El largo camino Capitulo XI – Alvaro desaparece
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por mena55.
Capitulo XI – Alvaro desaparece
Al día siguiente, Marco, Diego, David y Alvaro fueron a ver la gran ciudad de Rabat.
Para los dos niños, todo era nuevo, las formas que la gente tenían de vestirse, como las mujeres, que se tapaban la cara con un velo.
Fueron paseando hasta llegar al gran mercado, todo era apetecible.
vieron que allí vendían de todo.
-David- ¡Joder, Alvaro, cuantas cosas!
-Alvaro- Pues si… aquí hay de todo…
-Marco- Diego, hazte cargo de ellos, voy a ver donde se encuentran los esclavos, ¿vale?
-Alvaro- Mira –dijo apuntando a los monos- mira qué bonito ¿qué vale?
-Rabit- Diez monedas ¿seguro que no tienes tanto?
-Alvaro- si que tengo… me lo voy a llevar… que simpático, seguro que le gusta ir en el barco…
-Diego- Lo podemos compran más tarde
-Rabit- Si… yo se lo guardo, pero me tienen que dar un anticipo…
-Alvaro- El dinero lo tiene Marco… luego venimos y me lo llevo… ¡tú me esperas!
-Rabit- ¡Te digo, que igual ya no está!
-Diego- Alvaro, no te preocupes por el mono, seguro que habrá más… vamos para allá…
Los niños se despidieron del tendero, y fueron hacia otro puesto donde vendían toda clase de perfumes, aquello le encanto al pequeño príncipe.
Pero le era una lata, de que Marco llevara el dinero.
Al rato le vieron venir.
-Alvaro- ¿Dónde estabas? quiero que me compres el mono y perfumes de estos… son para todos los marineros…
-Marcos- ¿Un mono? mira, no creo que los marineros quieran oler a rosas… el mono lo compramos mañana, lo mismo que los perfumes…
-Alvaro- El mono ahora… vamos a buscarlo, pobrecito…
Marco le compro el mono al niño, que este rápidamente quiso el hombro del niño.
Marco le comento sobre los esclavos, que estaban en las afueras de la ciudad.
Fueron hacia allá y vieron de todas las edades.
A Alvaro le gusto dos jovencitos de 17 años, uno negro y otro árabe, los cuales fueron los elegidos.
Pero antes de dar el dinero, Alvaro le dijo a Marco que preguntara a los chavales si iban a estar dispuestos a ser los putos del barco, y este se lo pregunto, ellos dijeron que si.
Marco le dijo al vendedor, que al día siguiente los llevaria al barco, ya que ese día lo iban a pasar por la ciudad.
Marco les hizo pasar un gran día por toda la ciudad.
Pasaron la noche en una posada.
Ya al día siguiente como se había quedado, a media mañana el barco tenía previsto zarpar.
-Bernabé- ¿Esa mierda es vuestro capitán? –dijo el capitán de otro barco- ¡ha llegado a mis oídos! –no paraba de reírse, varios marineros del otro barco también reía-
-Marco- ¡No se burle! es el hijo de nuestro antiguo capitán y todos hemos querido que él lo sea y le digo, es un gran capitán…
-Bernabé- ¡Una mierda! dime niño ¿has navegado mucho? –varios marineros de los de Alvaro iban un poco a la pelea, pero Alvaro les paro-
-Alvaro- Dime, ¿usted a quien sirve? nosotros servimos a nuestro rey, Fernando rey de España… se que aún tengo que aprender mucho y mis marineros me están ayudando y sin ellos no estaría en ese barco… a veces hay que ser un poco más humilde…
-Bernabé- ¡Que humilde ha resultado! dime, sabes espadear
-Alvaro- Mire, aquí mis marineros me están enseñando a luchar… pero no me ha contestado mi pegunta ¿a quién sirve?
-Bernabé- Pues yo mercader, español como tu… ¿el rey se fía de ti?
