El mejor sexo de mi vida
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Una noche estábamos mi hermano gemelo y yo acostados en nuestro cuarto, cabe destacar que dormimos en la misma cama, el hablaba por teléfono con su novia y yo solo veía tv.
Me presento: mi nombre es Sebastián y mi hermano gemelo Santiago, somos blancos, alto, de cuerpo de gym, los dos con una polla grande, cabellos castaños, la gente suele decir que somos unos dioses aunque yo veo que somos normales, tenemos 24 años y vivimos en Bogotá – Colombia.
Bueno como les decía solo estábamos mi hermano y yo en nuestro cuarto cuando entran nuestros padres y nos dicen que llegó nuestro amigo Saúl y que ellos ya se iban a un concierto que tenían esa noche eran como las 7 de la noche.
Mi hermano hablaba por teléfono y Saúl entra y nos saluda con unas cervezas en la mano, yo lo saludé y Santiago solo lo miro y lo saludo con un gesto mientras seguía hablando con su novia.
Saúl y yo hablamos por un rato,yo estaba acostado en la cama, mi hermano al lado de mi sentado en el espaldar de la cama y Saúl estaba sentado en la orilla de la cama, mi hermano Santiago empieza a hablar de temas sexuales con su novia por celular, Saúl y yo nos callamos escuchábamos y nos reunamos hasta que Saúl me dice en voz baja: a tu hermano se le está parando, yo giró mi cabeza hacia donde esta Santiago y le veo un bulto prominente, miro a Saúl y solo me río.
Saúl no dejaba de ver a mi hermano y decirme que lo viera, mi hermano cargaba una sudadera larga y no tenía franela, yo cargaba un short negro y una franela de rayas de colores, Saúl en cambio andaba bien vestido.
Saúl empieza a preguntar: que si la teníamos iguales por ser gemelos? Qué si ya nos las habíamos visto? Qué si alguna vez estuvimos con alguna chica los dos juntos? O nos intercambiamos las novias? Que quién lo hace más rico?, A lo cual mi hermano solo lo miraba y asentaba con la cabeza o negaba en las respuestas mientras hablaba con su novia, yo por mi parte le respondía con un poco más de explicación, bueno para no hacerlo tan largo les diré, que entre ese tema y lo sexual que andaba mi hermano empezamos a jugar a verdad o reto con Saúl, hasta que se me ocurrió decir reto, y Saúl me dice: Te reto a que hagas todo lo que yo te pida mientas yo permanezca en tu casa, y yo acepté.
Saúl: te reto a que se lo agarres a tu hermano y lo masturbes.
Yo: no que te pasa estás loco además Santiago no aceptará.
Volteo a ver a mi hermano.
El estaba despidiéndose de su novia y me hace la señal de alto con la mano, cuelga su celular y nos dice.
Santiago: ya quería colgarle, y Sebastián tú aceptaste el reto has lo que te pide Saúl.
Yo quedé asombrado no podía creer que mi hermano fuera cómplice de esto, no me quedo más remedio que estirar mi mano y agarrarle su polla semi dura, sobre la sudadera y empezar a masturbarlo pero con ropa.
Santiago: si lo vas a hacer lo vas a hacer bien Sebastián! Se colocó de rodillas en la cama frente a mí.
Yo me acomode para estar más cerca y empeze a masturbarlo sobre la ropa, me daba asco pero al mismo tiempo me causaba morbo.
Saúl: Sebastián, sácale el pene y sigue cómo vas.
Yo volteo a mirarlo y luego a mí hermano que me mira con una mirada de aceptación que solo el y yo conocemos, y lo hice saco el pene semi duro de mi hermano, 19 centímetros en mi mano y yo masturbando ese pene blanco y súper baboso, mi hermano solo me miraba y se sonreía.
Hasta que se cansó y se acostó en la cama para que yo continuara, me coloco acostado boca abajo con mis manos sobre su pene ya duro y sigo con lo que me habían ordenado.
Saúl: quiero que le limpies el pene a Santiago con la boca.
El pene de mi hermano estaba duro y eran como unos 21 centímetros de un pene duro y lleno de líquido pre seminal, estába por todas partes hasta en mi mano había caído un poco, Santiago solo me miraba y me dice: Aslo, yo tenía asco pero aún así empecé a pasar mi lengua por todo su pene, Santiago solo me miraba y se sonreia, hasta que abri mi boca lo más que pude y me metí la cabeza en mi boca y empecé a chupar como podía, Santiago solo cerró los ojos y volteo a ver hacia arriba, su cara era de placer, yo seguí con mi orden y cada vez me la metia más a dentro, Santiago me agarró por mi cabeza y me follaba la boca lentamente, hay yo ya sentía algo extraño, me gustaba lo que sentía y estaba haciendo era tan rico, Santiago empezaba a gemir con su respiración y yo cada vez me metía su pene mas adentro de mi boca, hasta que entre medio de arcadas me di cuenta que su pene tocaba mi garganta, la cara de Santiago era como la de alguien que ha visto lo más hermoso de su vida, me follaba la boca cada vez más rápido.
