“EL MENDIGO” (PARTE 3)
Esa noche William se olvidó por completo de todo prejuicio y solo pensó en amamantar al pequeño bebe. .
Por otra parte, Carlitos solo se concentró en mamar esa gran verga y se tragaba toda la leche que salía de ella y aunque el sabor era diferente a la que ya estaba acostumbrado, a él no le importo tragársela toda, pues esa rica leche de ese macho lo harían crecer grande y fuerte.
Al día siguiente, Alicia llego muy temprano a casa y lo primero que hizo fue ir a su recamara para preguntarle a su esposo ¿Cómo se había portado Carlitos? En ese momento William le dio un beso de buenos días, luego se levantó de la cama desnudo y con la verga dura.
William vio a los ojos a su amada esposa y le dijo “que el niño se había portado muy bien y que solo molestó cuando quería su biberón, pero que el rápidamente se lo metía en la boca para que no llorara” en ese instante aquel hombre se apretó su verga dura y después camino hacia el baño.
Minutos después, William regreso del baño a un desnudo y para este momento su erección mañanera había bajado por completo, en ese instante su esposa Alicia se le quedo viendo de pies a cabeza y luego le pregunto lo siguiente.
Alicia: ¿y dormiste así desnudo?
William: “pues si amor” ¡así duermo siempre contigo! ¿o no?
Alicia: “sí, pero yo creí que no lo harías, ya que el niño durmió contigo?
William: “hay amor” “yo estoy en mi casa y bien sabes que me gusta estar con poca ropa o sin nada” ¡además no voy a cambiar mi habito por un bebe que ni ve y ni habla!
Alicia: “tienes razón mi amor, discúlpame por hacer ese comentario”
William: ¡no te preocupes amor! (dándole un rico beso apasionado)
El comentario de Alicia estaba fuera de lugar y no es que ella sospechara algo de su esposo, si no que ella pensaba que él debía de tener un poco de pudor al estar con ciertas personas, pero William no cambiaría y no es que el fuera exhibicionista, si no que él estaba acostumbró a estar así desde soltero en su casa.
Ese día todo transcurrió normal en esa casa, William se sentía muy bien y completamente satisfecho después de haber tenido ese nuevo encuentro con él bebe Carlitos y ahora esta vez no tuvo remordimiento de conciencia, así que continúo dándole mucho cariño y mimos a su pequeño niño.
A partir de ese día, aquel hombre adulto empezó a tener más interés en el pequeño Carlitos, le compraba leche, juguetes, ropa e incluso compro una tina grande de plástico donde se bañaba con Carlitos; esto con la intención de aprovechar cada momento con él a solas y meterle su gruesa verga en su pequeña boquita.
William tenía una casa de 2 pisos, así que cada vez que quería llevar a cabo su fechoría con Carlitos, se subía a su recamara y sabiendo que su esposa estaba ocupada atendiendo el ciber, el realizaba su acto sexual con total calma, pero eso sí, siempre con el corazón acelerado por el temor de ser descubierto.
Con el paso de los días, las caricias de William fueron subiendo un poco de tono, ahora también disfrutaba rozar su enorme verga erecta por distintas partes del cuerpecito de aquel bebe y de vez en cuando se tardaba más tiempo frotando su lubricada verga entre las nalguitas de Carlitos.
William lo disfrutaba mucho y aunque ya había pasado por su mente la intención de penetrarlo, el rápidamente lo descartaba pues él sabía perfectamente que su enorme verga adulta “jamás podría entrar en ese culito tan pequeño” así que no le quedaba de otra, que darle a Carlitos de mamar su gran pedazo de carne y que este lo deslechara completamente hasta dejarlo seco.
William continúo dándole leche fresca directamente de su verga al bebe y esto lo hizo durante un mes más, entonces para este momento, él bebe Carlitos había llegado a su primer año de vida, así que aquella pareja decidió obsequiarle una andadera y junto con un pastel fueron a celebrar su cumpleaños a casa de Eva.
Al día siguiente como de costumbre, Eva paso a dejar a Carlitos en la casa de aquella pareja, pero esta vez durante la mañana el pequeño niño empezó a comportarse un poco raro, se puso un poco lloroncito y hacía mucha fuerza en su pancita.
