El líder de los Boys Scout
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por luispdalone.
Y así, luego de inscribirme, comencé a ir a las actividades de los scouts, la verdad no me gustaba mucho, pero que podía hacer mi primo había convencido a mi madre.
Una de las actividades era ir a acampar lejos de la ciudad, no me emocionaba la idea, a mis 11 años seguía siendo aquel niño tímido, delgado, pelo negro, colocho, moreno.
Llego ese día de ir acampar, nos alistamos y subimos al bus para que nos llevaran al lugar donde íbamos a acampar por tres días.
Era viernes y llegamos como las 11:00 am, todo el día pasamos haciendo actividades hasta que se hizo de noche y armamos las carpas de campaña, para luego cenar y cantar alrededor de una fogata, fuimos a dormir, me metí en mi sleeping y paso como una hora, no podía dormir, el resto se oía que estaban durmiendo, de repente me doy cuenta que mi primo (14 años, llenito, moreno claro, pelo negro liso, nalgas paradas) se levanta y abre la carpa, y sale, me dio curiosidad y salí a ver a donde iba, nos habían dicho que no saliéramos a menos que fuéramos a ir al “baño” y debíamos de decirle al líder scout encargado para que nos acompañara, así que me preocupe cuando vi que mi primo se fue hacia la dirección contraria donde se encontraba el líder scout encargado, me salí y cerré la carpa así como lo había hecho mi primo, iba dirección al bosque, le iba a gritar pero no quería que se dieran cuenta y nos regañaran que estuviéramos despiertos y afuera, así que me limite a seguirle hasta que lo pudiera alcanzar, en eso veo a un líder de los boys scout, ya señor, dirigiéndose a donde estaba mi primo, me escondí por miedo a que me viera, mi primo se detuvo y lo esperó, supuse que lo iba a regañar, así que iba a dar la vuelta para regresar para que no me regañaran a mí también, cuando veo que el líder le pasa la mano sobre su hombro, medio abrazándolo, y comienzan a caminar juntos, adentrándose más al bosque, mi curiosidad pudo más que mi miedo y los seguí.
Los seguí por un rato, a una distancia prudente para que no me vieran y trataba de no hacer ruido para que no me escucharan seguirles, la verdad era poco probable porque el ruido de los insectos por la noche ahogaba los ruidos de mis pasos.
Al fin se detuvieron y me quede atrás de un árbol y solo asome mi cabeza para verlos, el Líder de los Boys Scout se pone enfrente de mi primo, pero yo los veía de costado, ahí fue que me di cuenta quien era, ese día nos lo habían presentado como Don Víctor, tendría como 45-50 años, pelo castaño ya algo canoso, con bigote, piel blanca y cuerpo delgado, bien cuidado para su edad, era unos de los lideres encargados en los días de camping y nos acompañó en el día durante las actividades, era uno de los de más rango, lo sabía por su pañoleta e insignias scout y él nos enseñaba cosas para sobrevivir en el bosque.
Don Víctor se quita la cangurera y luego se desabrocha la pantaloneta y se la baja, mi primo muy atento de inmediato se pone de rodillas, y le baja la ropa interior, para que el pene, ya erecto, quedara enfrente de él; La luz de la luna era suficiente para que pudiera ver desde lejos lo que hacían, mi primo toma con su boca el pene, y comienza a chupárselo, movía su cabeza de atrás hacia delante, podía alcanzar a ver como el pene desaparecía en la boca de mi primo, tenía una cara de excitación total, se podía ver como disfrutaba chuparle el pene a aquel señor y él no se quedaba atrás, se podía ver como disfrutaba de aquella mamada que le estaba haciendo aquel chico de 14 años.
Estaba muy excitado viendo aquella escena; meses atrás había descubierto la excitación queda el masturbarse, así que saque mi pene, que era como de 10-11 cms por mi edad de 11 años, y me comencé a masturbar viendo como mi primo le seguía chupando el pene a Don Víctor.
Ahí estaba yo detrás del árbol masturbándome, mientras mi primo lamia, tragaba y chupaba aquel pene, podía ver como mi primo con su mano izquierda acariciaba aquella pierna velluda, gruesa, mientras que con la mano derecha jugaba con los huevos colgantes de aquel señor, que era evidente lo agitado que respiraba, mi primo se metió los huevos en la boca y los comenzó a succionar, a chupar, para subir con su lengua, lamiendo desde ellos hasta llegar a la cabeza del pene para luego metérselo todo en la boca, podía ver como su cara estrellaba con la pelvis del señor, lo tenía hasta el fondo, tragándolo todo, sin dejar un centímetro fuera, Don Víctor lo tomaba de la cabeza, agarraba su pelo, lo jalaba de este, para que mi primo se lo sacara y se lo volviera a meter dentro de la boca, hasta el fondo; Estuvieron varios minutos así mientras yo seguía masturbándome ahí detrás de aquel árbol.
