El hijo de mi novia
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamo Manuel, soltero, 35 años y vivo en un pueblo de Castilla y León, España.
En una pagina conocí una chica, Carmen, 45 años, que vive en Zaragoza, ella es divorciada y tiene un chaval de 10 años, José.
Ella y su hijo han venido varias veces a casa y se han quedado unos días.
El chaval es bastante inquieto, le gusta salir al río a tirar piedras al agua o a jugarla en los montes de pinos que hay muy cerca de casa.
Su madre y yo lo.
acompañamos y asi pasamos el día los tres.
En vacaciones de verano, vinieron a quedarse un mes conmigo, pero a los pocos días, a Carmen la llama su hermana para decirle que su madre estaba hospitalizada y que debía ir unos dias a ayudarla para cuidarla.
Mi novia me dijo que tenía que ir por lo de su madre, pero que iban a ser unos dias, que si José podía quedarse conmigo.
Le dije que si, que no había ningún problema, y así mi novia marcho en su coche y nos quedamos el chaval y yo.
Mi casa es grande, y José dormía en otra habitación.
Una noche habia una fuerte tormenta y su madre me había dicho que el chaval le tiene miedo a los truenos y viene a mi habitación y me pide de dormir conmigo.
Se mete en la cama, acurrucando su cuerpo contra el mio y pegando su culete contra mi polla.
Yo pensando que era de miedo que lo hacia no dije nada, pero empecé a notar como lo movía, «que ocurre José que te mueves así?», le dije viendo que con su movimiento me estaba poniendo la polla dura, «nada, me gusta sentir tu polla contra mi culete», me dijo y lo siguió moviendo.
«Quieres sentir mi polla?», le dije, bajando su calzoncillo y se la acomode entre sus nalgas.
José volteo la cabeza y había una linda sonrisa en sus labios y seguía moviendo su culete, «me dejas que te la acaricie?», me preguntó, «vale», le dije y me puse boca arriba, dejando que José me acaricie la polla.
«Quieres darle unos besos?», le dije, viendo como José me empezaba a besar la polla.
Le dije que pase su lengua por mi polla, y José la empezó a lamber y besar.
Yo le terminé de quitar su calzoncillo y le acariciaba las nalgas.
«José, abre la boca y chupa mi polla como si fuera un polo, pero cuidado con los dientes, no la muerdas», le dije, gimiendo de placer cuando el chaval mete mi polla en su boca y la empieza a chupar.
Yo pasaba mi dedo por el apretado ano del niño mientras José seguía chupando, «sube y baja la cabeza, haz que entre y salga de tu boca», le dije acariciando su ano.
«Te gusta como la chupo?», me dice José lamiendo ahora mi polla.
«Si cariño, la chupas muy bien, quieres que la meta en tu culete?», le dije sin dejar de pasar mi dedo por su cerrado ojete.
«Vale, metela en mi culete», me dijo, dejando de chupar.
A José ya se le había olvidado la tormenta, los rayos y todo, ahora estaba muy ocupado con mi polla.
Lo acomode en el borde de la cama, sacando bien su culete para afuera, le dije que abra sus nalgas y le vi su pequeño ojete, marron clarito y bien cerrado.
Le pasé bastante vaselina, metiendo suavemente mi dedo a lo que José dio un quejido.
Le movía el dedo dentro de su culete, siempre despacio, hasta que se empezó a relajar.
Me pase bastante vaselina por la polla y se la acomodo contra su ano, haciendo un poco de fuerza y escucho el gemido de dolor de José, cuando le entró la cabeza.
Me quedé quieto y le dije que aguante un poco, que ya le empezaba a entrar y volví a hacer fuerza y José se volvió a quejar cuando le entro un poco mas.
Así, muy despacio la fui metiendo, hasta que las nalgas de José quedaron pegadas a mi, «ya está cariño, ya te la metí toda», le dije, pero no me movia.
«Me duele, pero me gusta», me dijo José, sin pedirme que se la saque.
Lentamente me empecé a mover, despacio, la movía para los costados, la sacaba un poco y se la volvía a meter, notando que José se relajaba cada vez mas, ya la podía mover mas cómodo dentro de su culete, y él no se quejaba de dolor, sino de gusto.
«Te gusta como te estoy follando?», le dije y la sacando casi toda la polla y volviendo a meterla bien adentro, «si, si me gustaen, sigue, sigue», me dijo José sin dejar de abrir sus nalgas y dejando que lo folle mas fuerte.
Mi polla entraba y salía de su culete con total soltura, «cariño, tey voy a llenar el culete de leche», le dije, metiendo bien adentro de su culo toda mi polla y sentí como me empecé a correr dentro del culo del hijo de mi novia.
Yo gemia de placer y no podía dejar de mover la polla dentro del culete de José, escuchando como él también gemia.
Me quedé pegado a su culete después de haber terminado de correrme, seguía con mi polla toda dentro de su culo.
«Te gustó», le dije sacando lentamente mi polla, viendo su ojete ahora abierto, con manchas de sangre en sus nalgas.
«Si me gustó todo, haberla chupado y como me follaste», me dijo parado al costado de la cama y yo veía como por sus piernas se le deslizaba la leche saliendo de su culete.
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