EL GO GO DANCER
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por EROFANTASIES.
Tenía tiempo que no salía fuera pues me había abocado al trabajo por completo pero rápido me informe cual era el lugar de moda para strippers femeninos donde yo pudiera contratar el paquete, hable por teléfono y me dieron una cita para un par de horas antes de que abrieran el lugar y me tenía que entrevistar con una persona de Relaciones Publicas.
Cuando llegué al lugar me di cuenta que ahí el dinero abre las puertas fácilmente y desde la llegada no tuve ningún problema, me dejaron pasar me ofrecieron un trago y me sentaron en la barra desde donde podía observar el escenario donde los chicos se presentaban cada noche, y aunque había unos cuantos meseros y gente de limpieza el lugar estaba prácticamente vacío.
Llego una chica muy guapa que dijo que era la encargada de Relaciones públicas del lugar se sentó junto a mí y me dijo que le platicara en que me podían servir.
Le comenté lo que mi amiga quería y como tenía pensado que se efectuara, la fecha en que el evento sería, así como que necesitaba que 5 de sus mejores strippers se presentaran.
Ella checo su agenda me dijo que por la fecha no habría problemas y que el coso dependería mucho de los strippers que escogiera porque ellos al parecer tienen diferentes tarifas, pero me dio un aproximado que, aunque elevado entraba dentro de mi presupuesto.
Le pregunte lo que con nerviosismo estaba esperando sobre como los iba a escoger y ella me invito a que me quedara al primer show que estaba por comenzar en cómo hora y media y que podría verlos desde la zona especial VIP.
Por supuesto que no iba a perder esa oportunidad y acepte encantado, me trasladaron ahí y me sirvieron otra copa y ella me dijo que volvería más tarde porque tendría que atender otros asuntos y me dejo ahí observando todo el lugar.
El tiempo fue pasando y el lugar se fue llenando, yo estaba en una especie de cubículo con un amplio sillón y una mesita, con un vidrio hacia el escenario pero que de afuera no se podía ver, aunque yo si podía ver todo así que me sentí como en una serie policiaca de televisión.
El ambiente se iba calentando según pasaba el tiempo y hasta el momento parecía que iba a ser un club de strippers como todos: mesas con varias mujeres celebrando despedidas de solteras, eventos de la oficina, jóvenes con amigas, mayores descocadas, etc…
Se abrió el primer Show que fue un latino vestido del marinero típico hasta que quedo en pequeña tanguita de la cual las mujeres colocaban cada vez más excitadas los billetes de baja denominación.
Así se fueron sucediendo los demás shows en los cuales el resultado terminaba siendo el mismo, que los chavos se quitaban diferentes disfraces hasta quedar en pequeñas tanguitas, al ritmo de música estridente y a las órdenes de un animador sin bastante gracia.
Así desfilaron el oficinista, el bombero, el vikingo, el de smoking, etc.
Los bailarines no eran nada del otro mundo, de aspecto bastante ordinario, con cuerpos artificialmente trabajados, demasiado musculosos como luchadores antiguos, todos llenos de bolas, muy aceitados y bronceados en demasía, todo un estereotipo.
Los disfraces tampoco mostraban ninguna novedad y la verdad a mí me resultaban más atractivos los integrantes del resto del staff, mucho mas que los bailarines en sí.
Los meseros y los chicos de la barra eran más naturales, más jóvenes, con cuerpos naturales, atractivos y en general se veían de mejor nivel.
Creo que la mayoría de ellos eran estudiantes en busca de un trabajo de medio tiempo.
Usaban pantalones ajustados, pero con el torso desnudo y algunos solo con ropa interior de diferentes modelos que se les veía muy bien.
En determinado momento, llego la chica de relaciones públicas y me dijo que es lo que me estaba pareciendo el show.
Le conteste con honestidad lo que sentía y le dije que no había visto en el escenario alguno que realmente me llamara la atención, ella me dijo: “Ya sé lo que buscas y te lo voy a mostrar, es un muchacho joven de muy buen cuerpo, venezolano que está aquí esperando una oportunidad para subir en el escenario y ahora lo tenemos atendiendo la barra, pero si consigue satisfacerte y logra tu contrato pues le daremos la oportunidad que busca.