-Marco- El niño está bajo su tutela, nos lo ha confiado a nosotros, su padre fue un gran capitán y su hijo lo será y sino mire a todos su marineros como le gritan vivas a su capitán…
-Alvaro- ¡Encantado de conocerle! nos tenemos que ir…
-Bernabé- Mucho gusto de conocerte, pequeño capitán… espero volverle a ver y que aprenda mucho…
Allí se despidieron.
Ya con el barco en el mar y a media tarde, Alvaro les reunió a todos en cubierta.
Allí tenia a sus dos nuevos esclavos, los putos del barco.
Dos chicos jovencitos, que como sus nombres eran un poco raros, Alvaro se los mando cambiar, el negro Pepe y el árabe, Paco… apenas tenían los 16 años.
-Alvaro- Bueno chicos, ya tienen a sus nuevas putas, son vírgenes de culo y van a ser desvirgados aquí, en cubierta por dos de ustedes… pero tiene un precio el ser el primero… entonces vamos hacer, quien de mas, ese le follara primero…
-Carlos- ¡Hace! yo doy diez…
-Luca- Pues yo once, por el negro… pero haz que se quiten la ropa, para ver…
-Alvaro- Ah, claro… quiero que se desnuden… ¡vamos! les van a dar por el culo ¿quieren?
-Pepe- ¡sí, señor!
-Alvaro- Ese va a ser vuestro trabajo, ser los putos del barco y les pagare lo mismo que a un marinero… pero les quiero que estén limpios, con los ojetes limpios… ¿han chupado una verga?
-Pepe- ¡No! nunca lo he hecho…
-Alvaro- Quiero veros desnudos, nunca he visto un negro… ¡venga, continuemos!
Los marineros fueron ofreciendo dinero para ser los primeros en desvirgarlos, se llego hasta treinta por el negro y tres menos por el árabe.
Los dos cuerpos de los jóvenes gusto a los marineros.
-Marinero 1- ¡Si que están buenos los dos! menudos traseros…
-Marinero 2- ¡Ni que lo digas! tenemos un capitán, que no nos lo merecemos… que grande que es.
-Marinero- Tengo ya el rabo tieso, de ver a esos dos…
-Marinero 3- ¡Joder, con nuestro capitán! me alegra de tenerlo como jefe… yo daría mi vida por defenderle…
-Marinero- ¡Es tu obligación y la de todos! se lo hemos de llevar a su padre tal como está allí…
Es lo que algunos marineros hablaban entre ellos.
De seguro, que todos querían a su pequeño capitán.
Y allí, estaba el, dando órdenes a los dos nuevos esclavos, donde Luca había empujado por el negro y otro marinero por el árabe.
Allí debían de desvirgarles el culo, delante de todos.
Pero las ordenes las daba el niño, él era el jefe.
-Alvaro- A ver, quiero que vallan por todos los marineros y les enseñen el ojete del culo… vamos…
-Todos- ¡Siiiii! ¡putas, putas! –chillaban todos alegres, Alvaro se acerco a Marco-
-Álvaro- ¡sería bueno que trajeran algo para beber! ¿quieren beber? –les chillo-
-Marco- ¡Voy con alguno traigo! ahora veo el porqué todos te quieren tanto…
Mientras iban a buscar una garrafa de alcohol, los dos putos iban por los marineros, estos les iban tocando la polla, les hacían dar la vuelta, les tocaba el ojete del culo.
El negro poseía un buen rabo, el más grande de todos, y allí Alvaro ofreció algunos marineros si quería metérselo por el culo…
-Alvaro- Digo, que como uno se porte mal, esto va al culo, menos a David y a mí, que esto no entra ni de coño…
-Marinero- Todo será probar… seguro que te entra… ¡por las buenas no, pero por las malas! Ya creo que entra… ¡joder que rabo tiene el negro!
-Marinero 2- ¡No seas loco! quieres que nos quedemos sin nuestro capitán… ¡creo que nos portaremos mejor! que pollon de burro…
Alvaro mando a los dos putos que fueran chupando los rabos de los marineros, donde allí Marco junto con otros dos, traían un bidón con bebida, donde les fueron ofreciendo a todos un trago, incluso Alvaro y David bebieron.
