El masaje.
Decidí hacerle un masaje a mi cuñado y hasta le chupe su polla..
El masaje
Desde hace ya un tiempo tengo un cuñado esposo de mi hermana el cuál siempre me ha llamado la atención. Él no es muy guapo y tampoco tiene un cuerpo de atleta, pero tiene verga que es lo que me gusta.
Aprendí a dar masajes relajantes los cuales los hago solo a mi familia incluido mi cuñado.
En un festejo del 10 de mayo, día de las madres, convivimos en familia y algunos tomaron tequila, uno de ellos mi cuñado. Recuerdo que ese día el esposo de mi hermana se lastimó la cintura, pues por la mañana se resbaló y cayó de sentón.
Al llegar a casa me dijo que si lo podía sobar y yo obvio le dije que sí.
Transcurrida la velada subió a la recámara de huéspedes y yo junto con él, comencé a darle masaje en la cabeza y cuello. Acto seguido se despojó de su camisa, se recostó sobre la cama e inicié por sobar la espalda.
Pronunciaba algunas palabras que no se le entendían bien, debido a los efectos del alcohol. Con su mano señalaba parte de la cintura y yo le decía.
-¿Quieres que te sobe también la cintura?
-(cuñado) Sí
-(Yo) Pero no puedo sobar porque me estorba tu cinturón, si quieres desabrocharlo y bajarte un poco el pantalón, así me sería más cómodo
Acto seguido lo hizo bajo sus pantalones a la altura de media nalga.
Comencé nuevamente a masajear desde el cuello hasta llegar a la espalda baja. Cada que bajaba mis manos deslizaba poco a poco más abajo sus pantalones hasta que solo le cubría su bóxer.
-(Yo) Te voy a quitar el pantalón porque me estorba.
-(cuñado ) Sí
Así lo hice, se los quité y él se quedó en bóxer. Nuevamente aplique la misma técnica sobaba desde el cuello hasta la espalda baja y por supuesto con mi palma de la mano bajaba más su bóxer. Cinco minutos después ya le había quitado por completó su ropa interior y seguía masajeando.
Para mi ver a mi cuñado desnudo en la cama era una fantasía hecha realidad, ver su espalda y sus nalgas era indescriptible. Para que él se sintiera más cómodo opte por poner sobre sus glúteos una toalla pequeña y le comenté
-(Yo ) Oye cuñado te voy a sobar también por la parte de enfrente. ¿Está bien?
-(cuñado ) Sí
-(Yo ) Date vuelta y yo sostengo la toalla para taparte.
Él dio un giro completo y quedó boca arriba, según yo le tapaba su entrepierna, pero no lo hacía del todo. Huy ahora verlo en esa posición me ponía cachondo. Yo seguía sobando sus hombros y bajaba poco a poco hasta llegar a su entrepierna y deslizaba mis dedos por encima de su bulto flácido. Acto seguido sobaba sus piernas desde el talón hasta llegar a sus muslos y movía la toalla para ver ese delicioso manjar que se escondía. Cada que podía le quitaba y ponía nuevamente la toalla, solo para admirar la verga de mi cuñado borracho.
Esto ocurrió en varias ocasiones, pero la penúltima vez fui un poco más allá.
En esa ocasión nuevamente él estaba borracho y me pidió que le hiciera un masaje, pues en el trabajo se había lastimado la espalda.
Ya recostado en la cama se despojó de su playera y se acostó boca abajo, yo coloqué aceite sobre su espalda y masajeaba.
-(cuñado ) Uff se siente bien.
Para poder deshacerme de su ropa le comenté otra vez.
-(Yo ) Te voy a quitar tus zapatos y el pantalón, para poder sobar tu espalda ya que se me complica por tu cinturón Ok.
Él asintió con un movimiento de su cabeza.
