EL MENDIGO (PARTE 8)
William pensaba mucho en lo que le había dicho Joaquín, pero también tenía otro problema, pues no sabía ¿Quién era la persona que lo había visto cogerse a Carlitos? .
Aunque no sabía con exactitud quien era, él tenía una pista segura, la cual le indicaba que era un hombre, ya que, él había dejado sus muestras de leche en su casa.
Al día siguiente, William empezó hacer una lista de las pocas personas que tenían acceso a su casa, pero de inmediato fue descartando a las mujeres y solamente se quedó con 5 personas, las cuales eran todos hombres.
En aquella lista estaban los nombres de los hombres que comúnmente tenían acceso a esa casa, pero, William empezó a observar detenidamente los nombres y de inmediato descartó a 2 hombres más, ya que esas dos personas eran su vecino y su primo, los cuales no entraban a la casa sin su consentimiento.
Ahora la lista se había reducido a 3 personas y William intentaba adivinar ¿Quién era el que lo había visto cogerse al pequeño Carlitos?, William estaba ansioso y muy nervioso ante esta situación, pero después rápidamente se tranquilizaba, pues recordaba, ¡que uno de esos hombres, también le había gustado lo que había visto!, ya que había tenido tiempo para masturbarse al estar observando, como semejante adulto penetraba a ese pequeño bebé.
Después de darle muchas vueltas al asunto, William se armó de valor y decidió salir de dudas de una buena vez, así que coloco al bebé dentro de su automóvil y de inmediato se dirigió a la casa de sus suegros, pues ahí vivían dos de los hombres que estaban en su lista.
William no sabía cómo iba a interrogar a los dos hombres y dudo un poco en continuar, pero poco tiempo después se armó de valor y entro en aquella casa con el pequeño niño entre sus brazos, pues en ese instante, él ya estaba decido en saber si era su suegro o su cuñado el que lo había espiado.
William estuvo en aquella casa cerca de una hora, así que se las ingenió para conversar con cada uno de esos hombres por separado; él hizo ciertas insinuaciones, pero ninguno de los dos capto el mensaje de lo que pretendía decir, así que William no le quedo de otra, que retirarse de ese lugar sin tener éxito alguno.
Ahora solo quedaba una persona en la lista y esta persona vivía en otra ciudad, entonces William no le quedo de otra, más que armar un plan para tener una conversación por videollamada con su hermano menor Gabriel, entonces, así de esta manera, él vería su reacción y sabría si él era el fisgón o no.
Al día siguiente, en cuanto William regreso del trabajo, lo primero que hizo fue desayunar, después, vio como su esposa se despedía de él; pero no hizo preguntas y solo sonrió, pues se le acaba de presentar la oportunidad para hablar con su hermano.
William rápidamente corrió por su computadora portátil e inicio sesión en Skype, en ese momento, él intento hacer una videollamada con su hermano Gabriel, pero en ese instante fue interrumpido por unos golpes en la puerta, así que rápidamente bajó para ver quién era.
William: “ha, eres tú” (con cara de pocos amigos)
Joaquín: ¡si soy yo y adivina a que! ¡vine por Carlitos! (sonriendo burlonamente)
William: pero ¿a esta hora? “apenas son las 9 de la mañana”
Joaquín: “no importa la hora” ¡su madre ya me autorizo para llevarlo!
William: “está bien, voy por el” (un poco molesto)
En ese momento, William fue por Carlitos y no le quedo de otra, que entregarlo con Joaquín, entonces, aquel hombre lo cargo entre sus brazos y sonriendo le dijo ¡ven con tu papi mi amor!
William había quedado muy molesto, pues ese hombre le estaba empezando a fastidiar la vida; entonces en ese instante pensó, que, si seguía así, el ya no tendría muchas posibilidades de disfrutar del rico culito del pequeño niño.
Dos horas después, la puerta volvió a sonar nuevamente, así que, William de inmediato fue a ver de quien se trataba, pero entonces, se volvió a encontrar con Joaquín.
Joaquín: ¡hola, William!
William: ¿Qué haces aquí?
Joaquín: ¡vine a devolverte a Carlitos!
William: ¿pero por qué? ¿creí que estaría todo el día contigo?
Joaquín: ¡no era necesario, solo lo necesitaba por dos horas!
William: ¿no entiendo?
Joaquín: ¡sé que si me entiendes! (guiñando un ojo) “ahora te pido de favor que le cambies el pañal, porque viene lleno” ¡te lo encargo! “jajajaja”
En cuanto aquel hombre se marchó, William rápidamente desnudo al pequeño Carlitos de la cintura para abajo, así que en ese momento, él se dio cuenta que el pañal estaba muy manchado de leche, así que inmediatamente reviso el culito de ese pequeño bebe.
