EL MENDIGO 2da parte
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Estaba acostado en la cama entre los brazos de un desconocido que hasta hace menos de dos horas andaba como un mendigo por la calle, y encima en unas condiciones inhumanas, pero nada de eso me había importado, sin medir las consecuencias me había entregado a él y hasta había tenido relaciones sexuales sin protección, todo producto de la calentura que el tipo me había provocado, ahora recostado sobre su pecho sintiendo los latidos de su corazón mientras el me acariciaba tiernamente, de repente sus caricias cesaron y su respiración se hizo mas fuerte, se había quedado profundamente dormido, me imagino que por el poco de días que no se acostaba en una cama, el pensar que dentro de poco tiempo volveríamos a la realidad de nuestras vidas me estremeció, el se movió y me apretó mas entre sus brazos yo cerré mis ojos y me quedé profundamente dormido.
Abrí los ojos de repente y recordé lo sucedido, en la habitación no había mas nadie, esperé a ver si escuchaba ruido en el baño pero no escuché nada, me levanté, busqué un bóxer en la gaveta y sali al corredor, todo estaba recogido, no había señas del desastre que habíamos hecho al entrar a la casa, salí al patio y ahí estaba mi amigo, sentado en los escalones de la enramada mirando la piscina, estaba completamente desnudo, me senté a su lado.
– Te quedaste dormido y no quise despertarte.
– Si, de veras que caí rendido.
El tomó mi barbilla y me besó suavemente, yo respondí al beso la magia del sexo no se había terminado.
– Te gustó lo que pasó? Me preguntó el ansioso.
– Si, dije sin dudar, muchísimo.
Guardamos silencio, serian como las cuatro de la tarde.
– Tienes hambre, yo estoy hambriento, preparemos comida, me levanté y el me siguió, busqué en los estantes y conseguí pasta, en la nevera conseguí ingredientes para hacer una salsa la cual el me pidió dejarlo a él prepararla.
El estaba afanado cortando los vegetales y yo lo observaba, se veía atractivo desnudo y sobre todo su hermoso huevo, así desnudo, no resistí mas y me paré detrás de el y lo abracé, el se dejó hacer y volteando su cabeza me besó en los labios apasionadamente, yo pellizqué sus pezones y mordí su cuello suavemente, y bajé mi mano derecha y comencé a jugar con su pene, el soltó el cuchillo y me bajó el bóxer, mi pene semierecto quedó entre sus nalgas.
– Cogeme, me pidió el con voz ronca, yo comencé a lamer su espalda bajando hasta llegar a sus nalgas, se las lamí, se las estrujé con mis manos y obligándolo a inclinarse en el meson de la cocina me dediqué a comerme su culito, primero dándole lamidas suaves para luego separar sus nalgas y tratando de abrirme camino dentro de su ano con mi lengua, el suspiraba de placer, agarrado fuertemente, yo le mordia el culito, se lo lamia, se lo penetraba con mis dedos y el comenzó a gemir.
– Por favor hazme tuyo, me suplicó.
– Déjame buscar un condon.
– No, no, suplicó el, – Quiero sentir tu carne, quiero sentirte como tu me sentiste a mi.
No me atreví a negarme, abrí una gaveta y le hice colocar el pie en alto, quedando inclinado y con su culo mejor dispuesto para la penetración, me coloqué saliva en la cabeza del pene pues lo tenia seco, solo con algunas gotas de liquido preseminal, se lo coloqué en la entrada y el al sentir mi presión se inclinó mas y afincándose permitió que al primer impulso medio pene quedara dentro de su cuerpo.
– Aggg gimió el, pero no retrocedió, – dios que rico, metemelo todo, no me hice rogar y de una volví a empujar y el quedo completamente empalado, yo comencé a moverme lentamente, aferrado a sus caderas.
– Por favor cógeme duro, hazme llorar, chilló el, y yo obedecí sin dudar, el comenzó a mover su culo en círculos y yo lo dejé hacer, – No te vas a quitar hasta que eyacules me pidió el, al ver mi intención de salirme de su culo.
– Pero quiero cambiar de posición, dije yo, quiero sentarme y sentarte encima de mi.
Pero no me dejo despegarme de su cuerpo, asi unidos caminamos de espaldas y nos dejamos caer sobre una silla, el sentado sobre mi comenzó a subir y a bajar, no se po cuanto tiempo, para luego caer al piso, quedando el en cuatro patas y yo detrás castigándolo como el me había pedido, cuando ya nuestros cuerpos no daban para mas de placer y cansancio yo caí acostado encima de el y eyaculé abundantemente llenándolo de mi semen, el solo gemia moviéndose debajo de mi.
– Por cierto, dije yo en su oreja cuando el placer me permitió hablar, me llamo Juan pablo y Tu?
– Jajaja rió el, me llamo Rene, a tiempo que volteaba su cabeza y uníamos nuestros labios, besándonos largamente.
Nos levantamos, besándonos, del culo de Rene bajando po su muslo salía leche asi que se fue al baño, me fui a mi habitación busque una toalla y un bóxer y se los llevé, nos metimos en la ducha y comenzamos a besarnos y a abrazarnos para continuar yo con su pene metido en mi boca, regalándole una mamada que hacia que sus piernas temblaran, terminando con la boca llena de su semen la cual me trague completica.
Regresamos a la cocina y ya la olla con el agua que estábamos hirviendo para la pasta se estaba secando, asi que ahora si nos dedicamos a cocinar y luego nos sentamos a comer abundantemente para reponer las energías que el sexo nos había quitado.
Miré el reloj en la pared eran las seis de la tarde, pronto oscurecería.
– Vente conmigo a mi departamento, quédate esta noche conmigo.
– Esta bien, tengo muchas cosas que hablar contigo.
CONTINUARA
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