El largo camino Capitulo X En los mares
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por mena55.
Alvaro 13 años
Diego 16 años
David 11 años
Ruben 19 años
Pepe 16 años negro
Luca 28 años Marinero
Marco 31 años Marinero
Capitulo X En los mares
Tres días después, los reyes hacían su entrada a Huelva, junto a ellos iba David.
Fueron al pequeño palacio, donde los dos niños se encontraban.
Con ellos Marco y Luca.
Tanto el rey como la reina abrazaron a sus dos hijos, estos le dijeron que ya sabían toda la verdad, lo mismo David, que trato a Alvaro de príncipe y burlándose.
-Alvaro- David, David… solo he pensado en ti…
-David- Y yo en ti… tus padres me han tratado tan bien…
-Fernando- ¿Que tal hijo! ya me han contado tus proezas, eres un valiente…
Marco como Luca le contaron lo valiente que era el niño, sus proezas en el barco, como subía y saltaba entre las velas.
Pero en ningún momento se les llegó a decir que Alvaro era el nuevo capitán, ya que eso lo quería discutir con ellos.
-Fernando- ¡No, lo siento! tu eres el heredero al trono, tu eres el futuro rey de España.
Aunque no lo fueras, no te dejaría, eres un príncipe…
-Alvaro- Pero nunca lo he sido y no quiero serlo… quiero ser libre, libre… no quiero ser rey, quiero que mi hermano lo sea, el ha sido educado para serlo, yo no… me gusta la libertad… ¡soy el nuevo capitán del barco!
-Isabel- ¡Capitán! que gracioso… estoy con tu padre… no te lo vamos a dejar ir…
-Alvaro- Si no me dejan ir, prefiero la muerte antes de vivir en un palacio, con gente rara… yo no soy como ustedes, me gusta mi vida, me gusta la vida de ser chico pobre… ¿han pensado en Carlos?
-Fernando- ¡En todo momento! lo voy a pensar… ¿y David?
-Alvaro- El se viene a donde vaya yo…
-Isabel- ¿Tú crees? creo que la vida de palacio le gusta…
-Fernando- ¡Hijo, déjame con tu madre! quiero hablar con Marco y Luca…
-Isabel- ¡Cariño! menos mal que no le vas a permitir hacer esa locura… es un niño y es el heredero…
-Fernando- Pongámonos en el… pensemos en el… es nuestro hijo sí, pero le gusta la libertad… es un chico muy valiente, muy valiente.
¡No se qué hacer, querida! creo que no quiere hacer daño a su hermano… quiero que sea un gran rey… ¿pero?
-Isabel- Creo que sería bueno mandarlo a Francia una temporada… -entraban Luca y Marco-
-Fernando- ¡Quiero que me hablen de Alvaro! me ha dicho que se quiere ir con ustedes, también que es el nuevo capitán de vuestro barco…
-Marco- Nos gustaría que nos lo dejara una temporada… le vendrá bien como futuro rey… pienso que él, debe de ser el rey y no su hermano, pasa que el solo piensa en los demás, tiene un gran corazón, un gran corazón, aparte de ser muy valiente…
-Isabel- ¿Pero que va hacer un niño por los mares? digo dos –el rey pensaba-
-Fernando- Creo que Alvaro tiene que ser el rey, pero este Carlos… Alvaro nunca lo sería si con ello tuviera que hacerle daño a su hermano.
Además nuestro hijo no está educado para ser rey y tampoco lo siente.
Creo que lo mejor será separarlos por una temporada, que se valla con ustedes de capitán, creo que eso le servirá de formación y preparación de rey y así nosotros prepararemos a Carlos para que su hermano sea el rey, creo que eso es lo mejor para él.
La reina tuvo que aceptar, y dejar que su hijo se fuera de capitán.
El rey les dio un nuevo barco, un gran galeón de los mejores.
David poco tuvo que ser convencido por su amigo para irse con él.
Le gustaba la vida de palacio, pero era como Alvaro, le gustaba la aventura.
Antes de la partida, el rey reunió a los dos hombres que había puesto su confianza en su hijo, Luca y Marco.
