El largo camino -Capítulo VI – Vuelta al trabajo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por mena55.
Al día siguiente, Lucio acompaño a los niños hasta Benavente, donde pasaron el día en una posada descansado.
Ya David se le había olvidado un poco le que le habían hecho.
Esa mañana almorzaron junto con los cuatro soldados.
-Lucio- Alvaro, hable con Juan, va de camino a Madrid.
Aun esta con el deseo de adoptaros…
-Alvaro- Por ahora no… además David y a mi nos gusta esta aventura… nos lo estamos pasando bien ¿verdad?
-David- ¡Si, muy bien!
-Raul- Ya lo veo… no se preocupen, ya iremos hablando a los soldados de vosotros…
-Alvaro- ¡No! no digan que somos putos, eso es cosa nuestra…
-Lucio- No diremos nada, pero sí que os ayuden si necesitan algo… pero yo os seguiré de lejos, no se preocupen…
-Alvaro- Además, tengo la carta de la monja
-Lucio- ¿Qué carta?
.
-Alvaro- Una que nos dio, que fuéramos por los conventos y nos ayudarían con cosas, comida… y también la de Juan, que cuando fuéramos a Valladolid fuéramos a la Plaza Mayor y allí nos darían algo de parte de el… y en otras ciudades…
-Roberto- ¡No te preocupes por ellos! ¡Lucio! mira, la parte de la comida lo tienen y además con que pongan el culo a un par cada día, ya se han sacado un dinero, ¿qué más pueden pedir? ¿no los reyen viven como ellos de bien! -todos rieron!
-Lucio- Yo en eso no me preocupa, me preocupa su seguridad
-Raul- Mira, si van así de pobres, nadie notara que esos dos tienen dinero y siempre nos tiene a nosotros
Los dos niños se despidieron de sus amigos y volvieron al camino junto con burrita a Madrid.
Ya para Alvaro encontrarse con su tía era lo de menos, le gustaba los caminos, ver pueblos.
-Alvaro- ¡David, ya me perdonaste! joder, cuando vi que te hacían eso…
-David- Alvaro no pienses mas en so… volviste a por mí y fuiste a por ayuda… además ya nos vengamos de ellos… alguna vez pienso que no me quieres, cuando me tratas un poco mal…
-Alvaro- ¿Yo? nunca te he tratado mal, bueno, solo cuando no quieres chupar un culo que huele y eso… pero lo hago para que aprendas y no te de asco… ¿piensas que a mí no me da? fíjate en Raul y Roberto… pues se lo tuve que hacer a los dos y me aguante… Bueno ahora entraremos a Benavente, podemos pasar el día viendo la ciudad, Lucio me ha dicho que es muy bonita la ciudad… ¿quieres? y tu Burrita…
-David- Ella está encantada…
-Alvaro- Dime, ¿Cómo es meterla en un coño?
-David- Puedes probarlo tú, a ella le gusto…
-Alvaro- ¿Te gusto? ¡marrana! marrana!
-David- Es distinto, es como la boca… algo así… ¿probaras? seguro que ella quiere…
-Alvaro- ¿Tu quieres Burrita? espera…
-David- ¿Qué pasa? –vio que Alvaro iba atrás de la burra y le levantaba la cola para verle el coño- ¿te gusta? ¿quieres probar?
-Alvaro- ¡Solo miraba! pero ahora no… mira, se le cierra y abre ¿estará caliente? seguro que lo que quiere es un burro…
-David- ¡Pues igual! ¡la pobre nos ha visto follar tanto! que se pone cachonda el vernos como lo hacemos y claro, que ella no es de piedra Álvaro y tendrá sus necesidades…
-Alvaro- ¡Igual será eso! ¿tu burrita quieres burro? pues por ahora te quedaras a dos velas… Mira David, hoy vamos a pasar el día viendo Benavente, Lucio me dijo que es muy bonito y que hay mercado… veremos que podemos comprar.
Después de una hora, vieron la ciudad de Benavente.
A la entrada vieron a Lucio sentado en el puente, pensaban que ya no le verían en unos días, pero allí estaba.
