EL INTERNADO (20) Cuatro Negros Violan a Eric
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ZLASKO.
EL INTERNADO (20)
Cuatro Negros Violan a Eric
RASHÎD: ¡Que gustazo chaval! Eres tremendo Niko, he disfrutado como un cerdo en una charca.
¡Uffff! ¿Te ha gustado niño?
NIKO: ¿Que si me ha gustado? ¡Uffff, cabrón! Ha sido alucinante Rashîd, un gozo bestial, follarte ese culo que tienes, colega.
Tengo la polla en carne viva, super destrozada, pero tío, ha sido alucinante.
Bueno, ¿Me cuentas ahora lo de mi compañero Eric?
RASHÎD: Tu compañero Eric, jeje.
¿Sabes por qué te ha traido a mi casa? Yo te lo voy a decir.
Tu colega y yo, tenemos un trato, él me trae chavales que estén buenos, y a cambio yo no le cobro las drogas, por eso te ha traido, para que tu culito pagara el costo con una buena follada.
Y no eres el primero que trae ¿Sabes cuantos compañeros de tu internado, han pasado por aquí? ¿Cuantos han puesto el culo para que me los folle? Y no solo yo, si no Roman, Alí, y todos los tíos que han querido.
Si te digo la verdad, a mi me viene genial el trato, por que así me follo a niñatos buenísimos, pero por otro lado, tú colega se comporta como un puto cerdo.
NIKO: ¡Joder.
! ¡Que cabronazoooo! ¿Y los niñatos, mis compañeros, saben a lo que vienen? ¿Saben que se los van a follar por el culo?
RASHÎD: Algunos sí, por que tu compañero se lo ha contado, y saben a lo que vienen.
Pero otros, ni se lo imaginan hasta que están drogados, y cuando se dan cuenta, ya están tragandose por el culito buenos pollones.
Ese es tu amigo y colega.
NIKO: Valiente hijo de puta, ya me habían dicho, que tuviera cuidado con Eric, los mismos compañeros me advirtieron, pero no me imaginaba hasta que punto, joder.
RASHÎD: Cuidate de él, Niko, y si quieres venir a verme por lo que sea, ven solo, o acompañado de algún amigo buenorro, jejeje, pero sin Eric.
Mira, esto te va a gustar, y te va a calentar la polla, te voy a poner una grabación para que veas, como violaron a tu colega Eric, aquí en mi habitación cuatro negrakos amigos míos.
NIKO: ¿Tienes cámaras aquí, tío? Entonces.
¿A mí también me has grabado follándote el culazo?
RASHÎD: Por supuesto chaval, y esa grabación la guardaré como oro en paño, y la veré una y otra vez para masturbarme la polla.
Hace tiempo cuando uní los dos pisos reformándolos, puse bastantes cámaras por toda la casa, las hbitaciones, los baños, en mi despacho, y por supuesto en este dormitorío, detrás de los espejos y en el techo.
Me da mucho morbo grabar mis folladas, y después verlas pajeándome el cipote.
Esto solo lo saben Roman y Alí, nadíe más, y te lo digo a ti en confianza.
Niko, no se lo puedes decir a nadie, ni a Eric, ni a tus colegas, jamás, por que aquí viene gente muy peligrosa, a la cual he grabado follando con chavales, y haciendo cosas guarras que ni te puedes imaginar.
NIKO: Tranquilo Rashîd, no te preocupes, que no se lo diré nunca a nadie.
RASHÎD: Antes de ponerte la grabación, tengo que explicarte que ese día, yo tenía una compra grande de mercancía, con mi amigo Yoyo el senegalés.
Este colega, es el que me trae el costo, y siempre que viene a mi casa, le acompañan tres negratas grandes y fuertes como armarios.
Yoyo es uno de esos maricones pervertidor de chavales, que le gustan jovencitos y disfruta abusando de ellos.
Es un puto sádico de mierda, y te lo puedo jurar por que lo he visto con mis ojos, y ahora lo verás tu también.
Cada vez que viene, me pregunta que niñato tengo para él, y sus negritos, es como un regalo que le hago.
¿Sabes? Siempre le he dejado esta habitación, para que se follaran al chaval que fuera, con la intención de ver después, como se follan al niñato que yo les mando ¿Sabes lo que hacen Yoyo y sus negritos con los niñatos? Los violan, se lo follan los cuatro a la fuerza, los hijos de puta le destrozan el culo a pollazos, hasta que se cansan.
