EL HOMBRE DE TRAJE
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hace varios meses puse un anuncio en internet sobre como quería tener sexo gay casual con alguien para perder mi virginidad, tras varios días de no recibir ninguna notificación me olvide por completo, hasta que un día recibí un correo de un hombre anónimo que estaba interesado en conocerme, después de hablar el me dijo que tenia 50 años y trabajaba en un banco, ninguno de los dos quiso dar su nombre, y cada vez que le preguntaba por una foto o descripción el solo me decía que debía esperar, honestamente yo no sabia si lanzarme o no y bueno la verdad es que todos los hombres que conozco que tienen 50 son obesos y parecen tener mas de 80, en fin al final decidí intentarlo obviamente con precaución de encontrarnos en un lugar publico y que cada uno vistiera algo especifico…
El día llego y cada vez que se asomaba algún anciano con barba y barriga enorme yo pensaba en irme pues la verdad perder la virginidad con alguien que me recordara a mi abuelo no me emocionaba.
Despues de un rato escuche una voz grave por detrás de mi espalda que decía "Es usted J1?" Así nos habíamos apodado, al voltear pude ver semejante hombre en un traje muy fino, su piel era blanca, cabello oscuro bien peinado y unos ojos cafe muy profundos, se veía en forma aunque no demasiada, pero ese traje le quedaba a la medida, la verdad cualquiera que lo viera diría que el tenia 30 años y las pocas arrugas en su rostro solo lo hacían ver como un macho duro y con mucha experiencia.
Yo sonreí y le confirme, me levante y le di la mano
Su mano era grande y marcada con unas venas que mostraba su fuerza y junto con una sonrisa blanca y perfecta me dijo "mucho gusto", yo ya tenia una erección al ver su cara que mostraba que los años le quedaba muy bien…
Nos sentamos para conocernos y saber si podíamos confiar el uno en el otro, el me dijo que era casado pero su relación estaba acabada y que siempre quiso saber que es hacerlo con otro hombre, "cuando estoy en el gimnasio y en las duchas algunos jóvenes como tu me han ofrecido una mamada porque les gusto"
Yo sonreí y le dijo en tono irónico "así que va al gimnasio?"
"Ha ha, si, la verdad yo jugaba fútbol cuando era joven, pero al envejecer decidí al menos mantenerme en forma, y admito que al ver a esos jóvenes mirarme por atrás mientras me baño me excita, pero nunca he hecho nada, pues tengo conocidos en ese gimnasio, es por eso que quiero hacer esto en secreto"
Mientras el hablaba yo notaba como sus músculos se movían con ese traje ajustado que tenia y desde ese momento cualquier idea de ver alguien como mi abuelo se fue…
La verdad no recuerdo nada mas de la conversación que tuvimos yo solo quería arrancarle la ropa, así que nos fuimos a su auto para buscar un motel, su auto era muy fino y con vidrios negros, nos fuimos y todo el camino tuve mi mano metida en su pantalón tocándole la verga, su verga era suave y su cabeza estaba libre, yo tocaba todo lo que el tenia, sus bolas que eran peludas, su vello púbico y su cabeza que ya empezaba a ponerse pegajosa, el solo gemía mientras llegábamos al motel.
Al llegar nos registramos como padre e hijo y subimos, al entrar al cuarto el me lanzo a la cama y su lanzo sobre mi a besarme, como pude le quite el saco que tenia un olor exquisito a una loción muy fina y mis manos arrancaban los botones de su camisa, la verdad no esperaba besos de un hombre casado, pero no me importo solo con tener su lengua en mi boca.
Nos revolcamos en la cama por un rato, tocándonos y chupandonos el cuello.
