comimos la boca el uno al otro, y me dijo, que siempre que yo quiera, podemos volver a hacer el amor, y fingir ser novios.
Fin
Uuff.. que rico… menuda paja me he hecho… Como sigue?
Como sigue?