El mecánico de enfrente
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Alfredo tiene 58 años, es alto, pelado, un hombre de aspecto normal. Siempre me gustó pero nunca pasó nada hasta que esa tarde del día de la primavera. Me levanto de la siesta y abro el ventanal y lo veo lavando su auto, me visto y salgo a la calle para ir hasta la panadería a comprarme algo para acompañar un café que iba a tomar.
Pasó frente a él, nos saludamos y me pregunta si estoy festejando la primavera. Le contesto que sí, que voy a comprar algo para acompañar un café. Me pregunta si lo tomo con leche y yo, casi sin pensar lo que decía, le contesto que no, que la leche la tomo sola. Me invitás? Me pregunta. Acepto.
A la vuelta de la panadería está ahí preparado, entramos y cuando le digo sentate, me dice vení que quiero darte leche. Yo no me hago rogar, me acerco y comenzamos a besarnos como locos, me lamía la cara, el cuello y me agarraba el culo con desesperación.
Nos desvestimos y cuando me di cuenta se la estaba chupando; una verga normal pero muy rica. No dijimos una palabra y me llevó a la cama, me puso cola para arriba y me la chupó como nunca me lo habían hecho. Alfredo me metía la lengua bien en el culo y yo gemía como puta. Le pedí a gritos que me culiara, se puso un preservativo y me penetró, comenzó a bombearme en el culo muy, pero muy fuerte hasta que acabó.
Nos lavamos y me dijo si quería que fuera su macho, obvio que le contesté que sí. Luego de tomar un café se fue.
A la noche siguiente siento que suena el timbre de mi casa, era él con dos amigos más, Raúl y Carlos, me dijo que todos querían culiarme. Los invité a pasar. Son todos hombres entre 50 y 60 años, personas con cuerpos normales y pijas normales.
Comenzaron a besarme, me desvistieron, cada uno hizo lo mismo y luego, en el dormitorio, Raúl se acostó boca arriba, me hizo sentar en su pija y luego me recostó sobre él, se movía dentro mío. Carlos se arrimó de costado y me puso la pija en la boca para que mamara y Alfredo se arrodilló entre mis piernas y las de Raúl y, con todo mi temor, me penetró también. Al principio me dolía mucho, porqué fue la primera penetración doble, pero luego comencé a gozar como potra y a gemir de gozo. Los tres fueron cambiando sus posiciones, así que tuve tres veces dos pijas en la cola y una en la boca, por último me pusieron en cuatro sobre la cama y de a uno, Alfredo, Raúl y Carlos, en ese orden me la metieron hasta acabar con mucha fuerza.
Fue una noche hermosa y de ahí en más tengo sexo con uno, dos o los tres a la vez.
Recomiendo la doble penetración, ya lo hice con varios dúos de hombres y gozo muchísimo. Mejor aún si uno chupa una pija cuando tiene dos adentro del culo.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!