Aquella pareja se dio cuenta de lo sucedido, así que Alicia rápidamente llamo a su primo doctor, el cual inmediatamente le dijo que lo llevara a su consultorio para revisarlo; sin perder más tiempo, Alicia y William inmediatamente se subieron a su automóvil y rápidamente llegaron al consultorio donde lo esperaba su primo.
Alicia: ¡hola Nicolás! ¿Cómo estás?
Nicolás: ¡muy bien Alicia! ¿cuéntame que pasa con este pequeñín?
Alicia: “está muy lloroncito y hace mucha fuerza” “yo creo que le duele la pancita”
Nicolás: “haber pásalo a la camilla para revisarlo”
El doctor inmediatamente empezó a hacer una exploración física y después de colocar el estetoscopio en diferentes partes del estómago de Carlitos, llego a la conclusión de que el pequeño niño de un año de edad estaba estreñido, así que esta era la razón por el cual le dolía la pancita.
Alicia: ¿y porque esta así? ¿eso es malo?
Nicolás: “malo no es y esto talvez le ocurrió porque quizás le hayan cambiado la leche que está acostumbrado a tomar”
Alicia: “sí, eso ha de ser… porque Eva le trajo una diferente hace unos días”
William: “yo pienso lo mismo” ¡porque Carlitos ya está acostumbrado a tomar otra leche y no le hizo mal” (apretándose la verga)
Alicia: ¿y ahora que podemos hacer?
Nicolás: “bueno, que siga con la misma leche y le daré unos medicamentos para que haya más movilidad en sus tripitas”
Alicia: ¿y con eso estará bien?
Nicolás: “si, con este tratamiento mejorara mucho, pero ahorita te enseñare hacer una estimulación para que la hagas en caso de que no vuelva hacer popo por si solo”
El doctor desnudo al bebe Carlitos de la cintura para abajo, se colocó guantes y después puso abundante lubricante en su dedo meñique, luego le junto las piernitas hacia el estómago y entonces empezó a introducir su dedo dentro del culito del menor.
Él bebe Carlitos sintió una pequeña molestia e intento moverse un poco, pero el doctor lo tenía inmovilizado, así que el continúo moviendo su dedo en forma circular para estimular su pequeño esfínter e incitarlo a evacuar.
Alicia no pudo continuar viendo ese procedimiento, así que inmediatamente se disculpó y salió del consultorio a tomar aire, en ese momento ambos hombres se rieron y el doctor continúo haciendo su trabajo.
William no perdía detalle de lo que el doctor estaba haciendo, así que repentinamente observo como aquel pequeño culito se empezó a expandir en gran tamaño y de él empezó a salir un trozo de popo, el cual era de gran tamaño.
Nicolás: ¡eso chiquito, ya vez que si pudiste! ¡bien hecho!
William: ¡no jodas, todo eso tenías atorado Carlitos!
Nicolas: “claro, tú mismo lo has visto con tus propios ojos”
William: ¡pero mira, le ha quedado bien abierto el culito! (sorprendido)
Nicolás: “no es para más, tú has visto lo que acaba de sacar”
William: ¿y así le va a quedar de abierto?
Nicolás: “jajajaja” ¡no hombre, el culito está diseñado para abrirse lo suficiente para amoldarse al tamaño y luego regresar a su estado normal!
William: ¿entonces se si puede abrir mucho y después quedar igual?
Nicolás: “exacto” (colocando la ropa al bebe)
En ese instante William tuvo muchos pensamientos lujuriosos e inmediatamente su verga se puso rígida como una roca, así que se la apretaba fuertemente con su mano derecha para que su erección bajara y Nicolás no se diera cuenta.
Nicolás: “listo, hemos terminado” ¡ya puedes cargar al bebe!
William: ¡sí, está bien! (abrazando a Carlitos)
Nicolas: “espera unos minutos que ahora te tengo que hacer la receta con los medicamentos” (observando la gran erección y la mancha de líquido pre seminal a través del pants gris de William)
William: “si, está bien” (haciendo mimos a Carlitos)
Nicolás: “esto son los medicamentos que tienes que darle”
William: ¡ok! ¿y entonces yo tengo que hacerle la estimulación verdad?