Yo no lo pensé mucho, le quité sus pantalones y con maña también jale sus bóxer quedando desnudo, mientras deslizaba las palmas de mis manos en la espalda de mi adorado cuñado. El aroma de macho que brotaba de su cuerpo junto con el olor a alcohol me dejaba fascinado. Me colocaba a los pies de ese hombre, abría sus piernas para poder ver su verga y guevos descansando sobre la cama al mismo tiempo que podía disfrutar de esa vista majestuosa.
Al sobar sus piernas con mis dedos rozaba el escroto una y otra vez, después me llevaba la mano a la nariz y lo olfateaba como un sabueso.
Transcurridos unos minutos le dije que se pusiera boca arriba, pero él estaba profundamente perdido de sueño, lo traté de despertar otra vez.
-(Yo ) Oye cuñado date vuelta para seguir dándote el masaje.
Él medio sonámbulo giró en la posición que yo deseaba.
Tenerlo nuevamente boca arriba y sin nada de ropa, me excitaba de tal manera que tenía reseca la garganta y el corazón latía a mil por hora. Deslizaba mis manos sobre sus hombros, pecho hasta llegar casi al ombligo, cada que hacía ese movimiento recorría la toalla que cubría su entrepierna y me deleitaba con esa visión. Yo le hablaba para checar que estuviera profundamente dormido, al ver que ya no me contestaba nada y solo se escuchaban sus ronquidos. La toalla se la coloqué sobre su ombligo de esa forma ahora sí podía apreciar el manjar de los dioses que tenía entre sus piernas.
Yo le hablaba,pero él no contestaba nada absolutamente.
Con mi mano masajeaba su estómago y con la otra decidí colocarla delicadamente sobre su miembro, a cada rato le hablaba para asegurarme que no despertara.
-(Yo ) Cuñado, cuñado.
Al no ver ninguna respuesta decidí masajear los guevos, sus pelotas, sus bolas, sus testículos grandes y peludos. Acercaba mi nariz a su bulto, lo olfateaba y pasaba mi lengua sobre sus bolas. Del masaje ya ni me acordé, era tan emocionante y delicioso lo que estaba haciendo que sólo me enfoque en ese pedazo de carne.
-(Yo ) Cuñado, cuñado
Él seguía roncando hasta más fuerte.
Yo sólo sonreía y seguía en mis labores.
Empecé a masajear sus piernas y más atrevido ahora tocaba su bulto al subir. Una vez más dejé el masaje y seguí con la exploración del miembro flácido de mi cuñado. Tomaba su verga con mucho cuidado y trataba de masturbarlo delicadamente. Por instinto mi cabeza ya estaba a la altura de su miembro, al escuchar que él seguía en un sueño profundo gracias al alcohol, recorría su verga con mi lengua, bajaba el prepucio, besaba su delicioso glande y le daba lengüetazos. Uff era súper excitante.
Yo jadeaba y la respiración se entrecortaba.
La lujuria era tanta que cuando acordé ya me había metido la verga de mi cuñado a la boca, su sabor a macho era sublime. Succionar sus bolas peludas era fenomenal, solo en la habitación se escuchaban los ronquidos y eso me alentaba a seguir alimentándome de esa deliciosa polla dormida de mi muy deseado cuñado.
No sé cuánto tiempo ocurrió desde que comencé a chuparle la verga, para mi era mi sueño casi hecho realidad ( y dijo casi porque nunca se le puso erecta la polla, seguramente fue a causa del tequila y lo ebrio que estaba ).
De la emoción que yo tenía no me dí cuenta si él se había corrido o si se le había salido un chisguete de orines en mi boca, pero no me importó en ese momento de igual forma me los trague.
Después escuche pasos por fuera de la habitación y despegue mi boca de esa deliciosa, sabrosa y apetitosa verga, cubrí su entrepierna y seguí según yo dándole su masaje.
Nunca se me hizo ver la verga dura y parada a mi cuñado, pero bueno el haberla tenido dentro de mi boca y saborear sus deliciosos jugos fue estupendo.
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