“EL MENDIGO” (PARTE 1)
“EVA” es una linda niña que tiene una pequeña familia conformada por su madre María, su hermano Miguel de 11 años y Brayan de 7 años. .
Eva cursaba el segundo grado de secundaria, cuando se armó de valor para pedirle permiso a su madre y así poder quedarse a dormir en casa de una de sus mejores amigas, esto era con la finalidad de hacer una pijamada por motivos del cumpleaños de Denis.
Así que después de tanto insistir, la madre de Eva optó por aceptar y ella partió de casa muy emocionada. Entonces las 4 niñas llegaron a casa de Denis a la hora acordada, así que rápidamente subieron al cuarto de su amiga y empezaron a acomodar sus cosas.
Alrededor de las 9 de la noche, los padres de Denis tuvieron que salir urgentemente de casa, ya que se les había informado que un familiar muy cercano se había puesto mal de salud y lo había llevado a un sanatorio. Así que en ese momento las 5 niñas tuvieron que quedarse al cuidado de Arturo, el hermano mayor de Denis, el cual era un joven de 19 años de edad.
Las niñas rápidamente se concentraron en lo suyo, hacían bromas y conversaban, pero de repente una de ellas se le ocurrió que debían jugar a “verdad o reto” así que a todas les pareció excelente y de inmediato se pusieron a jugar.
El juego inició y todas empezaron a elegir siempre la opción de “verdad» entonces Denis optó por hacer el juego más interesante y como castigó les puso a todas el mismo reto.
La primera en bajar fue Denis, camino hacia la sala donde se encontraba su hermano Arturo y ahí lo abrazó fuertemente, luego de inmediato le dio un beso en la mejilla.
Arturo abrazo a su hermanita y le devolvió el beso en la frente, luego le preguntó ¿a qué se debía tal afecto de cariño? Denis nada más sonrió y enseguida susurro en el oído de su hermano lo siguiente “le he puesto un reto a las niñas y es contigo, espero no te enojes tontito”
Denis se fue de la sala y caminó hacia donde estaban observando muy atentas las otras niñas, así que en el momento en que llegó a ellas, Denis les dijo que ya era el turno de la siguiente.
Las tres primeras fueron muy impulsivas y no se anduvieron con mucho rodeo, por lo cual rápidamente bajaron las escaleras y enseguida fueron a darle un beso en la boca a aquel joven atlético de rostro guapo.
Entonces llegó el turno de Eva, quien tímidamente se acercó hacia aquel joven y le dio un beso en la mejilla, en ese momento Arturo sonrió, luego jalo a la pequeña niña hacia él y le dio un beso intenso en los labios.
Eva de inmediato se sonrojo y rápidamente salió corriendo hacia donde se encontraban sus amigas, las cuales estaban riendo a carcajada por tan penoso acto hacia ella.
En ese momento, Arturo se quedó pensando por lo que había sucedido y entendió que lo que habían hecho aquellas niñas era parte de un juego, pero en ese instante su deseo sexual despertó y de inmediato quiso sacar provecho de esto, ya que se le estaba presentando una oportunidad que quizás nunca más la tendría.
Varios minutos más tarde, Arturo vio que Eva se dirigió a la cocina, en ese momento se puso de pie y rápidamente fue a poner en práctica su reputación de seductor.
Arturo: ¡hola Eva!
Eva: ¡hola! (Cabizbaja)
Arturo: “sabes, quiero comentarte algo y espero no te enojes”
Eva: ¿y qué es lo que quieres decirme? (Tímidamente)
Arturo: “cuando me besaste, noté que no sabes hacerlo y entonces me pregunté” ¿cómo una niña tan hermosa no sabe hacerlo?
Eva: “eh» “uh» “este» (tartamudeando)
Arturo: ¿no has tenido novio verdad? (interrumpiéndola)
Eva: “no, aún no» (sonrojada)
Arturo: “que no te de pena, yo tampoco sabía besar hasta que una novia me enseñó” ¡si quieres yo puedo enseñarte a besar! (Con una mirada de seductor)
Eva: “no es necesario” “después aprenderé” (cabizbaja)
Arturo: ¿y porque no ahorita? (Jalándola hacia él)
Eva intentó besarlo, pero lo hacía torpemente, ella no sabía cómo mover los labios y sin darse cuenta, en ese momento cayó en el juego de aquel joven mañoso.
