El Maduro del Metro
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Hamlet666Gray.
Rumbo a la Universidad en el primer día de clases de un nuevo ciclo, al tomar el metro un madurito me fue pidiendo jugara con su culo de manera provocativa….
Me describiré de nuevo, soy un chico delgado, piel blanca, ojos verdes, 1.60m, no suelo ser muy extrovertido. En fin, esto que relato me paso a los 20 años, cuando estudiaba Ciencias Forenses en una Universidad de la Ciudad de México, razón por la cual debía levantarme muy temprano, ya que vivo en una ciudad aledaña del estado vecino(los mexicanos sabrán a que me refiero), y para llegar a la institución debía trasladarme una parte en metro, el cual solía estar atestado a las primeras horas de la mañana. Estaba entusiasmado, era el primer día de clases del segundo semestre en aquel septiembre, y como era de suponerse el metro estaba llenisimo de gente, como pude lo aborde. Me tocó parado y no parecía fuese a cambiar eso….
Iba agarrado de un tubo para no caerme, dado que había mucha gente me sostenía como podía, recuerdo estaba un madurito ligeramente mas alto que yo, de cuerpo promedio, barba y cabello ya entrecano, de unos cincuenta años le calculaba, vestido con camisa azul y pantalón de vestir beige, el cual robó mi atención ya que me recordaba a cierto político que me calentaba… Êl también como podía se iba sosteniendo, con el subir y bajar de la gente, poco a poco fue quedando casi junto a mí. Yo temeroso de caerme, seguía sostenido del tubo, el tipo se fue poniendo de tal manera que su culo quedó en el tubo a la altura de mi mano o mas bien mi puño sosteniéndose del tubo.
Creí que dadas las circunstancias ni sentía mi puño en su trasero y que eventualmente se movería, pero esto no ocurrió. su trasero no lo movía, lo cual me fue excitando considerablemente, la verga se me fue parando. Incluso llegué a mover la mano pero él ni se inmuto. Como estaba de espaldas no podía ver su cara, lo peor es que ya me tocaba bajando y sentir sus nalgas era realmente muy rico. Una estación antes de que me bajara, vi que se movió y salió, volteo a verme de una forma que yo percibí me estaba incitando a que me fuera con él. Dos segundos y no lo pensé, alcance a salir apenas ya que tras de mí se cerraron las puertas.
Lo seguí y la gente se fue diluyendo, se detuvo en una zona donde hay teléfonos, donde lo alcance y fue que por fin me dirigió una palabra:
-¿Te gusta mi culo? -dijo sonriendo maliciosamente y acabando de ver su atractiva y masculina cara. Yo me quedé perplejo de que fuera tan directo.
-Si -dije tímidamente.
-¿Porque no vamos a que juegues con él?
-Claro -dije dejando escapar una sonrisa mientras me sobaba el bulto.
-Sígueme…
Así camine junto a él sin mediar palabra, pero nuestras miradas se cruzaban de forma lasciva . Ni siquiera me acordaba ya tenía que ir a la Universidad. Esto merecía vivirlo.
Entramos a una tienda departamental que entonces solía abrir muy temprano entonces (no se si aun lo hagan), por lo que no había mucha gente, vi cual era su tirada, nos dirigimos a los baños. Entramos al cubículo mas grande, el que se supone es para personas discapacitados, el cual inclusive tiene su propio lavabo y cerró.
-Ahora si papito, mi culo es todo tuyo -dijo mientras sobaba mi pito. Se dio la vuelta y dado que nuestras estaturas eran similares, me coloqué detrás y comencé a besarle el cuello y repegarle mi cuerpo, con mi pene a la altura de sus ricas nalgas redonditas.
-Así papi, restriegame tu verga -dijo jadeando.
Lleve mis manos a su entrepierna, desabrochando sus cinturón y luego bajando su cierre, ya la tenía parada no tanto como yo….Deje su pantalón caer y nos hallábamos en la pared, comencé a pasarle los dedos alrededor de su culo aun con su trusa, a sobarle las nalgas, hasta que no resistí mas, me agaché y le baje la trusa, acerqué me cara y empecé a besar sus nalgas peludas, después a morderlas ligeramente, él dejo escapar un suspiro. Me acerqué a su raja y a meterle la lengua poco a poco…
-¡Ay, cabrón, que rico! -dijo en voz baja.
Se fue empinando un poco y parando el culo mientras seguía mamandoselo deliciosamente, se abría las nalgas para que mi lengua pudiera llegar tan lejos como pudiera mientras mi pito aprisionado ya dolía de lo excitado que estaba.
-¿Quieres mamarme el culo en cuatro?
