El inició de mi vida puta. (05 años/17 años)
Desde los cinco años, comencé a ser muy activo sexualmente, siempre me gustó el placer y más cuando yo soy el centro de atención. Mi nombre es Gerard, pero mis familiares y amigos, me llama Gery. Mis primos fueron los primero hombres en mi vida y me mostraron lo que era una buena verga. .
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Hola, mi nombre es Gerard, pero todos me llaman Gery. Les voy a contar mi historia de sexo prematuro, que comenzó a los cinco años y termino a los diecisiete años, cuando me fui a Francia por la universidad. Nuestra familia se apellida Archer, pues mi abuela, la matriarca de la familia, era de Alemania y tenía aquel apellido, pero mi abuelo, era de Colombia, por lo que su apellido era Hurtado; para no alargarles más la cosas, mi abuelo Ignacio se cambió el apellido al de su esposa Félix, ya que ella tenía una herencia y él debía de recibirla para que sus cuatro hijos también la tuvieron. Los dos habían tenido tres hijos: Bennytho, el mayor; Garland, mi padre y Arthur el menor. Yo era el único hijo de Garland, ya que él aun no deseaba tener uno, pero una mujer quedó embarazada de una noche y murió en el parto. Quiero aclarar que no hay mujeres en mi familia, todos somos hombres, por lo que la confianza está a full. Hay varias cosas por aclarar, yo nunca había visto la verga de mi papá, pues él me bañaba y luego se bañaba él, pero desnudo sí que lo vi. Por otra parte, yo no tengo reflejo faríngeo, por lo que podrías meterme un tubo de metal por la garganta y no me darían ganas de vomitar. Por otra parte hay que decir que mi abuela Félix tuvo un último hijo gracias a una infidelidad, este se llama Dalton y tiene la misma edad que Tate y Áleman; mi abuelo lo conoce y vive con él.
Todo comenzó con el cumpleaños número 52 del abuelo, el cual estaba muy enfermo y quería que todos fuéramos. Yo iba en la camioneta con mi papá, cuando me explica sobre mis primos, pues en muy pocas ocasiones nos habíamos visto; me decía que eran bueno chicos, pero bastante pesados con sus bromas, pues una vez contrataron una putas para la fiesta del tío Arthur y lo dejaron así. Iríamos a una de las cabañas que estaban en España, donde el abuelo vivía, pero sin saber todo se iría a mierda desde allí.
Llegamos y todos los primos estaban bañándose en el lago de la cabaña, y todos estaban desnudos. Mis tíos Bennytho y Arthur, estaban con el abuelo sentados y riéndose por los chicos, cuando nos vieron. Mi padre es el más guapo de los tres: alto, fuerte, con musculatura y un rostro varonil; de cabello negro tinta, piel morena clara y ojos verde esmeralda, al igual que mis tíos y el abuelo. Yo soy igual que mi papá, pero tengo el ojo izquierdo verdes y el derecho azul, por parte de mi madre.
Vi a mis primos: Tate, el mayor de todos, también era el más guapo, alto y blanco, de cabello dorado y ojos negros; Áleman, moreno, de cabello castaño y ojos miel; Timothy, hermano de Tate, de cabello negro y ojos verdes y por último Ángel, hermano menor de Áleman, de cabello negro y ojos miel. Pero también estaba Dalton, el hijo de la abuela, de cabello negro y ojos negros.
—¡Hey! —les llamo mi tío Arthur—. ¡Ya llegaron!
Los chicos salieron del lago, todos desnudos y todos con grandes vergas colgándoles. El más pálido de todos era Tate, quien tenía un collar de pequeños colmillos amarrados por un cuerda negra en el cuello, también tenia muchos lunares en el pecho.
—Tío —dijo Áleman dándole la mano—, pensamos que no iban a venir. Pensé que tenía miedo de perder en voleibol nuevamente.
—No. —Mi padre respiro hondo y el pecho se le ancho— Te voy a ganar —dijo soltando el aire—, pero debería de preocuparte más por tú verga —dijo agarrándosela—, tú hermano la tiene casi tan grande como la tuya. —Se la soltó.
