El inquilino de mamá
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esto que voy a contar sucedió hace unos años, cuando mis padres se separaron y mi padre se fue a Perú de nuevo, dejándonos solos.
Mi madre se llama Nery, tenía en ese entonces 30 años, una mujer de buen cuerpo, una cola bien redonda, simpática, atractiva, trabaja en una empresa como administrativa, yo me llamo Fernando, y en esa época tenía 12 años.
Estábamos pasando serios problemas económicos, y mamá decidió alquilar una de las habitaciones de la casa.
Se la alquilamos a un compañero de mamá, el chico de vigilancia.
Eduardo se llama, tenía 24 años, argentino, y como eran compañeros de trabajo, mamá se sentía mas confiada, ya que se conocían, él trabaja de lunes a viernes en el turno de la noche, así que ella estaba mas tranquila porque yo estaba solo en casa y mamá trabaja de lunes a viernes de día.
Eduardo se muda, la convivencia era muy agradable, generalmente los fines de semana comíamos los tres juntos, Eduardo y mamá se tomaban algunas chelas, era un ambiente muy relajado.
Un sábado, después de cenar, yo limpié la cocina, ya que ellos cocinaron, se escuchaba música en casa, mamá reía y tomaban cerveza, pero sin pasarse.
Nos fuimos a dormir, y yo en un momento dado de la noche, me levanto para ir al baño, y veo la puerta del cuarto de mamá mal cerrada, me asomo y solo iluminaba el resplandor de la tele, y veo a mamá con sus piernas levantadas y a Eduardo sobre ella, escuchaba sus gemidos, "cáchame despacio, así, que rico se siente", escuchaba que mamá le decía, yo no quise ver mas por las dudas y después de ir al baño me fui a mi dormitorio, no sin escuchar como mamá le decía que fuera despacio, que por ahí le dolía todavía, entre gemidos de ella, yo me metía en la habitación, y me costó mucho poder volver a dormir.
Al otro día como si no hubiera pasado nada.
La semana pasó tranquila, hasta que llegó la noche del sábado para el domingo y volví a escuchar a mi madre, quejarse y gemir, estaban cachando de nuevo.
El lunes mamá se fue temprano como siempre y como Eduardo trabaja de noche, si iba a la tarde, me levanto y estaba Eduardo en la cocina, aprontando su desayuno, mate, una infusión que toman en su país, el mate, "buenos días Eduardo", lo saludo, "hola, buenos días, como estas?", me dijo, y siguió haciendo lo que estaba haciendo, "Eduardo, tú te cachas a mi madre?", le dije, viendo la cara de sorpresa que puso, "que decís Fernando, estas loco vos?, me dijo, saliendo de la cocina, yo me prepare la leche y me senté con él a desayunar, "los he escuchado, como mi madre te decía que por ahí despacio, que le dolía, la noche del sábado la escuchaba gemir", le dije, "cuando te decía que por ahí despacio, que le dolía, se la estabas metiendo por el chiquito?", le seguí diciendo, notaba como se ponía rojo, sabía que lo había descubierto, "hay Fernando, que boludés estas diciendo", me dijo, como queriendo esquivar la conversación, "y que sintió, le gustó que le hayas metido la verga por la cola?", le pregunté directamente, ya que sabía que la había cachado por el chiquito, "que sintió, que se siente tener la verga cachando la cola", le decía, viendo como se ponía mas nervioso
"por que preguntas tanto de que se siente tener la pija en el culo?", me dijo, tomando un sorbo de mate, "mira, a ella le gustó, yo te puedo decir que siento cuando se la meto por el culo, pero que se siente tenerla dentro, no lo se, ya que nunca la tuve dentro del culo", me dijo, dejando el mate sobre la mesa, "me gustaría sentir que se siente que te metan la verga en la cola", le dije, terminando de tomar la leche, "Fernando, vos sos un niño, tenés 12 años, como vas a decir eso, te pueden hacer daño", me decía Eduardo, "como daño, no entiendo", le dije, ya que no sabía a que se refería con hacerme daño, "claro, es que tu ano esta cerrado, y si te meten la pija, deben hacerlo con cuidado, ya que te pueden lastimar si te la meten fuerte, o te metiste algo en el culo?", me dijo, encendiendo un cigarrillo, "no, nada, quieres verlo como lo tengo?", le dije, poniéndome de pie y me bajo mi pantalón del pijama, abriendo mis nalgas y dejando que Eduardo me vea el chiquito, "si, tenés el culito virgen", me dijo, pasando su dedo por mi ano, "me lo quieres romper tú?", le dije, dejando que siga con su dedo, acariciando mi ano
