El garaje del vecino
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por stuard7.
Esto fue a mis 11 años .
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Soy moreno claro, cuadraito no tan gordo (normal) estatura mediana y pocas nalga jeje.
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Todas las mañana tenía como rutina levantarme temprano y sacar el carro; ya que mis padres guardaba el carro en casa de un vecino, porque nosotros vivimos en una vereda y por ende no hay garaje.
Los vecinos viven a una cuadra de mi casa, él dueño de la casa se llama Carlos y vive con su hermano, aunque a veces aparece una hermana.
Carlos conoce a mi padre porque son vecinos y aparte trabajan en la misma empresa de Vehículos, en aquel momento cuenta con 30 años, piel blanca, lampiño, simpático, varonil, un cuerpo normal, el cual se le nota un poquito de panza pero se ve atractivo.
Mi rutina comienza todos los días a las 6 am, en el cual me alisto, salgo a casa del vecino, entro por el portón, reviso el aceite del carro y luego lo prendo, espero media hora a que el carro caliente y lo saco del garaje (Mi papa me enseño todo esto y ya me tiene la confianza), llegan mis padres y el vecino sale y aprovecha la cola, los llevamos al trabajo y luego mi mama me lleva a la escuela.
Un día en mi rutina, estoy calentando el carro, veo que al frente se ve el baño del vecino, al rato sale Carlos en toalla y no sé qué me pasó, pero me quede fijo mirando su cuerpo y más como se le mostraba aquel bulto, para mi edad no lo había visto, solo veo el mío, ni siquiera he visto el de mi papa pero bueno, Carlos se queda parado frente al carro y me da la espalda, se le ve unas nalgas uuff, pero él voltea y me ve dentro el carro y se me muestra una sonrisa, el cual me quede bobo viéndolo ja ja ja.
Pero de repente se le cae la toalla y vi todo aquel cuerpo hermoso, pero su pene lo tenía semi erecto y grandote como de 21cm, creo que hasta más, él se asusta y recoge la toalla rápido, se la pone y se llega por la ventana, me saluda, y yo volvi en sí, lo salude y se disculpó porque se le cayó la toalla, se fue a cambiar, llego mis padres, luego salió, se monto en el carro y no dejaba de mirarlo, Carlos solo me sonreía.
Pasó el tiempo y siempre lo miraba cuando salía del baño.
Hasta me iba temprano de mi casa para verlo entrar y salir.
Un día llego temprano al garaje, revise el carro y me puse a calentarlo, veo al rato sale del baño y se pone frente al carro, obvio que sabe que estoy allí por el ruido del carro prendido, el revisa unas caja y derrepente se voltea a verme y se le cae la toalla, mostrandome todo aquello que deseaba ver, aquella vergota, no disimule y se dio cuenta que lo estaba mirando, se pone su toalla y se llega por la puerta del copiloto, abre la puerta y se sienta:
Carlos: Hola stuar, ¿Cómo estas?
Stuar,: Bien y usted?
Carlos: No me digas usted, dime de tú o Carlos, que no estoy viejo.
Ja ja ja
Stuar: está bien, Carlos je je
Carlos : veo que tú, papá te enseño bastante cosas del caro.
Stuar: Si, para que ya vaya aprendiendo en caso de una emergencia.
Carlo: es verdad, y ¿qué edad tienes?
Stuar: 11 año.
Pero en un momento mueve sus piernas y se le baja la toalla y se le ve su pene pero se da cuenta por mi mirada.
Carlos: Me imagino que es casi igual que la tuya.
Stuar : esteee no vale, la mía es pequeña.
Carlos: te gusta la leche?
Stuar: si por qué?
Carlos: porque si la chupas bastante sale leche y eso te alimenta más que las otra.
Stuar : en serio? No sabía Carlos.
Carloa: pero quieres probarla? Eso sí, sería un secreto entre nosotros, más nadie debe saber, además no tengo a nadie que beba de mi leche y se me está acumulando y seria para ti solito.
Quiere?
Stuar: bueno si tú lo dices esta bien.
(Yo quería probar, me mataba la curiosidad)
Echo la toalla para un lado y agarro mis manos y me las llevó a su pene, agarralo que es tuyo, me comenzó a enseñar a como mover, de arriba hacia abajo, agitandolo.
Carlos: abre la boquita y sin morder vas a chupar como un tetero o una chupeta y así va a salir la lechita caliente.
Stuar: está bien.
Comencé metientome todo ese mástil en la boca y me ahoga, lo que hice fue chupar y chupar la punta, me gustaba el sabor, de limpio, el olor de hombre.
Carlos gemía y gemía,
Carlos: que rico bebe, lo haces bien, aaahh ahhh, dale así .
Carlos me agarro la cabeza y me empujaba más, sobandome me decía “ Qué rico bebe, dale que ya viene”, luego sentí algo caliente y me dijo” alli etas bebe, tomatela toda “.
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Me la trague todo aquello que sentí hasta mi garganta y cuando solte salia otro poquito más y vi que era de color blanco y lo lami como una paleta, Carlo le fascinaba…
Se limpio con el paño, me limpio la boca y me dio un beso en la boca,
Carlos: Ya sabes, es solo para ti y nadie lo debe saber, me voy a cambiar porque ya nos vamos.
Bueno y ese fue el principio de las aventuras con el vecino.
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CONTINUARÁ.
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