EL Juez
“El guacho”.
Navegando en esta página, me anime a contarles una serie de experiencias que en forma de relatos les contare, este primero es algo largo por la introducción, espero les guste.
Déjenme presentarme, soy abogado, tengo 41 años y soy de una provincia del Estado de Puebla, México.
Comenzaba un nuevo gobierno y me invitaron a trabajar como Juez calificador, que a grandes rasgos, es el que se encarga de imponer infracciones en hechos que no sean considerados delitos como: tomar en vía pública, alterar orden, miccionar entre otros; tenía un horario de 24 x 24, es decir entraba a las 8 de la mañana y salía a las 8 de la mañana del día siguiente, éramos dos turnos, dos abogados a cargo de ese juzgado, era un horario muy pesado pero la paga lo compensaba, o por lo menos al principio eso creía hehe.
Bueno empecé con mis actividades, todo normal, me llevaban a la oficina a todo tipo de gente, el borrachín, el escandaloso, el golpeador, el que debía, en fin, sin mayor problema, hasta que un día, recuerdo fue un domingo, muy tranquilo, solo me llevaron a una persona y era por tomar en la calle.
En la madrugada del lunes como a las 4 am, me llevaron detenido a otra persona, por venir alcoholizado en la calle, cuando fue ingresado dio sus datos y resulto ser un militar o “guacho“ como les dicen en México, se le pregunto si traía para pagar su infracción y dijo que no, entonces le impuse un arresto de unas 24 horas; supongo que por la hora y por el estado en el que venía el sujeto, no le puse mucha atención. Uno de los policías, me comentó que al ser militar yo tenía que informar a su regimiento para que fuera por él, pero que ellos eran muy severos con quien hacia algo así, entre mi dije “pobre tipo”.
Trate de dormir un rato en la oficina y esperar mi hora de salida, pero como vi que solo eran dos personas, decidí dejarlas salir incluso al militar, para así poder irme más temprano a casa. Debía leerles su acta administrativa para que firmaran y se fueran, entonces fui con los detenidos, claro yo siempre por fuera de la celda, por seguridad nunca entraba solo, siempre iba acompañado de un policía, el caso es que el primer borrachín estaba bien dormido por su estado, así que lo deje, fui hablar con “el guacho”, que en ese momento supe que se llamaba Martin, le pedí que se acercara a la reja que le iba leer su acta, en ese momento el policía que me acompañaba me pidió permiso para ir al baño, le dije que si, al fin al cabo “el guacho” estaba detrás de las rejas no le vi mayor problema.
Cuando empecé hablar, él me interrumpió diciéndome: “por favor Lic. déjeme ir, no soy de acá, y no tengo quien venga a pagar mi multa, pero sino regreso antes de la entrada al regimiento me van arrestar y allá son varios días y es muy pesado, por favor no sea malo, en serio soy buena persona, no le hacía nada a nadie, solo me tome unas frías, y por eso me trajeron, ándele déjeme ir”…
Mientras él hablaba, yo lo observaba detenidamente, y sin ser un tipo guapo, tenía facciones muy viriles, unos dientes sorprendentemente blancos, ninguna imperfección en la cara, solo que era muy muy moreno, casi tirando a negro, y sin querer mire su cuerpo y pude darme cuenta que tenía un muy buen y formado cuerpo, supongo por el ejercicio que hacían en el cuartel, era un tipo como de 175 más o menos.
Estando muy absorto en su cuerpo, escuche que dijo: “ Lic., Lic., por favor hágame caso, mire si quiere le dejo mis botas y después vengo a pagarle, o dígame Ud. que quiere y yo hago lo que Ud. me diga, pero déjeme salir”. En ese momento me quede pensando y el diablo se me metió, le dije: “¿haces lo que yo quiera?”, y él me dijo; “si Lic. lo que Ud. quiera, solo dígame y yo lo hago”, supongo por su desesperación o nunca se imaginó lo que yo le iba a pedir, eso fue lo que me dijo. Me quede pensando un momento y le dije: “bueno mira, tú tienes algo que a mí me interesa, y si quieres irte solo dámelo”. Me respondió en su ingenuidad: “en serio Lic., no tengo nada, solo mis botas si quiere se las regalo, pero déjeme ir”. Entonces dije es ahora o nunca y mirándole la entrepierna le volví a repetir: “si tienes algo que me interesa y me gusta mucho”, en ese momento el guacho entendió lo que quería, se quedó serio, respondiéndome: si Lic, pero aquí dentro, Ud se va a meter” y le dije claro que no, en eso nos interrumpió el policía que había llegado del baño y le dije “dame unos minutos con el detenido” y me dijo si y se fue para poder hablar con el guacho a gusto hehe.
Una vez que se fue el policía, mi mente ideo como hacerle para que los demás no se dieran cuenta y le dije al guacho: “mira te voy a dejar ir, pero me vas a esperar en la parada de buses, que están enfrente del penal” .., mientras el guacho me veía …” si te vas, tengo tus datos y llamo al regimiento que estuviste detenido, así que tú sabes, y para que no sospeche el policía, me vas a tener que dejar tus botas para dárselas a él y no te pregunten nada, está bien”…
El guacho solo movía la cabeza, en señal de aceptación, cuando me di cuenta ya eran casi las 6 de la mañana, me apure con el plan, regrese a la oficina y le dije al policía que me trajera a los detenidos.
