El juego del teto
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hacia poco que me había dejado mi novia, cuando acudí a la boda de mi prima. Era pariente lejana por parte de madre, pero mis padres querían quedar bien con ella ya que nos había invitado a todos. Pensé en no acudir, pero la perspectiva de pelearme con mis padres no me gustaba.
Así que cuando me encontré sentado con los primos y primas del novio y un primo lejano mio, pensé en largarme a toda velocidad del banquete tan pronto se hubiera acabado la comida. Pero la verdad es que mi primo se convirtió en una compañía mas divertida de lo que esperaba, era un par de años más joven que yo(por aquel entonces yo tenia 21). Nos pasamos la comida charlando, bebiendo y riendo como locos. La verdad es que me lo pasaba genial, para mi sorpresa, por eso no me inmute cuando al final del banquete nos quedamos solos en la mesa, al marcharse el resto. Mi primo quería picarme para que sacara a bailar a alguna de las invitadas, pero la verdad era que ninguna me atraía en lo mas mínimo. Por eso le dije en broma que antes jugaba al teto con él, éste se rió y dijo que en todo caso eso lo teníamos que discutir, haber quien era el que se dejaba encular, siguiendo la broma le dije que el que tenia la polla mas grande se follaba al otro, entonces para mi sorpresa dijo riendo pues en ese caso ya podrías prepararte. Eso me dejó un poco excitado, podría decir que era el vino, pero seria mentirme a mi y a todos, era una parte de mi que despertaba y que otra parte de mi quería dejar bien encerrada. Me pasé toda la hora siguiente picando a mi primo, diciéndole que si era un fanfarrón,… al cabo de la hora me fui al baño ya que el vino hacia su efecto y tenia que mear.
Cuando estaba en el urinario de la pared oí abrirse la puerta del baño, cuando me giré, más por inercia que por otra cosa, vi a mi primo que se puso a mear un par de urinarios más allá. Yo terminé y me fui a lavar las manos, pero esa parte que despertaba quería ver esa polla tan grande que decía tener, temblando de nervios y excitación, sin saber bien que decir, me giré diciendo que ahora me la podía enseñar si tan grade la tenia.
– Si te la enseño tendrás que atenerte al juego, dijo sonriendo.
– No solo me dejaría encular, sino que encima te la chuparía.- dije escandalizando una parte de mi que cada vez quedaba más acallada por la excitación y el nerviosismo.
Mi primo, me dijo si estaba seguro de lo que decía, yo pensaba que siendo más joven que yo y mas bajo (yo hago 1,90 y él hacia 1,70) no tendría problemas para tenerla más grande y todo quedaría en una curiosidad morbosa satisfecha. Él me miró, levantó las manos hasta apoyarlas en la cabeza, y se giró lentamente, cuando vi su polla, quedé pasmado, era más grande que la mía, tendría unos 19-20 cm y bastante gruesa. El primer pensamiento que tuve fue que me tendría que llevar eso a la boca, primero sentí asco y reparo, pero para mi sorpresa también me sentí excitado y deseoso, pero sobretodo nervioso. Mi primo me miró sin bajar las manos, para que la pudiera ver bien, y me dijo cuando quieras puedes empezar a chupar.
Yo me acerqué lentamente, me agaché y pensaba que en cualquier momento se reiría y me diría que era broma, pero solo me miraba. Cada vez me sentía mas excitado, pero los reparos también subían y a la par de todo el nerviosismo, pensé en que ojala me cogiera de la cabeza y me obligara, pero solo me miraba sin apartar las manos de su cabeza, al final la visión de la polla esa tan grande, la excitación, curiosidad y , para acallar mi parte reacia, mi sentido del deber para pagar la deuda, hicieron que me llevara la polla a la boca de golpe y sin pensarlo, casi vomito al sentir algo grande y extraño en mi boca, pero decidí concentrarme en el glande, acariciándoselo con mi lengua, y metiendo su polla hasta la mitad para luego retroceder hasta su glande. Al principio me daba un poco de cosa mostrar lo mucho que me estaba gustando ese sabor entre salado por la orina y viscoso, ademas de notar como crecía en mi boca y palpitaba con cada movimiento mio. estuve así un buen rato, cuando notaba que empezaba a palpitar mas fuerte y parecía que iba a correrse, con mi primo que no paraba de gemir que casi llego al grito, este saco la polla de mi boca de forma brusca. Una parte de mi pensó, " bueno, se acabó, ahora se correrá, y todo quedará así" pero otra parte se excitó pensando en lo que seria probar su leche. Pero mi primo no pensaba dar la fiesta por terminada.
– No vas a librarte.- dijo mientras se reprimía y dejaba que su cuerpo se relajara.-Vamos a ese lavabo de ahí y ve bajándote los pantalones, y te agachas de cara a la cisterna.- dijo sonriendo.- Que vamos a jugar al teto.
Me quedé helado, pensé que nunca antes me habían enculado, una parte de mi pensaba que no era homosexual y que no o quería pero otra parte deseaba notar ese trozo de carne dentro de mi. Pero de nuevo pudo más mi creciente excitación, ya que ahora temblaba, pero no solo de nerviosismo sino que cada vez más de excitación aunque no lo quisiera aceptar. Me bajé los pantalones, apoyé en el váter mis rodillas para dejar mi culo a su alcance, y mis manos en la cisterna. Noté que mi primo entraba y cerraba la puerta. Apoyó la punta de su polla en la entrada de mi culo, por lo nervioso que estaba tenia las nalgas apretadas, una vez apoyada su polla, puso sus manos en mis hombros, y acercando su boca amis oídos dijo:
– Vamos a jugar al teto, tu te agachas y yo te la meto.- y diciendo ésto último me clavo su polla hasta el fondo.
El dolor que me produjo fue muy grande, pensé que me partía en dos, pero para sorpresa mía ese dolor me encantó, porque iba acompañado de un placer que no puedo llegar a describir. Cuando noté que se movía entrando y saliendo justo lo suficiente para volverla a meter, notar como palpitaba dentro de mi. Me fui relajando, empecé a gemir, y hasta empecé a mover mis caderas al compás de mi primo que jadeaba a mis oídos. De pronto noté que la polla de mi primo palpitaba dentro de mi, hasta que noté que se tensaba y se corría dentro de mi, una parte de mi se horrorizó( la parte más pequeña ahora) pero otra se excitó tanto que hizo que me corriera yo también.
Después de ésto nos vestimos y limpiamos tan bien como pudimos, y sin mediar palabra volvimos a la sala. Yo estaba confundido pensando que igual había equivocado mi vida hasta entonces. Pero cuando al cabo de unos días encontré una chica que me hizo sentir lo mismo que con mi primo, aun me quedé mas desconcertado, hasta que al cabo de un tiempo pensé que me importaba un pito lo que pensaran los demás, si me gustaban las mujeres y me gustaba el sexo con hombres para que privarme o reprimirme? Desde entonces no he vuelto a sentir remordimientos, nunca he engañado a mi pareja, siempre les he dicho como era, también tengo claro que nunca la engañaría con otra mujer o con un hombre. Pero si estoy soltero y se cruza algún buen partido por mi camino, siempre estoy dispuesto a jugar al teto
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