El internado: 1 El chico nuevo

Anécdotas hot sobre mi adolescencia en un internado…
Papá hacia dos años que habia fallecido y mamá lidiaba con 3 hijos adolescentes. Yo era el mayor de todos, apenas tenia 14 años. Ante esta situación y la crisis económica que viviamos, una tía le recomendó a mamá inscribirme en un internado donde podría cursar mi secundaria y aprender algún oficio. Y asi sucedió.

El internado estaba a las afueras de la ciudad natal de mamá, por lo que me tuve que mudar ahi. El lugar era un espacio amplio, con muchos jardines, varios edificios pequeños, un gran comedor, canchas de deportes y 2 grandes dormitorios.
Cuando llegue, vi que había solo chicos , de varias edades, desde 12 a 18 años. Algunos cursaban la secundaria y otros la preparatoria. Después de conocer un poco el lugar y las actividades que haría ahi, me asignaron mi cama en el dormitorio que era para chicos de secundaria. El dormitorio era un sola pieza, con largos ventanales, sin cortinas, donde había camas tipo litera a los costados, en medio quedaba un pasillo que llevaba hasta los baños y regaderas. Y mi cama estaba justo al fondo, cerca de la entrada a las regaderas. Aunque me resulto un poco incomodo al principio, ese lugar resulto muy estrategico en el futuro. Los dias pasaron y yo estaba adaptandome al lugar y a la convivencia.

Una mañana, vimos llegar a un chico nuevo, que tenian 12 años.Recien ingresaria a la secundaria. Su nombre era Luciano,él era moreno, cabello rizado, de estatura baja y aparentaba tener menos de 12. Quizas lo que mas resaltaba eran sus gruesos labios y sus grandes nalgas. Tenia una personalidad extrovertida por lo que pronto comenzo a hacer amigos, ademas que resaltaban sus expresiones afeminadas. A él le asignaron la cama a lado de la mía.

Una noche, despues de que se apagaron las luces del dormitorio, intentaba dormir, ya que el lugar era algo caluroso y aun no me acostumbraba al tal clima. De repente escuche unas voces a lado mio. No tome importancia ya que era común que algunos se quedaran despiertos platicando. Hasta que escuche una voz alterada que susurraba: -despacito cabrón, que nos van a oir- creí que alguien intentaba hacer alguna broma, hasta que otra voz dijo-ya es mi turno-. De repente el sonido de arcada seguido por un -no asi no- llamo mi atencion.Esta era la voz era de Luciano, el chico nuevo. Como pude voltee mi cabeza hacia donde estaba su cama, y entre sombras, distingui dos siluetas que estaban sentados sobre la cama de Luciano, cuando se aclaro mas mi vista, y por la luz que entraba por el ventanal, vi una tercera silueta que sin duda era de Luciano, quien estaba frente a ellos arriba de la cama. Un poco mas de claridad y pude ver lo que pasaba. Luciano estaba dandole una tremenda mamada de verga a ambos chicos. Esta imagen me sorprendió mucho y a la vez me calento muchisimo. Nunca habia visto algo asi. Ambos chicos se acostaron totalmente en la cama, quedando Luciano sobre sus piernas. Esto me permitio ver mejor todo, como ambos tenian sus vergas al aire que brillaban con la luz que entraba por la ventana. Luciano mamaba la verga de uno, mientras el otro se la jalaba, y despues pedia su turno. Apenas Luciano se la iba metiendo a su boca cuando tomaban su nuca y lo empujaban hasta meter sus vergas al fondo de su boca. Todo se veia mas claro, era algo de lo mas caliente. Debajo de mi boxer ya tenia una enorme ereccion, mi corazón palpitaba al cien, y trataba de no respirar tan acelerado para no delatar que estaban siendo vistos pues estaban a escasos metro y medio de mi cama. De repente , uno de los chicos comenzo a arquearse, tomo de la nuca a Luciano y comenzo a gemir, aunque reprimido, pero escuchaba sus gadeos. Acto seguido Luciano se solto haciendo una fuerte arcada y ambos chicos lo callaban. A estas altura ya tenia mi mano aprentando fuerte mi verga, sentia que reventaba. El segundo chico se vino casi al instante, salpicando su leche en la cara de Luciano. Claramente pude ver como la leche brotana de esa verga y se desparramaba. Ya no pude mas y comencé a jalarme mi verga bajo el boxer, que ya se estaba humedeciendo por el precum. Cuando ambos chicos terminaron de venirse, solo escuchaba susurros entre ellos, mas no entendía que decían. Tuve que parar con mi jalada, pues vi que ambos chicos se pusieron de pie, y cada uno camino de puntillas hacia sus camas. Todo quedo en silencio después de eso. Mientras yo frotaba con mis dedos mi glande y no pude mas, me vine a chorros mojando todo mi boxer.A partir de ahí comenzó una seria de aventuras en ese lugar que marco el inicio de mi sexualidad, que les iré contando…