-Fernando- ¡Quiero que protejan a mi hijo, el príncipe y heredero al trono de España! sé que él no quiere serlo, pero lo tengo claro y decidido lo mismo que su madre la reina.
Creo que este tiempo en la mar le vendrá muy bien, será un gran rey… quiero que le enseñen a luchar, a defenderse… y si hay que castigarlo, le castigan, que por mucho capitán, solo es un crio de trece años…
-Marco- ¡No se preocupe, majestad! haremos como usted ordene… pero ninguno de nosotros le reñirá, confiamos en nuestro capitán, además a un capitán nunca se le tienen que reñir, además no estaría bien, que se le tratara como un niño, sería una humillación para el…
-Luca- Pienso como mi compañero… nosotros le enseñaremos a luchar y a que sea un gran rey…
Oscar reunió a sus padres y a su hermano, antes de la partida de esa mañana, tenía algo muy importante que decir…
-Carlos- ¡Bueno, hermano que tengas suerte! futuro rey…
-Alvaro- ¡Yo no quiero ser rey! tu eres el rey…
-Carlos- ¡No, papa! déjame, se hablar.
Alvaro, tu eres el príncipe, tú no tienes la culpa de nada, tu naciste el primero y eres mi hermano mayor, tu sirves para ser un gran rey, tienes todo lo que yo no tengo… sabes estar con la gente y a mí me da un poco de vergüenza, sabes luchar, eres valiente… yo desde aquí renuncio a ser rey… ¡calla! –le llevo una mano a la boca- yo quiero que tú seas el rey, pero necesitas ayuda, un rey no gobierna solo, yo te ayudare y te aconsejare, pero tu ahora aprende a ser mas rey y también divierte… y espero que cuando vuelvas me cuentes tus aventuras con lujo y detalle… ¿sabes a que me refiero? -acerco sus labios a su oído- ya se me pone dura de pensar lo bien que te lo vas a pasar… -los dos rieron y Álvaro también se excito-
El rey se acerco hasta su hijo, acepto la renuncia, lo mismo que la reina y allí proclamo a su hijo heredero al trono de España a Fernando VIII, su nuevo nombre, Alvaro lo acepto.
En ese momento su cabeza fue una pequeña película, recordó sus años con su madre, la mujer que le cuido y ella sabia por qué le había mandado con su tía.
Todo el puerto estaba rebosado de gente, Alvaro le dijo a su padre que no dijera nada, ya que él lo diría a todos sus marineros cuando estuviera con ellos en el barco.
Un nuevo barco, mas grande y potente.
Los reyes junto con Carlos despidieron a su hijo que marchaba en el barco, su padre estaba muy orgulloso de ese hijo suyo, iba a ser un gran rey y miro a Carlos, que le tenía una sorpresa, ya que el también seria rey, ya que había acordado en darlo en matrimonio con la hija heredera al trono de los Países Bajos, la princesa de tan solo 8 años, se convertiría en mujer de su hijo y así continuaría siendo rey pero de otro país.
El rey hizo público a toda la gente del puerto.
Ya en el nuevo barco, Alvaro hizo reunir a todos su marineros para darles las primeras órdenes y el siguiente destino, que era encontrar un tesoro según un mapa que había encontrado en el camarote de Nicolas.
-Alvaro- ¡Iremos a por ese tesoro! ustedes se quedaran con la mitad y el resto será para las arcas del reino.
Hay algo que les tengo que decir, mi padre el rey, me ha hecho heredero del trono… seré Fernando VIII
-Todos- ¡Viva el rey, viva! viva, nuestro rey
-Luca- Mira que contentos están todos… ¡el rey nos dio órdenes de castigarte si se portaban mal!
-Todos- ¡Al rey no se castiga! ¡viva el rey!