Don Víctor le indica algo, y mi primo se da la vuelta desabrocha su pantaloneta y se la baja, colocando sus manos en el árbol que tenía detrás, arquea su cintura levantando su culo, enseñándoselo al señor, él se arrodilla y comienza a chuparle su culo, metía toda la cara en el culo de mi primo, se veía que lo estaban disfrutando mucho, mi primo movía su culo mientras se lo seguían chupando, en eso Don Víctor se levanta y dobla un poco sus rodillas de modo que su pene quedara a la altura del culo de mi primo, y con el mismo le pegaba en las nalgas para luego comenzar a introducir su pene en el ano de mi primo, el cual hacia gesto de dolor y placer mientras se lo iban metiendo, hasta que el pene desapareció, lo tenía todo dentro de su culo, Don Víctor comenzó a moverse, sacándolo y metiéndolo, aumento el ritmo, vi como la pelvis de él chocaba con las nalgas de mi primo, se podía oír a lo lejos el sonido que producía aquello, le tenía las manos sobre la cintura que se balanceaban al ritmo del cuerpo de mi primo, paraba, se lo metía todo, ambos gemían, aumentaban el ritmo, chocaban sus cuerpos, yo aumentaba el ritmo de mi masturbación, me excitaba ver como cogían a mi primo, pero me daban celos, yo también quería ser cogido en aquel momento, veía como las nalgas de primo, paraditas, redondas, temblaban con cada envestida, choque, de Don Víctor, ya me masturbaba con más ímpetu, hasta que sentí como llegaba al orgasmo, por mi edad no eyaculaba todavía, no me salía nada, pero el placer era increíble, ellos seguían cogiendo.
Metí mi pene y me dispuse a retirarme, sabía que al terminar irían de regreso y mi primo se iba a asustar de no verme en la carpa de campaña, no quería que supiera que estaba fuera y mucho menos que había visto lo que hacía, así que con cuidado regrese, la verdad ya me estaba dando miedo estar ahí solo en el bosque, perderme, pero me guiaba por la tenue luz de la fogata que se veía a lo lejos y se hacía cada vez más fuerte cuando avanzaba hasta llegar a las carpas de campaña, llegue a la nuestra y me metí, y me acosté, paso bastante tiempo, quizá una hora hasta que oí entrar a mi primo, me hice el dormido, y al final me quede dormido.
En la mañana siguiente, nos despertaron temprano, a las 5:00 am.
Para comenzar las actividades del día, las realizamos, desayunamos, seguimos, almorzamos y en la tarde haríamos caminata por el bosque, así que llevábamos una hora de caminata, cuando me dieron ganas de ir al baño, le dije a mi primo y me dijo que le iba a avisar a un encargado, le aviso a Don Víctor, pidió la pala y se acercó a mí, y me dijo que lo siguiera, nos alejamos lo suficiente y me dio la pala, cabe y pues comencé a realizar mis necesidades, estando ahí sentado, en cuclillas, veía que Don Víctor volteaba disimuladamente, termine, me limpie y me subí mi ropa interior y pantaloneta, cuando me dice – Espera niño, debo ver que no te haya picado ningún insecto – a lo que dije – Pues no sentí nada que me haya picado – a lo que me explica que hay unos que pican sin que uno sienta y son muy peligrosos, claro, ingenuamente le creí, así que me baje mi pantaloneta con todo y ropa interior nuevamente y me comienza a inspeccionar, paso sus dedos por encima de mis nalgas, que terminaron siendo más caricias por todo mi culo, a lo que hizo que se me parara mi pene, creo que lo noto, porque luego de ello me dijo que me doblara, y con su manos separaba mis nalgas para ver mi ano, el cual comenzó a acariciar, pude sentir que tenía mojado su dedo, yo lo contraía por la sensación , no decía nada, solo disfrutaba como acariciaba con su dedo mi ano, y lo subía y bajaba por en medio de mis nalguitas, paro y me dijo que me subiera mi pantaloneta, a lo que le hice caso, y me dijo que no había visto nada pero que tenía dudas, que en la noche me revisaría otra vez, que luego que todos estuvieran dormidos, saliera a buscarlo a la fogata y que dijera que debía ir al baño, que no dijera nada de la revisión para no preocupar al resto, que era normal, le dije – Muy bien, hare lo que me indica, Señor – la verdad me había dejado muy excitado su “revisión” así que no dude ni un segundo en hacer en la noche lo que me dijo, ya quería que me “revisara”, pero más que todo que me hiciera lo que le hizo a mi primo en la noche anterior.