Lucio les dijo que ese día lo iba a pasar con ellos en la ciudad, viendo iglesias, ir al mercado.
En el mercado compraron una chaquetas, pantalones, calzoncillos, botas, incluso a burrita le compraron fruta.
Lucio les invito a comer en una posada carne a la brasa, donde los dos se pusieron hasta las botas como luego de dulces.
Aquel día decidieron quedarse a dormir en la posada, donde Lucio les acompaño a los dos.
Al día siguiente muy temprano, Lucio les dejo y marcho, les dijo que los vería ya en Valladolid, en una semana.
Alvaro le dejo su dinero a Lucio, ya que se fiaba de él, pensó que era muy peligroso llevar tanto.
-Lucio- ¡No te preocupes, tu dinero está a salvo conmigo! Raul y Roberto estará por este camino.
Seguro que les verán… para el domingo creo que estará en Valladolid, ya saldré al camino a ver si os veo…
-Alvaro- ¡Ya te vas! eres un misterio… ¿sabes? pero gracias por todo, hasta ahora todo me ha salido bien…
-David- ¡Todo no! que el otro día me violaron y a por poco me secuestran…
-Alvaro- ¡Perdona! pero fue por culpa de los dos… -le abrazo y le dio un beso-
-Lucio- ¡Así me gusta! los dos unidos… ¡chao chicos!
Lucio despareció en su caballo.
Los dos amigos cogieron a su burrita y cosas y marcharon.
A la salida de la ciudad vieron un convento de monjas, Alvaro recordó la carta y le dijo a David que iba a llamar a ver si les daban algo.
Llamo y salió una hermana muy simpática.
La religiosa cogió la carta y la leyó, les dijo que debía de consultar con la superiora, pero les dejo pasar adentro del jardín y ella fue hacia dentro.
Los dos niños vieron entrar a una monja un poco mayor con cosas en la mano que apenas podía con su alma.
Los dos niños no se lo pensaron dos veces y la ayudaron, donde la religiosa dio las gracias a los niños.
Fueron con ella hasta la concina donde ayudaron a otra hermana a entrar leña.
La religiosa que los atendió junto con la superiora anduvieron buscando a los pequeños.
Los encontraron en la cocina y viendo el buen corazón de los niños, mando a la hermana que le dieran algo a los chicos y ella los beso y los bendijo.
La hermana que fue ayuda por los niños, les dio dos cajas de pastas, un queso y una jarra de leche.
Ellos le dieron un beso que la mujer agradeció mucho aquello y les deseo suerte a los dos.
Los dos chicos llegaron a un rio muy arbolado.
Allí se quedaron los dos en bolas y se metieron en el rio, entre juegos, a los dos se les puso la picha dura y David se arrodillo para comerle el pito a su amigo.
-Alvaro- ¡Chupa, chupa! ¡qué rico!
-David- Si… vamos fuera… cogemos las mantas y lo hacemos… ¿no quieres probar? mira a burrita…
-Alvaro- No se… ¿tu quieres? –le dijo al animal- no dice nada…
-David- Creo que si… ella quiere que se la metan… ven y mírale el coño…
Los dos niños fueron a ver la vagina del animal.
David le retiro la cola y Alvaro le toco el coño que aun lo tenía caliente.
David busco un tronco para poder subirse y poder meterla.
Alvaro continuaba metiéndole un dedo por el coño húmedo del animal y David le traía un tronco para poder subirse en el.
-David- ¡No te cortes! ella quiere que su mejor amigo la folle…
-Alvaro- ¡Burrita! ¿te la meto? si, ella quiere… fíjate que si tengo un hijo burro…
-David- ¿Cómo el padre? ¡jejejeje!
-Alvaro- ¡Como te de! Creo que voy a probar un chochito…
Alvaro se subió al leño y quedo su picha a la altura del coño de su burrita.
Se acerco y la metió toda dentro, donde el coño le fue aspirando la picha hacia dentro haciendo aun más el gusto.
La cogió de las caderas peludas y empezó a mover fuerte el culo.
