El festival de música
El día pintaba para estar perfecto: Sol, calor, sudor, alcohol, drogas, arena y sexo. .
Cuando tenía 17 años empecé a practicar calistenia con un grupo de amigos, en total éramos 6, todos de la misma edad. Nos juntábamos en un parque cercano y pasábamos cerca de 3 horas todas las tardes entrenando duro.
Después de 2 años de entrenamiento habíamos logrado formar los cuerpos que queríamos. Éramos la envidia de todos, las mujeres y gays nos deseaban, los hombres nos envidiaban. Estábamos en la gloria. No faltaba día en el que se acercaban a tomarse foto con nosotros un grupo de amigas o algún chavo nos pedía consejos.
Yo sabía muy bien mi orientación sexual, no era secreto para nadie mi bisexualidad. Me encantaba sentirme deseado y admirado por todos. A mis 19 años ya tenía bastante experiencia sexual tanto con hombres como con mujeres, sobre todo después de empezar a hacer ejercicio, con eso empezaron a llegar como hormigas a la miel.
Mido 1.90, soy moreno de ojos negros, en ese tiempo me empezaba a salir la barba y el vello en todo el cuerpo. Tengo una verga de 18cm sin circuncidar y muy venosa de la cuál estoy muy orgulloso, nos hemos comido lo que hemos querido.
Habría un festival de música electrónica frente al mar, mis amigos y yo estábamos entrenando duro para poder lucir los trajes de baño tipo Speedo que habíamos comprado para ir.
Ese día llegamos a la playa sólo usando nuestros diminutos speedos y zapatos, algunos tenían gorra o bandana y un amigo tenía una mochila donde guardamos las billeteras de todos.
Ninguno de nosotros tenía dinero, le meta del día era ver quien quedaba más borracho y drogado sin gastar un centavo. Era muy fácil conseguir que los gays te compren una cerveza a cambio de unos besos, yo tenía ventaja ya que todos mis amigos eran heterosexuales.
La música empezó, el sol y el calor estaban a todo lo que daban, ya había perdido a mis amigos entre el mar de gente y sudor. Un chavo me jaló y empezó a besarme, claro que le correspondí, le quité su cerveza y me seguí moviendo entre el mar de gente. Apenas eran las 4 de la tarde y ya estaba empezando a sentirme borracho.
Una pareja de dos hombres como de 30 años empezaron a acariciarme y cuando me di cuenta ya estábamos compartiendo un beso de 3. Uno de ellos tenía una bandana, tuve una idea en ese momento. Le quité la bandana, me quité mi speedo, pegué mi verga a mi pierna y me amarré la bandana de forma que se cubrieran mis genitales. Por lo ancho de pierna no podía cubrirla bien y se alcazaba a ver la base de mi verga.
Le puse al chavo mi speedo y me fui a buscar más cerveza. Me acerqué a un grupo de 5 amigas que no me quitaban la vista de encima y me puse a bailar de cerca con ellas, terminamos haciendo un beso de 6, ninguna era guapa, pero cerveza es cerveza.
Así me pasé las horas, el Sol iba bajando pero el calor de la gente bailando y sudando sólo aumentaba. Estaba perdido en el mar de gente, cada paso que daba alguien me agarrba el abdomen, el pecho o las nalgas. Cada vez más gente me jalaba para besarme, hacía besos de 3 y de 4 con amigos y parejas, hombres y mujeres.
Mi verga estaba dura a más no poder de sentir tantas manos, tanto calor y tanto sexo en al aire. Me sentía en el paraíso del sexo.
Dos hombres me hicieron señas para que me acerque a ellos, empezamos a besarnos los 3. Parecían 2 dioses griegos, eran de mi altura más o menos e igual musculosos y muy guapos. El beso empezó a subir de intensidad, bajaban a mi cuello, a mis pezones, mis axilar. Todo mi torso fue besado por esos dos.
Uno se puso delante de mi y otro detrás, empezaron a hacerme un beso negro y un oral respectivamente. Yo presionaba la cabeza de ambos, no quería terminar así que hice que se pararan para seguir besándonos.