¿Sin compromiso que dices?”.
De momento me a panique y le conteste: “sin ningún compromiso o responsabilidad” y ella me dijo de manera directa: “con entera libertad para que te haga el show y tocarlo todo lo que quieras, sin ningún compromiso”.
Creo que el dinero que le ofrecí era interesante y quería quedarse con él negocio.
Pues siendo así, a quien le dan pan que llore así que acepte de buen grado.
Se retiró y en unos cuantos minutos, El barman abrió la puerta y me dijo que si podía pasar.
En cuanto me recuperé de la sorpresa, él ya había pasado y solo pude mirarlo de arriba abajo.
Tenía el torso desnudo con un enorme tatuaje de un dragón sobre su pecho de tres colores y unos pantalones negros ajustados y brillosos que mostraban un abultado paquete.
Debía tener unos 23 o 24 años, unos ojos negros y vivaces, barba partida natural, lampiño con un cuerpo delgado pero muy marcado muy fitness y sumamente sexy.
Y entonces él habló: “¡Hola! Soy Leo”.
“Hola “– titubeé, mientras seguía observándolo pegado a mi sillón, casi congelado.
Me dicen que Usted va a evaluar mi actuación y de eso depende el que me quede en el espectáculo.
Y solo contesté: “eso dicen”.
De inmediato subió el volumen de la música del cubículo y comenzó a bailar.
Desde un inicio fue como un sueño ver que ese atractivo muchacho bailara solo para mí, moviéndose con sensuales movimientos.
Mientras me decía: “Aquí puede no pasar nada, o pueden pasar muchas cosas.
Depende de Ud.
Básicamente, consiste en que por el momento estoy a su disposición, por el tiempo que permanezca en esta habitación.
Puede hacer de mí lo que quiera.
Yo nunca lo juzgare y usted puede ser totalmente desinhibido porque su privacidad estará a salvo.
Porque Todos somos sumamente discretos aquí.
De eso depende nuestro trabajo además ¿creo que afectaría mi reputación si se supiera que le baile a un hombre por eso será mejor callar ? ”
“Bueno Si eso creo” – le respondí
“Deje le hablo un poco más de mí: Como ya sabe mi nombre es Leonardo, me dicen Leo, tengo 23 años y soy de Venezuela.
Vine hace un par de años aquí a estudiar arquitectura.
Hace un par de meses que trabajo aquí algunas noches a la semana.
Mi familia me mantiene mientras estudio, pero unos pesos más nunca vienen mal.
Y además utilizo que aquí dicen que soy guapo y puedo dedicarme a esto.
¿Usted qué cree?”
Y con la boca abierta y casi babeando le conteste: “Al menos yo creo que tienes mucho potencial.
Pero dime ¿porque quieres ser stripper que como barman no ganas bien? “
– “Si se gana, pero como stripper se gana mucho más y hay más propinas y más oportunidades con las muchachas que vienen”.
– “¿Y te es fácil hacerlo y lucir tan sexy?
– “Pues a mi edad, comprenderá que como todo joven normal tengo las hormonas exaltadas el 99% del tiempo.
Considero a esto tanto o mucho más válido que los que se ligan una novia con el único fin de tener sexo.
Aquí ellas lo pasan bien, yo también, gano dinero y nadie sale lastimado, todos contentos.
”
– “Pues eso sí, pero y ahora que te ponen a hacerlo con un hombre, ¿No te desagrada?”.
– “Ellos lo hacen en ocasiones porque piensan que debo de ser de mente abierta y si me puedo desinhibir con un hombre que no es de mis preferencias habituales, pues con una mujer debo de hacerlo aún mejor”.
– “Bueno eso es verdad y resulta muy bueno para mí.
“
Ambos reímos un poco rompiendo el hielo pues mientras él me platicaba, yo me fui tranquilizando bastante.
Ya me sentía más seguro en la situación, y el chavo parecía decente, educado y agradable.
Estando ya tan cerca lo pude observar mejor.
Era bastante alto, 1.
85 mtrs.
Yo diría.
Tenía cabello ondulado castaño.
Su rostro era agradable y aniñado, lo cual trataba de disimular con una barba de candado apenas marcada muy bien recortada y su piel era morena clara y se veía suave y su pecho muy marcado resaltando su enorme y sexy tatuaje de colores.