Eva: “quiero que me enseñes a besar” “pero no le digas a nadie” (tímidamente)
Arturo: ¡lo prometo, no le diere a nadie!
Eva: ¿y cuándo me enseñarás?
Arturo: ¡si quieres, hoy mismo!
Eva: ¿hoy? “pero mis amigas están aquí y se darán cuenta”
Arturo: ¡no se darán cuenta si están dormidas!
Eva: ¿cómo? ¿Tengo que esperar a que se duerman?
Arturo: “no necesariamente, solo tengo que poner esto en los jugos que tu llevas y se van a ir quedando dormidas” ¡así podré enseñarte con toda la calma del mundo! ¿quieres hacerlo?
Eva: ¿y esto no les va hacer daño?
Arturo: “no, estas pastillas son las que usa mi mama para dormir»
Eva: “ok, pero que esto se quede entre nosotros»
Arturo: ¡lo prometo, será nuestro secreto! (Dándole un poquito en los labios)
Cerca de las 11 de la noche, Arturo notó que ya no se escuchaban las carcajadas y en se instante se dio cuenta que Eva entró a su cuarto con mucha cautela, así que en ese momento el termino de confirmar que las otras niñas ya se habían quedado completamente dormidas.
Arturo puso seguro a la puerta e invitó a la jovencita a subirse a la cama, una vez que estuvo ahí, el empezó a besarla lentamente y guio sus labios con cada beso, pero instantáneamente sus manos empezaron a caricias el delgado cuerpo de esa niña.
Sin darse cuenta, la primera clase de Eva ya había subido demasiado de nivel, ahora ella se encontraba totalmente desnuda y sobre ella se encontraba el cuerpo atlético de aquel joven guapo, el cual también se encontraba completamente desnudo.
Arturo toco el sexo de Eva y al darse cuenta que estaba completamente húmeda, el rápidamente acomodo la punta de su gruesa verga en la entrada de su estrecha vagina y enseguida la fue penetrando delicadamente.
Aquel joven solo se detuvo, cuando dio el último empujón y entonces su pelvis hizo contacto directo con la pelvis de Eva, en ese momento él se sintió triunfador por haberse apoderado completamente de la virginidad de esa niña, así que después la continúo poseyendo, hasta que logró derramar una gran cantidad de leche directamente en su pequeño útero.
Después de que el acto sexual finalizó, Arturo hizo jurar a Eva que nada de esto debía saberse y enseguida mando a la niña al cuarto de su hermana, ya que sus padres regresarían en cualquier momento.
Al día siguiente, Eva se fue rápidamente a su casa, ya que sentía una pequeña molestia en su vagina y entonces al tratar de revisarse, se dio cuenta que su ropa interior estaba manchada con sangre y que además estaban los fluidos de aquél joven, así que en ese instante se puso a llorar, pues cayó en cuenta que Arturo le había robado completamente toda su inocencia.
Los días continuaron y Eva guardo muy bien el secreto de lo que había pasado, ella trató de darle un nuevo giro a su vida, pero al cuarto mes de lo sucedido, ella se dio cuenta que el estómago le estaba creciendo y que además la menstruación no le había bajado en mucho tiempo.
Eva rápidamente se asesoró con la psicóloga de la escuela y después de contarle ciertos detalles, la psicóloga le sugirió que debía hacerse la prueba de embarazo, pues lo más lógico era que posiblemente estuviera embarazada.
Después de la prueba de embarazo, Eva se empezó a mostrar distante con sus amigas, se le veía sola, deprimida o incluso llorando, pues ella no sabía como enfrentar esa situación. Así que no tuvo otra opción que contarle a su madre.
María se desconcertó ante la confesión de su hija Eva, así que con el coraje encima, de inmediato la llevo con los padres de Arturo para que se hicieran responsable de sus actos, pero desafortunadamente ellos apoyaron a su hijo, ya que él estaba estudiando el primer grado de universidad y se deslindaron de toda responsabilidad al negar que ese bebé fuera de él.
