El lechero
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por roy93h.
Realmente,me gustaba hacerlo con ellos,ya que me buscaban en forma casi continua,y yo a ellos,por supuesto.
En ese entonces,mi cuerpo ya tenía formas bastantes femeninas;alto,espigado,buena cola,piernas casi sin bellos,caderas algo redondeadas y usaba el pelo bastante largo,tanto que si me miraban por detrás,fácilmente me confundían con una chica.
Vivía en una ciudad del interior de mi país,y en ese tiempo,la leche la dejaba en las casas el lechero,que la repartía en tarros especiales para eso,con un carro tirado por un caballo.Entonces,este hombre de campo,iba casa por casa y dejaba la leche,generalmente en una olla,que era donde después se cocinaba.
A mi casa llegaba un lechero fornido,morocho,casi negro,de bigotes,que al venir todos los días se hizo de confianza,tanto que mi madre muchas veces salía y le dejaba el recipiente en la cocina,con el dinero debajo,por lo que tenía que entrar para dejar la leche.
Para llegar hasta la cocina,debía pasar por un corredor donde había una puerta de dos hojas,que daba a mi dormitorio.
Para ese momento,mi cuerpo ya quería algo más de lo que recibía de los chicos de mi barra,pero no sabía cómo hacerlo,ya que en esos momentos era mal visto ser puto,como se decía entonces,y no gay,como se dice ahora,por lo que había que guardar un poco las apariencias.
Así fue que comencé a fijarme en aquel robusto lechero,y resolví entablar conversaciones con él cuando llegaba por la mañana temprano a mi casa.Era un tipo conversador y simpático,dentro de su sencillez de hombre de campo.Así me enteré que vivía sólo,que no tenía mujer y que tenía 30 años en ese momento.
Para esperarlo,como era verano,me ponía un pantalón corto muy pequeño y ajustado,y una remera ajustada a mi cuerpo también.Poco a poco comencé a notar sus miradas,las que iban desde mi respingona cola hasta mis piernas,subiendo y bajando continuamente.
Bromeaba mucho con él sobre temas del momento,por lo que logré que comenzara a entrar en confianza poco a poco.Además era evidente ya,que me deseaba,pero no decía nada.
Entonces seguí adelante con mi plan de conquista,aunque debía hacerle creer que era él el que me iba a conquistar a mí…Je je je
Una mañana en la que estaba sólo,antes que viniera,abrí las dos hojas de la puerta de mi dormitorio,me acosté en mi cama boca abajo,desnudo y con la sábana por las rodillas,haciéndome el dormido.
Cuando abrió la puerta de calle y entró,al pasar por la puerta de mi dormitorio,miró para adentro y quedó estático viendo aquello.Sentí que se escapó un gemido de su boca al verme.Estuvo parado allí como dos minutos por lo menos,mientras yo seguía "durmiendo"…
Oí que fue hasta la cocina y volvió a pararse en la puerta,dando unos quejidos suaves y murmurando cosas que no se entendían.
Estuvo allí unos minutos y se fue,pero noté que ya lo tenía en mi poder…mi plan estaba dando resultado.
Al día siguiente volví a hacer lo mismo.Se paró a mirar otra vez,dejó la leche y volvió rápidamente,pero esta vez oí sus pasos que se acercaban en silencio hasta un costado de mi cama.
Murmuraba casi en secreto para no despertarme:-¡Qué culo más lindo!…¡Este guacho está divino!…¡Ay,que lo parió!…¡Qué ganas de cogerlo que tengo!…¡Me tiene de pija dura!…
Yo seguía "profundamente dormido"por supuesto,fingiendo una respiración pesada y honda…
De pronto sentí sus ásperas manos que comenzaron a acariciar mis nalgas suavemente entre suspiros,luego mis piernas y mi espalda;iban y venían por mi cuerpo.
No me "desperté",por lo que siguió acariciando mi cuerpo en forma suave,aunque de vez en cuando me daba unos apretones en las nalgas.
Yo permanecía inmóvil,pero con mi verga dura como una piedra debajo de mí.¡Qué delicia era sentir aquello!…
De pronto oigo sus pasos que se iban alejando,y se fue,dejándome con las ganas,por lo que a la siguiente ocasión,me acosté todo desnudo con mi cola para arriba y mis piernas entreabiertas.