-David- ¡Mira como le gusta! –se acerco al morro del animal- ¿qué rico te folla Alvaro? yo te la voy a meter por el culo…
-Alvaro- ¿Por el culo? creo que por el coño le da más gusto… ¡que rico, que rico!
-David- ¡Si que da gusto el coño! ¿Cómo será el de una mujer?
-Alvaro- Pues parecido a este… no se… nunca se lo he visto… ¡ya me corro, ya me corro!
-David- Si, ahora voy yo… ¡burrita te lo haremos más veces! ¿verdad?
-Alvaro- Pues si… ha estado bien… -dijo bajándose del tronco- ¡te toca! –se acerco a la cara del animal- ¿te ha gustado? –la abrazo y le dio un beso- que chochito más rico tienes, te prometo que te busco un burro… así tendrás un burrito…
-David- Y también le dará mas gusto… porque con esto… ¿tu dirás?
-Alvaro- Pues se queda como antes… voy a cagar y preparo la comida… ¿tienes hambre? –el animal le contesto- tengo para ti fruta… ¿te gusta cómo te folla David? –el animal rebuzno- ¡si, te gusta! David follala bien, que tu picha le gusta… joder, me cago…
Alvaro dejo a su amigo y fe detrás de un árbol a cagar.
David pronto se corría dentro del coño de la burra.
Se la saco, se subió sus ropas y fue con Alvaro que ya estaba preparando la comida.
Le dio fruta para que se la diera.
-David- ¡Toma, burrita! esto por habernos dejado el coño… ¡Alvaro! ¿Por qué no le ponemos un nombre más bonito? ¡burrita!
-Alvaro- ¡Te gusta Luna!
-David- ¡Mejor que Burrita! ¿a ti e gusta Luna? ella dice que si… ¿te gusta que te follen? también… ¿quieres que te folle un burro? si, quiere ser mama, ¿sabes? –le dijo sentándose en la manta para comer- ¡vamos a buscar un burro para que la preñe!
-Alvaro- Pues lo que nos faltaba… que se conforme con nuestras pichas… ¿no oyes?
-David- ¡Sí! el galope de un caballo…
Un soldado joven de unos 22 años, bajaba del caballo donde vio a los dos niños comer.
Estos le invitaron, encantado acepto la propuesta y fue al rio a lavarse un poco.
-Alvaro- ¿Cómo te llamas?
-Rafa- ¡Rafael! pero me llaman Rafa… voy hacia León… Lucio ya me hablo de dos niños con un burro… son ustedes dos…
-Alvaro- ¿Le ha visto?
-Rafa- Si, por el camino nos encontramos… ¡joder, no pasaran hambre, no!
-Alvaro- No… come lo que quiera…
Alvaro le miraba, chico joven, barba de medio afeitar, fuerte, alto, castaño con un poco largo y rizado, ojos verdes.
Hasta que miro a David y este le hizo una señal con los dos dedos cruzándolos.
Lo mismo hizo Alvaro al joven soldado, que eso Lucio no se lo había contado.
-Rafa- ¡Valla, valla! Lucio no me dijo que eran putos los dos… no me digan que hacen esas cosas… pero si son unos niños…
-Alvaro- Si, pero lo hacemos por dinero… a Lucio le gusta mucho…
-Rafa- No me dijo nada, pero ¿que cobran? depende…
-Alvaro- Veinte cinco los dos y todo lo que quieras… ¿es mucho?
-Rafa- No se… ¡pienso! –miro a los dos niños- ¿Cuánto cobran por uno?
-Alvaro- Quince, pero no es lo mismo,, uno que los dos… y cinco por una mamada…
-Rafa- ¡Hace! tomar las cinco monedas…
Alvaro cogió su dinero y ya David le iba desabrochando los botones del pantalón del uniforme.
El soldado ayudo a bajarse todo hasta la mitad.
Ya los dos niños uno a cada lado le empezaron a sobar.
Fue David quien cogió la polla y se la llevo a la boca, que pronto se la puso dura, haciendo que el soldado soplara de placer, por lo bien que lo hacía.
Sin darse cuenta, vieron que el caballo del soldado montaba a burrita…
-David- ¡Mira, esos dos!