Cuando me di cuenta ya no tenía mi bandana y no la veía por ninguna parte. No tenía forma de esconder mi erección. Podía meterme en problemas si me veían así, me alejé de los dos tipos y empecé a hacerme camino entre la gente para poder salir, con suerte iba a toparme a alguno de mis amigos entre la multitud.
La gente que se percataba de que estaba desnudo me llamaba para que me acercara, seguían tocando todo mi cuerpo, inclusive intentaron penetrarme pero logré escapar.
Ya afuera de la multitud corrí al mar para poder cubrirme.
Adentro del mar, desnudo, bajo la luna, sin dinero y solo. Trataba de recuperar el aliento después de mi huida. Estuve 5 minutos parado viendo hacia el escenario, empecé a caminar y vi una fogata y unas sombras alrededor, tal vez podrían ayudarme.
Al acércame vi que eran 5 chavos, no se veían de por aquí, tenían pinta de ser extranjeros y evidentemente eran gay todos. Salí del mar sin cubrirme, me sentía en una película: una hombre guapo y musculoso saliendo del mar desnudo, en mi cabeza yo era Hugh Jackman en Xmen.
Inevitablemente voltearon a verme los 5 con la boca abierta, sonreía de saber que 5 extraños me deseaban.
Me acerqué y los saludé, eran un grupo de italianos, yo no hablo nada de italiano pero hablábamos en inglés. Todos eran más bajos que yo, como de 1.70 y delgados, eran los típicos niños de película porno: rubios, muy blancos y de ojos claro, totalmente lampiños y piel de porcelana.
Uno de ellos me prestó o más bien regaló su ropa interior, era un bikini que me quedaba pequeño por todos lados, apenas podía contener mi verga y huevos y mis nalgas casi se salían también.
Después de unos minutos de plática terminé besándome con todos, me sentía como un gigante atacado por enanos. Entre los 5 me besaban, me acariciaban y chupaban todo mi cuerpo.
Jalé al que me prestó la ropa interior hacía un lado, le bajé su pequeño short y empecé a comerme su culito. Era delicioso ver ese anito rosa, cerradito y sin vello. El niño gemía como loco, no llevaba ni 5 minutos dándole lengua a su culito cuando pidió que me lo coja.
Puse sus piernas en mis hombros y de una le metí mi verga, estaba muy caliente después de todo el día estar con la verga dura. Le dije que no iba a tardar mucho en venirme y me dijo que le dé lo más duro que pueda, eso fue música para mis oídos.
Uno de sus amigos se acercó a mi y me dio su verga a mamar. Una verga normal, como de unos 15cm blanca y con la cabeza rosadita. Mientras bombeaba a uno, se la mamaba al otro el resto se masturbaba viéndonos.
Tomé de la cadera al que tenía ensartado y empecé a darle con toda mi fuerza, él sólo gemía como una puta y pedía más y más, pedía que le de mi leche. Empezó a venirse sin tocarse y empecé yo a preñarlo, los dos gemíamos al unísono.
El otro italiano que estaba junto a mi me dijo que quería cogerme, le dije que estaba bien, me puse en 4 sobre el primero y el otro se puso detrás de mí, se escupió en la verga y me empezó a coger así de perrito.
Se movía muy bien, mientras me cogía me besaba con el que me había cogido. No sé en qué momento me rodearon los otros 3 italianos y empezaron a venirse sobre de mi. Esto calentó a su amigo, me tomó fuerte de la cadera y empezó a bombearme más duro hasta preñarme. Yo ya estaba a punto de venirme otra vez, me puse de pie y le metí mi verga en su boca al que me acababa de preñar. Empezó a mamarme la verga, le tomé la cabeza y me lo cogí por la boca hasta que me vine y le llené la garganta de mi leche.
Mi noche terminó mejor de lo que pensaba. Estaba borracho con mi espalda y mi culo llenos de leche italiana, tirando en la arena viendo las estrellas rodeado de 5 desconocidos y usando una ropa interior que no era mía.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!