El inquilino perfecto 2
¿Qué estaba pasando? ¿por qué me citaba en su cuarto? ¿Qué es lo que realmente estaba pasando entre Orlando y mi padre? ¿Alejandro estaba involucrado? ¿Querían que yo me una? ¿Me quería unir?.
No pude dormir en toda la noche con la imagen de Orlando cogiendo a mi papá en cuatro. Perdí la cuenta de cuántas veces me masturbé esa noche con sólo ese pensamiento, ¿por qué me calentaba ver a mi papa ser cogido?
Me desperté y no quería salir de mi cuarto, sabía que mi papá no estaba en casa ya que le tocaba trabajar en el gimnasio, así que sólo éramos mi hermano y yo.
Me quedé acostado como una hora más después de haber despertado y salí de mi cuarto, me ganaron las ganas de ir al baño. Fui al cuarto de mi padre para ver si Alejandro ya había desayunado, grande fue mi sorpresa al no encontrarlo ahí, tampoco lo vi en la cocina así que no había otra opción más que el cuarto de Orlando. No era posible que ese hombre esté con mi hermano, no lo quería.
Me armé de valor y salí hacia el cuarto de Orlando, me asomé en la ventana y efectivamente estaban ahí los dos en la cama comiendo una torta de huevo, sólo estaban desayunando.
Llamé a la puerta y me abrió Alejandro, le reclamé en broma por no hacer una torta para mi y le dije que deje de molestar a Orlando, con la finalidad de que se aleje de él. Lo mandé a bañarse a la casa y Orlando insistía en que no era molestia y que se podría bañar ahí en su cuarto. Después de estarle insistiendo a mi hermano, logré que vaya a la casa a bañarse.
Me estaba yendo detrás de él cuando veo que Orlando nos estaba siguiendo, tenía en sus manos los platos de las tortas que habían desayunado. Me volteé y ofrecí a llevar los platos para que él no entre a mi casa pero no me hizo caso y entró aun así. Se acercó y me acorraló en la cocina, tenía ganas de correr pero me tomó del brazo.
“Nadie está obligado a nada” me dijo y me soltó. Nos quedamos viéndonos a los ojos un par de segundos, se volteó y antes de salir por la puerta de atrás me dijo “te espero a las 6 en mi cuarto”.
¿Qué estaba pasando? ¿por qué me citaba en su cuarto? ¿Qué es lo que realmente estaba pasando entre Orlando y mi padre? ¿Alejandro estaba involucrado? ¿Querían que yo me una? ¿Me quería unir?
El tiempo no pasaba, cada segundo se me hacía interminable. Estaba acostado en mi cuarto sólo viendo al techo. No paraban de dar vuelta en mi mente todas las posibilidades de lo que estaba pasando e iba a pasar. No estaba listo para ir al cuarto de Orlando, mi papá y Alejandro habían salido a hacer el súper para la semana así que estaba solo en mi casa.
Me metí a bañar, la imagen de mi papá en 4 no dejaba mi mente y me masturbé con esa imagen, me vine como nunca. No quería admitirlo pero ese momento me calentaba, no pensaba en otra cosa.
Era hora de afrontar la realidad… llamé a la puerta de Orlando, me abrió él con un short de fútbol y sin playera. Me invitó a pasar, él se sentó en su cama y yo en una silla, lo más lejos posible de él.
– No te asustes, no muerdo. ¿Por qué tan lejos de mi? – Me preguntó con una sonrisa burlona.
– Aquí estoy bien. Gracias. – contesté secamente.
Orlando se quitó la playera y dejó ver su bien trabajado cuerpo de gimnasio, hacía calor y estaba ligeramente sudado, eso lo hacía ver muy sexy.
– Yo sé que nos viste, no lo voy a negar. Me estoy cogiendo a tu papá y me encanta. No sabemos todavía si será algo meramente sexual o queremos algo más serio. Pero somos dos adultos disfrutando plenamente nuestra sexualidad. A Ale igual lo quiero mucho, pero tú has puesto una barrera entre los dos – Se puso de pie al terminar de hablar y empezó a acercarse a mi.
Puso su mano en mi hombro y empeó a darme un ligero masaje.
– No quiero que haya ningún problema entre nosotros 2, ¿qué tengo que hacer? – Cuando dijo esto se empezó a acariciar su paquete.