Pasaron unos min, el primero que trajeron fue el borrachín que todavía venia dormido, le hice que firmara y se fuera, después trajeron al guacho, igual le dije que firmara y se fuera, el guacho firmo y procedió a quitarse las botas y se fue, el policía se me quedo viendo intrigado, le conté, que cuando él se fue al baño, el guacho casi llorando me suplico que lo dejará ir, me conmovió le conté que le dije al guacho que por mí no había problema en dejarlo ir sin pagar, pero que tenía que dejarme algo para el policía para que no sospechara y que por eso me dejo sus botas, el policía las tomo y me dijo: “oiga que buena persona es Ud.”, le dije gracias: “solo por favor no comente que un militar estuvo detenido”, y me dijo: “no se preocupe”.
Una vez que se retiraron, firme mi salida, le dije al policía que necesitaba irme temprano que no había detenidos y que le informara al otro abogado, y como estaba muy contento por sui botas nuevas, me dijo si váyase sin problema yo le informo al otro abogado.
Subí a mi coche, salí despacio para ver si estaba el guacho en la parada y efectivamente ahí estaba sentado, esperando, me estacione y le dije: “sube rápido”, obedeciendo se subió, me dijo: …”Lic. necesito irme antes de las 8..”, no le respondí y tome rumbo a un motel cercano que conocía, entramos a la habitación, le dije: “desvístete”, quitándose su ropa de pie, junto a la cama, primero una chamarra que llevaba, su camisa, su pantalón, fue ver toda una escultura griega, un cuerpo marcado, sin ser musculoso, pero sin nada de grasa, fornido, unas piernas gruesas, un pecho fuerte, lampiño; se quedó solo en una trusa gris, la cual le marcaba un enorme bulto, le dije: “espera”, me acerque a él, me agache, y mordiendo con mi boca ese bulto, su olor era embriagador, olía a orines, a hombre, me dedique a morderlo y olerlo un rato, para después bajarle su trusa con cuidado y ver ese manjar, que sin estar erecto media como unos 18 cm, negro, venudo, con muy poco vello, y unos huevos de ensueño, grandes y muy lechosos, me puso a besarlo y pasarle mi lengua de arriba abajo, para pasar a mamársela y hacerle una felación intensa, él no me tocaba, solo se dedicó a disfrutar.
De pronto esa verga negra comenzó a erectarse, y tomar un tamaño monumental, solo podía escuchar leves gemidos del guacho, cuando vi que ya estaba en todo su esplendor esa verga, rápidamente, me quite la ropa, para quedar desnudo delante de él, claro había una diferencia de cuerpos, que sin tampoco ser fitness, me mantengo delgado y conservo buena condición por el trabajo, le dije:; “cógeme”.
Me acosté boca abajo en la cama, solo poniéndome saliva con las manos entre mis nalgas, sentí como él se subía a la cama, solo alcance a escuchar que me dijo: “te va a doler”, le respondí: “anda cógeme”; sentí como escupió su verga y escupió en mi ano, que ya palpitaba por recibirlo, y así la coloco en mi entrada, le dije: “ponte condon”, sujetándome de la espalda y con una gran fuerza, me la metió, el dolor fue intenso, y solo fue una parte de su verga, me dijo: “¿sigo?” y yo: “si dale”; Empujo más su verga hasta clavarla toda, sentía un dolor intenso, y tratando de resistir, le dije: “no espera, déjame acostumbrarme a su tamaño”, el guacho me respondió: “no tengo tiempo, además esto querías, así que te aguantas” y comenzó un bombeo que sentí que me partía a la mitad, trataba de resistir pero el dolor era insoportable: “espera por favor” le repetía una y otra vez, el guacho solo se dedicó a cogerme de forma cada vez más intensa y violenta, solo sentía su respiración en mi nuca, yo solo apretaba los dientes y con fuerza las sabanas de la cama, en serio parecía perro cogiendo a su hembra, cada vez más intenso, escuchaba el sonido de su pelvis en mis nalgas, parecía que quería matarme, fueron minutos de un dolor inimaginable, después de estar un rato así me dijo: “me voy a venir”, solo sentí como tensó su cuerpo, emitiendo un gran: ahhhhhhhhh, clavándomela aún más dentro. Rápidamente la saco, escuchando como si un tapón saliera de una botella, ordenándome: “¡vámonos!”, el comenzó a vestirse, yo lentamente me pare y me dirigí al baño, a lo que me dijo: “¿A dónde vas?, ya cámbiate así, vámonos que no tengo tiempo”, solo con la misma sabana alcance a limpiarme y ver que algo me escurría, era una mezcla entre semen y sangre, de forma sumisa, comencé a vestirme con dolor en el trasero y apenas podía caminar.
Ya vestidos subimos al carro y salimos del motel, me ordeno: “llévame al cuartel”, al llegar a una cuadra me dijo: “déjame aquí”, me detuve, al bajarse me dijo: “espero lo hayas disfrutado” me sonrió y lo vi retirarse.
Me quede un momento viéndolo partir, y tratando de asimilar lo que había hecho, mire el reloj y eran exacto las 8 de la mañana, me fui a la casa, y en el camino entendí el provecho que podía de ahora en adelante sacarle mi puesto como Juez.
Espero les haya gustado, después les contare más experiencias que me sucedieron, porque esta solo fue el principio de muchas más.
Espero que puedas contarnos pronto otras historias. Esta me dejó muy prendido
Claro, pronto vendrán más
Que afortunado, muy excitante tu relato, bue brutal la cojida pero te gustó, cuenta más, que y a quienes te has echado, saludos..