El gordo de Don Serch y Daniel part 3 – Las lamidas y las chupadas
Despues de probar la babita y el queso de Don Serch, ahora toca probar su verga.
Espero que la historia este siendo de tu agrado, mi telegram es @DanDanielcazdor
Don Serch: no bebé, así no te la comas, porque mejor no te metes mi verga a tu boca y comes la babita directamente y sirve que también empiezas a comerte el queso.
Daniel: ¿Me llamo bebé?
Don Serch: Sí, desde ahora te llamaré mi bebé ¿quieres que te diga así?
Daniel: sí
Don Serch: Que bueno desde hoy serás mi bebé, bueno ya metete mi verga a tu boca para que te comas la babita y el queso que mi verga te hizo con mucho cariño.
Me quede en silencio subiendo y bajando el prepucio de su verga sin saber que hacer.
Don Serch: bebé hazlo si no te gusta ya no te vuelvas a meter mi verga a tu boca, pero eso sí, no va a salir mucha babita con solo tocarla y no vas a poder comerte el queso de mi verga. Además, si te metes mi verga a tu boca mi verga te puede dar leche. Pero primero para que sepas si te gusta o no el sabor de mi verga ve dándole lamidas como hace rato lo hacías con mi calzón.
Yo me emocione de ver que iba a salir leche, nunca me imaginé que de un pene saliera leche, me imagine a Don Serch como una especie de vaca, me imaginaba que su verga era como una ubre de vaca mágica, que salía babita, queso, leche y orines así que me dispuse a darle primero besos a su verga.
Don Serch: que ricos besos le das a mi verga bebé, pero ya ve dándole lamidas a mi verga para ver si te gusta.
Empiezo a darle pequeñas lamidas, me sabía salada su verga y con sabor a orines, la babita tomo el sabor salado con orín, yo solo escuchaba gemir a Don Serch y decir eso bebé me gusta mucho como lo lames, después de un rato de estar lamiendo su verga Don Serch me interrumpe.
Don Serch: ¿te gusta lamer mi verga bebé o quieres parar?
Daniel: si quiero seguir, me está gustando mucho lamer su verga, pero me siento raro
Don Serch: ¿Te sientes enfermo o te duele algo bebé?
Daniel: no lo sé, siento mi cuerpo muy caliente como con mucho calor y mi pajarito siento una especie de cosquilleo cuando lamo su pajarito.
Don Serch: jajaja, eso es muy bueno bebé, ¿te gusta sentirte así?
Daniel: ¿por qué es bueno sentirme así?
Don Serch: ese calor que sientes en tu cuerpo quiere decir que te gusta verme sin ropa, te gusta mi olor a macho, te gusta tocar mi verga, te gusta lamer mi verga, te gusta comerte la babita y el queso, en general te gusta el juego y tal vez eso que sientes termine cuando te de mi leche que saldrá de mi verga al final
Daniel: si lo que siento significa todo eso, entonces si me gusta sentirme así, porque si me está gustando
Don Serch: ¿alguna vez te has sentido así o es tu primera vez?
Daniel: no, nunca
Don Serch: cada que juguemos con mi verga, te vas a sentir así, pero yo te ayudare a que se te baje tu ardor, para eso ahora debes meterte mi verga en la boca como si fuera una paleta de dulce, cuando la tengas dentro de tu boca con tu lengua puedes hacer cualquier movimiento, pero eso si está prohibido morder, si lo haces muy bien, mi verga estará muy feliz y te dará mucha babita y como eres mi bebé te daré mi leche
Daniel: ¿enserio va a salir leche de su pajarito?
Don Serch: haz lo que te digo y veras que va a salir leche, además esta leche es mejor de la que te da tu mamá de tomar, te hará un niño bonito, que te hará crecer grande y fuerte.