Si Yoyo supiera, que lo tengo grabado haciéndole eso a los chavales, me mata, el colega es el jefe de una banda de senegaleses, y mueve casi toda la mercancía de la ciudad.
El negro no se anda con chiquitas, y te mete un balazo en la cabeza sin pestañear Bueno, Yoyo, es un tío negro de unos 35 años, con la cabeza rapada como una bola de billar, atractivo de cara con rasgos felinos, labios gordos, sobre todo el labio inferior, alto y delgado pero fibroso, un culazo bien redondeado, y un pollón como el de un caballo, sin exagerarte colega.
La cuestión, es que después de terminar los negocios, me preguntó como siempre, por el niñato de regalo para él y sus muchachos.
Ese día, vino Eric con su amigo Jorge a comprar costo, después del entrenamiento.
Jorge es un colega de él, que seguramente, tú lo conocerás del internado y lo habrás visto con él.
NIKO: Si, lo conozco, siempre están juntos, y también está en el equipo de fútbol.
Seguramente el entrenador se lo habrá follado, como a Eric.
RASHÎD: Pués a este niñato, al tal Jorge, le gusta muchisímo que los tíos se corran en su cara, y sobre todo que lo haga Alí.
, y que de camino le abra bien el culo a pollazos.
El caso es, que yo ya había visto en las grabaciones, y sabía lo que le gustaba a Yoyo y a sus muchachos hacerle a los chavales.
Los violaban a la fuerza uno tras otro, drogándolos y abusando de ellos una y otra vez, hasta que se hartaban los cabrones.
Así que pensé, que le iba a quitar la chulería a tu compañero Eric, y que ese día él sería el regalo para Yoyo.
Hablé con Eric, y le dije que le daría el doble de mercancía, si le chupaba la polla a mi amigo Yoyo, que estaba esperando en mi habitación.
Evidentemente me contestó que sí, tu colega cuando se trata de droga gratis hace lo que sea, y si le tiene que mamar el cipote a alguién, allí va él el primero.
Así que es mejor que lo veas con tus ojos, verás que calentón te pillas en la polla, viendo a tu coleguita el macarra violado, y tragándose cuatro pollones negros.
Rashîd, puso la grabación en la televisión de 60 pulgadas, que había en su habitación, y nos acomodamos los dos en la cama para ver la escena.
Se veía a Yoyo sentado en el borde de la cama, solamente con los calzoncillos puestos, y sobándose la polla por encima del marcado paquetón.
Al poco entró mi compañero Eric en la habitación, el negrazo le hizo una señal al niño, para que se arrodillara delante de aquel biberón, oculto todavía por la tela mojada y deseoso de una buena comilona de chavalillo.
Lo miró a la cara varios segundos, y comenzó a comerle la boca, como si le estuviera dándole su visto bueno.
Mi colega disfrutaba comiéndole la boca al negro, mientras sentía en su mano, como iba creciendo bajo los calzoncillos el enorme pollón de Yoyo, y deseando chuparselo como una puta perra.
Según me había dicho Rashîd.
, Eric ya iba a gusto, y bien colocado de varias cosas que se había tomado, tenía un buen calentón encima, y la monstruosa polla del negraco, lo había aumentado más si cabe.
Yoyo no se quedaba quieto tampoco, inclinándose por encima del niñato, sobándole el culo con sus manazas por encima del pantalón de deporte, ese culito que tiene mi amigo tan hermoso, suave, tierno y apretadito, imaginándose el pervertido, como va a follarselo hasta partirle el boquete en dos.
El chulito, no paraba de agarrar y magrear con su mano ese pollón enorme, que se marcaba al machote bajo los calzoncillos.
El maricón no quería solo sentirlo, también quería ver las dimensiones del vergajo que le colgaba entre las piernas, y sacándoselo por un lado de la braqueta, junto con la bolsa de los huevazos, empieza a devorárselo a lametadas.
Eric se la metió en la boca sintiendo el impacto del cipote calentito dentro de su paladar, notando la gran raja del capullo rozándole la lengua, y los labios desplazando la piel sobre el pedazo de pollón, que era interminable.