Estaba en esos pensamientos cuando me dice: “Oiga, creo que Ud.
sigue muy tenso.
¡Suéltese un poco! tóqueme algo al menos, para que lo sienta, mínimo o es que no soy atractivo.
– “No, ¡cómo crees! “
– “¡Ándele! Acarícieme un poquito, sin miedo.
”
Temblorosamente apoyé mi mano en su pecho.
Luego de unos momentos comencé a deslizarla suavemente en círculos sobre sus pectorales.
Debo reconocer que se sentía muy agradable.
Su piel era muy suave y firme y se deslizaba fácil bajo la palma de mi mano.
Despedía un rico olor a jabón, como si recién hubiera salido de la regadera.
– “Mmmm rico! Tiene manos muy suaves”, me dijo
– “Gracias”, le conteste.
Luego deslicé la yema de mis dedos a lo largo del caminito de sus vellos que bajaban hasta a su ombligo y posteriormente bajé un poco más hasta el borde de su cinturón.
Lo disfrutaba bastante… la sensación, el tacto.
Poco a Poco me fui entregando a esas caricias.
– “¿Si gusta se puede quitar algunas prendas de ropa? me agradaría mucho saber que no seré el único en desvestirse porque no es justo que Ud.
esté totalmente vestido y yo así.
”
– “¡Ja, ja! ¡Y tan tímido y modosito que parecías!”
– “¡Atrévase para Ud.
puede ser agradable también!”
Un escalofrío recorrió mi cuerpo.
Este muchachito sabía que decir y todas las cosas correctas en el momento justo.
La idea me excitó y sentí deseos irreprimibles de hacerle caso.
– “Está bien.
Pero solo para darte gusto ¿eh?”
– “Ok está bien ¡Gracias! ¿Qué se va a quitar?”
– “La camisa “Y no había terminado la frase cuando, me la desabotone y quite sintiéndome totalmente libre.
Pero él me dijo: “Oiga, Otro favor, ¿No quisiera Ud.
bajarme los pantalones? Lo que pasa es que ahora soy yo el que tengo calor y Ud.
tan fresco y yo con estos pantalones ajustados.
”
Me senté a su lado y con cuidado, le aflojé el cinturón.
Luego desabroché su botón y comencé a bajarle el zipper.
Mi excitación estaba al máximo.
El caminito de vellos que había recorrido antes, continuaba por debajo de la línea del cinturón para ampliarse más abajo, justo donde comenzaba la banda elástica de unos boxers pegados de lycra rojos muy ajustados que poco dejan a la imaginación.
En sus boxers se adivinaba su pene semi-erecto que abultaba la parte izquierda de los mismos sobre la parte superior del muslo.
Se veía gruesa y grande tanto que tensaba la lycra.
Sus testículos parecían también grandes y formaban un rico bulto entre sus piernas.
Continué deslizando sus pantalones hasta quitárselos totalmente, notando unos muslos bien formados cubiertos por vello ligero.
Cuando terminé de quitárselos, me quedé un momento admirando aquel hermoso cuerpo.
Sin dejarme pensar mucho, me dijo: “¿Qué tal? ¿Qué le parece?, mientras seguía moviéndose de manera sexy.
– “La verdad tienes un cuerpo muy atractivo.
No te puedo mentir.
”
– “¿Qué es lo que más le gusta de él?”
– “Tus piernas la verdad están muy ricas.
”
– “¿Y más arriba…?”
– “Pues parece que estás muy bien dotado”
– “JaJaJa, en este trabajo hay pocos requisitos, pero ese es uno de ellos.
Y me complace decir que en ese aspecto no estoy nada mal.
”
Creyendo que hasta ahí iba a parar el show pues agregue: “Bueno, ya me voy.
Creo que ya fue suficiente para decidir.
”
– “¿Cómo cree? ¡Si no ha hecho nada! Lo que hemos hecho hasta ahora bien lo podría haber hecho una monja.
”
– “JaJaJa No sé, ¿Qué clase de monjas conoces?”
Y agregue: “Mírame; semidesnudo, encerrado en un cuarto con un chiquillo casi 10 años menor que yo, creo que eso es bastante.