-Alvaro- ¡Tú me castigas y te hago puta del barco! yo no soy malo… quiero que me enseñen a luchar, bueno a los dos… David es como si fuera mi hermano, es el niño que más quiero del mundo…
-David- ¡Gracias, príncipe! ¡por fin juntos los dos! Mira que te he echado de menos ¿sabes? -le miro con una sonrisa y Álvaro sabia por dónde iba-
-Alvaro- Tengo que decir, que Marco y Luca son los dos capitanes después de mi y a ellos deben de obedecer, como sabrán yo tengo que aprender…
Los marineros aplaudieron a su nuevo capitán, con vivas al rey.
También se puso en las manos de sus dos manos derechas en el barco, Marco y Luca, a quien les pidió que le enseñara a manejar una espada, a luchar y a llevar el barco.
En su nuevo camarote, poco le gusto, ya que aquellas grandezas no le iban mucho.
Luca y Marco le llamaron a la puerta.
-Luca- Majestad –le dijo un poco con pitorreo-
-Alvaro- Si me vuelven a llamar eso… te castigo a que todos te den por el culo… saben esto me gusta poco, me gustaba más el otro barco, era más rustico…
-Marco- Pues te tienes que acostumbrar a estos lujos, eres un rey… hemos venido para saber a dónde vamos… ¿nos enseñas ese mapa?
-Alvaro- Si claro…
Vieron que el mapa era el detalle de una isla, muy al sur de áfrica, a casi una semana en barco, Pero Alvaro les dijo que no hacía falta ir tan deprisa y que quería ver cosas.
-Luca- Sabes nuestro pequeño príncipe, conocemos una isla donde hay una tribu de negros que hacen unas orgias… ¿quieres que vallamos?
-Alvaro- ¡Pus claro! ¡orgias! bien… traerme a Ruben, quiero hablar con el… el pobre ya ha pagado muy caro su traición… voy a pedir que deje de ser la puta del barco…
-Luca- ¿Ahora quien será? sabes, que a los marineros les gusta tener una puta…
-Alvaro- Pues que se den entre ellos por el culo… solo os quiero pedir un favor, se trata de David, todavía es muy niño para que todos les estén dando por el culo al pobre… quiero que le cuiden…
-Marco- ¡Tranquilo! vamos a buscar a Ruben…
Ruben fue hacia el camarote, abrió la puerta y se lo encontró sentado en su escritorio.
Alvaro le vio muy asustado, le mando que se arrodillara y aprendiera a saludar a un príncipe.
-Alvaro- Eso es… me gusta, eres obediente.
Sabes, he pensado de que dejes de ser la puta de los marineros, ya has pagado tu castigo, pero serás mi doncella en el barco, quiero que me limpies el camarote… me laves la ropa todo lo que yo te mande…
-Rubén- ¡Gracias, señor! espero que me sepas perdonar por lo que te hice… hare todo lo que me mandes… todo y pienso protegerte…
Alvaro salió fuera y mando que le llamara a Diego y David.
Volvió a entrar y se sentó a esperar a que sus amigos entraran por la puerta.
-David- Hola, majestad… tu madre me enseño muchas cosas… ¿sabes?
-Alvaro- me vuelves a llamar así… os he llamado porque quiero presentaros a nuestra doncella, el nos limpiara nuestros camarotes, nuestras ropas… y también le podremos dar por el culo ¿quieres?
-Ruben- ¡si señor! quiero que me follen…
-David- ¡Sí! pues te vamos a follar… llevo una larga temporada sin hacer nada… ¿no sabes Álvaro lo mucho que te he echado de menos? ¿y tú culo?
-Alvaro ¡Cabron! ¡yo también te he echado de menos…
Los cuatro se quedaron en bolas en el camarote.
Mandaron a que les fuera chupando la polla a los tres, ellos de pie y el de rodillas.
No decía nada, solo miraba.
Les fue chupando a los tres.
Debía de complacer a su amo, sabía que era lo mejor que le había pasado… servir al príncipe.
-Alvaro- chupa, chupa… ahora te va a ir por el culo… ¡dime David! ¿con quién has follado?
-David- Con nadie… solo se la chupaba a Lucio, pero no me he dejado, sabes, me duele cuando me la meten… pero solo un par de veces… tu madre no me dejaba mucho solo… es la tía muy protectora
-Alvaro- ¡Lucio! me hubiera gustado verle… ¿Dónde está?
