El juego del «gusanito» Parte 4
Un nuevo «gusanito» entra en la Vida (y hoyitos) de Laurita y Jorgito.
¿Qué tal, mis queridos lectores? Traigo a Ustedes la cuarta y ultima parte de esta serie. Les recuerdo que son vivencias de un amigo de Telegram que me pidió rekatar por él…
Al abandonar Rafael, padrastro de Jorgito y padre biológico de Laurita a ellos y a su mamá, nuestros pequeños protagonistas, Laura y Jorgito, se quedaron un tiempo sin jugar lo que para ellos ya era su juego favorito.
Hasta que, pasado un tiempo, cerca de un año, cuando Jorgito tenía casi 10 años y su hermana Laura poco más de 11, Janeth, su mamá, preocupada, le pidió a una tía de ellos qué los cuidara para que no estuvieran solos en casa.
Rubén, de 16 años un hijo de ella, un adolescente con las hormonas descontroladas, con un pene delgado de cerca de 15 cm, y quien desde pequeño espiaba a sus papás para verlos coger, su padre le preguntaba si le gustaba tal o cual artista qué aparecía en paños menores en tv.
En fin, tuvo un desarrollo sexual precoz motivado por todo ello. Dejemos que Jorgito nos cuente esta experiencia:
» Rubén, mi primo, desde que tenía 14 años y yo 8, gustaba de enseñarme su pene, de buen tamaño y con algunos pelos ya.
Me hacía tocárselo y masturbarlo un poco, pero nunca se atrevió a más.
Cuando tenía 16 años y nosotros casi 10 y 12, se quedaba mucho tiempo a solas con mi hermana y conmigo para cuidarnos.
Y muchas veces me dijo que mi hermana le gustaba mucho, que estaba bien rica para meterle toda la verga, que si yo lo dejaría cogerla, y cosas así. En ocasiones se acostaba enserio de nosotros dos y la tocaba, acariciaba y ponía de cucharita para penetrarla un poco.
Yo fingía no ver nada y me distraía con la televisión.
Luego, a solas él y yo, me platicaba lo que le había hecho, que se sentía muy rico, que era su mujercita… A esa edad yo sentía curiosidad y morbo y le preguntaba que cómo lo metía, si a ella le gustaba y cosas así.
Recuerdo que en una ocasión la estaba penetrando, conmigo al lado y sin decirme nada, me tomó la mano y la llevó a su vulva, para que sintiera cómo la penetraba, cómo entraba y salía su pene de ella. Ella le pedía que no se la metiera toda, pirque la rozaba e irritaba, pero el muy cabrón la ignoraba y la empalaba totalmente. Yo sólo reía al verlo, tocar su pene mientras la cogía y después cuando la abría de piernas, me excitaba mucho verle sus nalgas y cómo se movía encima de ella…
Después de hacerlo con ella, y mientras ella salía al baño, él con señas me decía que había estado rico, mientras él se limpiaba ahí mismo.
Siempre que podía, se la cogía y cuando no, me platicaba y se erectaba. Me decía que le entrara, que yo también la cogiera, qué se sentía bien rico, y que si yo queríaélhablaba con ella para convencerla, pero yo me negaba.
Pronto, él quiso tener más privacidad con ella, ponerla en otras posiciones, no nomás de lado.
Y me prestaba su videojuego o me pedía ver la tv en la sala para cogerla agusto. Pero yo regresaba por pura perversión a verlos, y es que mi hermana era muy sumisa y él ka ponía como quería.
Una noche, que se quedó a dormir conmigo, me platicó lo rico que la cogió, cómo sentía que su pene topaba en su vagina, que ella lo tocaba y hasta me preguntó si no lo había visto.
Y él me platicaba de ella y lo que habían hecho, y yo le preguntaba de sus vellos, de su pene y huevos, total, que se enojó y me dijo:
–Bueno, primo, ¿Por qué me preguntas tanto? Se me hace que te gusta la verga, primito…¿Me la quieres ver, o qué?
—No, primo, cómo crees, es pura curiosidad…
Pero se desnudó y me hizo desnudarte y así dormimos, aunque no hicimos más.
En una ocasión teníamos una reunión familiar en la casa, y él aprovechaba cualquier descuido para estar con ella y penetrarla, pero no lo dejaban terminar pues mi mamá a cada rato la llamaba.
Y ya en la noche, a solas él y yo me pkaticaba cómo la tenía, que ya casi acababa y la llamaban, etc.
Y yo bien inocente preguntándole de él, que si lo besaba, que si le decía algo de sus vellos, y él de nuevo me preguntó:
–¿Que, wey, te gusta la verga, o pir qué preguntas tanto?
–No, primo…
Estábamos de lado y comenzó a hacerme la broma de que si quería verga arrimándomela. Y yo me resistía.