Al abrirle las pequeñas nalguitas, William quedo muy sorprendido, pues vio que ese culito estaba hinchado, muy rojo y aún seguía un poco abierto, pero eso no fue todo, ya que, de él brotaba una gran cantidad de leche; así que, en ese instante, William quedo muy pensativo y después reacciono diciendo “que Joaquín eyaculaba en sobremanera”.
Ante esta situación, William razono y pensó que debía hablar francamente con Joaquín, ya que tenía que ser preciso al explicarle, que debía ser muy cuidadoso al cogerse al pequeño niño, pues si su esposa Alicia o Eva se llegaban a enterar de esto, ellos no saldrían tan bien librados de eso.
Bueno, olvidándose por un momento de esa situación, William continuo con su plan, así que desnudo a ambos y de inmediato hizo la video llamada con su hermano Gabriel, pues era necesario saber, si era el quien lo había visto cogerse a Carlitos.
Entonces, Cuando ambos hermanos hicieron visualización en la pantalla, Gabriel fue quien se emocionó en sobremanera, pues en ese momento estaba viendo que su hermano William sostenía en brazos al pequeño bebé, el cual estaba completamente desnudito; así que, en ese instante, William saludo a su hermano y empezaron a entablar una conversación.
William: ¡hola, hermano! ¿Cómo estás?
Gabriel: ¡muy bien! ¿y tú?
William: ¡pues muy bien, te vi en línea quise saludarte! (Mintió)
Gabriel: ¡que bien! Pero dime ¿y qué haces o vas a hacer? (viendo como colocaba al niño en la cama)
William: “pues ahorita voy a ponerle pomada para la rozadura a Carlitos, es que tiene la colita un poco irritada! (tomando el lubricante)
Gabriel: “ah, ok» ¡hazlo y espero a que termines!
Ante los ojos de su hermano menor, William puso lubricante en sus dedos y empezó a frotarlos por todo el culito de Carlitos, tomo un poco más en sus dedos y enseguida le levanto las piernitas, las sujeto con una mano y con la otra mano fue hundiendo sus dedos muy suavemente.
Gabriel estaba observando todo, pero no quiso hacer comentarios al respecto, así que en ese instante, él solo se limitó a observar, pues quería saber hasta dónde llegaría su hermano.
William: ¡listo, con esto estarás mejor bebé!
En cuanto William terminó de colocar el lubricante, acomodó al pequeño bebe entre sus brazos y enseguida se subió a la cama para continuar conversando con su hermano menor.
William: ¡ya quedó hermanito! ¡este campeón ya está listo!
Gabriel: ¡qué bien hermano!
Diciendo esto y para ese instante, William ya tenía tremenda erección colocada justa en pancita de Carlitos, así que en ese momento, un poco nervioso se mostró en la pantalla para que su hermano menor viera su desnudes y captara lo que estaba a punto de hacer con ese bebé.
Gabriel: ¡woooooo! (Sorprendido y teniendo una erección instantánea)
William: ¿Qué pasó hermano? ¿Dijiste algo? (Subiendo su cámara para enseñar su rostro)
Gabriel: “no, nada” ¡solo leía un mensaje en mi teléfono (mintiendo)
William: “ok, entiendo hermano”
En ese instante, William se dio cuenta que el comentario que había hecho su hermano fue por lo que acababa de ver y no por el mensaje que “según había leído” así que, en ese momento, William quiso salir definitivamente de dudas, pues acababa de ver la reacción de su hermano Gabriel.
En la pantalla solo se lograba visualizar a William y al pequeño Carlitos de la cintura para arriba, así que ese hombre aprovechó para exprimir una buena cantidad de lubricante en su mano y la esparció por toda su verga completamente erecta.
Luego, casi instantáneamente, William acomodo su gruesa verga entre las redonditas nalguitas del bebe y de inmediato lo fue sentando lentamente, pues dejó, que con su propio peso, Carlitos se fuera matando solo.
Al sentir aquella enorme verga en su culito, Carlitos empezó a saltar de gusto y trataba de sostenerse con sus piernitas, pero estas no le respondían aún por su corta edad, así que de golpe volvía a sentarse y entonces por sí solo, se empezó a clavar más y más de aquella enorme verga.
Al entrar de golpe la cabeza de aquella verga, Carlitos sintió molestia e intentó llorar, pero William inmediatamente lo controlo acariciando toda su pancita y le susurró el famoso “shhhh, ya paso bebe”
Gabriel: “hermano” ¿Qué le pasa a Carlitos, parece que quiere llorar?