-Si
Por lo cual paramos , se bajo los pantalones y trusa por completo, quedando solo con la camisa y los calcetines, se subió al lavabo y se colocó en cuatro, yo aproveche para desabrochar mi pantalón y sacar mi verga, liberarla y ya escurría bastante liquido preseminal.
Ahora colocado en 4 lleve mi lengua a recorrer mas su agujero mientras mis manos tocaban sus guevos y no me cansaba de chuparle el culo, estaba en éxtasis. Entonces le fui dejando ir un dedo en el agujero, dedeandolo muy rico mientras gemía…
-Ay papi, meteme todo el puño, hazme gozar- suplicaba.
Le fui metiendo uno a uno cada dedo, con cada uno que metía se retorcía mas de placer hasta que logre meter todo mi mano, lo cual me sorprendió, nunca había hecho algo así y bueno, imagino ayudó el hecho de que mis manos son mas bien pequeñas. Así movía el puño lentamente porque sentía lo podía lastimar.
-Muevelo fuerte, por favor- exigió.
Obedecí y le di duro a su culo mientras jadeaba, con mi otra mano alcance su verga y la tenía durísima como piedra, sin duda el tipo amaba el fisting. Estuvimos un rato mas así pero me cansaba y me atreví por fin a ser yo quien tomara mas las riendas.
-¿Te la meto? -le sugerí.
-Si, papíto. Hazme lo que quieras. Pero no dejes a mi culo vacío….
Con cuidado le fui sacando mi puño, me impresionó ver su culo tan abierto, fui a mi mochila por un condón, me quite los pantalón, incline su culo ligeramente y se la deje ir. Después de todo, si ya había aguantado el puño, no creo se quejara por mi verga.
Desde el principio le di duro y no hubo queja solo jadeaba y su respiración se notaba muy fuerte, vi como se fue quitando la camisa y playera hasta quedar casi desnudo, con excepción de los calcetines. Lo seguí cabalgando y como pude me quite también la playera que traía puesta, para quedar los dos desnuditos. Tras un rato de mas embestidas pidió cambio de posición.
-Ponme de patitas al hombro -dijo casi gimiendo.
Se la saqué mientras se volteaba y fue que pude apreciar su rico pecho peludo y gris, además de un aro en sus tetillas. LO coloque y le seguí dando verga mientras mis manos apretaban sus tetillas y el maduro se retorcía de placer, ver su cara y expresiones me ponían a mil y sentía ya no aguantaría mucho. Aunado a esos sentir sus piernas en mis hombros y saber tenía a un hombre que me llevaba como 30 años me ponían muy excitado…
En un arranque de atrevimiento (porque nunca lo había hecho hasta ese momento) mientras continuaba dándole duro lleve su pie derecho a mi nariz y olí, me pareció extasiante el olor del calcetín y se lo quité, encontré un velludo pie masculino, no pude refrenarme y lleve mi boca a chuparle dedo a dedo…
-¡Uff, que delicioso! -soltó.
Lo embestía con su pie en mi boca y hasta lamí su planta, me parecía un sabor exquisito, inigualable. No pude aguantar mas y sentí un orgasmo increíblemente intenso que me hizo jadear fuerte, olvidándome del lugar donde me encontraba. Me vacié y me pidió lo ayudara a venirse.
-Juega con mi culito hasta que me venga
-Claro, lo que quieras-contesté.
Le metí un dedo mientras se jalaba la verga, mientras seguía sobre el lavabo, entonces en un arranque de excitación le alce mas las piernas y le volví a comer su agujero con mucha hambre y me supo distinto, después de todo mi verga había pasado por ahí. Lo vi retorcerse y gemir mas fuerte hasta que vino lo inevitable
-¡¡¡Arrrg!!!- soltó un casi gruñido al venirse. Soltó unos chorros de leche impresionantes, algunos de los cuales fueron a caer a mi cara y pecho. Fue entonces que lamió mi cara y nos besamos, compartiendo parte de su semen.
Nos limpiamos y vestimos, ambos sonreíamos por lo bien que la habíamos pasado, revisamos no hubiera nadie afuera, salí yo primero y luego él, lo vi alejarse en la tienda y despedirse con la mano mientras se dirigía a la salida, me quedé congelado pensando ni siquiera supe su nombre ni que le pedí su teléfono o algo. Sin duda era un potencial amante, pero bueno así como ocurrió se fue. Nunca lo volví a ver o a encontrármelo desafortunadamente. Regresé a la realidad y me acordé debía llegar a la escuela, perdí unas clases pero que importaba si lo había sustituido por un inolvidable orgasmo con el maduro.
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