Cuando entró a la casa cerró la puerta de calle y se paró en la de mi dormitorio,dejando escapar nuevos quejidos y suspiros.
Esta vez dejó sus tarros en el suelo y se metió en mi dormitorio,parándose al costado de mi cama.Me acarició un rato,y comencé a sentir en mi piel,algo que me pinchaba y luego sus labios.
Entre sus bigotes,sus labios,su lengua y sus caricias,se me erizaba la piel;lo estaba pasando de maravillas…
Dejó de acariciarme y empecé a oír cómo se quitaba la ropa,por lo que lo miré con mis ojos entrecerrados y le vi una tremenda verga negra,larga y gruesa,bien parada,como de 23 o 24 centímetros,lo que me asustó tanto que casi me arrepentí de lo que estaba haciendo,pero ya no había vuelta atrás,porque se subió a la cama,me siguió acariciando suavemente,montándose a caballo sobre mí,y de pronto sentí entre mis piernas,algo duro y caliente que se metía poco a poco,comenzando a entrar y salir en forma lenta…¡Qué sensación más hermosa!
Él había apoyado sus manos a ambos lados de mi cuerpo y movía sus caderas suavemente,entrando y saliendo de entre mis piernas…
Entonces no aguanté más,y resolví "despertarme",cerrándolas y apretando aquella carne dura,caliente y grande…¡Qué rico!…
Quedó inmóvil cuando sintió su verga apretada,por lo que comencé a mover mis caderas arriba y abajo para que ese movimiento tan lindo siguiera,abriendo los ojos y sonriéndole.
Entonces,se dio cuenta que nunca había estado dormido y me lo dijo,a la vez que se acostaba sobre mi espalda acariciándome como un desesperado,besándome,mordiéndome,apretándose más fuerte contra mi cuerpo,y empezando a moverse más rápido entre mis piernas.
Yo le respondía acompañando sus movimientos,cuando sentí que levantó su cuerpo y me puso aquel garrote caliente y duro entre las nalgas,comenzando a moverse atrás y adelante,suave primero y más rápido después;estaba como loco y yo no me quedaba atrás…¡Nunca había sentido una sensación más hermosa que esa!…Esto era lo que yo buscaba,y ahora lo tenía…En algún movimiento,punteaba mi culito,pero seguía de largo…Yo paraba más mi cola,pero no se metía adentro,hasta que dando un bramido y apretándome más fuerte aún,empezó a acabarse con unos fuertes chorros calientes que fueron a dar a mi espalda y entre mis nalgas,corriendo un poco por entre mis piernas,mientras yo me acababa también,mojando todas las sábanas debajo mío.
Siguió besándome la espalda,el cuello los brazos.Di vuelta la cabeza,por lo que besó mi boca,metiendo su lengua hasta mi garganta…Era una locura todo aquello;su verga seguía dura como antes entre mis nalgas,moviéndose arriba y abajo.
Entonces logré tomarla con una mano,que apenas lograba rodearla de gruesa que era,y la puse en la entrada de mi hambriento orificio,levantando mis caderas a la vez que él me dio un fuerte empujón…¡Qué dolor!…Grité y veía lucecitas de colores…No era una cabeza,sino una cabezota enorme…
-¡AAAAyyyyy,me duele mucho!
-¡Despacio guacho,que te vas a lastimar!-me decía-¡No te va a entrar porque tenés el culito muy chico y la tengo muy grande!…
-¡Quiero que me la pongas aunque me rompas el culo!-le contesté.
-Entonces vení-me dijo.Salió de encima mío,me tomó de las caderas y me puso en cuatro patas.Me volvió a acariciar y a besarme todo mientras yo abría mis nalgas esperando su gorda pija,pero fue un dedo que comenzó a ponerme,mojándolo con su propio semen que tenía en mi espalda y entre mis nalgas.Era hermoso sentirlo;luego puso otro dedo más,entrando y saliendo y moviéndolos en círculos.Era como tener una verga entrando y saliendo,porque tenía los dedos gruesos.Cuando entraban y salían sin problemas,sentí que los cambió por su enorme pedazo y empezó a empujar…¡Dios mío!…¡Qué inmensa que era!…
De a poco su cabezota me fue penetrando mientras yo sentía un ardor que me quemaba y un dolor tremendo…me estaba rompiendo todo el culo.Me corrían las lágrimas pero no decía nada,hasta que me agarró de las caderas y me dio un empujón que hizo que me entrara la cabeza y que yo diera otro grito más…Se quedó quieto,como asustado,y de a poco me fue pasando el dolor,así que le pedí que siguiera otro poco,a la vez que empujaba mi cola para atrás.Sentía que me desgarraba cuando entraba cada pedazo,pero ya me estaba gustando más.
