El esposo de mi tía, me violó
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Aunque eso venia desde antes, inclusive a veces me sentaba en sus piernas para peinarme y yo sentia aquella dureza, entre mis nalgas. Otras veces cuando ibamos a visitarlo a su casa, mi madre y mi tía se iban a hablar y él no perdía oportunidad de rosarme su pene, en mi paradito trasero, disimuladamente… pero yo aun en mi inosencia, sentía algo llamativo y prohíbido a la vez. Un día mi madre me informo, que ella y papá irían a un viaje al exterior, el cual no me podian llevar, aunque era verano y yo no tenía clases. Asi me dijo que me dejarían con mi tía y su esposo esos días.
No niego, que ya, yo sabía algo de sexo, por lo que hablabamos en la escuela, los amiguitos, y al, ella decirme eso, me asalto como un miedo y a la vez ansiedad. Los primeros dos días, todo fue normal, él era un amor conmigo, solo que me decia: ven mira el reloj que me compre y él sentado y yo de pie, me tomaba mi mano y poniendo la suya en su paquete, estrujaba mi manito en su bulto…endurecido…cosas asi, o me decia que, que nalgas paraditas y fuertes yo tenía. Al los dos días, una tarde mi tía salío, ha hacer unas gestiones y nos quedamos solos. El me dijo que me metiera a bañarme, que hacia calor, pero que no pusiera el seguro, por si él iba a orinar…así yo lo hize. Estaba yo enjabonándome…cuando de pronto, el se metío al baño y se desnudó, yo… no tube tiempo de reaccionar, ya estaba en la ducha conmigo, desnudo y con aquel pene tan erecto como un mástil, grande, gordo y de una enorme cabezota. Me dijo que no me asustara, que se veía, que era la primera vez, que veía a un macho desnudo, yo le conteste, que asi era. Me tomo la mano y me dijo que le agarrra su pinga y se la enjabonara, yo no quería, pero él me manipulaba y termine haciendolo. Me hizo metermela en mi boca, apenas cabia la cabezota, pero poco a poco, me metío, la mitad de su enorme bicho, en mi boca…metiéndola y sacandola tan fuerte, que en una, casi me atraganto con aquel animal de verga.
Entonces me comenzó a enjabonar él a mi, me pidio ponerme en cuatro patas en el piso de la bañera…y me pasaba jabón en mis nalgas y mi hoyito…yo lo escuchaba susurrar, al fin tengo este culito rico, que nalgas duras tienes, coño, que ricas…y no pidío permiso para entrar en mi culo, no le importo si me dolía, de una enbestida y yo gritando, luchando por zafarme de él, me clavó, me rompío el culito, me violó. El dolor era inmenso, pero el jabón ayudo a que resbalara mejor, y asi fue pasando el dolor, aunque yo lloraba a todo lo quedá. Se vino en mi adentro, llenandome de leche, la cual se mezcló con sangre de mis plieguez que cedieron, ante aquella enorme polla. Me amenazó con hacerme daño, si yo decía algo a mi tía y me dijo que desde ahora: yo era su mujercita. Aquel macho, me enseñó a, hacer de todo, lo que un gay hace con un hombre y yo con temor y digamos…vellaquera aprendida a la mala, al la brava, lo complacía. Me bañaba de leche en la cara, boca, pecho, nalgas, adentro mío. Me hacía tragarme su semen, y gemía como un gato salvaje, cuando yo me la tragaba…mi anito ya estaba habituado a su bicho y una y otra vez, me lo metía, yo en mi inmadurez, a veces me le insinuaba o le pedía que me repitiera la dosis, el me habia perdido.
Cuando yo tenía como 22 años, el se enfermo de muerte…y yo fui a verlo, le pregunte que porque el me hizo eso, que porque me hizo homosexual privado para el. Me pidío perdon y me dijo que yo fui, su locuara. Lo perdoné…pero jamás he olvidado ese suceso….porque el también fue mi locura!
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