Esa polla era tan larga como su cara, el niñato intentaba tragársela entera, pero sólo puede cubrir la mitad con la boca, y eso, haciendo muchos esfuerzos.
Yoyo le cogía de la cabeza con las dos manos, intentando como un animal clavársela en su puta boca hasta el fondo, pero Eric rápidamente se liberaba del cipote, dándole arcadas y sin poder respirar.
RASHÎD: Fijate bien Niko, que ahora viene lo mejor.
A los cinco minutos de estar chupándole la polla, entraron los negracos de Yoyo, agarrándolo bruscamente por el cuerpo, y sometiéndolo con violencia.
Sin dejar de obligarlo a mamarle el cipote a su jefe, lo pusieron con el culo en pompa, le arrancaron los pantalones de deporte, desgarrándolos del tirón, y el primer negro que lo violó, le metió todo el cipote de una sola clavada.
Eric chillaba como un cerdo en el matadero, el puto negro con la polla como un bate de béisbol le desgarró el ano, todo entero sin importarle los gritos de dolor del chaval, al contrario, cuanto mas chillaba el Eric, más fuertes y brutales eran los pollazos en el ojete.
Uno tras otro, se fueron turnando para violarle el ojete a mi colega, Eric no paraba de llorar pidiendo clemencia, suplicandoles que pararan, que le dolía muchísimo, mientras lo sujetaban y lo sometian a las vejaciones más crueles.
Yoyo se había arrodillado en el borde de la cama, con el cipote delante de la cara del chulito, pegándole en ella con los 2 kilos de verga, que le colgaba entre las piernas, e intentaba acallar los gritos del niñato, metiéndosela a la fuerza por la boca.
Eric se resistía intentándo liberarse, pero todo era inutil ante la fuerza que ejercían sobre él, los negracos estaban cuadrados, y mientras uno de los negros se lo follaba por detrás, los otros dos lo sujetaban para que no se moviera.
Mi pobre amigo, no dejaba de tragar por su culito respingón, a cuatro patas con el pecho apoyado en el colchón, turnándose los tres negros le seguían dando bien por el culo, cambiándo de una polla a otra, y sin parar aúnque le sangrara el ano.
Yoyo, no se anduvo con contemplaciones con el niñato, le partió la boca a Eric de una clavada, era imposible que aquél pollón cupiera en su boquita tan pequeña, pero entró casi todo…, ¡Y como entró Joder!, entera se la tragaba a la fuerza, con las comisuras de los labios destrozada, y la mandíbula totalmente desencajadas.
Se podía ver que mi compañero sufría bastante, le chupaba la polla obligado, se sentía vejado, y humillado por los insultos que le decían los negratas, mientras lo violaban entre todos.
NIKO: ¡Uffff! Esto es super fuerte tío, ya sé que está mal, pero tengo un calentón encima de ver como lo violan, que la polla me va a explotar de lo gorda que la tengo.
¿Por que no me la chupas colega, mientras sigo viendo la escena?
Yoyo, ordenó a sus muchachos que pusieran al niñato contra la cómoda, dos de ellos lo sujetaron bien para que no se moviera, poniéndolo de espaldas a él, y el otro negro, le separaba las nalgas con las manos, regalándole a su jefe el boquete del culo bien abierto.
Rápidamente se levantó poniéndose de pie detrás de Eric, le levantó una pierna apoyándola encima de la cómoda, y de un puntazo le metió el pollón reventándole el ojete.
Mi compañero al sentir aquella polla de caballo, atravesándole todo el culo, gritaba llorando de dolor y suplicaba clemencia sin parar.
El cabrón de Yoyo, se lo follaba con tanta fuerza y tanta crueldad, que la polla de Eric rebotaba de lado a lado golpeando la cómoda como loca, mientras los tíos que lo sujetaban le escupian en la cara, y le cogían de los pelos retregándole los labios por sus cipotes.
Yoyo se cansó de escuchar los lloriqueos del niñato, lo agarró por el cuello y apretó con la manaza, dejándolo casi sin respiración.
Eric se meó por las patas a bajo, se orinó literalmente de miedo formando un charco en el suelo, cuando escuchó a Yoyo decirle pegado a su oreja.
, o te callas perra, o te ahogo aquí mismo.
