“EL MENDIGO” (PARTE 2)
Horas más tarde, William despertó ante la presencia de su esposa, ella tomó al bebé Carlitos entre sus brazos y lo llevó a su pequeña sala para darle su biberón. .
En ese momento William se quedó pensando en lo que había hecho con el pequeño Carlitos y en ese instante le entro el sentimiento de culpa, lo que le provocó sentirse el hombre más repugnante del planeta, así que se prometió que nunca jamás lo volvería hacer, así como también enterrar su gran secreto en sí mismo.
Los días fueron pasando y así como lo había prometido William, nunca más volvió a tocar sexualmente al bebe Carlitos y cada vez que pensaba en lo anteriormente ocurrido, William rápidamente eliminaba las imágenes de su cerebro e inmediatamente engañaba su mente pensando en otras cosas.
2 meses después, la madre de Carlitos estaba siendo cortejada por un nuevo pretendiente y al ser todavía una adolescente, de inmediato acepto pasar la noche con su nuevo novio, pero ahora el problema sería donde dejar al niño, pues la abuela del bebe nunca quería hacerse cargo de él.
No teniendo otra opción Eva tuvo que cargar a su pequeño hijo, pero gracias a la gran astucia que poseía, de inmediato lo llevo con Alicia y le rogo para que cuidara de su bebe por esa noche, aquella mujer no dudo en hacerlo, pues le encantaba cuidar del bebe Carlitos como si fuera de ella.
Esa noche William andaba un poco jarioso, así que en cuanto él bebe se durmió, rápidamente empezó a seducir a su esposa y la llevo a la cama penetrándola casi de inmediato, ambos estaban gozando de tan rico placer, pero una llamada al celular de Alicia hizo que el acto sexual se interrumpiera, pues tenía que ir a ver a su madre por una emergencia.
William: ¿Qué pasa amor?
Alicia: “mi mama se siente mal y tengo que ir a verla de inmediato”
William: “entonces vámonos rápido” (poniéndose de pie de cama)
Alicia: “no amor, me voy sola en el coche” ¡tu quédate cuidando al bebe!
William: “pero podemos llevarlo con nosotros”
Alicia: “si podemos, pero se puede enfermar por el clima que hay”
William: “tienes razón mi amor” “mejor me quedo con el”
Aquella mujer se fue de inmediato a la casa de su madre, así que William se acostó en la cama aun desnudo y curiosamente su gruesa verga no había perdido su total rigidez por lo caliente que estaba, así que no le quedo de otra que empezar a acariciarla suavemente con su mano derecha.
En ese momento William cerró los ojos y se concentró en autocomplacerse, pero una vez más fue víctima de la traición de su cerebro, pues en su mente fueron apareciendo nuevamente las imágenes, donde él le daba de mamar su tremenda verga a Carlitos.
William de inmediato abrió los ojos e intento expulsar aquellas imágenes de su mente, pero esta vez no pudo hacerlo, ya que siguieron apareciendo constantemente; entonces volteo a ver al pequeño Carlitos y ahí se dio cuenta que dormía profundamente.
William se puso de lado, empuño 3 de sus grandes dedos e inmediatamente empezó acariciar la mandíbula de Carlitos con sus dedos pulgar e índice, luego continúo frotando esos pequeños labios color rosa, pues estaba pensando en lo que tenía que hacer.
Después de tomar una decisión, aquel hombre se incorporó sobre la cama, luego cuidadosamente empezó a desvestir al bebe Carlitos, ya que no quería despertarlo de su profundo sueño; entonces, cuando lo tuvo completamente desnudo, William se le quedó mirado por un par de minutos.
El corazón de aquel hombre latía muy fuerte y aceleradamente, pues estaba a punto de satisfacer su deseo sexual nuevamente con aquel hermoso bebe que le habían dejado a su cuidado.
William inmediatamente se acomodó cerca de Carlitos, luego empezó a acariciar todo su cuerpecito totalmente desnudo, entonces ahí fue donde por primera vez sintió aquella delicada y suave piel, la cual hacia juego con ese rico aroma de bebe.