Nicolás: “jajaja” ¡claro, pero hazlo con mucho cuidado y te recomiendo que lo lubriques muy bien para no lastimarlo! (guiñándole el ojo)
William: ¿lubricar? ¿Qué significa eso?
Nicolás: “te explico” ¡tienes que ponerle mucho lubricante de este en su culito y en tu dedo para que entre fácil y no lo lastimes!
William: ¿y dónde puedo conseguir el lubricante?
Nicolás: “aquí en la farmacia lo tenemos, deja te lo anoto en tu receta”
William: ¿eso es todo?
Nicolás: ¡claro y si tienes alguna duda puedes marcarme!
William: ¡muchas gracias! ¡nos vemos!
Nicolás: ¡hasta luego, espero invitarte un trago pronto!
William: ¡claro, nos ponemos de acuerdo por teléfono!
Después de surtir su receta en la farmacia, la pareja se dirigió a su casa, pero en ese instante Alicia recordó que tenía que acompañar a su madre al super mercado, así que William paso a recoger a su suegra y las dejo en el centro comercial, después él se fue en su coche para su casa.
Al llegar a casa, William empezó a recordar como el doctor metía su dedo dentro del culito de Carlitos y también recordó como este se expandió a tal grado de quedar bien abierto, en ese instante de nueva cuenta tuvo una gran erección y apretándose fuertemente la verga llego a su cerebro lo que le había dicho el doctor Nicolás “el culito puede abrirse lo suficiente y regresa a su tamaño normal”
En ese momento la lujuria se apodero de él, así que cargo entre sus brazos a Carlitos, tomo el biberón junto el lubricante y se dirigió hacia su recamara; una vez que estuvo ahí, inmediatamente empezó a desvestir al bebe hasta dejarlo completamente desnudo.
William destapo el frasco de lubricante, luego coloco las piernitas de Carlitos hacia su estómago y entonces repitió el procedimiento, así como lo había hecho el doctor, al empezar a meter su dedo índice dentro de aquel culito le causo algo de molestia a Carlitos, pero pudo tolerarlo, así que en poco tiempo, el dedo totalmente lubricado de William estaba completamente dentro.
Aquel hombre movió su dedo un par de veces, así que se quedó contemplando esa imagen por unos segundos, luego rápidamente lo retiro e inmediatamente lo remplazo por su dedo medio; Carlitos sintió molestia, pero fue mimado por las caricias de William, el cual no dejaba de mover su dedo de forma circular y lo acompasaba con el mete y saca a un buen ritmo.
En poco tiempo William logro abrir ese pequeño culito y notó como Carlitos hacia fuerza para tratar de expulsar popo, pero debido a la estimulación previa que le había hecho el doctor, su recto estaba completamente limpio y por más intento que hacía, el no expulsaba nada.
En ese instante William quedo completamente sorprendido, ya que dos de sus gruesos dedos estaban completamente dentro del culito de Carlitos, en ese instante contemplo por unos segundos aquella imagen, luego separo sus dedos y dejo caer dentro una buena cantidad de lubricante.
Por unos minutos más continúo penetrando ese culito con sus dedos, luego tomo la decisión final, en la cual, “una vez que iniciara a copular, no se detendría hasta culminar y satisfacer su deseo sexual como hombre”
Así que, sin retirar sus grandes dedos del culito de Carlitos, William se puso de pie fuera de la cama y entonces todo apresurado se bajó hasta las rodillas el pants junto con el bóxer, luego con ayuda de sus pies se los quito completamente.
Con este movimiento aquel hombre quedo casi desnudo, así que William se volvió a subir a la cama y coloco unas almohadas en el centro, luego acomodo al bebe Carlitos sobre ellas y después dejo caer una buena cantidad de lubricante en su gruesa verga, en ese momento fue donde se dio cuenta que estaba listo y se acomodó a la altura de las nalguitas del bebe.