A sus 15 años, Eva ya era madre de un hermoso niño el cual registró con el nombre de “CARLOS”, pero desafortunadamente su madre no podía seguirla apoyando, así que cuando el niño llegó a tener 9 meses de edad, ella tuvo que empezar a trabajar para sacar a delante a su pequeño hijo.
Eva buscó trabajo en todo tipo de tiendas, pero en todas le decían lo mismo, “tráenos tus documentos de secundaria o bachillerato y te hacemos la entrevista” o le decían lo siguiente “no aceptamos niños ya que no somos guardería”
Estos fueron los obstáculos para que Eva fuera poseedora de un empleo asalariado, así que ella no tuvo otra opción más que aceptar el trabajo de doméstica y ganar algo de dinero lo más pronto posible.
Eva estaba feliz de haber encontrado trabajo, así que de inmediato fue con su vecina Alicia para platicarle y de paso pedirle de favor que cuidará de su pequeño hijo “CARLITOS”
Alicia no tuvo objeción en cuidar del pequeño niño, ya que ella apenas llevaba unos meses de casada y aun no tenía hijos; así que todo esto le serviría como un entrenamiento mientras llegaban sus verdaderos hijos.
El primer día de trabajo, Eva dejó muy temprano a Carlitos con Alicia, la cuál al verlo dormidito lo llevó a acostar en su cama matrimonial y después se puso hacer los quehaceres de la casa.
Una hora más tarde llegó William a la casa, él era esposo de Alicia y trabaja como velador en un condominio; como todos los días, William saludo a su esposa y después de desayunar se dirigió al baño a ducharse.
En cuanto terminó de ducharse, William salió con la toalla envuelta en la cintura, luego se dirigió a su cama y ahí encontró al pequeño Carlitos el cual dormía profundamente.
Él se quedó observando al pequeño niño por unos segundos, pero no le tomó importancia, ya que su esposa le había comentado que cuidaría del pequeño niño mientras Eva se lograba estabilizar.
Como de costumbre, William cerró la puerta de su cuarto y después se acomodó al otro extremo de la cama, donde poco a poco se fue quedando profundamente dormido.
Los días fueron pasando y se hizo rutinario que todos los días, Eva dejara a Carlitos en casa de Alicia a las 7 de la mañana, para que después ellos cuidaran del pequeño niño, hasta que ella regresara del trabajo.
Cierto día William llegó a su casa, comió algo de la cocina y después se metió a bañar, pero justo cuando estaba saliendo del baño, se escucharon unos golpes en la puerta principal y entonces el rápidamente fue a ver de quién se trataba.
Eva: ¡buenos días señor William!
William: ¡buenos días Eva! ¿Qué se te ofrece?
Eva: “disculpe que lo moleste, pero hace rato vine a dejar a Carlitos, pero su esposa Alicia me dijo que iba a saliendo y entonces ella me pidió que regresara más tarde, en cuanto estuviera usted”
William: “así, ella tiene cosas que hacer” ¡pero no te preocupes, déjame a este hermoso campeón y nosotros lo cuidamos como siempre!
Eva: ¡muchas gracias señor William! “bueno me voy porque ya se me hizo tarde»
William: “que te vaya bien Eva”
William vio que Carlitos estaba despierto, así que lo llevo a la cama para que ambos pudieran descansar, pero justo cuando William se empezaba a quedar dormido, el niño empezó a llorar, ya que tenía hambre.
William de inmediato fue a traer el biberón de Carlitos, pero justo ahí se dio cuenta que Eva se había olvidado de poner la leche; entonces William lleno el biberón con agua y se le dio al niño para tranquilizarlo, pero Carlitos solo lo aceptó momentáneamente, luego se puso a llorar.
William abrazó al pequeño y en el momento que lo estaba arrullando, la tolla se le cayó al piso, pero al estar completamente solo, no quiso recogerla y así continúo arrullando al bebe, pero el llanto persistía; así que invadido por la desesperación, William inmediatamente metió su dedo índice en la boca del pequeño niño.
Carlitos había llorado por varios minutos y al creer que se trataba de su biberón, de inmediato empezó a succionar el dedo de William y de esta manera se fue tranquilizando.