Nos apresuramos a alcanzar al grupo, termino la caminata, llego la noche, cenamos, cantamos alrededor de la fogata nuevamente y fuimos a dormir, espere a que se durmieran todos al igual que mi primo, me levante, salí, cerré la carpa, y fui en busca de mi Líder de los Boys Scout, Don Víctor, para mi respectiva “revisión”.
Como él me indico lo fui a buscar a la fogata y le dije que debía ir al baño, le indico a los otros dos instructores scout que me iba acompañar, agarro la pala y me tomo con su mano por el cuello y nos dirigimos camino al bosque, no adentramos lo suficiente, creo que al mismo lugar en donde se había cogido a mi primo la noche anterior, me indico que me diera vuelta, bajara mi pantaloneta y me apoyara en el árbol, así lo hice, él bajo mi ropa interior, pude sentir como sus dedos rozaban con mi piel cuando iba bajándola, me excite, paso rozando mi cintura bajando por mi piernas, lo hizo lentamente, luego me pidió que arqueara mi espalda y sacara mi culo para que pudiera “revisarme”, ahí estaba yo a mis 11 años enseñándole mi pequeño culo a aquel señor maduro, poso una mano en cada nalga y las comenzó a acariciar, apretar con delicadeza, las separaba para poder ver mi ano, sin pensarlo, dejándome llevar por el momento, comencé a mover mi culo, a lo que se dio cuenta y me dijo – Te gusta, verdad –, solo asentí con mi cabeza, mientras él seguía acariciando y apretando mis nalguitas, las separo y pude sentir como llevo su boca a mi ano, y lo comenzó a lamer, yo me erice, que rico se sentía, su lengua humedeciendo mi ano, la llevaba de arriba abajo, empujaba con ella hasta introducirla, podía sentir que tenía una lengua larga cuando introducía una parte de ella en mí, yo seguía moviendo mi culo, me estremecía, me excitaba lo rico que lamia mi culo, su manos comenzaron a acariciar mis piernas, eran unas manos ásperas, con dedos gruesos, no gordos, me excitaba sentir esas manos tan varoniles, como bajaban y subían de mis piernas, llegaban a mi torso, acariciaba mi espalda y abdomen, me excitaba cada vez más, ya tenía mi pene erecto, él lo tomo con sus dedos y me comenzó a masturbar mientras seguía lamiendo mi culo, que rico se sentía, ya gemía de placer, esa sensación de ser masturbado mientras me lamian el culo era increíble, y me excitaba más esa sensación de estar ahí en el bosque, en la oscuridad de la noche, solos los dos.
No paraba y no quería que parara de lamer mi culo mientras me masturbaba, gemía y me movía de puro placer, siguió unos instantes así, hasta que comenzó a acariciar nuevamente mi cuerpo, besar y chupar mis nalguitas, podía oír que gemía, supongo estaba muy excitado haciendo todo aquello, me quito la playera y bajo a mi culo otra vez; Me erizo, estremeció e hizo que mis piernas temblaran cuando su lengua recorrió en medio de mis nalgas y subió pasando la lengua por mi espalda arqueada, que sensación sentir su lengua húmeda recorrer mi culo, espalda, subiendo hasta llegar a mi cuello y comenzar a besarlo, chuparlo, instintivamente lleve mi mano a su pelo, metiendo mis dedos dentro de él, acariciándole mientras me seguía besando el cuello, yo gemía, su manos tomándome y apretándome por la cintura, me dijo dulcemente – Te gusta? – le solté un -¡Sí!- Gimiendo, siguió, estaba a más no poder, que rico se sentía que me besara, chupara el cuello, apretara y acariciara mi cintura, yo gemía sin ningún pudor.
Se detuvo, me dio la vuelta, desabrocho su pantaloneta y la bajo con todo y su ropa interior, yo atento, y pude ver su pene erecto, grueso, obscuro, sin circuncidar, su cabeza descubierta, roja, redonda, media como 17-18 cm.