"pero Fernando, es un compromiso para mi, sos un niño, si se entera tu madre me mata", me decía, pero no dejaba de acariciar el agujero de mi cola, "cacha mi chiquito, como se la cachas a mi madre", le decía, moviendo mi cintura, a medida que Eduardo acariciaba mas fuerte mi ano y su otra mano acariciaba mis nalgas, yo seguía agachado abriendo mis nalgas, "tenes un culito hermoso", me decía, intentando meter su dedo por el agujero de mi cola, que como estaba seco, no entraba, "vení, vamos al dormitorio de tu madre", me dijo, dejando de acariciar mi cola, entramos, la cama no estaba echa, vi unas manchas oscuras en las sábanas, "y esas manchas", le pregunté, "es de la leche que le sale de la concha después de coger", me dijo, rebuscando en la mesita de noche, hasta que saca un pote con algo totalmente transparente, me dice que me quite el pantalón, me acuesta boca abajo, me empieza a morder y besar mis nalgas, a pasar su lengua por entre las nalgas, eso me gustaba, yo estaba con la cabeza apoyada en la almohada, relajado, dejando que Eduardo bese y acaricie mi cola, siento como me abre las nalgas y pasa su lengua por mi chiquito, haciendo que suspire de gusto, notaba como a cada caricia a cada lamida, se me iba poniendo dura la picha, se lo dije y me dijo que era porque me gustaba lo que me estaba haciendo, "si, me gusta mucho, se ha de sentir rico la verga dentro de la cola", le decía, dejando que siga con su lengua en mi cola, siento como me deja caer un líquido cremoso, viscoso, su dedo rotaba contra mi chiquito, sentía como lo iba metiendo despacio, "a mi madre le haces lo mismo cuando la vas a cachar por la cola?", le dije, gimiendo cuando Eduardo metió todo su dedo dentro de mi cola, "si, y le gusta como a vos", me dijo, acomodando su cuerpo casi sobre el mio
Siento su verga rozar mis nalgas, yo estaba nervioso, ansioso, quería que Eduardo meta su verga en mi cola, siento como con los dedos una mano me abre un poco las nalgas y como acomoda su verga contra mi chiquito, la sentía latir, caliente, grité cuando Eduardo hizo fuerza y siento como mi chiquito se abría, era como si se rasgara, parecía que a medida que Eduardo la iba metiendo, el agujero de mi cola era como si me quemara, la sentía entrar despacio, pero igual me dolía, a medida que la iba metiendo, me hizo poner en cuatro patas, me dijo que me acaricie mi verga, mientras la suya, seguía entrando, rompiendo mi cola, "tú también le haz roto el chiquito a mi madre?", le pregunté, entre gestos de dolor y acariciando mi verga, masturbándome, "si, a tu madre también le rompí el culo", me dijo, atrayéndome contra él y terminando de meter su verga en mi cola, "seguí acariciando tu pija y relájate", me dijo, moviendo su verga dentro de mi cola, sentía como mi ano se agrandaba a medida que Eduardo movía su verga, yo seguía acariciando mi verga, me iba relajando cada vez mas, el dolor ya no era tanto
Sentí como Eduardo me agarra de mi cintura y empieza a hacer entrar y salir su verga de mi cola, eso me gustaba, yo estaba en cuatro patas sintiendo su verga entrar y salir de mi cola y yo masturbando mi verga, "se siente rico, me gusta como me cachas", le dije, "te gusta?", me decía, metiendo su verga bien adentro, moviendo su verga en círculos, para los costados, "así le cachas la cola a mamá?", le dije, ahora moviendo yo mi cola con la verga de Eduardo toda dentro mio, "si, así la pongo a tu madre", me dijo, empezando de nuevo a meter y sacar su verga de mi cola, "me gusta mas así, cuando la metes y la sacas", le dije, dejando que me cache la cola, dejando que me abra el chiquito, "Eduardo,siento como me quiero orinar, que hago?", le dije, sintiendo una extraña sensación, como que algo iba a salir de mi verga, "seguí que te estas por acabar, seguí, así te acabas vos y yo te lleno el culito de leche", me dijo
Empezando a cachar mi cola mas fuerte, se escuchaba como un ruido seco, cuando mis nalgas chocaban contra su pelvis, cuando metía su verga lo mas adentro de mi cola que podía, hasta que yo empecé a soltar un líquido sobre las sábanas de la cama de mamá y Eduardo seguía cachando fuerte mi cola, plop, plop, plop, hacían mis nalgas al chocar contra su cuerpo, y su verga entraba y salía de mi cola, hasta que siento como me aprieta bien contra él, y sentía como su verga palpitaba dentro de mi cola, como gemía, como quería meter mas verga dentro mio, yo temblaba, era algo completamente nuevo, pero me había gustado mucho, Eduardo fue sacando su verga de mi cola, yo seguía en cuatro patas, mi chiquito me latía, Eduardo me mostró su verga, mojada y con sangre, "y esa sangre?", le dije, abriendo mis ojos, "la de tu ojete, como te rompí el culo, es normal que salga sangre", me dijo, "y a mi madre le sangró el chiquito cuando se lo rompiste?", le dije, acostándome de costado en la cama de mamá, esperando que mi chiquito deje de latir un poco.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!