William se dio cuenta que el niño había dejado de llorar, por lo que de inmediato lo llevo a la cama y así con el dedo en su boca, intento que Carlitos tratara de quedarse dormido hasta que su esposa Alicia llegara.
Pero de repente ocurrió algo inesperado en William, pues el sin darse cuenta, tenía su gruesa verga completamente dura y de ella brotaba una gran cantidad de líquido pre seminal.
El que aquel niño estuviera succionando su dedo, provocó en William que su deseo sexual aumentará, así que en ese instante su mente se doblegó y se olvidó por completo de los prejuicios. luego, invadido por la lujuria y la duda, el mismo se hizo las siguientes preguntas ¿y si le doy que mame mi verga en lugar de mi dedo? ¿Qué se sentirá? ¿Será que le cabe en su boquita la cabeza de mi verga? ¿pero por la manera en que chupa mi dedo, Se ha de sentir igual de rico en mi verga?
En cuanto William terminó de hacerse la última pregunta, su pelvis se encontraba a un lado de Carlitos y curiosamente él ya había acomodado de lado al bebé, justo a la altura de su entrepierna.
Sin perder más tiempo, William fue retirando su dedo de la boca de Carlitos y enseguida la sustituyó por la punta de su gruesa verga.
El bebé rápidamente sintió en sus labios aquel glande suave, así que inmediatamente intentó succionar para meterlo dentro de su boca, pero pronto se dio cuenta que no se trataba del chupón de su biberón, ya que al estar humedecido por su propia saliva, aquel glande en forma de punta de flecha, se deslizó completamente dentro de su boquita.
En ese instante William sintió esta sensación tan deliciosa y placentera, que de inmediato sujeto con una mano la cabeza de Carlitos y enseguida empezó a masturbarse con la otra.
Para este momento, el corazón de aquel hombre de 26 años latía aceleradamente por la gran cantidad de adrenalina que había expulsado por su propio cuerpo.
William siguió masturbándose y al mismo tiempo lo intercalada con movimientos de su cintura, esto lo hacía con la finalidad de disfrutar aún más de aquella pequeña y caliente boquita.
Pero en ese momento, William tuvo temor de que su esposa llegara a la casa en cualquier instante y pudiera sorprenderlo, por eso aumentó el ritmo de su mano y después de varios minutos de estarse masturbando, por fin expulsó varios chorros de leche directamente en la garganta del bebe.
En ese instante la pequeña boquita de Carlitos se inundó con semejante líquido caliente y justo en ese momento le fue difícil expulsarlo, ya que tenía la boca completamente obstruida por la punta de aquella gruesa verga.
Entonces por instinto, aquel niño trago y trago para no ahogarse, por lo que segundos después, aquella enorme mano libero la pequeña cabecita de Carlitos, ya que finalmente aquellas enormes bolas se habían vaciado completamente.
William quedo observando por unos segundos como la punta de su gruesa verga seguía metida en la pequeña boquita de aquel bebé y entonces esa imagen le pareció magnífica, pues en ese preciso momento, aquel hombre se terminó de completar, gracias al suceso que acaba de acontecer.
A partir de ese instante surgió un nuevo hombre en William, así que fue retirando la punta de su gruesa verga de la pequeña boquita de Carlitos y al darse cuenta que aún seguía manchada con algo de su leche, la golpeó repetidamente en los labios del bebé y al mismo tiempo pronunció lo siguiente.
William: ¡que niño tan glotón eres, ya que me dejaste seco al tragarte toda mi leche! ¡eso quiere decir que a partir de hoy, no te hará falta tu lechita extra para que crezcas grande y fuerte! (jajaja) pero ¡shhhh, debemos guardar el secreto! (Limpiando con la toalla el resto de su leche de esa pequeña boquita)
CONTINUARA… “saludos de su amigo @Angelblacks y no dejen de escribirme en telegram”
el mejor de los mejores relats
gracias malxubgo
Hola , ya tienes la continuación del relato ?
buenisimo!! ya quisiera tener esa oportunidad
wow ke chiudo relato bro uffff ke rico sera ke eso se da en la realidad bros yo se ke si pero neta se da?