Él sabía que yo estaba confundido, que también quería que esto pasara, pero… ¿mi papá sabía de esto?
– Va a venir tu papá y vamos a platicar unas cosas, quiero que las escuches, pero tendrás que escuchar desde el baño. Claro, si tú quieres.
Seguía sin entender qué estaba pasando, pero accedí a quedarme para ver qué era lo que pasaba, Orlando me acompañó al baño y me mostró un lugar donde podría esconderme si mi papá entraba al baño.
Orlando estuvo hablando conmigo como 10 minutos más, no recuerdo nada de lo que decía, mi mente estaba en otro lugar. De pronto escuchamos la puerta de la casa, mi papá llegaría en cualquier momento así que me metí al baño para esconderme.
La puerta del cuarto sonó…
-¡Hola Orli! – gritó Alejandro efusivamente.
-Hola Ale, pásale – Le contestó Orlando, se escuchó que lo cargó y le dio un beso.
-Hola mi amor – Le saludó mi papá y se escuchó el sonido de un beso.
Se sentaron en la cama y desde ahí podía verles a través de la puerta del baño. Orlando bajó a Alejandro, se acostó y tanto mi papá como Alejandro se recostaron en el pecho descubierto de Orlando. Él empezó a acariciar las cabezas de ambos y a darles besos en la frente.
Mi papá se acomodó para lamer sus pezones y Ale le estaba dando besos en la mejilla, Orlando lo tomó del rostro y lo besó, su lengua invadía la boca de Alejandro. Orlando no dejaba de acariciar a los dos, parecía que los tenía dominados.
Mi papá empezó a besar a Orlando también y éste empezó a intercalar besos entre mi papá y mi hermano hasta que juntó a los dos y se besaron los 3.
Orlando empujó la cabeza de los dos hacía abajo, mi papá bajó su short y entre los dos empezaron a lamer su gran verga. Era la primera vez que la podía ver en todo su esplendor, medía aproximadamente 18cm, tenía la cabeza descubierta y empezaba a salir precum.
Ambos parecían hipnotizados por esa verga, no le quitaban los ojos de encima. Pasaban su lengua a todo lo largo y se quedaban los dos jugando con la cabeza. Uno se metía la cabeza en la boca y el otro jugaba con los huevos. Alejandro ya la aguantaba completa hasta el fondo mientras Orlando le sostenía la cabeza para que no se alejara.
Mi papá se movió y se sentó en la cara de Orlando, él empezó a darle un beso negro en esa posición. Alejandro seguía haciéndole oral como un experto ¿Cuánto tiempo llevaban haciendo eso? Mi papá tomó a Ale para que se incorpore y le dijo que era hora de que se meta la verga de Orlando.
Alejandro sonrío a mi papá y rápidamente se puso en posición para meterse la verga de Orlando viendo hacia él. El sólo con su mano la acomodó en la entrada de su culito, se escupió en las mano y se puso la saliva en su huequito ya usado y lentamente empezó a bajar.
Cuando el glande entró soltó un fuerte gemido de placer y siguió bajando hasta que logró tenerla toda adentro. Se detuvo unos segundos y empezó a moverse, mi papá se movía al mismo ritmo. Orlando estaba dándole duro a los dos y ambos gemían al unísono. Alejandro y mi papá no dejaban de verse a los ojos mientras Orlando les daba placer.
– Te amo hijo – dijo mi papá entre gemidos
– Yo también te amo papá, a ti también Oril – le contestó Alejandro.
Esto calentó a los dos y Orlando empezó a darle más fuerte todavía a Alejandro y a mi papá. Los 3 empezaron a gemir y Orlando preñaba a mi hermano mientras mi papá se venía y sus chorros cayeron directamente en Ale quien empezó a sacar líquido de su verga también.
Los 3 volvieron a la posición del principio y sellaron el acto con un beso.
– Yo también los amo – Dijo Orlando.
EXCITANTE. BESOS.
hola mi estimado me gustaron muchos tus dos relatos y este fue genial y me dejo con ganas de mas sobre todo me gustaría que relatarás como empezó q se comenzó a coger al papi e hijito y obvio como se une el otro hijo, salu2
Espero la parte 3
Y solo digo estaría bien si contarás cómo comenzó a tener sexo con Alejandro saludos