-Diego- ¿Quién es Lucio?
-David- Esta en Madrid, es jefe de la guardia real…
-Alvaro- Lucio es un soldado que nos ayudo mucho durante el camino… también abusaba un poco de nosotros… ¡ponme el culo! luego David te dejaras, un poco de mi
-David- De ti si… eres mi príncipe… ahora me alegro que fueras tu el primero, un príncipe… joder… ¿el príncipe me desvirgo mi culo?
-Alvaro- Ponme el culo, anda… eso es… andabas con ganas de que te la metieran… ¿te follan mucho los marineros? ¿te gusta? -le decía a Rubén-
-Ruben- todos, todos me han follado… no me gusta… pero da igual, estoy para servirte…
-Diego- ¿No te gusta? ¿para qué pones el culo? ¡claro que te gusta! si jadeas como un zorron…
-Alvaro- Gracias a mí, estás en el barco y con los dos huevos… algunos pensaron hacerte lo mismo que al otro, pero pensé que te teníamos que castigarte… se que lo hiciste para ganarte más puntos al capitán ¿verdad? ¡toma picha! –se la metió toda- pero estoy seguro que me serás muy fiel, y espero que me protejas a David… mi madre le quiere mucho
-David- ¡Ya te van saliendo mas pelos!
-Diego- ¡A ver, se va haciendo un hombre! digo, un príncipe…
-Alvaro- Deja de decir esas cosas… ¡mira como le gusta el culo de este tener picha! ¡que rico, que rico… luego la tendrás mas gordita…
-David- Yo también la meto… ¿me dejas que te la meta a ti? –le dijo a Diego- ¡te dejas!
-Ruben- ¡Follale! le gusta que el den por el culo… pero creo que con eso poco vas hacer…
-David- Tu calla… pon el culo anda…
Diego puso su culo al niño que este echándole un par de escupitajos, le metió la picha toda por el culo.
El niño cogiéndole de las morenas nalgas, le daba duro, aunque la tuviera chica, a Diego le gustaba sentir al niño, pequeña pero le daba gusto.
-Diego- ¡Joder, pequeña, pero da gustito!
-Alvaro- Si, a veces las pequeñas dan más gusto que las gordas…
-Diego- Si, si… sigue, sigue…
-David- ¡Cambiamos! déjame que se la meta al traidor… bueno, ahora nuestro esclavo… ¡qué digo, nuestra chacha particular!
-Alvaro- Toma, métesela bien al fondo…
Ruben estuvo a puto de decir algo, pero se dio cuenta y se guardo lo que pensaba, pensó que saldría el perdiendo.
Además ser el criado de ellos, era algo que no le disgustaba mucho, mejor aquello que estar por el barco haciendo lo que los marineros querían de él.
Alvaro por su parte se la metía a Diego, le cogió por las caderas y se puso a joderle.
-David- ¡Rico culo, rico! ¿tú también eras puto?…
-Rubén- ¡Como tú! bien que te tirabas a los soldados…
-David- ¡Y cuanto te daban! dime…
-Ruben- Tres monedas y algunos menos… y otros nada
-David- ¡Toma mi picha! pequeña, pero da gusto… ¡tú eras puto malo! barato… nosotros cobrábamos hasta veinte monedas y uno nos dio más de cien monedas, era un marques con mucho dinero…
-Diego- ¡Ostia! vosotros erais puto de lujos… ¡joder! creo que os tiene envidia… y además al final resulta que el puto era príncipe… ¿que cosas tiene la vida, no?
-Alvaro- ¡Calla! lo hacíamos por necesidad y además tampoco fue con tantos… además todos siempre nos daban cosas, comida, más dinero… y solo con quien nosotros deseábamos estar, no con cualquiera, soldados buenos
Ruben como Diego tuvieron envidia de los niños, de lo que les contaban de sus aventuras en ellos caminos y de todo el dinero que ganaban.
Los dos eran follados por los niños, los dos estaban siendo cogidos por dos pichas infantiles y a demás les daba gusto.
