El juego del «gusanito» parte 3
Un nuevo gusanito llega a la vida de Jorgita y Laurita.
Después de que Roberto se fuera de nuestras vidas, de nuevo nos quedamos sin jugar con un gusanito, hasta que Rafael, ex de mi madre y padre (supuestamente) de mi hermanita Laura volvió un tiempo con nuestra madre, Janeth.
Ellos habían terminado porque mamá se cansó de que por el trabajo de trailero que él tenía, a ella la descuidaba mucho pues como tomaba viajes largos pues eran mejor pagados, en ocasiones pasaban hasta dos semanas sin verse y cuando lo hacían era en ocasiones por unas cuantas horas o unas noches y él llegaba muy cansado.
Pero él la buscó y convenció de intentarlo de nuevo.
A los dos meses aproximadamente, y al llegar Rafael de un viaje muy largo, no encontró a mamá en la casa pues ella y Laura estaban en el mercado.
Así que se dió un buen baño con agua fría para bajarse un poco la calentura y se metió a dormir a su recámara, pero al poco rato me llamó.
–Jorgito, ven por favor…
Y yo fuí presuroso pues mamá me había dicho que lo obedeciera para que no nos dejara.
–Mande, Rafa…
–Jorgito, ven un momento…acuéstate a mi lado, anda.
Y yo le obedecí y me subí a la cama y me metí entre las cobijas y al abrazarlo me dí cuenta que estaba desnudo y con una gran erección.
Me sorprendí un poco y él lo notó y sin decir nada, me abrazó a él y me acarició, yo en pijama. Me puso de espaldas a él y se acomodó para que su gusanito quedara a la altura de mis nalguitas y sintiera yo su pene entre ellas.
–¡Ay, Jorgito, qué lindo estás! Me gustaría jugar contigo, ya que no está tu madre…¿me dejas quitarte toda tu ropa?
Y yo asentí. Entonces Rafael, mi padrastro, me desnudó por completo y me subió sobre él para frotarme con su pene en mi agujerito…
–¿Te gusta, Jorgito? ¿Sientes rico en tu colita?
–Siiiiii, me gusta su gusanito.
–¿Le darías besitos?
— Si Usted quiere, sí…
Así que él se recostó en la cabecera, abrió sus piernas y me invitó a hacerlo y yo tímidamente me acerqué y le dí besitos. Él me iba guiando, señalando con sus dedos dónde quería los besos. Luego, me pidió sacar mi lengua y lamerlo desde su base hasta la punta y meterme una parte en mi boca y aunque me daba un poquito de asco al principio, acepté. Luego, me dijo que abriera la boca y metió y sacó su glande en ella durante un buen rato y me pidió siguiera yo solo hasta que se vino en mí. Me sujetó de la cabeza y me pidió beberme toda su leche y yo lo hice extrañado por su sabor y consistencia.
Se separó de mí y de nuevo me abrazó…su pene aún seguía duro pues había estado fuera como diez días.
-Rafa, mira, tu gusanito sigue duro– le dije inocentemente.
–Se llama pene o verga, no gusanito..
–Ah, es que don Raúl nos decía que se llamaba gusanito y le gustaba jugar con nosotros–dije sin pensarlo.
Y él entonces me hizo contarle cómo jugábamos Laura y yo con don Raúl y con Roberto después.
Él se sorprendió y enojó un poco al saber que a su hija se la había cogido Roberto.
–¿Entonces a tí no te cogió Roberto, Jorgito?
–No–le respondí, sólo me metió sus dedos en mi colita…
–Mmmmmmmh, a ver, voltéate y enséñame tu colita. ¡Uyyyyy, Jorgito, qué lindo culito tienes! Y comenzó a frotarme ahí con sus dedos, llenó uno con su saliva y lo metió y sacó, después dos, y yo aunque me dolía un poco, aguantaba por verlo feliz… luego, me puso en cuatro, llenó mi culito y su gusanito con aceite para bebé y comenzó a frotarlo. Yo estaba feliz de tener de nuevo con quien jugar.
Luego, puso su glande en mi dilatada entrada, con una mano me sostuvo de la cintura y con la otra mantuvo su pene en mi colita para poder penetrarme. Empujó un poco…¡Y entró su glande!
Yo solté un grito de dolor, y le dije que ya no quería jugar, que me dolía mucho, que me lo sacara, pero él me tapó la boca con su mano y me pidió callarme.
–¡Qué culito tan lindo y rico tienes, Jorgito! ¡Y qué rico me lo aprietas! Tienes que aguantar, pues apenas va mi cabeza. ¡Hoy vas a ser mío por entero! Tu culito me pertenece y tú serás mi putito.
Yo sollocé un poco y una lágrimas cayeron de mis ojos. Y entonces sentí que su pene entraba aún más en mí…
–¡Uyyyyy, ya te entró la mitad, Jorgito! No te imaginas lo rico que siento y el placer que me causa ser el primero en cogerte…
Y sin más, me dejó ir todo su gusanito hasta sentir sus testículos y vello en mis nalguitas.
Me sentí morir del dolor y lo mucho que me ardía sentirlo, pude sentir cada centimetro de su pene invadirme y llenarme por completo. Sentí que algo se rompía en mi interior. Lloré y le pedí parar, pues sentía que iba a hacer popó, él me dijo que mordiera las sábanas y aguantara, porque ahora sí me iba a coger, y empezó un mete y saca muy doloroso para mí y muy placentero para él.
Mientras lo hacía jadeaba y bufaba como toro, se ponía como loco y olvidándose qué yo era un niño de apenas 7 años, me cogió con mucha rudeza y fuerza. Al final, se desplomó sobre mí y dando un fuerte grito, descargó su semen en mí. Luego, salió de mí y pude escuchar un ¡plop! semejante al descorche de una botella cuando salió por entero de mí.
Me condujo al baño, y me sentó en la taza para que pujara e hiciera del baño y sacara su semen de mí. Me bañó y limpió muy bien, me consoló un poco, se bañó también él, nos secamos y vestimos y me llevó a un parque para comprarme una nieve.
Muchas veces, a partir de ese día, y cada vez que llegaba de viaje o mamá no estaba, me penetró. A mí acabó por gustarme y además me chantajeaba diciendo que si yo no me dejaba él nos iba a abandonar. Y entonces yo, por gusto y porque no nos dejara, lo complacía.
Me cogió desde los 7 hasta los 9 años, y todo iba bien, hasta que, como al año lo sorprendí a él y a Laura ¡su propia hija!haciéndolo. Ella y yo nos platicábamos todo, cuando sentíamos que algo nos superaba u debíamos decirlo. Yo entendía que a mí me obligara a ser suyo, ¿pero a su hija?
Debo decir sin embargo, que a ella la tocó menos veces y que me buscaba más a mí. Su gusto eran los niños, sin duda.
Algo salió mal entre mamá y él y después de dos años se separaron de nuevo…
Meses después, llegó un nuevo cómplice de juegos a nuestras vidas, más perverso, a pesar de su edad, que los anteriores…pero esa es otea historia…
Uf que rica historia, ssbrosisisisismo.