Aquel hombre continúo acariciando y olfateando el cuerpecito de Carlitos por varios minutos, pues en ese momento pensó que no había prisa para masturbarse rápidamente con la ayuda de ese pequeño bebe, así que continúo disfrutando de lo que estaba haciendo.
Después de unos minutos, William acomodó de ladito al pequeño bebé en el centro de la cama, le colocó un par de almohadas para mantenerlo en esa posición y en seguida fue acercando su pelvis adulta a la pequeña cara de Carlitos.
En ese instante William masturbo y exprimió su gran miembro por unos minutos y al darse cuenta que de su gruesa verga salía aquel abundante líquido trasparente, de inmediato puso la punta de su verga en los pequeños labios color rosa de ese bebé.
William estaba decidido a dar el siguiente paso, pero en ese momento fue interrumpido por una llamada en su teléfono celular, así que no tuvo otra opción que responder, ya que la llamada era de su esposa.
William: ¡hola amor! ¿Cómo está tu mamá?
Alicia: “está bien, cuando llegue encontré mi primo el médico con ella”
William: ¿pero todo esta bien?
Alicia: “dentro de lo que cabe si, mañana le haremos unos estudios ya que aún sigue mareada»
William: ¿regresarás a la casa entonces?
Alicia: “no mi amor, por eso te llamé porque quiero quedar vigilando a mi mamá esta noche»
William: ¡haces bien mi amor!
Alicia: ¿y como esta Carlitos? ¿No ha molestado?
William: ¡está bien dormidito y creo que así seguirá toda la noche! “jejeje»
Alicia: “ok, si llora le cambias el pañal y le das su biberón para que se vuelva a dormir»
En ese momento William iba a contestar, pero el pequeño Carlitos abrió la boquita y la punta de aquella gruesa verga resbaló al interior de esa cálida boquita y entonces el pequeño bebé al creer que era su biberón, de inmediato empezó a succionar y le sacó un gemido a William.
William: “aaaaaahhhhhh«
Alicia: ¿qué dices amor? ¿Por qué hiciste ese ruido extraño?
William: “por nada amor, es que me dejaste con ganas de coger” “jejejeje«
Alicia: ¡lo sé amor y discúlpame! ¡pero mañana te lo recompensare! “mientras tanto cuida bien de Carlitos y no te olvides de darle su biberón”
William: ¡no te preocupes mi amor, que ahorita ya está mamando y si al rato vuelve a pedir, no dudaré en volver a dárselo” “jejejeje«
Alicia: “ok, mi amor» ¡te veo mañana! “bye«
Al terminar la llamada, la mirada de William había cambiado por completo, ahora su rostro estaba lleno de perversidad hacia aquel pequeño bebé que no dejaba de succionar la punta de aquella enorme verga.
William: ¡que atravieso eres y ya has de querer mi lechita! ¡si eso quieres, eso te daré, pero tendrás que ayudarme!
Aquel hombre fue retirando lentamente su verga de la boquita del bebé Carlitos, luego se arrodilló frente a él y enseguida colocó una almohada debajo del cuerpecito desnudo de aquel niño.
La altura era perfecta para William, así que en ese momento separó con cada mano las piernitas del Carlitos y trató de acomodarse entré ellas, por lo tanto, en ese instante la gruesa verga de aquel hombre quedo sobre el pequeño estómago del bebé.
Aquella magnífica imagen provocó que en William creciera aún más el gran morbo y la excitación, así que aquel hombre juntó las pequeñas piernitas de Carlitos e inmediatamente empezó a mover su pelvis en vaivén.
Con los movimientos que William empleaba con su cintura, su gruesa verga se movía entre esas piernitas y le rosaba su diminuto penecito junto con su pequeño estómago, por esta razón aquella verga estaba muy gustosa aprisionada entre las piernitas del bebe Carlitos, por eso en ese instante empezó a arrojar abundante líquido pre seminal, con el cual se empapo la pancita del menor.
La excitación de aquel hombre adulto fue aumentando, pues pudo sentir como el calor en su cuerpo se intensifico, así como también su respiración y sus jadeos, por lo tanto algunas gotas de sudor ya se empezaban hacer notorias en su frente.
