El Inconsciente que Término Gustándome II
Este es una continuación de lo que es mi vida con Jesús, un chico que conocí por accidente.
Vuelvo con otra parte de mi vida después que conocí a aquel chico en un bar.
Después de haber conocido a Jesús aquel día en ese club y de haber tenido sexo con él, como ya mencione antes, se lo presente a mis amigos, ellos se acostumbraron a él de forma muy bien.
Yo regrese dos veces más a esa ciudad y en las dos ocasiones pude encontrarme de manera sexual con Jesús.
La primera fue 15 días después que yo me fuera a otra ciudad, regrese por unas cosa que se me habían quedado donde vivía y se lo había comentado a Jesús y él se ofreció a ayudarme.
Le acepte la ayuda, así que el día en que llegue pude ir a recoger las cosas que tenía que recoger.
En la noche lo invito a quedarse donde yo me iba a quedar, ya que se había hecho demasiado tarde para que él se regresara a donde vivía, él se quedo y paso lo que tenía que pasar entre los dos, esta vez si estábamos sobrios y sabíamos bien que hacíamos.
La segunda vez fue como dos meses después, ya había conseguido el trabajo que me permitía estar conectado entre las dos ciudades, así que hice mi primer viaje.
Pero como la empresa no cubre los gastos de hospedaje, tuve que solucionármelas yo mismo.
Como no les había comentado nada a mis amigos no quise molestarlos en el último momento, el único que sabía era Jesús, así que él me ofreció que me quedara ese día en su casa.
Y ese día después que yo llegue de hacer mis diligencias y el de la universidad.
Me regrese a su casa y el ya se encontraba allí.
Comenzamos a hablar de nuestro día, de cómo nos iba en la vida.
Hubo un punto en que llegamos al tema sexual y bueno nos excitamos y terminamos teniendo sexo en plena sala de su casa.
Estas dos veces yo lo penetraba de forma dura y rápida como me gusta hacerlo y el disfrutaba con toda plenitud y se dejaba poner en todas las posiciones que yo quería y disfrutaba.
Pero estas dos ocasiones no son el motivo de porque escribo este relato.
Lo que les quiero relatar es lo que sucedió algunas semanas después de eso.
Eso sucedió para la fecha de mi cumpleaños del año pasado; por motivos del trabajo tuve que hacer un viaje de emergencia para esa ciudad, y como me iban a dar dos días libres por el viaje, decidí llevarme a una de mis hermanas y una amiga que tengo desde que estaba en bachillerato.
Ellas se iban el otro día después que yo, para poder arreglar algunas cosas primero.
Ya había decidido alquilar una posada para los que íbamos y por si alguno de mis amigos de allá quería unirse a tener un pequeño compartir para celebrar conmigo ese día.
Así que aliste todo lo que iba a hacer y comencé el viaje.
El día en que llegue pude solucionar todo lo del trabajo sin mucho contratiempo, lo único que no pude solucionar fue lo de la posada ya que todas estaban ya ocupadas.
Pero todo tenía solución, quede con mis amigos en celebrar el otro día en una playa que estaba cerca y las chicas con quien iba se quedarían en la casa de Fabi y yo en la casa de Alex.
El otro día comenzó todo normal, fui a recoger a las chicas al terminal de pasajeros, llevamos sus cosas a la casa de Fabi y nos dirigimos después a nuestro destino, la playa.
Desde que había llegado el día anterior no habían tenido noticias de Patricia, ni de Carolina, pero para mi sorpresa ya ellas sabían todo lo que se había planeado.
Pero lo que más me sorprendió fue que ya se encontraban en la playa y que Jesús se encontrara allí con ellas.
Y en eso me quedo viendo a mis amigos como preguntando que hacia él allí y a ver qué respuesta me daban ellos, pero no decían nada y nos dirigimos hacia donde estaban ellos.
El me saluda normal como si nada y así estuvimos un buen rato.
Entre él y yo no había la gran comunicación todo era a través de la chicas, Fabi se encargo de hacer las presentaciones entre Jesús, Elena (mi hermana) y a Luisana (mi otra amiga).
Pasamos lo que quedaba de mañana relajándonos y bañándonos.
Preparamos algo allí mismo para almorzar, luego Alex decidió ir por unas cervezas para refrescarnos y se fue con Elena y Carolina.
Los demás nos quedamos un rato riéndonos de las cosas que nos habían sucedido en la vida.
Yo decido, luego de un rato ya fuera del mar, ir a caminar por allí y ver cosas nuevas, Luisana y Patricia deciden acompañarme, mientras que Jesús y Fabiana dijeron que se quedarían a cuidar las cosas.