William fue retirando sus dedos muy despacio, luego puso la punta de su verga en la entrada de ese pequeño esfínter e inmediatamente empezó a empujar hacia adelante; como aquel culito estaba muy lubricado y abierto, no pudo cerrarse a tiempo, así que aquel monstruoso intruso se fue abriendo paso rápidamente.
Inmediatamente la punta de aquella verga se enterró por completo, lo que causo en Carlitos una gran molestia y así que se quejó con un leve llanto, pero William inmediatamente lo tranquilizo poniéndole su biberón en la boca y le decía cosas tiernas.
William: “shhhhhh” “ya mi amor” “shhhhhh” “ya paso, ya paso” “shhhh”
Cuando William noto que Carlitos se había tranquilizado, empezó a empujar su cintura muy suavemente, después dejo que él bebe tomara su biberón con ambas manos y se arrodillo frente al niño, en ese instante le sujeto hacia arriba las piernitas y obtuvo la mejor visión de su vida.
William: “woooooo” ¡entro más de la punta de mi verga! ¡que rico!
En ese momento, aquel hombre termino de desnudarse completamente, ya que se quitó la playera y la arrojo al piso, luego tomo nuevamente las piernitas del niño y continúo empujando su verga en el interior de ese estrecho culito.
William veía asombrado como ese estrecho culito se iba amoldando perfectamente al tamaño de su gran verga adulta, así que el morbo y la adrenalina que sentía en ese instante, hacían que su corazón latiera aceleradamente y le daban esa sensación de sentir que su leche pronto saldría, por esta razón se detenía por unos segundos retardando su eyaculación.
William: “aaaaaaahhhhh” ¡que rico esta tu culito Carlitos! “aaaahhhhh”
Aquel hombre vio su reloj y se dio cuenta que ya había pasado un buen rato de haber iniciado el coito, entonces en ese instante cayo en cuenta que tenía poco tiempo, ya que su esposa podría llegar en cualquier momento y no sería bueno que lo viera en tan deliciosa situación.
Sin retirar su verga de aquel culito, William quito una almohada y maniobro el frágil cuerpecito de Carlitos para acomodarlo en posición de cucharita, luego continúo penetrándolo muy despacito para no despertarlo, ya que el pequeño se había quedado completamente dormidito.
La diferencia de cuerpos era demasiada y la vez muy morbosa, así que William rápidamente alcanzo su celular e inmediatamente tomo un par de fotos y gravo un par de minutos de video, luego hizo a un lado su teléfono y continúo cogiéndose al pequeño Carlitos con total calma.
El corazón de William estaba acelerado y su respiración aumentaba cada vez más, así que movía su pelvis suavemente para sentir el rose de aquella estrecha cuevita; esta era la razón por la cual dejaba escapar varios gemidos de placer
William: “mmmmmm” ¡que apretadito esta! “mmmmm”
Aquel hombre estaba tan concentrado disfrutando de su rico orgasmo, que nunca escucho cuando esposa azoto la puerta principal, Alicia dejo las cosas en la cocina y al no ver a nadie en la sala, inmediatamente fue a su recamara, pero en el momento de subir el primer escalón, ella estornudó fuerte y puso en alerta a su esposo.
William inmediatamente aparto su gran verga del culito de Carlitos “así que en ese instante se escuchó el sonido del descorche de una botella de vino” luego él se aventó de la cama e inmediatamente tapo al niño con su cobija azul.
Al darse cuenta que su esposa entraría a la habitación en pocos segundos, William tomo su bóxer del piso y rápidamente se limpió su aun durísima verga e inmediatamente camino hacia la puerta del baño y se paró fingiendo estarse quitando el bóxer.
Alicia: ¡ya llegué mi amor!
William: ¡ay no jodas! ¡me espantaste! (brincando y lanzándole su bóxer hecho bola a los pies de su esposa)
Alicia: “jajajajaja” ¿Cómo sigue Carlitos?