Me dijo que siempre había querido penetrar a mi hermana por el ano pero que cuando quiso lloró.
–Deveras, primito, ¿nunca te han metido una verga por el culito?
–Que no, primo…
–¿A poco mi tío Rafa no te cogió? Porque yo los veía muy juntamos a Ustedes dos…
Yo no supe qué respo der y le pedí que nos durmiéramos ya. Pero él tomó una de mis manos y la llevó a su pene. Esa noche me hizo masturbarlo, pero a la siguiente me puso a chuparlo y me dijo que quería sentir un ano y me insistió hasta convencerme, aunque no me entró toda, pero sí acabó adentro de mí.
Recuerdo que mi padrastro Rafael me penetraba mucho, y hasta al fondo, supongo me cerré por falta de uso pirque con mi primo me dolía aunque no me lo metiera todo. Con mi padrastro al contrario, disfrutaba ser penetrado.
Al día siguiente yo trataba de sacar el tema con mi primo, pero él me ignoraba. Tal vez por sentirse mal o sentir que era homosexual, no sé.
Poco a poco le entró el morbo de juntarnos, tal vez pirque conmigo platicaba de ella y con ella de mí.
A mí me decía que quería hacérselo por el ano a mi hermana, que porque yo tenía un culo muy rico y apretadito y que gemíacomo mi hermana al estarme cogiendo. Y a ella le decia que si no queria que el me llamara para que yo le acomodara su verga que el quería yo sintiera como le entraba, y también le decía que yo le chupaba todo lo que él me pedía.
Un poco humillado, un dia le dijo:
–Tu hermano hace todo lo que yo le dijo, me chupa lo que yo quiero.
Y así, cogiéndonos fue que nos dijo, a ella que si no queria ella que yo participara:
–¿No quieres que tu hermano me toque? Por lo menos que vea…
A mí solo un dia me dijo que le estaba diciendo a ella que yo viera o le tocara la verga en la penetracion,que queria yo sintiera como entraba en ella y que cuando ella dijera que sí, me avisaba.
No queria yo tampoco, pero pues yo estaba bien acostumbrado a obedecer o más bien yo si quería porque es rico, pero lo que yo no sabía era que él le iba a decir que me penetraba.
Y un dia los tres en la cama asi sin mas el dijo:
–Yo creo que hoy se hace.
Y comenzó con mi hermana asi de lado y ya ahí me dijo que metiera la mano, mi hermana renuente, a decir verdad. Pero el le decia que se dejara. Hastame acuerdo que la puso de boca arriba y él se encueró y yo me asusté o quien sabe ya de cerca verlo cogérsela.
Me dijo…
–Tócame las nalgas
Y lo hice . Ahí ya fue sin nada de pena, él sudaba mucho en el sexo pero esa vez sudó demasiado.
Después ya él le dijo que lo montara y ella lo hizo y su pene se esfumó.Me pidió acariciara sus pelos, la tenía bien penetrada. Y me dijo:
–Asómate por atrás a ver cuánto falta.
–Nada, primo.
Sus pelos de él quedaban justo en su conchita, como pasto.
Para mi hermana sí fue fuerte, porque le preguntó qué quería que yo hiciera, que si queria me lamiera algo o tocarla.
Ella sólo le decía incómoda que ya se viniera.
–Ya Rubén, ya vente, le decía.
Y ahí fue cuando le dijo que no le diera pena porque también me cogía a mí.
–Tú tranquila, Laura, sin pena a él también se la meto en las noches.
Ella comenzó a moverse para que eyaculara, apretaba los muslos.
Mi primo la dejó y en un momento la detuvo. Mi hermana solo dijo:
–¿Qué, Rubén?
–Es que ya me voy a venir, chiquita.
Mi hermana quiso seguir para que se viniera y mi primo dijo:
–Se los voy a echar a tu hermano
Y así lo hizo, no me penetró, sólo me bañó en leche. Se paró por una toalla, la limpió, le chupó la conchita, me limpió a mí toda la espalda y nalgas, y se sentó en medio de ambos a ver la tele.
A mí no me gustaba para nada cuando me penetraba con ella ahí.
Recuetdo que en cierta ocasión a nosotros nos penetró por turnos, se subía ella y después la bajaba y me subia yo.
Él puso una silla y con ella era de frente yconmigo de espaldas.
Era muy enfermo mi primo, a pesar de su edad, pero fue la culpa de quienes nos dejaban solos y que desarrolló el morbo de hermanos porque juntarnos o que participáramos lo ponía como toro.
Nos metió la verga mucho tiempo. Bajaba las veces pero seguía con los dos, unas más ella otras más yo.
Es chistoso pero lo que no hicieron tres adultos ¡lo hizo un adolescente!
FIN
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