William: ¡no tiene nada hermano! “solo que” ¡el mismo se ha hecho daño por arrebatado! “jajajaja”
Gabriel: ¡está bien hermano! “jejeje”
William: “cuéntame” ¿Cómo esta mamá? (Sujetando al bebe de la cintura)
Gabriel: ¡muy bien! “a veces extraña a nuestro hermano mayor Texar y a los niños, pero todo bien”
William: “si me imagino” ¿y Texar no ha dicho cuando viene a visitarnos?
Gabriel: “pues si, en dos semanas le darán vacaciones y viene a visitar a mamá” ¡pero no le digas nada, porque es una sorpresa!
William: “está bien, no diré nada” “no te preocupes”
En lo que conversaban, William no perdió tiempo en ir deslizando su enorme verga dentro de ese pequeño culito, así que con cada buena porción que entraba en él, Carlitos abría enorme la boquita y ponía los ojitos en blanco.
Después de varios minutos y al ver las mejillas completamente rojas del bebe, Gabriel afirmó que su hermano ya se lo estaba cogiendo, así que en ese momento tuvo una idea perversa, para intentar que su hermano le insinuara algo o lo invitara a participar algún día en lo que estaba haciendo con ese niño.
Para este instante, Gabriel ya tenía la verga super dura y babeando abundante líquido preseminal, así que en ese momento, fingió necesitar algo y se levantó de la silla, pero al momento de pararse, la toalla se le soltó y calló al piso, así que de esta manera, el dejo ver a su hermano su tremenda erección.
Gabriel: “perdón hermano” ¡qué pena que me veas así! “jejeje”
William: “no te preocupes” ¡soy tu hermano y además, cuando éramos adolescentes nos vimos desnudos muchas veces y con la verga dura! ¿oh no? “jajajaja”
Gabriel: ¡cierto hermano, hasta en ocasiones nos caímos masturbando! “jajaja”
William: ¡tienes razón! ¡pero oye, sinceramente tienes que hacer algo con esa tremenda erección o se te va a reventar la verga!
Gabriel: ¡es verdad hermano! ¡en estos momentos quiero coger un culito! ¡pero lastima, no hay ni uno disponible! (Acariciando suavemente su enorme verga)
William: ¡no mames hermano, no me había fijado que tienes una verga enorme! ¡cabron, es más grande que la mía!
Gabriel: “jajaja” ¡no creo que sea así, pero adivina que!
William: ¿Qué cosa hermano? ¿Dime?
Gabriel: ¡nuestro hermano Texar la tiene enorme y más gruesa que la mía! (Volviendo a sentarse)
William: ¿enserió? “Woooo” ¡entonces la mía es diminuta a comparación a la de ustedes!
Gabriel: ¡no creo hermano, tú también has de estar bien dotado! ¿oh no?
William: ¡claro hermanito! ¡son 19 centímetros y ha disfrutado de buenos culitos! (Besando en la cabeza al bebe)
En ese instante William bajo su cámara por unos segundos y dejó que su hermano menor viera lo que estaba sucediendo del otro lado de la computadora.
Gabriel inmediatamente escaneo aquella pantalla, en la cual pudo observar claramente, como ese pequeño bebé tenía clavada en su culito la mitad de la gruesa verga de su hermano y que además, la aguantaba sin ninguna dificultad.
Seguro de sí mismo, William sonrió, pues en ese momento se hizo suponer, que ya tenía a la persona que lo había visto cogerse a Carlitos en su casa; así que, mientras su hermano veía embobado la pantalla de la computadora, el rápidamente empujo su pelvis un par de veces, para que su verga se moviera hacia dentro y fuera de ese rico culito.
Para este momento, Gabriel tenía los ojos enormes y en su cara se notaba la impresión de lo que estaba viendo, así que en ese instante y por instinto, bajo su mano hacia su dura verga y se la apretó fuertemente un par de veces.
Todo esto paso en cuestión de segundos, así que William subió rápidamente su cámara y con total naturalidad volvió a la conversación con su hermano Gabriel.
William: ¡entonces hermano! ¿Cómo vez? (Preguntando con seriedad)
Gabriel: ¿Qué cosa hermano? ¿De qué hablas? (Evadiendo la pregunta)
William: ¡que hagamos algo para recibir a nuestro hermano Texar! (metiendo cada vez más su verga)
Gabriel: ¡claro hermano, hay que sorprenderlo! (Acariciando su verga)
William: ¡claro, aún tenemos tiempo para planearlo! ¿Vienes o voy para platicarlo? (Cogiendo al niño)
Gabriel: ¡ven a la casa y aquí hablamos muy bien de este asunto! (Masturbándose)
La cámara de William tenía la altura perfecta para esconder como enterraba completamente su verga dentro de ese pequeño culito, así que entonces, Gabriel también subió más su cámara para evitar que su hermano viera como se está masturbando.