Caminamos un buen rato hasta llegar a unas piedras de donde se podían lanzarse hasta el mar y hacer un clavado.
Luego de un rato haciendo clavados, yo me quedo allí viendo un rato a la demás personas que llegaban a ese lugar y las chicas se regresaron.
Ya llegado como las tres de la tarde, veo como que alguien se acerca hasta donde yo estoy, pero no le prestó mucha atención, así que sigo observando a los que estaban por allí.
De repente siento un empujón y caigo al agua, ya que el lugar donde estaba sentado daba directo a mar para hacer un clavado.
Cuando miro hacia arriba veo que quien me había empujado también se lanza y para mi sorpresa fue Jesús.
Así que comienzo a pelear con el porqué no me gusto la forma de lanzarme.
El se disculpa y continuamos hablando dentro del agua más ameno.
Le pregunto que como se había enterado de mis planes.
El me dice que Fabi le había dicho hacia algunos días y que lo había invitado, que Patricia pasaría por él cuando se realizara todo esto.
Luego de un rato ya nadando él se acerca a mí muy lentamente viendo hacia todos lados, yo le pregunto qué le sucedía, el solo atina a decirme que había sentido algo, pero lo dice en tono chistoso.
Le digo que es mejor regresar a la orilla para que vea si no le había pasado nada, pero él se pega mas a mí y me da un beso, que duro tan solo unos segundos, el se aleja un poco y me dice “feliz cumple”, comenzando a reírse y se aleja.
Me voy detrás de él y lo alcanzo a cierto límite del lugar donde estábamos.
Lo agarro por la cintura y lo acerco nuevamente a mí.
Lo acerco de forma que nuestros rostros estén bastante cerca y beso esos labios que me volvieron loco desde el momento que los bese hacia ya varios meses atrás.
Cuando suelto el beso le digo “gracias” muy cerca de su oído, lo que hace que el se erice por completo.
Le digo para ir a un lugar más apartado para que termine de darme mi regalo.
Yo que ya había visitado esa playa muchas veces sabía donde estaban los puntos ciegos donde no se podía observar mucho.
Así que lo llevo a uno de esos lugares donde sabía que no había mucha gente y se veía muy poco desde la playa.
Lo recuesto contra una piedra grande que allí estaba y lo beso desenfrenadamente.
Comencé a pasarle las manos por el abdomen y los brazos.
Junto mis manos con las suyas entrelazando los dedos; después de un buen rato así, comienzo a tocarle las nalgas con una mano y con la otra el bulto y veo que ya esta súper excitado.
Así que le voy bajando el short que tiene puesto, hasta que lo tiene en las rodillas, bajo y le hago una mamada de las mejores que puedo hacer, pasando su glande por mis labios, chupando de él como si fuera una chupeta; en esta posición me dejaba apretarle las nalgas a mi antojo y así la hice.
Ya con este juego bastante subidito de tono comienzo a buscar con mi dedo la entrada de su ano y jugar con él un rato.
Cuando comienzo a introducirle el dedo el comienza a gemir fuerte; así que me levanto y lo beso para amortiguar sus gemidos.
Me bajo el short y lo cojo de los hombros haciendo que se agache para que comience a chuparme el pene que ya lo tengo bien parado.
El comienza a chuparme solo el glande, como si de un chupón se tratara, me pasa la lengua por la cara posterior del pene y juega con mis huevos.
Hasta llegar de nuevo a mi glande y se la mete de un solo golpe, de esta manera estuvo sacándosela y metiéndosela por un buen rato, intentaba que toda le entrara en la boca.
En este vaivén vi como tuvo que detenerse por un momento para tomar aire y proseguir, pero si seguía así yo me iba a venir y aun no obtenía lo que quería.
Así que lo levante y le di la vuelta, volví a meter uno de mis dedos en su ano, lo que hacía que el gimiera con pasión, cuando estuvo ya listo acerque mi pene a su entrada y se la deje ir de un solo golpe.
Lo calle con un beso para que no gritara.
Y comencé un mete y saca lento, pero cada vez que lo metía lo hacía fuerte y el gemía de pasión y dolor al mismo tiempo.
Yo estaba súper excitadísimo y sin importarme que estábamos en un lugar público y que cualquier persona que se acercara por allí podría descubrirnos en plena faena.
Estuvimos así y un rato, y mis gemidos también salían a reducir en ese momento, el morbo de ser descubierto me tenia al máximo, cada embestidas la daba con fuerza y sentía como su ano se contraía de gran forma.
Comencé a pajearlo con una mano y con la otra le pellizcaba los pezones.
