El lechero 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por roy93h.
Así fue que todo se preparó para ir un día sábado después que terminara su reparto en el pueblo. Desde temprano ya tenía mis cosas prontas para ese viaje,y mi ansiedad no tenía límites,pues no habíamos podido hacer nada durante la semana,ya que mi madre no salió nunca por la mañana. Ni que decir que mi hombre estaba igual que yo;le brillaban los ojos cuando me miraba cuando llegaba a mi casa y se mordía los labios cuando mi madre no nos veía. Corrían mariposas por mi vientre mientras lo esperaba,hasta que el tan ansiado momento llegó. Terminó su reparto más temprano,según le dijo a mi madre,porque "tenía muchas cosas que hacer",según le dijo a mi madre,y yo que sabía cuáles eran esas "cosas que tenía que hacer",parado detrás de ella,le sonreí y le hice una guiñada de complicidad. Así fue que pronto estuve con él en el carro rumbo a su casa en campaña,recorriendo las últimas calles del pueblo,y cuando ya estábamos en lugares en los que no había nadie,su mano comenzó a recorrer mis piernas,y las mías fueron hacia su verga,que ya se notaba dura como nunca. – ¡Ay guachito divino!-me decía-¡Cómo te voy a cojer!…¡Hace una semana que no te tengo,y ahora me voy a desquitar por todos estos días que no te he podido hacer nada!.
Me tomó de los hombros y me apretó contra su cuerpo,dándome un tremendo beso en la boca que me dejó casi sin aire. – ¡Sí mi negro divino!…¡Voy a ser tuyo como nunca!…¡No sabés las ganas que tengo de que me metas esa verga divina que tenés!… Su mano recorría mi cuerpo entero;me bajé los pantalones hasta las rodillas,buscó mis nalgas,y entre caricias y apretones,comenzó a meterme su dedo medio en mi culo. Con los traqueteos del carro su dedo entraba y salía de mí de una manera sabrosa. Yo le había sacado la verga,que estaba más gorda y dura que nunca,y lo pajeaba de tal manera que lo hacía gritar casi. – ¡Ay guacho divino!…¡Soltáme que me vas a hace acabar en seco!-me decía. Mi verga también estaba parada al máximo,pero no me animaba ni a tocarla por miedo a acabarme allí nomás. Llegamos a su casa,y se bajó del carro,dando la vuelta para ayudarme a bajar.
Cuando estaba de mi lado,estiró sus brazos,y me tiré arriba de él.Me tomó entre sus brazos y su boca se apoderó de la mía mientras sus manos recorrían todo mi cuerpo. Yo no me quedaba atrás y lo besaba casi con desesperación;nuestras lenguas se enredaban en nuestras bocas. Como pudimos nos fuimos desnudando:él me sacó la camisa y me terminó de bajar los pantalones,y yo logré quitarle su camisa,desabrochar sus pantalones y apoderarme de su rica verga…¡Qué enorme que estaba!…¡Larga,gruesa y dura como nunca la había sentido!…Su boca y sus manos no me daban descanso;corrían ansiosas por todo mi cuerpo,y yo no me quedaba atrás. Me abracé a su poderoso cuello,levanté mis piernas y lo abracé con ellas de la cintura,poniendo mi culito sobre su inmensa verga,a la que sentía caliente como nunca entre mis nalgas,entonces,sin dejar de comer su boca,la tomé con una mano y la coloqué frente a mi culito hambriento.
Cuando sentí que ya tenía su cabezota adentro,lo que me hizo gemir entre sus labios,aflojé mis brazos y lo aprisioné más entre mis piernas,lo que hizo que su inmensa pija me entrara hasta los huevos de un sólo empujón…Me tomé de sus hombros y me dejé caer del todo;mi cuerpo se fue hacia atrás mientras recibía toda su dura verga,dando un grito de dolor y de satisfacción. Colocó sus manos debajo de mis nalgas y mientras me sostenía así,empezó a moverse despacio al principio,pero cada vez más duro y rápido. Nuestros gritos llenaban el aire pero no nos importaba,porque no había vecinos cerca que pudieran escuchar.Me hacía saltar en el aire con sus tremendos empujones;sentía que la verga me llagaba hasta el ombligo,que empujaba mis intestinos hacia arriba…parecía que me iba a salir por la boca. – ¡Ay guachito!…¡Qué ganas que te tenía!…¡Ahora sí que sos todo mío!…¡Te voy a cojer como nunca!…¡Qué culo divino!… – ¡Sí mi negro!…¡Soy tuyo!…¡Dame todo, mi amor!…¡Así!…¡Ay qué dura que la tenés!…¡Me vas a matar! Me manejaba en el aire como que no tuviera peso ninguno.Me había tomado de las caderas y me hacía subir y bajar por su inmensa verga,metiéndomela cada vez más adentro.Me apretó contra su cuerpo y empezó a moverse cada vez más rápido,mientras su boca seguía absorbiendo la mía;sus huevos calientes chocaban contra mis nalgas. Me apretaba más contra su pecho y lo besaba con frenesí,hasta que sentí que su dura verga se hinchaba aún más en mi culo y que entraba más al fondo,comenzando a descargar calientes chorros de leche bien adentro de mis intestinos.Nuestros gritos ya eran alaridos de placer,tanto que mientras se acababa bien adentro de mi culito,me acabé en su pecho a chorros,como nunca lo había hecho.
Con nuestras bocas pegadas y nuestras lenguas enredadas,caímos al suelo,casi desmayados del placer que nos estábamos brindando. Quedé abrazado a su cuerpo y él al mío,por lo que su pedazo no salió de adentro de mi cuerpo. Nuestros cuerpos temblaban acalorados. Seguimos besándonos y acariciándonos sobre el pasto. – ¡Qué polvo,mi nene precioso!…¡Qué ganas que te tenía y que tengo todavía! – ¡Yo también te tenía y te tengo ganas ,mi macho divino!…No pudimos hacer nada en toda la semana,pero ahora sí le vamos a dar como nunca. – ¡Claro que sí,mi hembrillo hermoso! – ¿Te diste cuenta que recién ahora vine a tocar el suelo? – Sí mi amor.Te cojí en el aire. –
Me levantaste en la verga cuando me bajaste del carro y recién ahora puedo tocar el piso.¡Sos imponente,negro divino!-le dije. -¡Vos también sos divino! Pero ahora te voy a mostrar la casa,me dijo,y sacándome lentamente su verga,que aún seguía dura,me alzó entre sus brazos como si fuera una novia,entró conmigo alzado y me mostró los diversos ambientes,hasta que llegó al dormitorio,donde había una cama como para una persona sola,me depositó allí suavemente,se tendió encima de mi cuerpo y comenzó a acariciarme y a besarme todo nuevamente,poniendo su dura y caliente verga entre mis piernas,comenzando todo otra vez. Me abracé a su poderoso cuello,lo recibí en mi boca,comenzando a mover mis caderas ritmicamente,y empezamos otra vez. Pero eso queda para otro relato,si es que les ha gustado éste,así que después de haberlo leído,sería bueno que LO COMENTARAN para saber su opinión.
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