-Marinero- Chupa, chupa… que puta son… re dios…
-Marco- ¡Chupa, esta puta! –le dijo al negro- que rico, hoy os vamos a dar todos por el culo… todos…
-Luca- Recuerdo que yo soy el primero en darle al negrito…
-Alvaro- Hoy es un día de fiesta… ¡vamos putos, chupar! que para eso os pago… este es su trabajo aquí en el barco, vaciar los huevos de mis hombres…
-Luca- ¿Te gusta? –le dijo al negro-
-Pepe- Sí, señor, me gusta -no le quedaba otra que ser sumiso-
-Luca- ¿queréis iros del barco? son libres…
-Pepe- No, quiero ser la puta del barco…
-Luca- Mira… chúpasela al niño –ya que David se había bajado sus ropas y le había ofrecido que se la chupara- es chica, pero muy rica… le tendrás que dar clases a los dos, apenas saben cómo chupar…
-Marinero- Ni que lo digas… el niño lo hace mil veces mejor… estos tienen que aprender a chupar mejor…
-Alvaro- Hoy aprenderán… con tantas pollas… quiero más de eso –le dijo al alcohol- ¡está muy bueno!
-Marco- cuidado, jefe… que eso no es para niños…
-Marinero- ¡El ya no es un niño, es un hombre! menudo hombre… más que ninguno de los que está aquí…
-Marco- Tienes razón… ¡bebe todo lo que quieras! ¡borracho!
-Alvaro- Esta rico, muy rico…
Alvaro poco a poco iba tomando calor, la bebida le iba haciendo efecto y se empezaba a comportarse de otra manera, lo mismo que la mayoría de los marineros, que ya andaban como él.
Los dos putos continuaban chupando los rabos de todos los marineros, incluso más de uno le puso el trasero para que le chuparan el ojete, más de uno sucio.
Ninguno de los dos protestaba, aquello dentro de lo malo, les pareció que era mejor que ser esclavos de otras cosas, si tenían contentos a los marineros y al niño, que no entendían porque era el capitán, todo podía ir con ellos.
-Alvaro- Creo que ha llegado el momento… os van a desvirgar el culo quien ha pagado por ello y luego todos os irán cogiendo por el culo… todos deberán de abonar dos monedas…
-Marinero- ¿Por qué? ese niño solo quiere dinero…
-Alvaro- Os dije, que el dinero será para comprar perfumes para estos y bebidas para las fiestas… no pensaran que los vicios los tenga que pagar yo… la bebida la pagamos entre todos…
-Marinero- Bien dicho, así habla un buen capitán –dijo otro- les queremos a los putos bien limpios…
-Alvaro- Lo mejor será… que ustedes se prepararen los ojetes del culo… si… ¡traer un poco de mantequilla! para que la primera vez les sea agradable y les guste…
Colocaron al negrito en cuatro patas y su compañero le debía de comerle el culo.
Alvaro le iba diciendo como lo debía de hacer, todos acercaron sus miradas, para ver las ricas y duras nalgas del negro.
Todos deseaban que les llegara el turno de joderle, todos andaban ya duros para joder.
Cuando vieron que el culito del negrito lo tenía ya preparado, Luca se coloco detrás, dispuesto para quitarle la virginidad.
Alvaro le decía lo que debía de hacer para que no doliera, pero este pego un grito cuando tan solo le habían metido el glande.
-Luca- ¡Se un hombre! el niño no se queja… y su culito es más chico que el tuyo… abre y empuja…
-Pepe- Despacio, despacio… duele, duele…
-Alvaro- Échate largo… igual así te dolerá menos… mira, todos te quieren coger… ¡Ruben, acércate! quiero que al morito le prepares el culo… anda…
-Marinero- ¡Venga, chúpale el culo! ya ando ganas de joderle… para eso he pagado…
Ruben se arrodillo, con sus manos le abrió las nalgas un poco morenas, sin nada de vello.
El joven árabe, era más delgado, sus nalgas no tenía nada que ver con las del negrito, que eran más redonditas, pero tenían su atractivo y también muchos marineros fijaron sus ojos en ellas.
-Alvaro- ¿Esta rico? –le dijo a Luca- ¿te gusta?