-Rafa- ¡Mierda, con el caballo! creo que la burra andaba en celo… ¡bueno que disfrute! menudo rabo que le esta metiendo mi caballo…
-Alvaro- ¡Burritaaaaa! ¿Te gusta? sí que te gusta, que quieta se queda… menuda polla que te están metiendo dijo mirando como el caballo la montaba-
-David- Al menos no se quedara preñada
-Rafa- ¿Cómo que no? nacerá una mula… cuando un caballo monta a una burra o un burro a una yegua nacen las mulas…
-David- Pues Alvaro, tendremos una mula… ¡joder como les gusta a los dos!
-Rafa- Creo que me deberían de hacer un descuento…
-Alvaro- ¡Descuento! te tendríamos que cobrar por haber montado a mi burra y encima que nazca una mula…
-Rafa- Mira que disfruten los dos… y ustedes continúen con su trabajo
David volvió a cogerle la polla y Alvaro le hizo que se quitara la chaqueta con la camisa, lo mismo hizo el, que se quito toda su ropa de abajo, dejando ver al soldado su cuerpo aun infantil.
-Rafa- ¡Pero si no tienes pelos! ¡y que pichita tienes!
-Alvaro- Pichita… mira que pichón más gordo tengo ya… ¿quieres que te lo meta por el culo?
-Rafa- ¡Tu no metes nada! yo te meteré a ti, ¿Por qué te dejaras?
-Alvaro- Si, me dejo, pero David no… tiene el culo chico aun…
Alvaro no quería que por ahora a David se le metiera la polla, ya que su culo aun le dolía un poco, por la violación por parte de los soldados.
Alvaro se puso a comerle las tetas, dando así mayor placer al soldado, a parte de la buena mamada que David le hacía.
-Rafa- ¡Que buenos son! joder, niños… que buenos putitos son…
-Alvaro- ¡Me alegra que te guste!
-Rafa- Dame ese culito tuyo, dámelo…
Alvaro le coloco en la cara su trasero y con sus manos se abrió las nalgas para que le comiera la raja.
El joven soldado le encanto las ricas nalgas del niño y la raja que le olía a limpio.
Saco la lengua y le chupo el pequeño orificio.
-Rafa- Que rajita, que ojete más rico…
-David- ¡quieres chupar el mío!
-Rafa- ¿Por qué no? dame la tuya…
Alvaro quito su trasero y fue David quien le sustituyo.
Le puso su pequeño trasero en la cara y con sus manos se abrió las nalgas, el hombre largo saco la lengua y la fue pasando.
Alvaro se puso a comerle el rabo.
-Rafa- ¡Que ricos están los dos! y tu como comes el rabo… que bueno eres… ¡ostia, ostia!
Rafa andaba en la gloria con los dos niños, aquellos dos sabían cómo hacer disfrutar a un tío.
Mientras uno le comía la polla el otro le comía los huevos.
En eso vio a Alvaro que se levantaba e iba a buscar algo a la alforja.
-Alvaro- Es mantequilla, para el culo… -le dijo al ir a ellos-
-Rafa- ¿Ya quieres que te folle? ¿quieres que te la meta?
-Alvaro- Pues claro, has pagado por todo…
-Rafa- Ponte como los perros, en cuatro… -el niño se puso aun excitando mas al soldado al ver ese rico trasero del niño.
– ¡ostia puta! ¿y no te duele? eres un valiente, un valiente…
-Alvaro- ¡Pero ves despacio! no seas bruto, que si no te acuerdas de Lucio, de Raul, de Roberto…
-Rafa- ¿A todos esos te has tirado? entonces tendré que ir con cuidado…
-Alvaro- ¡Pero no digas nada! no está bien que se sepa… además ellos me han dicho, que los soldados jóvenes tienen que poner el culo a los mayores en las guerras…
-Rafa- ¡Pues sí, eso es verdad!
-David- ¡Entonces, no eres virgen de culo!
-Rafa- ¡No! ya me han arreado y he sido puta de muchos soldados y gratis…
Rafa guio su polla al ya vierto ojete del joven puto, que poco a poco se la fue metiendo, sin problema alguno.
