EL MENDIGO (PARTE 4)
Esa tarde William quedo muy sorprendido ante el comportamiento de Nicolás. .
Así que estaba un poco angustiado, ya que no sabía que consecuencias traería, el que Nicolás lo hubiera descubierto hasta cierto punto; aunque, William era muy astuto e inmediatamente pensó, que si lo delataba por lo que creía que había hecho, el negaría todo con respecto a lo que se le acusara.
Entonces desde ese instante, William siguió mortificándose con supuestas suposiciones con las que talvez Nicolás lo asecharía, así que rápidamente se preparó y armo su plan para salir bien librado de toda acusación.
Al día siguiente, Eva paso a dejar al pequeño Carlitos en casa de aquella pareja y al ser aún muy temprano, Alicia cargo al pequeño niño dormido entre sus brazos y lo llevo a la cama, donde se encontraba William profundamente dormido.
Alicia también se volvió a acostar en la cama y decidió descansar un rato más, pero en ese instante Carlitos empezó a pujar para hacer popo, pero no pudo hacerlo por sí solo, en ese momento, Alicia quedo observando al niño por unos segundos y luego despertó a su esposo para pedirle que lo apoyara.
Alicia: “amor” “ayuda al bebe, otra vez no puede hacer popo”
William: ¿enserio?
Alicia: “si mira” “hace fuerza, pero no saca nada”
William: “no puede ser, ni modos tendré que hacerle lo que me dijo Nicolás”
Alicia: “está bien amor” “hazlo, mientras tanto voy a hacer el desayuno”
William: “pero no te vayas, quiero que veas y aprendas tú también”
Alicia: “está bien amor”
William: “alcánzame el lubricante que está en el cajón”
Aquel hombre ya había planeado una estrategia durante la noche y para su buena suerte, se le estaba presentando la oportunidad de llevarla a cabo, así que en ese instante William no dudo ni un solo segundo en tomarla y entonces rápidamente desnudo de la cintura para abajo al pequeño Carlitos e inmediatamente lubrico su dedo meñique con abundante lubricante.
William levanto las piernitas de Carlitos con la mano izquierda y prosiguió meter su dedo dentro del culito de ese pequeño niño, en ese momento, Alicia solo veía muy atenta como el dedo de su esposo había desaparecido completamente y que además se movía dentro de aquel culito para estimularlo.
Ante la mirada de aquella mujer, el culito de Carlitos se fue abriendo en gran dimensión y entonces de él fue saliendo un gran trozo de popo, el cual estaba alojado por todo su recto.
Alicia: “ay pobrecito, por eso no podía hacer popo”
William: “si mi amor, esto mismo le hice ayer cuando te hablo Nicolás”
Alicia: “mira cómo le quedó de rojo y abierto el culito” ¿le dolerá?
William: ¡no le duele, pero hay que ponerle más lubricante!
Alicia: ¿le vas a poner más?
William: ¡sí, así me dijo Nicolás que lo hiciera! “pero ahorita necesito ir al baño a vaciar mi vejiga, dame un segundo y regreso rápido para ponerle más lubricante”
En ese momento William se puso de pie fuera de la cama y camino hacia el baño para liberar aquel liquido amarillento que fue acumulado en su vejiga durante toda la noche, así que cuando terminó, sacudió su miembro flácido un par de veces y luego regreso a la recamara.
Alicia: “mi amor, ya te dije que te pongas ropa interior”
William: ¡ay amor, si apenas acabo de despertar y tu bien sabes que yo duermo desnudo! (subiéndose a la cama y agarrando el lubricante)
Alicia: “bueno, me voy a la cocina porqué voy a hacer café y el desayuno”
William: ¡está bien amor, cuando esté listo el desayuno me gritas!
Alicia: “así lo hare amor” (dándose un beso)
Con esta demostración que William le había hecho a su esposa Alicia, él se quitó un gran peso de encima, pues ella acababa de ver con sus propios ojos, como se hacía la estimulación para que el pobre niño de un año de edad evacuara fácilmente, ya que aún seguía un poco estreñido.