-Luca- Apretadito, muy rico… muy rico…
-Alvaro- ¿No dices nada? ¿te gusta?
-Pepe- No, no me gusta, me duele, me duele
-Luca- ¡Jodete! para esos te hemos traído, para joderte… mira con el tiempo te gustara…
Ruben dejo de comerse el culo del árabe y Alvaro le ponía mantequilla por el culo, con un dedo se lo fue metiendo, al pobre joven, poco le gustaba aquello y miro como todos los marineros tenían sus ojos puestos en ellos.
-Alvaro- ¡No te vayas Ruben! pon el culo anda, que te voy a follar y el que quiera que te folle… anda todos con ganas… saben, este fue antes la puta del barco y ahora es mi criado.
tiene buen culo para coger…
-Rubén- no digo nada… tu, mandas… pero yo también quiero coger
-Álvaro- hoy haces lo que quieras, te dejo el día libre, te lo has ganado… -el chico se alegró-
-Marco- Anda sí, que buena idea has tenido… Rubén eso es, que culito más sabroso… -Ruben se quito sus ropas de abajo y colocándose su culo en cuatro-
-Alvaro- Primero yo, que para eso es mi esclavo…
-Ruben- Ahaaaaaaa
-Marco- Mira como le gusta al condenado… mira Diego allí detrás…
Diego estaba siendo cogido por dos marineros, uno por la boca y otro por el culo.
En ese momento, el barco era una orgia entre hombres, todos andaban buscando una boca o agujero para meter.
Mientras los dos putos no paraban de ser cogidos.
-Marinero- ¡chupa, chupa! –le decía a David- ¡cómo te gusta putito!
-David- Si, me gusta mucho… mira esos dos como les dan bien por el culo, ya no se quejan…
-Marinero- Tú dirás, ese es su trabajo… vaciarnos los huevos a los marineros… ¡pues Ruben se está poniendo las botas!
-Alvaro- Mira como mi esclavo disfruta…
-Marinero- Tiene buen trasero, si… como siempre…
-Alvaro- No dices nada… mírale como disfruta, una en la boca y otra en el culo…
Ruben no decía nada, además estaba disfrutando esa tarde de la orgia, como los dos putos, que poco a poco sus culos se fueron abriendo para dejar paso al placer que ya empezaban a sentir.
Los dos putos fueron follados por todos los marineros, hasta que todos fueron descargando sus metrallas, por la cubierta del barco.
Alvaro por su parte tenía la cabeza dándole vueltas, la bebida le había hecho que estuviera muy borracho y fue llevado a su camarote.
-Luca- ¡David, menuda borrachera lleva nuestro capitán! –le dijo en cubierta, con todos desnudos y muchos dormidos-
-David- ¡Ni que lo digas! joder, como estaba…
-Diego- Vamos a llevar a los putos a sus camarotes de trabajo… ¿no creen?
Los dos putos fueron llevados a sus camarotes, allí Luca les explico a los dos, su trabajo y que debían de hacerlo lo mejor posible, alguna queja, serian castigados por una cogida de los perros.
-Pepe- ¡No se preocupe señor! lo hare lo mejor posible…
-David- Ya saben, deben de estar limpios, muy limpios, ya vendré haceros visitas…
A la mañana síguete, Luca despertaba a Alvaro con mucho dolor de cabeza, le echo una pequeña bronca, este tampoco se corto y le dijo de todo, Alvaro no quiso oírle y le dejo en el camarote y se subió a cubierta, donde muchos les vieron discutir sin saber el porqué.
Luca le cogió del brazo y le dijo que no le volviera hacer aquello, ya que su padre le había dado permiso de azotarle si fuera preciso.
Este le dijo que nunca se atrevería a tocarle, pero Luca sin darse cuenta le dio un bofetón delante de casi todos los marineros, donde el chico un poco avergonzado desapareció de allí.
-Marco- ¿Te has vuelto loco? ¿Pero porque?