Ya Alvaro apenas se quejaba cuando se la metían y además porque el rabo del soldado no era ni muy grande y grueso, apenas 15cm.
-Rafa- ¡Joder, que culo más experimentado! se nota que te lo han cogido bien…
-David- Este ya le cabe la del caballo…
-Rafa- ¡Hombre no tanto! mira esos dos, ya han acabado…
-David se levanto y fue hasta Luna- ¡que Luna, te ha gustado! a ver el coño… -le miro el coño- ¡bien preñada, solo tiene más que leche!
-Alvaro- ¡Lo que me faltaba! ¡ahaaaaaaaa!
-Rafa- ¡Te duele!
-Alvaro- No, me da gusto… dale, dale…
-Rafa- ¡Que buen coño tienes más apretadito! ¿pero que hace ese?
-Alvaro- ¿El qué? –vio que se subía al tronco para follarse a la burra- ¡se la esta follando!
-Rafa- ¡Que fuerte! se la follan… por eso estaba caliente… pasa que la pobre con eso que tienen pues no le hace nada… ¡bueno, eso es normal en los pastores! y muchos soldados se desahogan con las yeguas…
El soldado no pudo mas, aparte le excito mucho ver a David follandose a la burra y así le echo todo en el culo.
El soldado se dejo caer sobre el niño y este sobre el suelo.
Vieron que David también se había corrido y regresaba con ellos.
-Rafa- Creo que la mula tendrá algo de ti…
-David- ¡No lo creo! ¡mira, otra vez tu caballo la monta!
-Alvaro- A ver, la has dejado a medias a la pobre…
Los tres se quedaron a ver la montada del caballo marrón sobre Luna.
La burra le gustaba, los dos niños quisieron verlo de más cerca y se acercaron y vieron como en la vagina le entraba todo el rabo del caballo.
-Alvaro- ¡Puta, más que puta! ¡mi burrita follando con un buen caballo! esta si te gusta más que la de David… ¡mira, dice que sí!
-David- ¡No dice nada! tú te lo inventas…
-Alvaro- Yo no me invento nada… no copares tu pilila a la del caballo… y mira esa carita de futura mama… veré lo que hago contigo…
-Rafa- Ese no es mi problema, bueno he matado dos pájaros, el del caballo que lo tendré una buena temporada tranquilo y yo, pero lo mío para unos días…
-Alvaro- Espero que te lo hayas pasado bien…
-Rafa- ¡Mucho, son muy buenos! Negro, nos vamos… veo que tu también te has desquitado un poco –le dijo al caballo mientras lo montaba- ¡chao!
-Alvaro- Se fue… ¡Luna, vamos a ver el coño! ¡mira qué coño le ha dejado el caballo!
-David- Bien abierto… ¡follatela!
-Alvaro- ¡No! vamos a dormir un poco y nos vamos, hemos de buscar sitio para la noche… dame una pasta de esas de las monjas, están muy buenas…
Los dos amigos después de descansar un poco, volvieron al camino.
Fueron pasando por varios monasterios de hombres, no entendían el porqué hombres se metían allí para vivir toda la vida encerrados, no lo entendían.
Entre las rejas de un muro vieron a un chiquillo de unos doce años que les hizo parar.
-Oscar- ¡Hola, a donde van!
-Alvaro- ¡Hola! pues a Valladolid… ¿qué haces allí?
-Oscar- Voy a ser monje… estoy aquí desde que mis tíos me trajeron con cinco años…
-David- ¿No tienes papas?
-Oscar- ¡No, no tengo! por eso me trajeron aquí… como la comida te la dan…
-Alvaro- ¿Y te gusta estar allí?
-Oscar- ¡No mucho! lo que menos me gusta, es ir a rezar, es muy pesado, están hasta dos horas… mierda, por allí viene un padre…
-Braulio- ¡Pillín, pillín –se acerco y le tiro de la oreja- ¡has vuelto hacer novillos! pues te quedaras sin cenar… y hablando con esos vagabundos… ¿A dónde van?