Las risas no faltaron, ya que aquello era algo normal entre todos. Yo tenía un fetiche con los culos, pues tuvo un pequeña historia atrás y me condiciono. Prefería los culos buenos, pues había visto antes uno el cual era horrible, tenía la parte de abaja, la cual pega con la pierna, en su totalidad negra, como si estuviera manchado, algo asqueroso, pero los de mis primos eran hermosos y perfectos. Los mayores comenzaron a hablar.
—Primo vamos —dijo Timothy.
—Sí, vamos —insistió Áleman—, deja a los viejos verga aguada allí.
Todos corrimos para evitar a los tíos. Llegamos al lago, donde se lanzaron y me convidaron, pero me daba pena así que dije que no sabía nadar. No me insistieron más y así paso el día. En la noche mis primos se irían de fiesta a un pueblo cercano, pero yo me dormí, por lo que me dejaron solo. Soñé con mis compañeros pasados, de los cuales me había enamorado, pero no como los adultos sino como los niños. Sentí una molestia en el culo, como su tuviera ganas de cagar, por lo que me levante y mi sorpresa era Ángel, el cual me estaba metiendo la verga, pero no lo sabia en aquel momento.
—¿Qué haces primos? —le preguntó mientras me rascaba un ojo y me intentaba levantar, pero el me presionaba la espalda.
—Nada. ¿Te duele?
—No, pero… ¿qué haces? —le insistí algo molesto— Me quiero levantar.
—Estoy jugando —dijo—, pero no te puedes levantar ya que también estas jugando. ¿No te duele? —parecía sorprendido.
Yo tenía sueño, por lo que no le conteste y me dormí. Volví en si cuando sentí que me ya me dolía.
—¿Qué haces primos? ¿Qué juego es este?
—Es un juego de los grandes —dijo seguro—, por lo que no le puedes decir a nadie.
Ángel estaba vestido, tenía una camisa negra, unos pantalones blancos y medias negras, ya que había ido a la fiesta con los demás primos.
—¿Dónde están los demás?
—En la fiesta —dijo agitado.
—¿Tú no estabas allá?
—Sí, pero pelee con unos chicos y me devolvieron —dijo—. Sabes, esto no se lo puedes decir a nadie.
—¿por qué?
—Ya te dijo —respondió algo irritado por mis preguntas—, es un juego de grandes, por lo que tú no puedes hacerlo, pero yo quería probar. ¿Se lo vas a contar a alguien?
—No —dije.
—Y… ¿a tú papá?
Me quede pensando un segundo, ya había hecho algo similar, pero para nada igual. Quería llorar, el rostro congestionado de Ángel, molesto por las preguntas, me asustaba.
—¿…No…?
—Exacto —dijo con una sonrisa—, a tú papá menos. Si lo dices nos van a separar, a mí me llevaran a una escuela muy, muy lejos y tú ya no será querido por los demás primos… jura que no dirás nada.
—Eh… lo juro.
—Dime, ¿te gusta?
—Mnnn… no sé.
—Bueno, no importa —dijo—. Ya voy a terminar, mejor duerme.
Trate de hacerlo, pero sentía como con cada segundo se movía mas rápido. Cuando me dijo había terminado, sentí que había me había dejado adentro, pero no dije nada. Me quede viendo películas con él hasta que…
—Primo —dijo—, ¿puedo verlo que me estabas metiendo?
Ángel me miró y sonrió, era tan guapo, parecía un «ángel» de verdad.
—Sí, claro.
Se levantó y sacó su verga, era grande, aunque estaba flácida; no esta circuncidado. Sus bolas eran grandes y rosadas, pero no tenía bello allí, aunque en la pelvis tenía un sombre de pelos. Tomó su verga y saco la cabeza, para mostrármela, la cual era rosada clara y el olor a jabón me llegó.
—¿Te gusta? —me preguntó— ¿La quieres chupar?
Yo no conteste, pero me di la vuelta y me dormí. Después de un momento me llamó y me dijo: «Te puedo co… eh… podemos jugar nuevamente». Yo alcé los hombros y me lo volvió a hacer y después de aquello me lo pidió tres veces más hasta que ya me dolía y le dije que no. La noche transcurrió rápido y mis primos llegaron por fin, pues el miedo me invadía por completo. Ángel se levantó y me susurro: «Mañana va a hacer mejor».
comos igue
Rico relato