-Luca- Creo que se me ha ido de la mano… discutí con él, sobre lo de ayer, que se emborracho y no se…, me he pasado…
-Marinero- ¡No debió de decirle eso! además no veo el porqué le ha tenido que charle una bronca porque bebió, usted también iba bien bebido… ¡lo de ayer fue una fiesta!
Luca en ese momento comprendió que había actuado muy mal con el niño y busco para pedirle perdón, pero no hubo manera de encontrarle en ese momento por el barco.
Busco a David y Diego, que estos tampoco supieron decirle donde podría estar.
Algún marinero le aconsejo que le dejara un rato solo, que el mismo aparecería.
Pasaba el día, y no había rastro del niño, paso la noche y lo mismo y ya todos se empezaron a preocuparse por él.
-Luca- ¡Escuchar todos! –les dijo en cubierta a todos los marineros! se que todos pensáis que es por mi culpa, lo sé…
-Marinero- Si, naturalmente… pero además por una tontada, creo que no es porque le chillaras, sino que le humillaste cuando le diste el bofetón… ¡eso no está bien! Solo es un niño, un niño que debe aprender muchas cosas y tú eres el menos indicado para enseñarle cosas que él solo ya ha aprendido…
-Marinero 2- ¡Escudar todos! –venia chillando- el chico no está en el barco, balta una barca… falta una barca, creo que se ha debido de ir con ella…
-Marco- ¿A dónde? dios mío… todos estamos ahorcados como no lo encontremos… este es nuestro fin, ¡mierda puta!
-Pepe- ¡Lo más seguro que estará en alguna de las islas que hay por aquí! yo soy de una de ellas…
-Marco- ¿Te conoces bien esta zona?
-Pepe- Bueno, pasa que yo nací en una de ellas… por aquí hay muchas y además algunas en barca en media hora o una hora… lo que hay que hacer es recorrer las islas…
-Luca- Si, pero antes yo debo un castigo, todo esto es por mi culpa… traer a los perros… traerlos…
-Marco- ¡No es necesario! Pepe te jodera como castigo… además por una tontada…
-Todos- ¡Pepe, jode! El negro que le joda –chillaba los marineros-
-Marinero- Eso es… cabron… jodete y abre bien el culo… que luego va el perro…
-Marinero- Ves a por él… -le dijo uno, para traerse el perro-
Luca se quito sus ropas de abajo y en cuatro sobre la cubierta del barco y con la mirada de todos que se colocaban en círculo, Pepe se dispuso a meterle sus casi 20cm de rabo por el culo.
Marco no permitió que se le lubricara y nada, sino que la metiera, que le doliera.
Ya que la falta había sido muy grave, pegar al capitán, aunque fuera un niño, era el capitán del barco.
-Marco- Esto será el castigo para todos… ¡Pepe, adelante! no tengas miedo… métele hasta los huevos y a partir de hoy, Luca, serás uno más de la cuadrilla…
-Luca- ¡Noooooooooooooo! –chillo al sentir el duro miembro de Pepe- ¡diosssssssssssssssssss!
-Marinero- Ostia, se la ha metido toda dentro… joder, que buen ojete debe de tener…
-Marinero- Que se fastidie… creo que deberíamos de empezar a organizar la búsqueda del niño…
-Marco- ¿Del niño? de nuestro capitán… recordad lo que su padre nos dijo… creo que debería de poner rumbo el barco hacia las islas…
-Luca- ¡Noooooooooooo! ¡dios, dios! mas, mas….
partirme el culo, partírmelo…
-Marinero- Luego va el perro… anda con ganas de joderte…
-David- Creo que ya no… con eso ya tiene bastante…
-Marco- Ni hablar… el perro va detrás… ¿ya te has corrido? –le dijo a Pepe- vamos, perrito a joder…
Una vez que Pepe se hubo corrido, entre dos, subieron a la espalda al perro y este ya sabiendo lo que debía de hacer, saco de su funda el rabo y poniéndose tieso busco el agujero por donde debía de meterla, donde con la ayuda la metió toda hasta dentro, donde solo se podía oír los chillos del hombre.
Alvaro despertaba en una casa de paja, rodeado de unos hombres de color que le miraban.