Lo tenía pegado a mi cuerpo embistiéndolo a mi manera, le mordía el lóbulo de la oreja, el cuello y el hombro haciendo que el gimiera de placer, yo ya me hacía notar de cada uno de mis movimientos.
Después de un rato de esta manera el gime con más fuerza y siento como su ano se contrae mas.
Se corre de gran forma sobre la roca y mi mano.
Las contracciones de su ano hacen yo no aguante mucho y me vengo dentro de él.
Aun así lo sigo embistiendo por unos segundos más, hasta que retiro mi polla ya flácida.
Nos acomodamos rápidamente y nos metimos al agua para limpiarnos, sin parar de reírnos y comentar entre nosotros lo que acabábamos de hacer.
Le digo para ir por una botella de licor y algo para merendar, para llegar con los muchachos con algo o si no van a comenzar a preguntar de todo.
Cuando llegamos los chicos si preguntaron dónde estábamos metidos, así que le mentimos diciendo que en la licorería donde fuimos estaba súper llena y tardaban mucho; ellos medio se lo tragaron.
Ya llegado como las 6 pm, decidimos regresarnos a casa de Fabi para pasar un rato allá, ya que su mama nos permitió usar el patio de su casa para hacer algo allí.
Las chicas se fueron con el papa de Fabi que las fue a buscar y los chicos pagamos un taxi.
En el trayecto Jesús y yo no dejamos de vernos con picardía.
Cuando llegamos todo fue tranquilo entre músicas y juegos entre todos, ya habíamos comido algo así que nos desvivimos por las bebidas, algunas de las chicas no aguantaron mucho y ya para la media noche estaban durmiendo.
Los demás nos quedamos hablando hasta como las dos de la mañana.
Alex me dice que ya era tiempo de irnos ya que Carolina se iba a quedar con él; así que salimos y Jesús se nos unió para que lo dejemos en vía a su casa.
Como Carolina iba medio pasada de tragos no nos prestaba mucha atención, ya que él y yo nos tomábamos las manos de vez en cuando.
Cuando ya habíamos caminado un buen tramo vimos como alguien nos seguía, así que decidimos darnos algo de prisa sin exagerar ni preocupar a Carolina que no se había dado cuenta.
En eso vimos un taxi y le dije a Alex que se fuera con Carolina, que yo iba a terminar de acompañar a Jesús y si podía me iba y lo llamaba para que me esperara despierto, sino le avisaba a Fabi y me regresaba a su casa y dormía por lo menos en un sofá.
Ellos se fueron y yo me dirigí a la casa de Jesús a acompañarlo, ya llegando a su casa le digo que hasta allí lo acompaño y que me voy a esperar un carro o regresarme a la casa de Fabiana.
Y me doy la vuelta; él me dice antes de irme que me quede allí en su casa, que a él no le molestaba, y que si me regresaba o me quedaba por allí corría el riesgo de que alguien me asaltara.
Lo pienso por unos instantes y le digo que está bien, que me parece buena idea, y que espere un momento para avisarles a los muchachos.
Después que le había avisado a los muchachos por un mensaje.
Me dedico a hablar con él.
Me dice que él tenía una colchoneta en su cuarto que durmiera en ella.
A mí me pareció bien, nos dirigimos a su habitación, alisto todo y nos dispusimos a dormir; yo me puse a quitarme todo, ya que duermo solamente en ropa interior y el ya me había visto sin ella así que no me importo quitarme todo delante de él.
Me lanza una sabana para que me arropara.
En vez de dormir comenzamos a hablar de cómo nos iba en la vida, yo le preguntaba sobre los estudios y el sobre mi trabajo; estuvimos en la misma conversación hasta que tocamos el tema de los sentimientos, yo trataba de evadirlo, porque es algo de lo que no me gusta hablar, ya que en las ultimas relaciones que tuve no encontré lo que esperaba y no quería seguir ilusionándome con nadie.
Pero el chico insistía demasiado y lo que hice fue voltearme y no verlo para ver si por fin nos quedábamos dormidos.
Después de unos minutos ya no siento ningún ruido, y me dispongo a caer en los brazos de Morfeo pensando en todos los momentos buenos que me habían pasado ese día.
Recordé los momentos que de cierta manera me habían hecho conocer a todas las personas que me rodeaban en ese momento y cada una de las buenas cosas que habíamos hecho juntos.
De repente siento que alguien se monta sobre la colchoneta donde estoy acostado; me doy la vuelta y le digo “Jesús, que tienes”, él solo me dice que nuestro día aun no ha terminado y me besa en los labios.