-¡Qué rico,negro,qué rico!-le decía yo-¡Dale,ponela toda de una vez!-le pedí.Entonces se agachó sobre mi espalda,me tomó de los hombros por debajo de mis brazos y me empujó con fuerzas para atrás,al tiempo que me daba un formidable empujón con sus caderas…Me quedé sin aire,de boca abierta,con los ojos como platos y sentí adentro mío,como una brasa que me entró de corrido,empujando mis intestinos y mi estómago para arriba.Sentí sus huevos que pegaron en los míos y que sus pelos se pegaban a mi cola…¡Me la había metido toda de un sólo empujón!…Mi cuerpo se arqueó,luego se tensó y…me desmayé del dolor…Cuando volví en mí,estaba acostado boca abajo con una almohada bajo mis caderas,empapado en sudor y con toda la verga adentro de mi roto culo.Al sentir que estaba mejor,me acariciaba,me besaba y me decía:-¿Ya estás bien,estás mejor?
– Si estoy-le contesté,y empecé a mover despacio mi cuerpo,arriba y abajo.Pronto desapareció el dolor y empezó a gustarme mucho lo que estaba sintiendo.Empezó a moverse lento al principio,pero al ver que no me dolía empezó a darme cada vez más duro.Su gruesa verga salía casi toda y volvía a hundirse otra vez hasta el tope…¡Qué cogida me estaba dando!…La sentía escarbar en mi vientre…Ya entraba y salía libremente.Los gritos de los dos se debían sentir por toda la casa.Estuvo dándome como diez minutos sin parar,cada vez más rápido,tanto que no podía seguir sus movimientos y me quedé quieto,abriendo mis nalgas con mis dos manos,entregándome todo a aquel tremendo macho que me estaba haciendo gozar como nunca.
-¡Dame duro,dame más fuerte,así,así,así!,le decía cada vez que me la mandaba hasta el fondo.
-¡Sí,tomala toda guacho divino,tomala,tomala,tomala!,repetía.De pronto rodeó con sus piernas las mías,me abrazó fuertemente contra su cuerpo,haciéndomela entrar más aún,si era posible,ya que la sentí más profunda aún,y me dio como siete u ocho empujones bien fuertes,mientras gritaba:-¡Me acabo en tu culito,guacho divino,así,así,asííííííí´!…Sentí cada uno de sus chorros calientes que llenaban mis entrañas…parecía que me iban a salir por la boca…Los dos gritábamos,porque me volví a acabar,aunque ahora sobre la almohada que tenía debajo…¡Qué placer!…Quedó tendido arriba mío,hasta que sentí que su verga se achicaba y le fue sacando despacio.
Me quedó una sensación de vacío en mi bajo vientre.Cuando nos repusimos,fuimos al baño,nos lavamos porque teníamos semen y sangre de mi culo por todos lados,me besó y me acarició todo otra vez,pero no me cogió de nuevo porque tenía que terminar su reparto y mi madre podía volver en cualquier momento,así que se vistió,me besó otras veces,y tomando sus tarros salió de la casa,sin dejar la leche en la cocina,aunque me dejó a mí en mis intestinos,tanto que la sentía correr adentro mío y salir por mi desvirgado culo y deslizarse por mis piernas.Me tuve que lavar varias veces.Ahora sí estaba conforme,pues había logrado lo que quería,aunque me dolía el culo y lo tenía hinchado y abierto.
El lechero me había roto el culo,me había hecho su "hembrillo",como él decía,y durante mucho tiempo me siguió dando mi leche,algunas veces en mi casa y muchas veces en su tambo,adonde me iba con él en su carro a pasarlo juntos en la cama,ya que se había hecho muy amigo de mi madre también,y ésta le daba permiso para llevarme al campo los fines de semana.
Pronto contaré lo que hacíamos en el tambo,si es que este relato gustó.Espero que sí.Hasta pronto.
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