Alvaro pronto se corría dejando todo en el culo de Diego y lo mismo hacia David.
-Diego- ¡Ya se han corrido! bueno, quedamos nosotros… creo que te la voy a meter… -le dijo a Ruben- creo que necesitas algo de mas tamaño…
-Alvaro- ¡Ven y le follas! tiene el culo muy caliente y ahora me limpias la picha con la boca…
Ruben abrió la boca para limpiarle la picha de los restos de leche que aun tenia por el glande.
Lo mismo tuvo que hacer con David que también le mando que se la chupara.
-Alvaro- ¿Esta rica? si, vas a ser un buen criado… eso espero de ti y si no ya sabes… no serás la puta de los marineros sino de los perros…
-David- ¿Te acuerdas Alvaro? de cuando me secuestro ese y luego le dimos su lección
-Diego- ¿Te secuestraron?
-David- Si, un granjero… me pelee con Álvaro y el me dejo en la granja, el chico me secuestro y luego con su padre me violaron… luego Alvaro vino con los soldados y le dimos su lección, le obligue a que le follaran al caballo por el culo… ese se la chupaba al caballo, era como tu brazo y hasta se follaba a las gallinas por el culo…
-Diego- ¡Joder, os ha pasado de todo!
-David- Sabes, burrita está muy bien… va a ser mama… ¿espero que no se parezca a su amo?
-Alvaro- Mira que bien… me acuerdo de ella, nos hizo tanta compañía por los caminos…
-Diego- ¡Joder, os tengo envidia! cuando me cuentan sus aventuras… ahora sé porque no quieres ser rey…
Diego no le dijo nada y junto con David se quedo mirando como terminaba de cogerse a Ruben, dejándole toda su metralla dentro.
También le mando que le limpiara la polla con la boca.
-Alvaro- Pueden irse, el se queda… pero aun no te vistas…
-David-.
Pues nos vamos… que lo pases bien y tu… luego me tienes que lavar la ropa y limpiarme y camarote…
-Alvaro- Bueno puta… quiero que me traigas el cubo ese, tengo que cagar y luego me limpias el culo…
-Ruben- Lo que mandes, señor…
-Alvaro- Sigue tu así y yo te protegeré… sé que cuando me traicionaste fue porque querías quedar bien y ponerte una medalla… ¿verdad?
-Ruben- Lo hice, porque él era mi capitán y obedecía a él… ¿y yo que mierda sabia quien eras tú?
Alvaro se sentó en cubo y se puso a cagar con la mirada de Ruben, que preparaba agua con jabón para lavarle.
Luego le lavo con la esponja todo el cuerpo, le pidió que le cortara el pelo que lo tenía un poco largo y le gustaba llevarlo corto.
Mientras le cortaba, Luca, entraba en su camarote…
-Luca- Valla, valla… veo que has ascendido…
-Alvaro- Si, es mí criado… es bueno y obediente… por ahora dejara de ser la puta…
-Luca- ¿Eso no se lo puedes hacer a los marineros? ¿Qué van hacer ahora? Se te revelaran, no les puedes dejar ir con los huevos duros…
-Álvaro- Podemos comprar algún esclavo ¿no? mañana cuando lleguemos a tierra compraremos un par de esclavos… pero Ruben deja der la puta y esta a mi servicio… luego me reúnes a toda la tripulación, les voy hablar…
-Luca- Lo que mande! estas muy hermoso, pero con el pelo largo estabas mejor…
-Alvaro- No me gusta… es muy molesto…
-Luca- ¡Huele un poco… a mierda! ¡ya veo! -vio el cubo- ¿pero qué cochino es el futuro rey? Bueno, tienes quien ahora te limpie el culo, ¡eso es lo que hacen todos los de tu sangre cuando cagan?
Luca salió y fue a reunir a toda la tripulación, ya que Alvaro les iba hablar.
Todos sentados en cubierta esperaron a su capitán, que todos les había gustado que el niño lo fuera.