, era velludo, piernas gruesas, me gustó mucho su cuerpo bien cuidado a pesar de sus 45-50 años que debía tener, sin decirme nada, me hinque, y tome su pene con mis manos, pude sentir lo duro, caliente y grueso que estaba, lo comencé a masturbar, y podía sentir sus venas que resaltaban en su pene, que rico lo tenía, me lo lleve a la boca, hasta entonces solo había chupado penes de edades de 18 para abajo, así que cuando lo comencé a chupar tenía un sabor y olor muy diferente, podría decirse añejo, era evidente, era el pene de todo un hombre maduro, apenas cabía en mi boca, termino doliéndome la mandíbula, pero seguía chupándolo, llegaba hasta el fondo de mi garganta, ocupándola toda, me producía unas pequeñas arcadas, que inundaban de saliva mi boca, que luego esparcía por todo su pene, mojándolo todo, cuando lo sacaba podía ver lo mojado que estaba por mi saliva, goteaba todo su pene, me lo volvía a meter, apretaba con mis labios para poder sentir sus venas gruesas con ellos, sentía como palpitaba, caliente, estaba muy duro, metió sus manos dentro de mi pelo, acariciándolo, empujando levemente, cuando me metía su pene en la boca, comenzó a sacar y meter su pene, mi mandíbula ya se había acostumbrado, pero me dolía todavía un poco, pero no quería dejar de chupar, se sentía muy rico, tome con mi mano derecha sus huevos grandes, velludos, no me cabían en la mano, colgaban, se sentían muy ricos, seguía con su mete y saca de mi boca, mientras yo jugaba con sus huevos, acariciaba con mi mano izquierda su pierna gruesa, velluda, me gustaba mucho sentir aquel hombre maduro, añejo, muy diferente a los jóvenes que estuvieron conmigo, eso me excitaba mucho, seguía atragantándome con su pene, su otra mano acariciaba mi rostro, sentir sus manos gruesas, ásperas, acariciando mi pelo, mi cara, me tenían a mil, quería ser suyo, saque su pene de mi boca, y lo comencé a lamer desde el tronco a su cabeza redonda, pasaba mi lengua por toda su cabeza, mojándolo, a él ya le salía liquido pre-seminal, lamia su rajita para limpiarlo, me comía su líquido, agrio, pero rico, lamia otra vez su rajita para recoger más, chupaba su cabeza lentamente, quedaba más liquido en mis labios, me los relamía para recogerlo y comérmelo, él solo gemía, gemidos ahogados con los ruidos del bosque, intente agarrar sus huevos con mi boca, no me cabían, me metí uno, dentro lo lamia, sentía como mi lengua lo movía dentro de ella, lo chupe, me lo saque y metí el otro e hice lo mismo, él me dijo – Vaya veo que no es la primera verga que te comes – lo volteé a ver, con su huevo dentro de mi boca y solo sonreí e hice gesto de que no, lo saque y pase mi lengua desde sus huevos hasta la cabeza, recogiendo más del líquido que seguía emanando su pene, para terminar chupando su cabeza, apretándola con mis labios para sacar un poco más de su líquido, me dijo – Párate y te volteas porque si no me vas a hacer terminar -.
Sabía que venía, ni lerdo y ni perezoso, me pare y voltee, puse mis manos en el árbol sosteniéndome, arquee mi espalda y saque mi culo, con sus manos tomo mis nalgas y las separo y apoyo su pene grueso dentro de mi ano, lo punteaba, subía y bajaba su pene entre mis nalgas, sentía como me mojaba con su líquido, agarro su pene y lo comenzó a golpear contra mi nalgas, yo movía mi culo por instinto, se acercó a mi oído y me dijo – Que rico estas mi amor – y chupo mi cuello, me erice, se alejó, voltee a ver como pude, tomo su pene con una mano y la otra tomo una mi nalguita y apretó y separo para ver mi ano, comenzó a empujar fuerte para poder metérmelo, era muy grueso, cuando lo había tomado con mi mano había palpado que era más grueso que el de Juan que era el otro pene grueso que había probado y apenas me cupo, me comencé a poner nervioso porque no sabía si iba a entrar y sabía que me iba a doler, la de Juan me había dolido mucho, pero no dije nada, él siguió, hasta que sentí como su cabeza entro, grité sin quererlo, me asuste si alguien nos podía oír, pero seguro el grito se ahogó con los ruidos del bosque, a él ni le preocupo, se quedó un rato inmóvil, acariciando mi espalda, mientras su cabeza seguía dentro de mí, mi ano palpitaba, me estaba doliendo, se acercó y comenzó a volver a besarme el cuello, me