Se monta sobre mí y comienza a tocarme todo el cuerpo mientras nos seguimos besando.
Yo me dejaba hacer todo lo que él quisiera; es lo más que me gusta de alguien, que tomen la iniciativa.
No me dejaba tocarlo para nada, se fue quitando la camiseta que tenia puesta mas el pantalón de piyama quedando igual que yo, solo en bóxer.
Comienza a besarme el cuello y me pellizca los pezones que ya los tenia erectos.
Baja una mano y me va tocando el pene sobre el bóxer, comenzando a masturbarme por encima de la tela, ya yo estaba súper caliente e intentaba tocarlo pero siempre me apartaba las manos de su cuerpo.
Esta nueva faceta que me estaba mostrando me estaba fascinando.
Fue subiendo su cuerpo y se quito el bóxer y se me sentó en el pecho quedando su pene muy cerca de la boca.
Me lo fue llevando y lo rozaba en mis labios.
Intentaba agarrarlo para introducírmelo en la boca, pero siempre lo quitaba cuando estaba cerca de metérmelo; estuvo con este juego durante unos minutos más, en un momento dejo la boca abierta y el aprovecha de metérmela toda de un solo golpe.
Aproveche de chuparle su pene; que desde que lo vi en nuestra primera vez me quedo gustando, esos ya 19 cm, le chupaba el glande y me lo introducía completamente en la boca.
Después de unos minutos así me comienza a embestir la boca como si me estuviera penetrando, de momento me la sacaba para dejarme agarrar algo de aire, pero luego la introducía de nuevo completamente, haciéndome arquear y casi ahogarme por varias veces.
Una de sus manos se dirigía a mi pene y lo seguían masturbando sobre tela.
Me va quitando el bóxer de manera lenta, hasta dejarme sin nada puesto.
Luego se fue girando lento pero sin sacarme el pene de la boca, en los momentos que lo sacaba aprovechaba para comerme sus huevos y el gemía muy fuerte.
Se fue inclinando hasta llegar a tener muy cerca mi pene y sin mucho pensarlo se lo introdujo en la boca, esa sensación de calentura hizo que soltara una de sus bolas que estaba en mi boca para yo poder gemir por el intenso placer que me causo en ese momento, me volví a introducir su pene en la boca para poder seguir con mi trabajo.
No podía tocarlo, ya que tenía mis manos aplastadas por sus piernas aun, todo su peso lo tenía encima, el solo seguía moviendo su pelvis, sacando y metiendo muy lentamente su verga de mi boca, y seguía mamando de la mía.
Paso a comerme los huevos y a jugar con ellos.
Su boca me provocaba cosquillas en toda esa zona, como nunca ningún otro hombre o una mujer me lo hubiera hecho.
Estaba en un gran éxtasis con la mamada que me estaba propiciando Jesús que no me di cuenta que ya no estaba sobre mí; yo solo me dedique a cerrar los ojos y dejar que el siguiera haciendo lo que estaba haciéndome.
Siguió así por unos minutos más, no me importo si me corría o no, pero no lo logre, cada vez que estaba cerca el se detenía presintiendo lo que seguía.
De vez en cuando cruzábamos miradas y sabíamos que lo estábamos disfrutando de igual forma.
Se posiciono entre mis piernas y me las fue subiendo un poco, mientras dirigía su boca hacia mi ano, me comenzó a hacer un beso negro de una forma muy estimulante, me mordía las nalgas e intentaba meterme la lengua en mi ano todo lo que podía.
Ya yo estaba más que excitado y quería que siguiera comiéndome el culo.
Sentía como ya no era su lengua lo que intentaba meter sino uno de sus dedos, lo fue introduciendo hasta tenerlo adentro y comenzó a hacer círculos con el dedo, luego fue introduciendo mas dedos, haciéndome jadear de placer, me tenía a punto de caramelo.
Paso así como unos 10 minutos, en lo que solo sacaba y metía sus dedos de mi ano, mientras me comía los huevos.
Me saco los dedos del ano y me comenzó a besar por el abdomen hacia arriba, paso por mis pezones, el cuello, hasta llegar a mi boca.
Se acerco a mi oído y me dice “estás listo para lo que sigue”.
Le digo que siguiera y no se detuviera.
Me levanta las piernas y se las lleva a los hombros, fue dirigiendo su pene a mi ano ya dilatado por todo el rato que estuvo allí dilatándome; aunque fuera la primera vez que él iba a penetrar a alguien, había aprendido muy bien como se preparaba la dilatación.
Lo coloco en la entrada y comenzó a presionar para que entrara.