En ese momento le vieron salir, todo el limpio con sus ropas, en verdad para todos, era un príncipe y muy hermoso.
-Alvaro- ¡Hola chicos! –les dijo desde lo alto, donde se encontraba el timón del barco- deciros, que mañana tienen el día libre, hasta pasado mañana.
Si todo va bien, por la mañana llegaremos a tierra y pueden hacer lo que quieran, ir de putas, de fiesta, beber… lo que os dé la gana –todos gritaban hurras al capitán- ¡yo hablo y callen! al final digan lo que os dé la gana… más tarde Luca os dará un dinero para que os lo gasten en lo que quieran y no estaría de mal que os lavarais un poco más, porque huelen un poco mal…
-Marco- Pasa que nuestro príncipe le gusta que vallamos como el… pasa que nosotros no somos príncipes… ¿donde te crees que estamos? Que somos marineros…
-Alvaro- Que yo sepa, hasta hace un mes supe que era príncipe y todos los días me lavaba en los ríos, con David… solo quiero una cosa de vosotros, que no vallan diciendo por ahí que soy el hijo del rey y menos aun que soy el heredero… por favor os lo pido, creo que eso sería muy peligroso para todos, solo decir que soy el hijo de otro capitán de barco que murió y punto…
-Marco- ¡Marineros! el chico tiene razón, no sería bueno que fuéramos por ahí diciendo quien es él y todos prometimos cuidar y proteger al príncipe, creo que nunca vamos a tener otro capitán como él, sobre todo en belleza… -todos rieron- caliente, muy caliente y que nos deje follar…
-Alvaro- Por ultimo, os tengo que decir… Ruben a partir de ahora será mi criado y el de David, deja de ser la puta del barco…
-Todos- ¡Noooooooooooooooo! ¡queremos puta, queremos puta!
-Alvaro- ¡Tranquilos, eso ya lo he pensado y consultado! mañana cuando lleguemos a puerto buscaremos un par de putos, que tendrán un camarote y ustedes irán allí, pero deberán de abonar una moneda por hacerlo y ese dinero lo usaremos pues para fiestas, que se que os gustan… mañana iré con Diego, Marco y David…
-Luca- Esperemos que nos traigan unos buenos putos…
Todos aplaudieron a Alvaro y cada uno volvió a lo suyo.
Marco fue con varios marineros para que prepararan los dos camarotes que iban a servir para que cuando ellos tuvieran ganas de ir a joderlos.
Los marineros todos andaban muy contentos y alegres con el pequeño capitán.
En la noche, Alvaro apenas podía dormir, andaba nervioso y salió fuera y subió a cubierta.
Se quedo mirando las estrellas, se acordaba de aquellos días por los caminos, en los cuales era libre, muy libre.
Fue hacia babor y se subió encima de la popa y sobre un astil se apoyo y se quedo mirando el mar, todo ello oscuro, noche tranquila, buena temperatura.
Allí un marinero dos marineros de mediana edad le vieron, andaban haciendo guardia y se asustaron un poco al verle allí y mandaron ir a buscar a Luca o Marco que rápidamente subió Luca y le vio triste, los tres se acercaron.
-Luca- ¿Qué te pasa, pequeño capitán? –les miro y volvió a girar al mar- estas preocupado, sabes te puedes caer ¿sabes nadar?
-Alvaro- ¡No, no sé! nadie me ha enseñado…
-Luca- Sabes, tengo autorización de tu padre de castigarte… bájate de ahí… -se preocupo por el chico- ¿qué te preocupa?
-Alvaro- Mi padre –miro al cielo- ¡mi padre está arriba, con mi madre!