-Alvaro- No somos vagabundos… y no está bien eso que le hace a ese niño… solo le preguntamos si íbamos bien para ir a Valladolid…
-Braulio- ¿A Valladolid? si van bien… anda tirar para adelante y tu para dentro…
Los dos niños continuaron el camino.
Les dio pena el chico, ya que se le veía un poco triste y además esa noche le habían castigado sin cenar.
Después de dos horas vieron una casa abandonada y fueron hacia ella.
La casa conservaba un cuarto con el tejado y todo lo demás era ruina.
Los dos prepararon las camas, y oyeron algo fuera ya que Luna rebuzno.
Alvaro salió y vio al niño del convento…
-Alvaro- ¿Qué haces aquí?
-Oscar- ¡Me escape! no quiero ser monje y esa vida no me gusta… me dejan ir con ustedes dos…
-David- ¿Con nosotros? pues como te presentes a tu tía, conmigo y con ese, te deja en la calle…
-Alvaro- ¿Te han hecho algo?
-Oscar- ¡No! algunos son buenos y otros malos y ese que visteis es muy malo… pasa que no me gusta estar allí y mis tíos, ya nunca les volví a ver…
-Alvaro- Tu quédate ahí y David ven conmigo… -los dos fueron aparte- ¿qué hacemos? si viene con nosotros, le tendremos que enseñar nuestro oficio…
-David- ¡Me da pena! esta como tú y yo, no tiene a nadie y ya has oído, sus tíos le abandonaron y tu tía no querrá saber nada de ti… seguro…
-Alvaro- Mira ya a estas alturas me da igual mi tía… sabes, Juan nos quería adoptar… pero me gusta ser libre y me gusta esto, quiero ir a Madrid y me da igual mi tía… ¿no te gusta esto que hacemos?
-David-¡Sí! entonces, vamos a enseñarle a follar… le llamo
El niño entro un poco asuntado por si los chicos le rechazaban.
Alvaro le dio pena el chico.
-Alvaro- Puedes venir con nosotros, pero el jefe soy yo, para eso soy el mayor…
-Oscar- Yo tengo trece
-David- Da igual, Alvaro tiene doce, pero es el jefe…
-Oscar- ¡Vale, no tengo problema!
-Alvaro- Sabes, tienes que saber que nosotros somos putos… ¿sabes qué es?
-Oscar- ¡Putos! ni idea…
-Alvaro- ¡Follar, sabes que es!
-Oscar- Si, no soy tan tonto… es meter el rabo por un coño…
-Alvaro- Mira, nosotros lo hacemos con soldados, les hacemos mamadas y les ponemos el culo y nos dan mucho dinero…
-Oscar- ¡Eso hacen! entre tíos… eso es pecado…
-Álvaro- ¡No sé si es pecado! pero no hace mucho, vimos a dos frailes follar entre ellos… ¿verdad David? que te crees, que allí no lo hacen entre ellos…
-Oscar- ¡Ni idea! es que yo de esas cosas se poco… solo he visto a los animales y allí uno me explico algunas cosas…
-Alvaro- ¿Quieres aprender? este tuvo que aprender y ahora es muy bueno… nosotros cobramos quince por todo… eso si… tienes que hacer lo que ellos quieran, chuparle el culo, la polla que es más grande que la nuestra y luego te la meten por el culo… pero todo eso esta rico… hacemos una cosa, ahora cenamos y lo piensas esta noche y mañana te enseñamos…
-Oscar- ¡Vale! mañana os digo lo que he pensado, pero ya os digo que si…
-Alvaro- Lo dejamos para mañana, porque ahora se hará de noche y no se ve y además te tienes que lavar el culo y la picha… ¿te corres? digo te sale una cosa blanca…
-David- No sabe… cuando se te pone dura no te la meneas para que te salga el gusto…
-Oscar- No sé nada de eso… solo sé que follar es meter la picha por el coño y así nacen los niños… y nada mas… que he estado en un monasterio…
-Alvaro- Pues mañana probaras todo, veras como te gusta meterla en mi culo… da mucho gusto…
Así como Oscar se unió a los dos niños.
Capítulo VII – El secreto de Oscar
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