En cuanto Alicia salió de la habitación, William rápidamente lubrico muy bien dos de sus grandes dedos e inmediatamente los empezó a meter uno a uno en ese agujerito, así que con sus movimientos rápidos que el hacía, en poco tiempo logro tener lubricado y bien abierto ese pequeño culito que ya tenía a su entera disposición.
Dudando un poco, William rápidamente bajo unos escalones para ver en qué cosas andaba su esposa, pero para su buena fortuna, Alicia estaba muy ocupada en la cocina preparando el desayuno, así que él se alegró en sobremanera, ya que tenía un poco de tiempo para meter su enorme verga en ese apretado culito.
Sin perder más el tiempo, William regreso a la cama con la verga en su máximo esplendor, la cual ya se encontraba escupiendo abundante liquido pre seminal; en ese momento, William tomo unas almohadas y sobre ellas acomodo al pequeño Carlitos, donde inmediatamente le dio de beber su biberón para que no fuera a quejarse al sentir como le entraba aquella gruesa verga.
William inmediatamente dejo caer una generosa cantidad de lubricante en su mano, con la cual, rápidamente lubrico toda la longitud de su miembro; así que casi enseguida, coloco la punta directamente en aquel agujerito y muy despacio empezó a empujar su pelvis.
La fuerza que ejercía William era suave, pero a la vez firme, así que aquel estrecho esfínter perdió su resistencia y dejo entrar completamente la punta de aquella verga adulta, esto le causo una cierta molestia al pequeño Carlitos, por lo cual inmediatamente se quejó e intento despertar.
William: “shhhh” “shhh” “shhh” ¡ya bebe, ya paso! (dándole su biberón)
Aquel hombre rápidamente dio unos golpecitos en el pecho del niño y le acaricio la cabeza para tranquilizarlo, esto efectivamente logro dar resultados, ya que Carlitos continúo mamando su biberón sin despertar.
Mientras William tranquilizaba al bebe, el no perdió tiempo y continúo moviendo su pelvis suavemente en vaivén, así que su enorme verga se estaba deslizando dentro y fuera de aquel estrecho culito.
William: “aaaahhhh” ¡que rico se siente meter mi verga en tu culito bebe!
Aquel hombre seguía penetrando al pequeño y observaba muy atento como su verga entraba y salía de ese culito, la cual dejaba un enorme hueco del tamaño de la punta de su enorme miembro; con todo esto, el morbo se apodero de él, así que inmediatamente cargo al niño entre sus brazos.
Así como estaba, William camino desnudo hacia a fuera de su habitación y sintiendo como su corazón latía aceleradamente, él empezó a coger al pequeño bebe mientras lo sostenía en el aire; de esta manera, William también observaba muy atento desde arriba de las escaleras, por si su esposa Alicia salía de la cocina a llamarlo.
William sujetaba a Carlitos en el aire con sus enormes manos y su cintura no dejaba de moverse suavemente, pero al estar enterrando delicadamente parte de su enorme verga se dio cuenta de que el tiempo lo tenía limitado, así que inmediatamente empezó a acelerar sus movimientos para poder descargar su leche dentro de ese apretado culito.
Con el corazón a mil latidos por minuto, William observaba muy atento hacia la cocina, así que su cintura no dejaba de moverse a buen ritmo, pues ahora más que nada, aquel hombre le encantaba sentir en su gruesa verga la estreches y la calidez de ese pequeño culito.
Segundos más tarde, William abrió un poco las piernas y sus grandes manos se aferraron fuertemente al frágil cuerpo de Carlitos, el cual tenía las mejillas rojas y abría la boca al sentir las embestidas que recibía su pequeño culito.
Esto era lo más maravilloso para aquel enorme hombre y aunque quería tener pruebas de lo mucho que estaba disfrutando “no podía” pues el tiempo era muy corto y tenía que disfrutarlo rápidamente.
Sin apartar la mirada de la cocina, William continúo penetrando el estrecho culito de Carlitos y después de haber transcurrido 5 minutos, pego al pequeño bebe hacia su estómago, donde lo abrazo muy fuerte, sintiendo como su cuerpo se estremecía anunciando su rico orgasmo.