”
– “No bastante es esto” me dijo, al tiempo que tomaba mi mano y la colocaba sobre su bulto, sentí su pene palpitando, duro y caliente.
Y una oleada de deseo por aquel cuerpo recorrió mi ser y comencé a tocarle su miembro y besarlo en el abdomen y el pecho, el cuello y finalmente en la boca.
Un beso, largo, húmedo mientras mis dedos se enredaban en su cabello.
Nunca pensé que él se dejara hacer eso por mí, pero en verdad estaba muy excitado.
Y ya no pensé mas solo actué.
El siguiente movimiento ya no me lo tuvo que indicar él.
Me arrodillé entre sus piernas y de un tirón le bajé sus boxers.
Su pene se liberó en toda su extensión.
Era magnífico, lo tomé con una mano, mientras con la otra tomaba sus testículos.
Se sentía muy rico tener una cosa tan sabrosa en mi mano y entonces se la mamé como pocas veces lo había hecho.
La metí y saqué de mi boca innumerables veces.
Me encantaba.
Recorrí sus venitas con la punta de la lengua, lamí su glande como si fuera un rico dulce y el solo dejaba que hundiera mi boca en su sexo.
Mis labios y lengua trabajaban al unísono para darle placer.
Sentía como su vello púbico se enredaba en mis dientes, mientras que yo succionaba y lamia como nunca.
– “Si quieres te puedo penetrar, solo deja que me ponga un condón.
”, me dijo.
Yo estaba muy caliente como para poderme detener, así que sin contestar me quite mi pantalón y mi ropa interior, mientras él tomaba un condón de la bolsa de su pantalón y se lo colocaba en su verga erecta.
Se la masajeo un rato mientras que yo no podía dejar de mirar.
En verdad era un hermoso espécimen masculino y tenía un miembro excitante, se ensalivo su miembro y me hizo un ademan para que me volteara y pusiera en cuatro sobre el sofá.
Yo seguí sus instrucciones de forma precisa y al poco rato comenzó a metérmela, con suave presión, yo sentía algo de dolor, mientras entraba la cabeza, pero luego metía y salía un poquito con gran maestría, yo sentía como su miembro avanzaba en mi ano.
Quejidos mitad dolor, mitad placer salían de mi boca.
Hasta que me dio, la estocada final entrando completamente dentro de mí, emití un leve grito porque me dolió, pero él lo acallo poniendo su mano en mi boca.
Momentos después empezó con suaves embestidas.
Yo trataba de gemir y quejarme en voz baja para que no fuera a molestarlo más en su labor que hacía tan bien.
Me entregue completamente y mientras él me cogía, yo me masturbaba.
Sus embestidas se fueron convirtiendo en movimientos más enérgicos y rítmicos, como si quisiera traspasarme con su enorme pene.
Y no pude más después de un grito ahogado me vacié todito.
Y solo pude recuperar el aliento para decirle: “por favor vente en mi boca”
El saco de mi ano, se quitó el condón y la colocó en mi boca porque él también estaba a punto de venirse y apenas la introdujo y empezó a coger mi boca cuando puso sus ojos desorbitados en blanco y comenzó a retorcerse por lo que yo supe que se iba a venir.
Y finalmente él eyaculó y yo me lo tragué toditito.
Hasta la última gota.
Apreté sus testículos y succioné para sacarle aún más.
Su cuerpo se sacudía con escalofríos de placer por como lo estaba ordeñando.
Al final ambos gozamos, jamás pensé que eso pasaría en ese lugar.
Cuando él se recuperó mientras yo me estaba vistiendo, menciono: “que tal merezco la oportunidad para pertenecer al show”.
Y yo solo le conteste: “papi si ellos no te contratan de seguro lo hago yo”.
Juntos me ayudo a escoger los otros 4 strippers que contrataría para la despedida de mi amiga y por supuesto su fiesta fue un éxito total porque todos se presentaron como chavos normales con vestimenta normal solo que de diferentes nacionalidades de acuerdo con donde habían nacido o su apariencia física, pero de eso ya les contaré en otra historia.
Al muchacho le agradecí el momento vivido porque en verdad fue una noche inolvidable que siempre recodaré en un club de strippers que definitivamente no era como todos.
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