Ahí empezó la follada desenfrenada de vicio depravado, ahora el jefe tenía el control del culito de mi amigo, que no paraba de partirle el ano en dos con cada envergada, mientras miraba con ojos de sádico, como su cipote le abría en canal las nalgas al niñato, y le domaba el ojete como un puto vaquero.
El negro cabrón era el puto amo, se lo tiraba por detrás agarrándolo por las caderas, y atrayéndolo bruscamente contra su polla, al mismo tiempo que disfrutaba mirando al niñato chulito, tragando polla por el culo como una maricona loca.
Después de haberle reventado el ano, se lo llevaron hasta la cama y lo tumbaron boca arriba, con la cabeza por fuera del colchón.
Dos de los tíos, lo agarraban de los brazos y de las piernas, abriéndoselas y espatarrando a Eric a todo lo ancho de la cama como un puto compás.
El otro negrazo le metió la polla por la boca, y comenzó follándosela a lo bestia.
Según se veía el macho, estaba situado de frente a mi colega, con el culazo redondo hacía los espejos, con la cabeza de Eric entre sus musculosas piernas, y dándole envergadas por la boca cada vez que se inclinaba.
Yoyo seguía a lo suyo, que era joderle bien el ojete al niño, se le podía ver como el capullo rosado e hinchado, emergía de aquella zanja, para luego desaparecer otra vez, y así varias veces, hasta que no salió mas.
Como un puto animal le destrozaba el culo, lo punteaba separándole con las manos los glúteos, al mismo tiempo que lo elevaba hacía arriba y le enfundaba el cipote todo lo que podía.
Era un no parar de violarlo, se lo follaron por la boca, y por el culo ferozmente, como una puta tribu de indígenas salvajes, muy despiadados y crueles.
Hubo un momento que Yoyo, tenía a mi coleguita tendido boca abajo en la cama, sentado encima de su espalda, haciendo presión sobre él, y los tres negros, uno trás otro se echaban encima de Eric para follarle el culito, como si fuera un brutal corre turno.
Se reían del chaval, y comentaban entre ellos guarradas sobre él, mientras esperaban que les tocara taladrar con la polla aquél boquete roto, y reventado por el grosor de sus vergas.
El aviso del relevo entre ellos, era escupirle el boquetón de semen, que se corriera el follador en el culo de Eric, y que el próximo lubricara su pollón con el esperma del anterior.
Por último se lo folló el negrazo de su jefe, Yoyo lo colocó a cuatro patas como una perra, y comenzó envergarle el ojete lleno de semen.
Perforar con el cipote en aquel túnel sin ningún problema, resbalándolo hacía dentro con todos los espermas mezclados, follándole el culito a tope, mientras su ano tragaba y devoraba a bocados su tranca de animal.
Los tres negros cabronazos se colocaron al rededor del cuerpo tendido de Eric, tocándose las pollas, pajeándoselas suavemente, reanimando otra vez la empalmaera y poniéndose los cipotones bien duros.
¡Que gustazo! Me ponía guarro y super vicioso, ver a ese abusón del internado follado y violado, por los cipotes de esos negrazos.
El placer de Yoyo al correrse en el ojete de Eric, fué alucinante, se le veía la cara de gustazo al negraco, mientras le inundaba por dentro, y vaciba sus huevazos de leche caliente.
Yo iba por el mismo camino, Rashîd se empleaba a fondo trabajándome el pollón con su boca, y estaba a punto de correrme.
No pude avisarle al mamón, me corrí de gusto sin darme cuenta, anegando y empapándole toda la boca de semen.
NIKO: ¡Aaaaaa! ¡Siiiiiii! ¡Que boca tienes mamón! Entre tu boca chupándome la polla, y la follada que le han dado los negrazos a Eric en el culo ¡Ufffff! ¡Que vicio macho!
RASHÎD: Te ha gustado mi mamada.
¿Ehhh? Me encanta mirarte la cara de placer que pones, cuando te corres chaval.
Tienes la lechesita deliciosa, y super rica.
¡Mmmm! Es una gozada saborearla.
¿Te ha puesto vicioso ver a tu coleguita violado a tope?
NIKO: ¡Ufffff, Colega! Ha sido una pasada tío, ver como le reventaban el culo al chulito del colegio.
No me suelen gustar las violaciones