El me detuvo y me recostó en la cama, se levanto y se quito la ropa, sus zapatos finos cayeron, lanzo sus calcetines negros en mi cara y olí el perfume de sus pies que eran grandes, limpios y con venas de macho sobresaltadas, su camisa ya sin botones me dio la vista de mi vida, un pecho firme y forrado de vellos gruesos, habían algunas canas que lo hacían mas sexi, y sus pezones como chocolates que yo quería morder y ese camino de vello que bajaba hasta su verga, al quitarse su Boxer blanco y ajustado su verga parada me apuntaba con el brillo de la miel que salía de el, ahí estaba yo con semejante macho que era mayor que mi padre y aun así se veía mejor que muchos de mis amigos de 20, yo me quite la ropa en 2 segundos y el se puso el condón, el levanto mis piernas, escupió en mi culo y me empezó a cojer bien duro, mis piernas se aferraban a su cintura mientras yo lo veía a la cara mientras el me penetraba sin piedad, a pesar del dolor que me hizo llorar y morderme los labios yo solo pensaba "SI SU ESPOSA NO LO QUIERE YO ME LO LLEVO", sus ojos profundos me veían con perversión y su sonrisa perfecta me excitaba aun mas, el gemia de una forma extraña, era como un toro que amenaza con atacar, y la arma de este toro era su verga que se metia y salia de mi culo sin piedad solo con su saliva como lubricante, el me ponia de todas las poses posibles hasta que quede frente a un espejo y puede verlo por detras, el sudor de su espalda se deslizaba hasta sus nalgas que hasta entonces vi lo buenas que eran, grandes y redondas con mucho vello cubriendo el hoyo de su culo, ahora sabia porque todos lo veian en la ducha, el tipo tenia cojines como nalgas y su culo peludo era perfecto para ser lamido por horas, yo me vine antes y mi semen cayo hasta en mi pecho, mis manos rasgaban su espalda de un orgasmo que ninguna paja me había dado.
"Déjame lamerte el culo que todos quieres" le dije mientras gritaba
El se detuvo, saco la verga y se recostó de tal forma que sus piernas quedaron arriba y su ano se abrió frente a mi, el sudor de cojerme había dejado los pelos de su culo mojado y yo iba a secarlos, abrí sus nalgas que eran igual de suaves y duras que su verga y vi su ano, era estrecho como el mío lo había sido y sin esperar metía mi lengua hasta el fondo, quería meter mi cara entera en ese arbusto de pelos.
El empezó a gemir de una manera extraordinaria, seguro algo que ninguna mujer le había hecho, yo lamia cada rincón del culo, sus pelos se pegaban a mi lengua, su culo estaba mas que limpio y yo chupaba y metía mi nariz y lengua hasta que el ya no pudo mas y se vino sobre su pecho, fue un chorro fuerte y espeso y el grito, yo saque mi cara de su culo y me fui a su pecho, la mayoría estaba sobre su pezón derecho y yo lo chupaba, su semen era salado pero yo lo quería, le chupe el pezón tan duro que lo deje rojo y algo de su vello se quedo en mi boca, luego termine de limpiarle la verga que aunque estaba quedando flácida aun era hermosa y el semen aun goteaba como le crema mas espesa, yo chupaba y apretaba su verga como un tubo de pasta dental para sacar cada gota de leche, con su rostro lleno de sudor me miro y me mostró nuevamente esa sonrisa perfecta y me dijo "Gracias" con su voz fuerte y exhausta.
Ese dia el se vistio rapido y se fue a casa, obviamente me dio su numero, desde entonces cada semana no vemos, ya no hemos cojido tanto porque nunca tiene mucho tiempo, pero para mi solo me bastan 5 minutos en su auto para sacarle la verga y chuparla hasta dejarla seca, verlo en sus trajes finos, su cuerpo firme y peludo y con esa sonrisa que no me canso de describir me basta para masturbarme sin necesidad de pornografia…solo su sonrisa, su verga y su semen que cada vez sabe mas y mas exquisito, es mas en dos dias lo vere y ya no espero la hora de verlo y llenarme la boca de su leche, pues tengo sed…
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