El hijo de mi novia 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
José está totalmente entregado a mi, es muy sumiso, hace y se deja hacer todo lo que le digo.
Su ano esta tan dilatado que solo con pasar un poco de saliva le entra toda la polla en su culete sin difilcutad ninguna y sin que le duela nada.
Muchas veces nos hemos ido a caminar, y por donde vivo hay muchos montes de pino, me encanta hacer que se desnude y verlo correr, moviendo su culete para los costados y follarlo entre los árboles.
Llegar a casa y ver sus calzoncillos todos mojados con la leche que le sale de su culo.
Acostarlo sobre mis piernas con su culo al aire, abrir sus nalgas y meter mis dedos por su ano, escuchando sus gemidos de placer a medida que los muevo dentro de su culo.
«Ojalá mi madre y tú sigan juntos, asi me puedes seguir follando», me dice entre gemidos y dos de mis dedos moviéndose dentro de su culete.
Lo he follado en todas las posiciones que se nos ha ocurrido, pero la que mas le gusta es sentarse sobre mi polla y mover su culo mientras le acaricio el pecho y le beso la boca.
Siempre me dice que le hable como si fuera una niña, que él es mi niña consentida, que estaba enamorada de mi.
Muchas veces nos acostamos y José se escurre entre mis piernas y empieza a acariciar mi polla, a lamerla, a darle besos a la cabeza y se la mete en la boca chupando con tanto gusto y placer que hace que me corra después de un buen rato de estar chupando, con que gusto se traga toda la leche, como la limpia con su lengua «Que pena que no soy una niña de verdad, así me podías follar por todos lados, me imagino esta polla entrando en mi coño si fuera una niña», me dice acurrucando su cuerpo contra el mío, «no te preocupes José, con tú boca y tú culete me das mucho placer», le digo pegando bien su cuerpo contra el mío.
Mi novia me llamó diciendo que en dos días estaria de nuevo en casa con nosotros, eso a José no le cayó muy bien, ya que los dos sabíamos que no lo iba a follar tanto como ahora.
Cuando nos despertamos a la mañana siguiente, me dijo José que no se quería levantar, que quería que lo folle todo el día y se puso boca.
Arriba levantando sus piernas y dejando que le vea su abierto ano, «vamos, venga, mete toda tu polla en mi culo», me dijo, «fuerte, lo mas fuerte que puedas mete tú polla en mi culo», me dijo cuando me estaba acomodando entre sus piernas, apoye mi polla contra su ojete y de una sola vez se la metí toda, escuchando como José gritaba de dolor y placer, «haaaaaaa, asi, así fuerte, así quiero que me folles», me decía y yo sacaba casi toda la polla de su culo y se la volvía a meter con todas las fuerzas.
Una y otra y otra vez le clavaba la polla en su culo lo mas fuerte que podía Sus gemidos eran cada vez mas fuertes.
En una de esas que se la saco, de tan abierto que José tenia el ojete, se le sale y vi mi polla toda sucia de caca, «José, te estas cagando», le dije mientras volvía a acomodar mi polla y se la volvía a meter con todas mis fuerzas, «no me importa, sigue follando mi culo así que me vuelves loca, rompe bien mi ojete», me decía gimiendo y disfrutando.
Al poco rato de estar follando así de duro su culo, se la metí lo mas adentro que pude y me empiezo a correr, le dije que apriete su ojete y lo seguí follando con su ojete contraído.
Sentía los chorros de leche salir con fuerza dentro del culo de mi hijastro, yo lo tenía cogido fuerte de sus tobillos y él estaba con sus ojos cerrados, gimiendo muy suavemente.
Cuando le saco la polla, quedé impresionado lo abierto que tenía el ano, con sangre en los bordes, mi polla estaba sucia de sangre y caca, empezó a pujar y veia como le salía la leche, se levantó de apuro y vi que iba al baño, y de entre sus nalgas le salía la leche color marrón, escurriendo por una de sus piernas.
«Me haz roto bien el ano, hasta me hice caca en tú polla», me dijo sentado en el inodoro y yo en la ducha me lavaba la polla.
«Ahora date una ducha», le dije cogiendo una toalla y secando mi polla, «vale», me dijo y yo salí del servicio, dejando que José termine de hacer sus cosas.
Cuando sale del baño, noto que caminaba con sierta dificultad, «que te ocurre?», la dije antes de que se acueste a mi lado, «me duele el ano», me dijo.
Yo hice que se ponga en cuatro y le abro las nalgas, «tú madre me mata si ve lo abierto que tienes el ano, es tremendo lo dilatado que está», le dije sorprendido realmente por lo abierto de su ojete.
«Te gusta como lo tengo?», me dijo moviendo su culete para los costados.
Yo no se que me pasa con ese niño, que es ver su culete y me pongo tan cachondo que parece que hace días que no follo.
Le estaba viendo su ojete y notaba como mi polla se ponía dura de nuevo.
Al verlo en cuatro patas, con su culete para arriba, no aguanté y me subí sobre él de nuevo y le volví a clavar la polla en su ano, haciendo que le entre toda en su culo y lo volví a follar otra vez.
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