No dijo más y yo me meto su verga a la boca, en mi boca solo me cabía un poco de su glande, y eso con mucho trabajo y Don Serch empezó a hacer gemidos más fuertes, y me acariciaba el cabello, a veces Don Serch me decía que mis dientes lo lastimaban y que solo era meter su verga a mi boca y saborearlo con mi lengua, después de un rato saco su verga de mi boca y le digo:
Daniel: Don Serch me cuesta trabajo chupar como me dice, y solo me cabe muy poco de su pajarito en mi boca
Don Serch: ok bebé, te voy a ayudar vas a abrir tu boca lo más grande que puedas después te vas a meter mi verga a tu boca, cuando te metas mi verga a tu boca yo con mi mano te voy a empujar la cabeza hacia mí, como cuando te avientan al pastel en tu cumpleaños, y así te entrará más verga a tu boca
Obedezco lo que me dice, abro mi boca lo más grande que puedo y me meto su verga en la boca siento que esta ocasión cubrí más de su glande enseguida siento la mano gorda de Don Serch en mi cabeza y me empuja la cabeza contra él, no podía mover la lengua, las comisuras de mi boca se estiraron tanto que me dolían y sentía que me ahogaba ya que su verga llegaba hasta el fondo de mi boca, hasta se me salieron unas lágrimas, y sentía que Don Serch con sus piernas me abrazaba mi cuerpo y gemía mucho más. Yo trataba de sacar su verga de la boca para tomar aire, pero él con su mano empujaba mi cabeza hacia su verga y del cuerpo no me podía mover porque sus piernas pesaban mucho. Hasta que empecé a manotear en su panza es cuando Don Serch me suelta
Don Serch: perdóname mi bebé, es que mi verga fue muy feliz dentro de tu boca, toma aire bebé y cuando estés listo bájame el cuerito de mi verga y ve comiéndote el queso y cuando te comas todo el queso volvamos a intentar meterte mi verga a tu boca
Yo tome aire, limpiaba mis lágrimas y la boca por que la tenía llena de mi saliva. Retome mi posición y baje el cuerito y empecé a comerme el queso de su verga a lamidas.
Don Serch: ¿aún te sientes raro bebé?
Daniel: si Don Serch, pero me pasa algo más extraño, cuando empiezo a lamer y a tocar su pajarito ese calor se siente en mi cuerpo, pero cuando me meto su pajarito en la boca, esa sensación sube mucho y es como si obligara a mi boca a no soltar su pajarito y mi cuerpo se siente muy rico
Don Serch: hay bebé, a mí me pasa algo similar, cuando mi verga está dentro de tu boca, no queremos que nos sueltes, entonces vamos a seguir así para que nuestros cuerpos sientan rico
Por un buen rato solo lamí su pene para comer queso, pero me cansaba de bajar su cuero y lamer, entonces prefería metérmelo en la boca para saciar la sensación extraña y comer su babita y Don Serch solo gemía
Don Serch: bebé solo porque me has hecho muy feliz yo te ayudare a complacerte también, te vas a sentar en mi cara viendo hacia mi verga
Daniel: ¿Pero no lo voy a lastimar cuando me siente en su cara?
Don Serch: No bebé, porque te vas a sentar con cuidado
Yo me paro y me iba a sentar, pero Don Serch me acomodaba a cada rato, hasta que me dice que ahora si me siente y que si yo quería tocara su verga con mi mano, pero no alcanzaba, hasta que me dice que mejor le tocara sus pezones, los podía pellizcar o acariciar, cuando ya esté bien sentado en su cara y empezaba a tocar sus pezones y acariciar su pecho peludo y el empezaba a oler mis nalgas, es cuando de pronto suena su teléfono de su casa, y me dijo que esperará mientras él contestaba el teléfono. Escucho que dice Don Serch al teléfono, no se preocupe yo lo puedo cuidar otro rato, hasta que ustedes lleguen, al fin ya comió, estamos jugando en mi departamento. Cuelga el teléfono y realiza otras llamadas que tarda un poco y se dirige otra vez al cuarto.
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