encantaba que lo hiciera, y por la excitación comencé a mover mi culo, él se dio cuenta, claro, tenía su cabeza metida, y comenzó a empujar más, sentía como su pene grueso, caliente, duro entraba en mí, poco a poco, mientras seguía besando mi cuello, y dio un último empujón y sentí su vello y piel rozando mis nalguitas ya lo había metido todo, acariciaba mi abdomen, y sus besos no cesaban en mi cuello, se detuvo y se irguió, y comenzó a sacar y meter su pene de mi culo, con sus manos separaba mis nalgas, yo sosteniéndome con mis manos al árbol, mis dedos casi lo rasguñaban por el dolor, era demasiado grueso, me dolía, siguió metiendo y sacando, yo gritaba, gemía, siguió, el dolor comenzó a disminuir, comenzaba a disfrutar tenerlo dentro de mí, podía sentir como mi culo palpitaba, el aumento el ritmo, ya lo metía con más fuerza, podía sentir y oír el choque de su cuerpo contra el mío, me temblaban las piernas, sentía que se aflojaban, no sabía cuánto más iba aguantar estar parado, pero quería seguir sintiendo como me penetraba su pene grueso, podía sentir como llenaba mi culo, llenando cada centímetro dentro de mí, a veces bajaba el ritmo, lo sacaba casi todo y lo volvía a meter hasta el fondo, yo gritaba y gemía, aumentaba el ritmo, y seguía, pude sentir como su sudor caía en mi espalda y culo, y se mezclaba con el sudor que tenía mi cuerpo, estaba sudando de todo mi cuerpo, su pene entraba y salía, caliente, húmedo, llenándome, gemía, gritaba, me tenía tomado de la cintura, la apretaba, hacía que mi cuerpo se moviera al compás de su mete y saca, sentía como recorría el sudor por mi cuerpo, como resbalaban las gotas por mi espalda, piernas, caían a la tierra, estaba estilando mi cuerpo, temblaba, la excitación era total, estaba disfrutando que un hombre, todo un señor como él me estuviera cogiendo a mis 11 años.
Sentía como su pene grueso, con sus venas gruesas resaltadas, caliente, entraba y salía de mi culito caliente, dilatado, abierto por su tremendo grosor, sentía tanto placer, estuvo un buen rato así, cogiéndome, chocando su cuerpo contra el mío, yo respiraba muy fuerte, rápido y hondo, transpiraba, mis gritos, mis gemidos, los de él, el sonido de nuestros cuerpos se ahogaban por los ruidos del bosque en la noche, siguió, hasta que me la saco, hizo que me volteara e hincara, y comenzó a masturbarse enfrente de mi cara, me dijo – Abre la boca – lo cual hice, se masturbaba rápido y fuerte, yo esperando con la boca abierta, para comerme todo su semen, ya lo quería, el niño del bus del colegio me había enviciado, oía como gemía cada vez más, metió la cabeza en mi boca y sentí como un chorro grande entro directamente a mi garganta, y luego más inundando mi boca, se sentía muy espesa, caliente, agria, saboreaba su semen dentro de mi boca, se mezclaba con mi saliva para terminar tragándome todo lo que expulso, chupe su cabeza, apreté con mis labios su cabeza para poder sacar un poco más de su semen, para comérmelo, lo voltee a ver y le sonreí, y él me regreso el gesto, acaricio mi mejilla, me tomo de los brazos parándome y me dio un beso tiernamente en mi boca, volví a sonreírle, y me dijo – Estas bien? – solo asentí, me vistió, dándome unos besos más, acaricio mi pelo y me dijo que debíamos irnos que se iban a preocupar porque ya habíamos tardado en volver, llegamos, entre a mi carpa de campaña y entre, mi primo estaba despierto, y susurrando solo me dijo que si estaba bien, le dije que Sí, dormí placenteramente.
La mañana siguiente regresamos a la ciudad, la verdad pase el día con dolor en mi culo, pero muy satisfecho que aquel señor, mi Lider Boys Scout, me cogiera.
Esa fue mi experiencia con aquel Líder de los Boys Scout, hombre maduro que me encanto, lástima que no se pudo repetir ya que al empezar el estudio, mi madre me iba a sacar y no volví, pero luego de estar con aquel señor, diga del fin de semana de acampar, en esas mismas vacaciones escolares, mi madre me inscribiría a clases de natación y mi instructor me iba a enseñar más que solo a nadar.
Espero les haya gustado y si quieren leer más relatos míos pueden ver en la actividad de mi usuario los demás relatos que he escrito, espero sean de su agrado.
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