-Carlos- ¿Pero qué dices? eres hijo de reyes, esos son tus padres…
-Alvaro- ¡No, mi madre es la que esta allá arriba! yo no quiero ser príncipe ni rey… eso me pasa… me gusta estar aquí, en el barco, ser libre, yo no he nacido para casarme con una princesa, ser rey…
-Luca- Pero la reina te pario, tu eres su hijo…
-Alvaro- ¡Si, pero no! quiero que este viaje dure mucho… tu sabes si un príncipe puede decir no a ser rey… a aparte de Carlos, tengo dos hermanas que ya están dadas en matrimonio y un hermano más pequeño… que no los conozco…
-Luca- Creo que ninguno te podemos ayudar, serás tu quien lo tendrás que resolver… nosotros nos gusta tenerte como capitán, pasa que aun eres un niño y piensas como niño… bájate de ahí, anda… que si te caes entonces no serás rey y a nosotros nos ahorcan…
-Alvaro- No me voy a caer… no te preocupes… ¡te lo pido, déjame un rato solo!
Luca vio que era mejor dejarlo solo y pidió a los dos marineros que cuidaran del chico, pero que no viera que ellos estaban allí.
Paso un rato y los dos marineros se acercaron al chico.
-Carlos- No se preocupé, señor… usted es muy bueno, muy bueno… todos en el barco daríamos la vida por usted… no este triste y mañana nos busca unos buenos putos, negros, esos tienen un culo de miedo y de rabo no digamos… -Alvaro les miro-
-Alvaro- ¿Cómo un caballo?
-Mario- ¡No hombre! más grande y gorda, dicen que las llegan a tener hasta 20 cm
-Alvaro- Pues eso no entra en ningún culo… por lo menos en el mío…
-Carlos- Valla, ya le vemos reír… no se preocupe señor, usted es libre y como bien dice, su mama es la que está en el cielo, ella cuido de ti y le quiso…
-Alvaro- Si me quiso mucho… cuando llegue el momento decidiré lo que tengo que hacer, por ahora disfrutaré de ustedes y aprenderé a ser un gran rey… pero tengo un problema, creo que las mujeres no me gustan…
-Carlos- ¡Eso sí que es un problema! y mes en tu caso… ¿no será por eso que estas preocupado? porque de seguro que ya te han buscado princesa…
-Alvaro- No, por eso no me preocupa… pasa que me gusta mucho el sexo…
-Mario- Como a todos, mira yo estoy casado y este… y nos gusta más hacerlo entre hombres, es diferente…
-Alvaro- Vamos a dejar de hablar de ello… dígame, como os gustaría que fueran los putos…
-Carlos- Que sean buenas putas, solo eso… -el hombre acerco su mano a la entrepierna del niño- ¡vamos a darte un gustito! –le fue desabrochando los botones del pantalón para sacarle el pequeño miembro-
-Mario- Estas rico, chaval, muy rico…
Los marineros bajaron al niño de la popa y de pie y ellos de rodillas le cogieron la polla y se la llevaron a la boca, haciendo disfrutar al niño.
Mientras uno le comía la polla el oro le masajeaba los huevos sin nada de vello.
-Alvaro- ¡Lo hacen bien! sigue, sigue…
-Maro- ¿Le gusta? no le da asco hacerlo con nosotros –le dijo aquello, porque ya tenían más de cuarenta años, no eran muy guapos-
-Alvaro- Pues no… son buenos hombres… me dejan que se la chupe… pero no me voy a dejar que me den por el culo, hoy no, igual otro día…
-Mario- No, usted nos va a follar a los dos… dicen que la suya y la de David, aunque sean pequeñas dan mucho gusto… no pensábamos darle nosotros…
Los dos hombres se levantaron y se bajaron sus ropas.
La única luz que tenían era la luna.
Alvaro con sus manos les cogió los dos duros miembros de aquellos dos hombres y empezó a comérselos, primero uno y luego el otro.
Los dos hombres vieron la destreza del niño en comer rabos, vieron que ese niño debió de comerse muchos rabos para poder sobrevivir…
-Alvaro- Lo hago bien… a mis soldados les encantaba como lo hacía… tuve que aprender y David para que nos dieran dinero… debía de poner el culo aunque no quisiera, me daban por el ojete… aunque no haya nacido de una reina, mi madre es la que está en el cielo, ella es la reina, para mi… todas las madres son unas reinas…
Aquello llego al corazón de los dos marineros, pero sobre todo como les comía el rabo.
Vieron que por mucho hijo de reyes que fuera, era un chico como ellos, muy humilde y bueno.