Su pene ya comenzaba a entrar de manera lenta; como no era la primera vez que me penetraran no me molestaba mucho, aunque si me dolía un poco ya que desde hacia tiempo no tenía acción por ese lado.
Cuando ya tuvo la mitad de su pene en mi interior, se movió un poco brusco lo que causo un pequeño dolor en mi interior, me pregunto si se detenía, lo que hice fue tratar de pasar mis piernas por detrás de él y lo apreté contra mi cuerpo lo que provoco que terminara de meterme toda la verga.
Lo que causo que pegara un pequeño grito, pero el lo calla besándome, como yo le hacía cuando el intentaba gemir las veces que habíamos tenido sexo.
Se me acerca al oído y me pregunta que si estoy bien, yo solo asiento con la cabeza y le digo que no se moviera por un momento, para poderme acostumbrar, cosa que él hace y me sigue besando el cuello y mordiendo los pezones que estaban súper erectos; espero unos segundo y comienza a hacer un ligero vaivén en su pelvis moviéndose de adelante hacia atrás, serruchándome el culo.
El comienzo fue suave, pero después que vio que yo lo disfrutaba, con mis gemidos se lo hacía saber, empezó a hacerlo con más fuerza y desenfreno.
Haciendo que yo gimiera muy fuerte; él se acerca y me sigue mordiendo los pezones.
Me estuvo en esta posición como unos 20 minutos y no podía creer que ninguno de los dos se hubiera corrido en todo este tiempo.
Se salió de mí y me giro, haciéndome quedar en cuatro, me vuelve a penetrar de esta forma y comienza a hacerlo de manera rápida, eso me pone full caliente, me coge por los hombros para poder tener más impulso.
Me fui arqueando un poco hasta quedar mi espalda pegada a su pecho lo que me permitió girar la cabeza y buscar esos labios que tanto me gustaban, comencé a besarlo para que pudiera controlar sus impulsos, ya que lo estaba haciendo muy duro y en vez de placer lo que estaba sintiendo era mucho dolor.
Pero como dicen sin dolor no hay placer, me gustaba de igual forma pero no de la manera para que él se llevara una mala impresión.
Se fue relajando un poco y llevo todo con más calma, esta vez fui yo quien ya tenía el control y me separe completamente de él, hice que se acostara boca arriba y me fui sentando sobre su pene, lo voy introduciendo dentro de mí muy lentamente y comienzo a cabalgarlo llevando yo el ritmo.
El solo me apretaba las nalgas, hasta que yo me detengo para que el vuelva a retomar el ritmo subiendo y bajando rápidamente.
Lo que me permitía masturbarme libremente y gemir más fuerte.
El llevaba una fuerza de aguante que me estaba impresionando.
Cuando ya sentí mi orgasmo, se lo hice saber, el me dice que también estaba a punto de llegar.
Comienzo a tener el orgasmo más fuerte y me vengo sobre su pecho y siento el primer trallazo de leche en mi interior y así seguía embistiéndome sin parar.
Me tumbe sobre su pecho y lo bese, hasta que me caigo de lado y se sale su verga ya flácida de mi culo.
El toma una toalla que estaba cerca para limpiarnos con ella.
Yo vuelvo a acostarme esta vez más cansado que antes y él se tumba sobre mi pecho, me mira a la cara y me dice que si le gusto el regalo.
Busco nuevamente sus labios, lo beso rápidamente y le digo que sí, que ya se tardaba en demostrar lo que le había enseñado.
Nos comenzamos a reír un rato hasta quedarnos dormidos esta vez.
Me despierto casi a las 1 pm, y el todavía sigue durmiendo conmigo en la colchoneta.
Me comienzo a reír, lo que hace que él se despierte.
Me saluda, me besa espontáneamente y se levanta para dirigirse al baño; lo sigo y me baño con él, pero sin llegar a hacer nada sexual.
Este chico que tan solo es dos años menor que yo me había hecho pasar un cumpleaños súper especial y no lo podía negar, había aprendido demasiado rápido y eso me gustaba, porque era de mí que estaba aprendiendo.
Ese día me despedí de él y me dirigí a la casa de Fabi, pase lo que quedaba de día con mis amigos y el otro día me fui nuevamente para la otra ciudad.
Desde ese día me encontré nuevamente otras tres veces más donde intercambiábamos los roles, no todo era sexo solamente, también teníamos un tiempo para salir sin los muchachos y divertirnos.
Todo esto ha sido así hasta principios del mes de abril de este año que no he podido viajar más, ya para este mes tengo volver a ir y a ver qué otra cosa puedo hacer con Jesús.
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