Ante esta situación tan morbosa, ninguno de los dos se atrevía a mencionar algo de lo que estaba sucediendo, así que la conversación continuó como si nada estuviera pasando.
William: ¿y cómo vas en el trabajo?
Gabriel: ¡muy bien, muy bien!
William: ¿y sigues llegando al gimnasio?
Gabriel: ¡claro hermano, quiero ponerme más sabroso! (Poniéndose nuevamente de pie)
William: ¡presumido!
Gabriel: “jajaja”
Ante esta conversación, William en ningún momento dejaba de mover su pelvis, así que sostenía a Carlitos de la cinturita y su verga de 19 centímetros entraba y salía a buen ritmo de ese apretado y cálido culito.
Aquella situación era tan morbosa, ya que ambos hermanos sabían lo que estaba sucediendo, pero ni uno de los dos comentaba o insinuaba algo, pues ambos estaban esperando la reacción de cada uno o que se dijera algo al respecto.
William no dejaba de penetrar aquel rico culito que tanto placer le daba y por otra parte, Gabriel movía cada vez más rápidamente su mano sobre su verga, pues veía embobado como su hermano y el pequeño bebé gesticulaban muecas de tanto placer.
Para este instante ya no había ninguna conversación, así que poco a poco, ambos hermanos se fueron mostrando lentamente frente a las cámaras de sus computadoras y ahí, los dos vieron completamente lo que estaban haciendo.
Los tres se vieron completamente desnudos, entonces, en ese momento, Gabriel vio como las pequeñas piernitas de Carlitos estaban acomodadas sobre cada pierna de su hermano mayor; así también, el veía muy atento como esas enormes manos sujetaban la cinturita del niño mientras aquella enorme verga de 19 centímetros entraba y salía a un buen ritmo y en su totalidad.
Con estos movimientos de su pelvis, William hacía que sus enormes bolas chocarán y se movieran como péndulo, de esta manera el golpeaba aquel diminuto penecito, el cual está completamente duro de tanto placer.
Al estar demasiado excitado, William aceleró las clavadas de su verga muy profundamente dentro del culito de Carlitos; entonces, al igual que su hermano, Gabriel también aceleró los movimientos de su mano en su ensalivada verga, pues ambos sabían que la eyaculación se estaba acercando.
Sin decir ni una sola palabra, ambos hermanos continuaron dándose placer, ellos solo veían la pantalla morbosamente y seguían disfrutando de ese majestuoso momento que de alguna manera les daba tanto placer.
Pero en poco tiempo ese magnífico momento pronto llegó a su final, pues William sujetó fuertemente la cintura del pequeño bebé y dio un par de estocadas muy profundamente, donde enseguida, él empezó a vaciar una gran cantidad de leche dentro de las tripitas de Carlitos.
William: “aaaaahhhhh” ¡que rico! “aaaaaahhhhh”
Por otro lado, Gabriel también aceleró los movimientos de su mano y entonces, en cuestión de segundos, su verga se hincho y lanzó 5 chorros de abundante leche, los cuales fueron a dar directamente a su pecho y abdomen.
Gabriel: “aaaaaaaahhhhh” “aaaaaaaahhhhh”
Ambos hombres habían satisfecho su deseo sexual, así que, cuando ambos lograron reponerse, respiraron profundamente y de nueva cuenta clavaron su mirada en la pantalla de sus respectivas computadoras.
Gabriel rápidamente llevó su visión a la entrepierna de su hermano y entonces, ahora con total claridad, observo que el pequeño bebé aún seguía con las piernas totalmente estiradas.
Como si fuera un gimnasta olímpico, ese bebe contaba con una gran elasticidad y en ese momento Gabriel lo estaba confirmando, ya que vio como su pequeño culito se había estirado en gran dimensión para dar cabida completamente a la enorme verga de su hermano.
En ese momento, Carlitos tenía las mejillas completamente rojas y en entonces se golpeaba la pancita con sus manitas, pues estaba insinuando, que aun quería seguir sintiendo ¡cómo se deslizaba aquella enorme verga en su interior!
Segundos después, los hermanos se vieron directamente a la cara, entonces, en ese instante, a ambos se les notó el rostro lleno de lujuria, así que enseguida se les dibujo una sonrisa de picardía y sellaron su complicidad.
Después de haber transcurrido algo de tiempo, el primero en tratar de romper el silencio fue William, pero para su mala suerte, en ese instante que pronunciaba la primera palabra fue interrumpido por su esposa, la cual había entrado a la habitación sin avisar…
CONTINUARA…
(saludos a todos, sigo en contacto con ustedes en telegram @Angelblacks)
Espero continue pronto. Todos tus relatos me encantan!
wow