El mecánico y su esposa
Nunca pensé que trasladarme de pueblo seria lo mejor que podría pasarme después de mucho años .
Siempre vive en la ciudad durante más de 40 años, por cosas de trabajo me tuve que trasladar a un pueblo a unas 3 horas de la ciudad. Obvio que me traslade con mi esposa. El vehículo que tenemos para los días antes de trasladarnos se dañó, por lo que tuvimos que dejarlo donde mi suegra hasta que el mecánico habitual lo fuera recoger para reparar.
Regresamos al pueblo con el vehículo. Como era pueblo, era normal viajar a lugares con paisajes hermosos, ríos de agua limpia.
Donde alquilamos la casa de habitación, el dueño es muy amable. Siempre nos colaboraba en todo. Unos 5 meses después tuvimos unos problemas con el vehículo, entonces le preguntamos al dueño si conocía un mecánico de confianza. Nos ofreció el número de teléfono del mecánico que tenía para sus vehículos, lo llamamos y agendamos cita. El día que lo llevamos vimos que tenía también unos apartamentos en alquiler.
Después de un tiempo tuvimos que cambiar de apartamento, ya que había unos vecinos muy molestos, cosa que no nos gustaba. Y casualmente el mecánico tenía unos disponible, nos mudamos y fue cuando conocimos a su esposa (Ana Lucia), de unos 41 años, delgada, cabello color castaño. No es bonita, pero tiene su gracia escondida. El mecánico (Juan) también de unos 45 años, moreno alto, un poco relleno, término medio (no tan feo, ni tan Galán), empezamos a tener confianza, a conversar.
Un vez mi esposa tuvo que ir a la casa de la mama de emergencia y quede solo en el apartamento, en eso llego Ana Lucia a preguntarme del porque estaba solo, ya le explique que unos días se iba a quedar donde la suegra, a lo cual amablemente se ofreció para lo que ocupara, le tome la palabra, Le dije que ocupaba una mamada( en broma) entonces entramos a la sala se puso de rodilla, saco mi pene y empezó a mamarme, como no estaba preparado, tuvo que empezar a levantar mi pene y lo hizo con una experiencia increíble, cuando me di cuenta ya la tenía bien grande y a punto de venirme, en eso que sentí que me venía me dije “ no la voy a sacar, se tiene que tragar toda la leche” y efectivamente cuando me regué, no dejo caer ni una gota de leche, toda se la tomo, después me dijo “ si ocupas algo más, me avisas” Quedo atónito por lo que había pasado.
Regreso mi esposa y todo fluyo normal, un fin de semana mi esposa tuvo que trabajar así que me quede solo en la casa, cuando regresaba de dejar en su trabajo, me encuentro a Ana Lucia fuera de los apartamentos, empezamos a conversar, en eso pasa Juan y le dice que va a ir a comprar unos repuestos que iba a durar como 2 horas, se despidió seguimos conversando y me entro la malicia y le dije a Ana Lucia, entremos un momento, cuando estábamos en la sala llego y me dijo que si quería otra mamada, le dije que sí pero también quería cogérmela. Entonces accedió, no me esperaba esa respuesta entonces no la desaprovecha, después de que me pego esa mamada, me dejo listo para comerme su panocha, estaba con un poco me vello, no mucho, como que tenía una semana de haberse depilado, la incline sobre el sofá para que me quedara expuesta su panocha, se la golpee con mi pene, se la restregué antes de metérsela, tenía que calentarla, pero ya estaba a punto, tanto es así que me empezó a pedir que se la metiera, y así lo hice, primero suave y despacio solo la punta, cuando escucho como empieza a gemir, lo hice varias veces hasta que no aguante y se meto hasta el fondo, pego un grito de placer como si nunca se la hubiesen metido de esa forma. La bombeé duro por unos 5 minutos, sentía como se regaba varias veces, hasta que yo me vine. Quede exhausto y ella con las piernas templando. Se subió el short y se fue, cuando se fue me dijo “después vengo por más”.
Al tiempo tuve unas dudas con el vehículo, así que le dije a Juan que si podía revisarlo a lo que me dijo que le fuéramos a dar una vuelta, nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo, entramos a una calle solitaria, en eso me entro la malicia y morbo del porque decían que los mecánicos tienen el pene grande, le empecé a meter conversación sexual a Juan, la normal, que tipo de mujer le gustan y que le gusta que le hagan, cuando me dice “ siempre he querido que un hombre me la mame, pero no he encontrado quien”, allí me entro un frio por la espina dorsal y se me salió decirle que yo podía “ayudarlo”. Pensé que se iba a asustar o enojar, pero no, me dijo que si yo se la mamaba no me cobraba la reparación, (ya sabía lo que siente una puta cuando negocia un polvo), le dije dale, está bien. Nos fuimos mas adentro de la calle y encontramos un lote con unos árboles grandes, le dije que allí estaba bien, entramos y de inmediato se bajó el pantalón y se sacó el pene, era largo (unos 17 cm y un poco grueso), al parecer al morbo lo hizo estar erecto, me puse de rodillas y se me puse a mamar, casi no me entraba en la boca por lo largo, pero hacia mi esfuerzo por complacerlo. He de decir que ya había mamado a varios hombres, entonces no era nada fuera de lo normal lo que estaba haciendo. Después de unos 5 minutos entra sobos y mamadas se rego, saco bastante leche me quería tomar toda, pero no puede porque cuando lo estaba sobando con la mano se rego, lo que hice fue limpiarle el pene con mi boca para probarla, después no fuimos, en el camino íbamos conversando sobre lo que había sucedido. Ya con más confianza me dijo que quería probar mi culo, porque si, así como mamaba cogía, debería ser una delicia. (eso es otra historia)
Al final de la historia, yo me cojo a la mujer del mecánico y el mecánico quiere cogerme. ¡Todos ganamos!!
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