Saúl solo nos miraba y se tocaba.
Saúl: ya detente Sebastián.
Santiago y yo nos detuvimos en el acto y nos miramos, Santiago que no decía nada solo tenía una sonrisa de sádico en su cara, los dos volteamos a ver a Saúl y este dice.
Saúl: Santiago quiero que le chupes el culo a tu hermano.
Santiago: al que le das la orden es a Sebastián no a mí no tengo porqué hacerlo.
Saúl: Sebastián, quiero que te quites la los shorts y que tu hermano te coma el culo.
Yo acepté no tenía más opciones, miro a Santiago y le digo lo harás? Y este solo asiente con La cabeza, yo me quite mis shorts y me acosté con las piernas abiertas boca arriba, Santiago me coloca unas almohadas debajo de mi pelvis y empieza a comerme el culo, yo gemía como una mujer, y Santiago me chupaba como quien se come un cabiar exquisito, yo me retorcia y gemía, al mismo tiempo arqueaba mi cuerpo de placer, asi hasta que de mis propios labios salieron las palabras, "quiero que me la metas", Sebastián y Saúl se miraron y se sometieron, la cara de Sebastián era de placer y lujuria, de un toro, y dice anda Saúl da la orden para metérsela a esta perra.
Saul: aun no! Quiero que sufra un rato más.
Sigue chupando Santiago.
Santiago solo asintió y bajo de nuevo a mí culo y siguió en lo que estaba haciendo, yo gemía de placer, Santiago lo hacía cada vez mejor y yo me retorcia de placer, hasta que de mi solo salió "has que pare por favor, quiero que me lo meta ya" Santiago solo giró su cara hacia donde estaba Saúl.
Saúl: aún no Sebastián, Santiago ahora se lo seguirás chupando y le pasarás la punta de tu pene por el ano sin penetrarlo, hagalo en intervalos de mamada y le pasas lo punteas.
Santiago solo asintió y se reía, pero esta vez su cara era de morbo y maldad, disfrutaba lo que hacia y se divertía viéndome pedir que me penetrara, yluego dice: así es Saúl vamos a hacer que está perrita pida guevo a gritos y no se lo vamos a dar cuando ella quiera, que sufra por perra y que se moje eso es lo que vamos a hacer, yo por mi parte algo pasó entre mi, sentí un escalofrío pero me sentía caliente como si mi fiebre llegará a los 40 grados cuando escuché a mí hermano hablar así, Santiago me chupaba el culo yo le agarraba la cabeza empujándolo más adentro, yo me sentía como drogado, cada cerda de su cabello la podía sentir, cada papila gustativa de su lengua sentía como me rosaban y sus labios, ohh sus labios eran tan carnosos y exitante que hacían que me retorciera de placer, yo solo pedía que me lo metiera pero nadie me hacía caso, gemía hasta más no poder, hasta que se detiene y arrodillado con las piernas abiertas Santiago agarra su pene duro y baboso y empezó a pasarlo de arriba hacia abajo sobre mi culo, como limpiándose el líquido pre seminal con mi culito, luego hacia que lo iba a meter en mi culo, yo solo quería que lo metiera más pero no lo hacia, solo tocaba mi culo con la punta hacia una leve presión y lo quitaba yo gemía de placer y le aggarraba los muslos de las piernas, y le hacía presión para que me lo metiera pero él no lo hacia, su cara de maldad era como la de un niño, yo solo gemía de placer y sudaba.
Le decía a Saúl que ya basta que le dijera que me lo metiera, pero Saúl solo negaba con la cabeza y me di cuenta que estaba sentado en el sofá del cuarto masturbándose, observando todo desde el silencio, Santiago solo disfrutaba cada vez más lo que hacia yo gritaba y gemía, y pedía que pararan mis gritos de súplica eran tal que Saúl se levanta del sofá y dice
Saúl: en serio ya quieres que pare?
Yo: No! Solo quiero que me la meta.
Santiago: vamos a darle lo que pide está perra.