En ese instante, sus enormes bolas se contrajeron y entonces aquella enorme verga empezó a vibrar lanzando una muy buena cantidad de leche directamente en el recto del pequeño niño.
William intento gemir, pero apretó los dientes para evitar hacerlos, así que de él únicamente se podía escuchar el sonido de su nariz bufando por tan rico y placentero orgasmo.
William: ¡que rico! “aaaaaaaaaahhhhhhhhhhh” (hablando muy quedito)
Cuando ese hombre logro recuperarse de tan placentero orgasmo, respiro profundamente aliviado, después camino con las piernas aun tambaleantes hacia dentro de su habitación y entonces al verse en su gran espejo de 1.40 metros, rápidamente se dirigió a él y se detuvo en frente.
En ese instante, William contemplo aquella magnifica imagen, pues aquel culito tan pequeño, había devorado sin problema la mitad de sus 19 centímetros de gruesa carne; en ese momento, aquel hombre fue subiendo lentamente al pequeño Carlitos y entonces aquella gruesa verga fue retrocediendo de ese estrecho culito.
Cuando la puntita de esa enorme verga estaba haciendo contacto con la entrada de ese estirado culito, William sonrió con lujuria subiendo la ceja, pues en ese instante, parte de su leche empezó a salir de esa cuevita y rodó por toda su verga que aún seguía dura.
William: “woooooo” ¡sin darme cuenta te clave media verga! ¡pronto te la comerás toda bebe! ¡de eso me encargo yo! (dándole besitos en la boca)
En ese momento, mientras William admiraba en el espejo lo que había logrado con aquel niño, su esposa Alicia estaba recibiendo en la puerta a su primo Nicolás “el doctor”, el cual había pasado a saludarlos y a ver como seguía ese pequeño niño.
Alicia rápidamente dijo que el niño se encontraba arriba en su habitación y que pasara con total confianza, ya que su esposo William le estaba haciendo el procedimiento que le había indicado.
Cautelosamente Nicolás subió por las escaleras, pero al llegar a la habitación solo encontró al niño desnudo en la cama, pues William había entrado al baño a limpiarse su propia la leche que se había escurrido por su vello púbico y sus bolas.
Nicolás rápidamente reviso el culito del niño y ahí observó aquel enorme hueco que le había quedado y además vio que de él aun salía esperma fresco, en se instante se puso rápidamente de pie en la puerta y luego espero a que William saliera del baño.
William salió del baño completamente desnudo y al ver aquel hombre en su cuarto inmediatamente se tapó su verga morcillona con sus manos, luego tomo una toalla y se la envolvió en la cintura.
William: “pe, pe” “pero” ¿qué haces aquí? (tartamudeando)
Nicolás: “disculpa, solo pase a haber al niño y tu esposa amablemente me dijo que subiera, ya que tu estas con el”
William: ¡disculpa, que te reciba así, pero me acabo de dar un baño! (mintiendo y muy nervioso)
Nicolas: “no te preocupes” ¡es tu casa y puedes estar como más te complazca! “al contrario discúlpame tu a mí por tomarme esta intromisión”
William: ¿y vas a revisar al niño? (muy nervioso y sudando)
Nicolás: ¡no, solo con verlo ya lo hice! ¡y la verdad no hay nada de qué preocuparse, ya que el procedimiento lo has hecho con mucho cuidado! ¿o no? (con una mirada de picardía)
En ese momento ambos voltearon a ver al pequeño niño, el cual movía sus pequeños pies en el aire y entonces en ese preciso instante ambos observaron el culito rojo de Carlitos, el cual se estaba cerrando y de él le escurría parte de esa leche espesa.
CONTINUARA… (saludos de su amigo @Angelblacks)
como siempre Exclente relato eres el mejor sin duda
Hola soy un seguidor de tus relatos desde hace tiempo, queria saber si podrias subir mas relatos sobre luisito y su padre (y quien sabe talvez alguna interaccion con su abuelo), tambien sobre david y sus hijos e hija.
wow q relatos uf