William: “shhhhhhh” “cállate que apenas se durmió” (hablando quedito)
Alicia: “lo siento” ¿y a que se debe que estés desnudito? (tono coqueto)
William: “pues voy a bañarme” (un poco nerviso)
Alicia: “wooooo” ¡mira nada más como tienes de duro este fierrote! (agarrándole la dura verga a su esposo)
William: ¡pues te trae ganas y esta noche no te salvas! (dándole un beso)
Alicia: ¡que rico! ¡ok, voy a la cocina a preparar la comida! (susurrando)
William: ¡está bien amor, ahorita me baño y voy ayudarte!
En cuanto Alicia cerró la puerta y bajo a la cocina, William puso seguro a la puerta e hizo a un lado la sabana; se escupió una buena cantidad de saliva en la punta de su verga, la masajeo un par de veces para que se revitalizara y enseguida penetro el culito de Carlitos un par de veces más, después la retiro por completo y empezó a masturbarse rápidamente.
Cuando William sintió esa rica sensación de acabar, rápidamente metió la punta de su verga y empujó su pelvis un par de veces más, luego gimió fuerte y se quedó inmóvil sintiendo como su verga se hacía más gorda y expulsaba una gran cantidad de leche dentro del culito del pequeño Carlitos.
William: “aaaaahhhhhh” ¡diablos, que rico se siente esto! “aaaaaaahhhh”
William al darse cuenta que no disponía de más tiempo, rápidamente observo el culito abierto de Carlitos y enseguida le tomo un par fotos con su leche casi saliéndose, luego le coloco un pañal desechable y lo vistió lo más rápido posible, le quito seguro a la puerta y se ha duchar.
Cuando William terminó de ducharse, salió desnudo del baño y aun secándose la cabeza se encontró a su esposa Alicia revisando al niño, ella estaba hablando por teléfono en alta voz y respondía unas preguntas.
Alicia: “ahorita le reviso el pañal, espérame tantito Nicolás”
Nicolás: “está bien, tomate tu tiempo” (en el teléfono)
William: ¿qué estás haciendo amor? (hablando entre cortado)
Alicia: “nada, mi primo el doctor me acaba de hablar para ver si el niño ya pudo evacuar por si solo” “shhhh, guarda silencio que vas a despertarlo”
Nicolás: ¿y bien, ya lo revisaste?
Alicia: “lo estoy haciendo, pero quiero preguntarte algo”
Nicolás: ¿dime?
Alicia: ¿es normal que tenga el culito un poco abierto y rojo? ¿y que de él este saliendo un líquido viscoso color blanco?
William: “esteeee” (quedándose mudo, pálido y apunto de un desmayo)
Nicolas: “si es normal” “yo le di a tu esposo unos supositorios para que cuando llegara a casa, se los pusiera dentro del culito al niño” (mintió) ¡ahora huele ese líquido y dime que olor tiene!
Alicia: “no como crees, yo que voy a estar oliendo cosas feas” “mejor que te diga William él está aquí conmigo”
Nicolás: “está bien, dale que lo huela y que me diga sin mentir” ¿a que huele?
William acerco su nariz hacia el pañal desechable y ahí respiro el olor de su propia leche, luego no tuvo otra opción que decir la verdad, el respondió “que olía como a cloro” en ese momento Nicolás agrego lo siguiente.
Nicolás: “jajajaja” ¡no se preocupen, ese supositorio que le acabas de poner es buenísimo! ¡ya verán que el niño estará mucho mejor mañana!
Alicia: ¡muchas gracias Nicolás por preocuparte por el niño!
Nicolas: ¡hasta luego y cuiden muy bien a ese niño! “ah, una cosa más”
Alicia: ¿Qué paso?
Nicolas: ¡ahora si voy a aceptar el trago que William me ofreció! “jajajaja”
William: “claro, mañana te marco para ponernos de acuerdo” (tartamudeando)
Al momento de terminar la llamada, William respiro profundamente y el color de su piel regreso, entonces se preguntó ¿porque Nicolás le había mentido?
“saludos amigos y seguimos en contacto por telegram @Angelblacks”
CONTINUARA…
lo mejor de lo mejor demasiada adrenalina jeje, felicidades eres un master
Delicioso, tuve una experiencia casi similar a la tuya
espero el próximo gracias por la historia :3
Que delicia de relato espero que el próximo el nene pruebe mas de una verga.
ufff chale ke rico