Los dos hombres se dieron la vuelta y de rodillas ofrecieron sus dos traseros al joven príncipe.
-Alvaro- ¡Menudos culo! ábretelo con las manos, anda… ¿os gusta que os la metan?
-Mario- sí, nos gusta… pero métela, venga, yo primero… métela en ese culo que pide rabo…
Alvaro de rodillas sobre la cubierta de su galeón, guio su picha hacia el ojete del marinero mas mayor.
El culo duro, con vello, blanco, se la fue metiendo toda para dentro.
El marinero le gusto sentir el pequeño miembro del joven dentro de su culo.
-Mario- ¡si, si! rico, que rico…
-Carlos- ¡Da gustito! ¿no te vayas a correr?
-Alvaro- ¡No, luego vas tú! tiene buen culo los dos… si, estan rico estos agujeros…
-Mario- ¡Gracias, majo! dale, dale… nunca me hubiera imaginado que un príncipe tan hermoso me diera por mi culo…
-Alvaro- ¡Pues me alegro que te guste!
La saco y cambio por el trasero de Carlos que se abría para él.
Sin problema alguno la metió toda para dentro.
Igual que su compañero, la pequeña polla del niño le gusto mucho tenerla y sentirla dentro.
-Carlos- ¡Que rico, que rico! cógeme, cógeme… espero que siempre estés con nosotros en el barco…
-Mario- Hará lo que tenga que hacer… tu abre la boca y chupa ¡coño, quiero correrme!
Carlos le cogió el duro miembro con la mano y se lo llevo a la boca, haciéndole una buena mamada a su compañero, mientras en su culo sentía el pequeño miembro del joven y sus dos manos que le acariciaban las nalgas.
-Carlos- ¡Que rico lo haces, que rico! –le dijo con la polla en la mano- ¡te gusta como te la chupo! –le dijo a su compañero-
-Mario- ¡Eres un buen puto! chupa, chupa…
-Carlos- ¡Se ha corrido! –dijo al sentir la leche- ¿te has corrido a gusto?
-Alvaro- ¡Pues si! que buen culo tenéis… ¿le quieres follar?
-Carlos- Venga, métela por el culo…
Mario le mando que se diera la vuelta, levantara las piernas y abriera bien el culo.
Allí le vio el ojete, abierto, caliente.
Le echo saliva y le fue metiendo un dedo por dentro.
Mientras Alvaro le cogía el duro miembro para chupárselo.
-Carlos- ¡Gracias chico! chúpala y tu métela…
-Mario- ¡Toda dentro! ¡ahaaaaaaaa! que rico ojete, que rico…
-Carlos- Que rico es que te la chupen y luego te den por el culo…
-Mario- ¡si, si, si! que culo, que caliente lo tenías cabron… ¡creo que no voy a aguantar mucho!
-Carlos- ¡Si, échamelo dentro! lo quiero todo dentro de mi culo… ¡chupa, chupa!
-Alvaro- ¡Te corres, te corres!
-Carlos- ¡si, me voy a correr!
Sin poder mas, hecho toda su corrida sobre su estomago, ya que el niño quito la boca, ya que no quiso que se corriera dentro de su boca.
Mario le acompaño, pero corriéndose dentro de el, dejando su leche junto a la del chico, que momentos antes se había corrido dentro.
-Alvaro- ¡Gracias, a los dos!
-Mario- ¿Gracias? tu no tienes que dar las gracias, estamos para servirte…
-Alvaro- No, están para ayudarme y que me enseñen… yo solo soy un niño, tengo mucho que aprender de vosotros… ¡os dejo! pero muchas gracias, me lo he pasado muy bien…
-Mario- Es grande ese chico ¿verdad? espero que no cambie a medida que vaya creciendo…
-Carlos- No me extraña que este preocupado, menuda responsabilidad le espera… ¿crees que llegara a ser rey?
-Mario- Todo depende si esta vida le gusta… es decir, si la vida del mar le gusta más que la de palacio…
Capitulo XI – Alvaro desaparece
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