El lavacoches
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Un día estaba yo en mi casa comiendo con mi mamá cuando tocaron a la puerta. Fui a abrir y era un chavo preguntando que si quería me lavaba el coche, le respondí que no y se fue. Mi mamá y yo seguimos comiendo, terminamos y ella se fue para su trabajo y yo me quedé en la casa. Después de como 15 minutos de haberse ido mi mamá vuelven a tocar a la puerta, y al abrir veo al mismo chavo, al cual lo vi con más detenimiento. Era un chavo más o menos de mi misma estatura, muy delgado, morenito y no tan feo, tal vez tendría unos 15 años. Después de verlo me dice:
-Hola, oye, ¿podrías regalarme un vaso con agua?
-Claro-. Fui por el vaso de agua y se lo di. Lo tomó con mucha rapidez, por lo visto tenía rato en el sol.
-Muchas gracias.
-De nada.
-Oye, ¿te puedo hacer una pregunta?-. Y al decir esto subió sus brazos como si se rascara la espalda, y al hacer esto vi que su playera subí y dejaba ver su abdomen, y a la vez al hacer eso su pantalón bajó un poco más a su cadera, y pude ver que se asomaba su vello púbico, negro, y vi que no llevaba ropa interior, lo cual me excitó bastante y de inmediato tuve una erección.
-Claro, dime, ¿qué quieres preguntar?
-Híjoles, es que me da un poco de pena-. Cuando dijo esto supuse era algo sexual, pero pues ya nada más con verlo me había excitado bastante, así que ahora que me hiciera preguntas sexuales, ya me imaginaba cómo estaría yo.
-Pues dime, no hay problema.
-Bueno, pues es que el profe de la secu nos dice que a los hombres al ir creciendo, pues empiezan a tener cambios, como por ejemplo empieza a salir vello y… y… que… pues que el pito se hace más grueso, ¿es verdad?.
La verdad yo ya no sabía qué hacer ni qué era lo que planeaba hacer este chavo, pero mi excitación estaba al 100 %. Aunque por otro lado me daba un poco de miedo, porque el chavo hablaba un poco fuerte, y me daba un poco de miedo que los vecinos escucharan, así que entre miedo por ser escuchado y excitación del momento lo invité a pasar a mi casa y nos quedamos en la sala.
-A ver, pasa y te explico.
-Gracias.
-Mira, cuando uno va creciendo va teniendo cambios hormonales, que hacen que también existan cambios en el físico, por ejemplo, como tú dijiste, empieza a salir vello, en las axilas, genitales, piernas, pecho, abdomen, aunque no a todos les sucede de la misma manera.
-¿Ah sí, y cómo es eso?-. Obvio el chavo quería algo más que una explicación, porque si alcancé a ver que ya tenía bastante vello púbico, es obvio que sabía de lo que sucede.
-Pues hay mucho vello en algunos hombres, y en otros no, pero el común es en las axilas y en los genitales, ¿quieres que te enseñe?
-Sí, por favor.
Así que me empecé a desabrochar el pantalón del uniforme y me lo bajé, así que quedó a su vista mi bóxer con la tremenda erección y mis piernas velludas, así que empezó a verme y pidió permiso para tocarme Obviamente estaba yo más que lubricado.
-¿Quieres ver más?-. Asintió con su cabeza, así que bajé mi bóxer para que viera mi erección. -Mira, así es como se va poniendo más grueso un pene, y también el vello que tiene, si quieres puedes tocarlo-. Obviamente lo tocó y lo estuvo observando, pero obvio no quería que se quedara atrás, así que le pregunté:
-¿Y a ti ya te han sucedido estos cambios?
-Sí, aunque no tanto como a ti-. Y se empezó a desabrochar su pantalón y comprobé que no llevaba interiores, y me mostró un pene que realmente no era grande, pero iba de acuerdo a su edad, moreno y estaba cubierto de una mata de vello que había visto momentos antes. -Oye, ¿y sabes qué se siente que te la chupen?-.
-Sí
-¿Podemos intentar?-.
Así que me arrodillé y me introduje su pene y empecé a chuparlo y empecé a ver cómo se retorcía del placer. Después de un momento, en que ya me había cansado y ya no era cómodo, me paré y lo puse a que me la chupara, y pues por ser su primera vez era algo torpe, pero por lo menos no fue tan malo. Después de que se cansó me preguntó:
-¿Y sabes qué se siente que te la metan?
-Sí
-¿Duele?
-Un poco al inicio, pero después se siente muy rico. El asunto es saberlo hacer con cuidado. ¿Quieres que te la meta?
-Sí
Así que fui por un condón a mi cuarto y un poco de lubricante, le dije que se terminara de quitar los pantalones y se arrodillara arriba del sillón, me puse el condón, le puse bastante lubricante y me empecé a acercar, acaricié sus nalgas sin vello y suaves, acerqué mi pene a su hoyito y empecé a empujar despacio, al inicio estuvo muy quito, pero conforme iba empujando más le empezaba a doler, ya que mi pene no es muy largo pero sí es ancho. Después de un rato se quería quitar, pero no lo iba a dejar que se fuera tan fácil, así que le dije que empezara a pujar como si estuviera en el baño, así que eso ayudó. Empecé a empujar un poco más y sentía cómo iba entrando y cómo me iba apretando al rededor de mi pene y a sentir su calor. Una vez adentro esperé un poco para que se acostumbrara y poco a poco empecé a meterla y sacarla, cada vez más rápido. Al rato empezamos a jadear los dos. Me excitaba escucharlo y ver sus nalgas cubriendo mi pene, apretándolo, calentándolo, sentir su culito virgen abrirse, aprisionarme.
La excitación de verlo así, y de saber que en cualquier momento podría llegar alguien a la casa me excitaba más, así que empecé a moverme más rápido, y él ya estaba por venirse, después sentí que apretaba mi pene y apenas alcanzó a poner su mano en su pene para venirse, y terminamos al mismo tiempo.
Todavía me quedé un momento dentro de él y lo saqué lentamente. Me preguntó dónde estaba el baño para limpiarse y lo llevé. Yo me fui a otro baño para tirar la evidencia.
Al salir me dio las gracias, y dijo que había entendido todo muy bien, y que esperaba le pudiera explicar más adelante las dudas que tuviera. Lo acompañé a la puerta y se fue. Después no lo volví a ver jamás.
Espero les haya gustado mi primer relato, que a pesar de haber sido hace algunos años, todavía lo recuerdo bien. Dejen sus comentarios para tomarlos en cuenta para cuando vuelva a publicar alguna vivencia
Saludos!
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