Solo uno, sabia el idioma de él, el más mayor y jefe de la tribu, que en sus días fue marinero.
-Rubut- ¡Hola, joven Blanco!
-Alvaro- ¿Sabe mi idioma?
-Rubut- Si, soy jefe de esta tribu e isla.
esta mañana te encontramos sobre la playa… eres un chico muy hermoso…
-Oscar- Gracias por haberme rescatado… mi barco naufrago… no sé, no me acuerdo mucho de ello… ¿me van a comer? –ya que el había oído que los negros comían a los blancos-
-Rubut- ¡Comerte! no… nosotros no comemos humanos… ¡tranquilo! te puedes quedar aquí, con nosotros… ya veré que hacer contigo… mi nieto sabe también tu idioma, se lo enseñe… además el quiere ser marinero… quiere ver mundo… pero por ahora debe de estar en esta isla… además es de tu edad… te lo presento…
Rubut, mando llamar a su nieto Rabit, y le pidió que le enseñara un poco la isla.
Los dos niños salieron d la cabaña y fueron a ver la isla.
Álvaro les gusto la manera que tenían de vestirse, apenas nada sobre el cuerpo, solo un trozo de tela les tapaba sus partes.
el pidió algo como ello, ya que la temperatura le hacía pasar calor.
Alvaro fue la atracción, para toda aquella gente, su piel blanca, su pelo rubio, sus ojos azules.
Rabit llevo al niño hasta dentro de la isla, allí el sintió ganas de cagar, sin vergüenza alguna, bajo su trasero, se quitó el trapo y se puso a cagar, donde Alvaro se juntó con el…
-Rabit- ¡Valla, todo blanco!
-Alvaro- ¡Tu negro todo!
-Rabit- Tus haces niños… Álvaro se quedó pensado que era aquello, pronto supo que era- ¿no?
-Alvaro- ¡No! –le engaño, porque no sabía nada de ellos-
En la noche, Rubut le dejo pasar la noche en su tienda, con su mujer, allí le conto que ella tenía 53 años y él 58 años.
Los dos con unos cuerpos pequeños, delgados.
Le costaba dormirse y de pronto oyó unos ruidos, a través de la poca luz de luna, pudo ver al hombre sé que colocaba encima de la mujer ya desnuda y le metía el rabo por el coño.
Gracias a la poca visibilidad, pudo verle como movía el pequeño culo negro y como les oía gemir a los dos.
Miro al techo, tuvo miedo y se hizo el dormido, pero solo les oía gemir.
Al poco oyó gemir un poco más fuerte al anciano, pensó, que se estaba corriendo.
Se levantó y se acercó hasta él niño, se hacia el dormido, el anciano le toco en la cara y este abrió los ojos.
Le pidió la mano para que se levantara, le pudo ver el rabo negro, babeante, ya flácido delante de su cara.
Se levantó y el hombre le dirigió hasta su esposa, que aún estaba abierta de piernas.
El anciano le quito el trapo que le cubría la parte de bajo, se le puso a masturbar, hasta llego a ponerse de rodillas para chuparle la polla.
Cuando se le puso dura, el anciano le invito a que se la metiera a su mujer, Alvaro se hecho un poco para atrás, follar a una mujer, pero pensó, que si no lo hacía igual le podía ofender, así que se arrodillo, guio su polla al coño velludo, negro de la anciana.
Vio que aún tenía la leche de su marido.
No le importo y metió su polla en su primer coño, le pareció muy distinto a meterla por un culo.
Empezó a mover el culo, a follarla, llevo sus manos a las tetas ya decaídas de la anciana.
La veía gemir, como llevaba sus manos a sus nalgas, a follarla fuerte, mientras el marido miraba, como se follaba a su mujer, no decían nada, ninguno hablaba, solo se oía los gemidos de la mujer.
Alvaro no pudo aguatar más, y dejo su leche dentro, junto a la de marido.
Saco la polla y levantándose se dirigió a donde estaba su cama, mientras los dos hablaban en su idioma, que no pudo saber lo que decían.
Solo que en segundos se quedaba dormido.
Capitulo XII – La tribu del sexo
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