William estaba poseído por la lujuria y en ese preciso momento lo único que le importaba era satisfacer su deseo sexual como hombre, así que en ese instante no le importaba desahogarse con aquel bebe de apenas 11 meses de edad, el cual se movía sin despertar ante las embestidas de aquel fuerte hombre.
William sintió que su eyaculación se estaba acercando, así que se detuvo por un instante, tomo su verga completamente mojada por su abundante liquido pre seminal y golpeo el pequeño estomago del bebe Carlitos como si se tratara de un tambor; luego sujeto las piernitas con una sola mano y froto un par de veces la punta de su verga entre esas pequeñas nalguitas.
William: “uuuuffffff” ¡te la metería bebe, pero por aquí no cabe” “aaahhh”
William dio un par de estocadas al culito de Carlitos y después empezó a masturbarse con más fuerza, pero en cuanto volvió a sentir aquella rica sensación de eyacular, nuevamente libero su verga y se fue acomodando sobre él bebe sin aplastarlo.
Cuando William tuvo su pelvis frente a la carita de Carlitos, inclino su cuerpo y se sostuvo con una mano de la cabecera de la cama, después con la otra mano coloco la punta de su verga dentro de la pequeña boquita del niño e inmediatamente empezó a masturbarse.
William se estremeció al sentir la rica calidez de esa aquella pequeña boquita, así que su pelvis se empezó a mover acompasado con los movimientos de su mano derecha y para este momento, el pequeño Carlitos ya había despertado ya que sentía su boquita completamente estirada por tremendo pedazo de carne dura.
El pequeño creyó que era un biberón más grande, por esta razón movía su pequeña lengüita de un lado a otro, sin saber que estaba estimulando de lo más rico el frenillo de la verga de aquel hombre adulto.
William no pudo resistir más esta rica situación, así que su pelvis se movió un par de veces más y entonces sus grandes nalgas se contrajeron, pues era señal que de aquellas enormes bolas peludas estaban expulsando una gran cantidad de leche.
William: “aaaaaaaaaaahhhhhhhh” ¡no puedo más! “aaaaaaaaahhhhhhh”
En ese instante los pequeños cachetitos del bebe Carlitos se inflaron con los primeros chorros de leche de aquel macho y entonces se le empezó a escapar por la comisura de los labios, William al darse cuenta de lo ocurrido, de inmediato se apretó la verga para evitar que siguiera escapando su espeso semen, pero le fue difícil retenerlo.
Carlitos rápidamente trago y trago la abundante leche que le ofrecía aquel biberón de carne, así que en ese instante volvió a sentir el rico sabor y consistencia de aquella rica leche que había probado unos meses atrás, pero que esta vez se la volvían a dar en mayor cantidad.
William: ¡así campeón, trágatela toda! “aaaaaaaaaaahhhhh” ¡que rico!
Cuando la última gota de leche se vació de aquellas enormes bolas, William retiro su verga lentamente, la exprimió desde la base y después le dio unas bofetaditas a la boca de Carlitos, posteriormente rosó la punta de su verga por esos pequeños labios ahora color rojo y de nueva cuenta enterró su verga hasta la pequeña garganta del niño.
William: “aaaaaaaahhhhhhh” ¡pero que rica boquita tienes Carlitos! “aaaaaaahhhhhh” ¡me ha encantado que me la chupes la verga, así que de ahora en adelante te daré tu lechita fresca para que crezcas grandote y muy fuerte! “mmmmmmmm”
Carlitos tenía la carita y el cuerpecito mojado por los fluidos de aquel hombre, pero no mostraba signos de irritabilidad o llanto, eso quería decir que le había encantado su nuevo biberón, así que William sonrió maliciosamente y dijo en voz alta “la noche es larga y hay que darte nuevamente tu rico biberón Carlitos”
«saludos amigos y seguimos en contacto por telegram @Angelblacks»
CONTINUARA…
lo mejor de lo mejor del mundo
Me encanto el relato y como el nene va aguantando un poco mas espero y en algún punto ya pueda estrenarse el culito.
Increiblemente buenooooooo
uffffffff