Saul asiente con la cabeza y dice: Sebastián te ordenó que te dejes penetrar de tu hermano!
Santiago me agarró por la cintura levantándome como quien levanta una pluma, me da la vuelta y me coloca en cuatro, yo arqueó mi espalda para quedar a la altura de su pene, Santiago solo lo pasaba lento por mi culo, hasta que le grité, "Hagalo ya parcero", Santiago se detuvo al instante, hasta que volví a sentir su pene dentro de mi, Santiago lo había hecho rápido y sin compasión, yo sentía que me había partido en dos, pero solo logré gemir de placer, mi gemido fue como el punto de aprobación para el, que solo lo había metido y dejado dentro, Santiago empezaba a meterlo y sacarlo cada vez más rápido, el gemía como un toro, solo se le escuchaba la respiración, yo por mi parte gemía como toda una mujer solo pedía que me diera más, Santiago me daba cada vez más duro y con más placer, yo sentía que su pene estaba caliente pero me gustaba eso que estaba haciendo, lo saco y me agarró de nuevo me coloca está vez boca arriba y abre mis piernas con cada mano su pene quedaba exacto en mi culo y empezó a darme esmbestidas viéndome a la cara, poco a poco llevo mis piernas hasta tenerlas en mis hombros, y me daba cada vez más duro, yo gemía me gustaba como me daba, y el solo tenía esa sonrisa en la cara, y esa respiración de toro, nadie había hablado hasta que él dice, aprende Saúl cómo se le da a una perra en celo, eso me puso más caliente aun, Saúl solo se masturbaba viendolo y se reía, Santiago me daba duro y a mí me gustaba, me agarró por el cuello ese fue mi puto de placer máximo, no lo podía creer, mi hermano gemelo me estaba penetrando y me gustaba cada vez más.
Santiago se detuvo y me agarró se bajó de la cama conmigo en brazo no había sacado su pene hasta que me bajo me puso de espalda y me dijo agarrate las rodillas, yo lo hice y arqueó mi espalda , el me toma de la cintura y me penetrara de nuevo, era un poco incómodo pero me gustaba tener esos 20 centímetros dentro de mi, podía ver cómo sus bolas rebotaban en mi al entrar y salir , gemía como nunca lo había hecho, así pasamos unos 5 minutos hasta que Saúl dice.
Saúl: ya es hora chicos de el acto final quiero que acaben los dos ya!
Yo me acomode contra la pared levantando mi culo, Santiago me agarró por la cintura y me dió una nalgada tras otra yo solo podía gemir, Santiago me agarra del cabello y su respiración estaba cerca de mi oreja y me dice: "estás lista perrita, para que recibas mi leche dentro de ti" yo solo asenti y el no me soltó el cabello, si no que con una mano me agarraba y con la otra se acomodaba su pene sobre mi culo, y me empezó a dar lento y suabe, hasta que él me agarra de la cintura con las dos manos y me empezó a embestir de una manera tan duro que yo solo podía gemir gritando, me gustaba pero ya sentia que me iba a venir sin tocarme, Santiago me daba más duro hasta que sentí que por su pene pasaba toda la leche hacia mí culo, ese fue mi momento, mi cerebro reaccionó y empeze a acabar yo también, acabe como nunca en mi vida lo había hecho, fue tanto semen junto, Santiago me embestía y con cada embestida sentía como salía su leche, hasta que me levanto y solo se dejó caer en la cama con su pene dentro de mi.
Así nos quedamos un rato yo acostado encima de el.
Hasta que me levanté y el solo sonrió y se fue a bañar.
Yo estaba en un estado de shock.
No podía creer lo que había pasado.
Saúl: parce eso fue increíble! Dice acomodándose el pantalón, el también habia acabado pero no me di cuenta en qué momento.
Yo solo estaba acostado en mi cama, no podía decir nada, me quede dormido.
A la mañana siguiente desperté desnudo, Santiago no estaba en la cama, Saúl no se a qué hora se fue, lo último que recordaba era a Santiago saliendo del baño todo mojado con una toalla puesta.
me levanté, me di un baño pensaba que lo había soñado, pero era real, la noche anterior había tenido sexo con mi hermano gemelo.
Me vestí y baje a la cocina, hay estaba Santiago sentado vestido con un short negro y una franela negra, lo saludé y el me miro nada más, me senté a comer en un lado de el y todo pasaba como si nada hubiese pasado, así a actuado hasta el día de hoy, no hemos hablado de lo que pasó, eso fue hace un mes ya, pero no sé porque espero con ansias que se repita.
Saludos desde Bogotá y espero que les haya gustado!
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