El mendigo pervertido
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Un día iba paseando por un parque cerca de donde trabajo. Andaba por una zona bastante abandonada pues me apetecía algo de soledad y por allí no pasa nadie casi nunca. Había un grupo de chicos, de entre 5 y 8 años jugando entre los árboles algo apartados. Me llamaron la atención pues estaban en pantaloncitos cortos y algunos sin camiseta, y me acerqué por detrás de los arbustos dando una vuelta para disfrutar un poco la vista.
Vi movimiento detrás de los arbustos que tenía cerca y retrocedí un poco más para ver que era, cuando me encuentro a un viejo con la verga fuera y jalandosela mirando a los críos. El viejo tenía pinta de mendigo, con ropas viejas y gastadas, calvo y barba de unos días, muy gordo y de aspecto dejado.. Con los pantalones bajados podía verle el trasero grande y muy peludo y al acercarme un poco por al lado le ví la verga algo grande y bien gruesa, todo acompañado de un montón de pelo. Se percató de mi presencia y se quedó helado del susto, mirándome con ojos de pánico y de borracho. Me saque la verga, ya dura por la situación y mirando al grupito comencé a a jalarla también, con lo que el viejo se tranquilizó y volvió a lo suyo.
Después de unos minutos me fui acercando y miraba a su verga con descaro, cosa que él notaba y no se echaba atrás por lo que me decidí y le agarré la verga para masturbarlo. Mientras el me agarraba de las nalgas le pregunté cual de los críos era su preferido, señalo al que parecía más joven, de unos 5 años, y el que era más pequeño también. Era moreno y muy lindo, algo regordete, y sin camisa, por lo que se le veían las tetitas de niño gordito y se le marcaba un culo rico.
-Que harías si lo tuvieras aquí? le preguntaba.
-Me gustaría verlo entre mis piernas chupándome la verga con esa boquita. y comería ese culito rico por horas.
Se dedicó a contarme cada cosa que haría con el nene mientras yo me agachaba y le olía y comía sus bolas gordas y peludas, todo acompañado de olor a sudor, y me imaginaba al nene allí conmigo disfrutando de ese manjar. Mientras me contaba como le gustaría tener clavado al nene sentí los espasmos y en seguida comenzó a lanzar chorros mientras yo veía desde abajo aún con sus huevos en mi boca. Estaba tan excitado que me corrí casi a la vez.
Nos dimos un beso con lengua húmedo y lleno de su enorme lengua oliendo a vino, recuperándonos de las corridas. Le pregunté su nombre y si solía andar por allí, cosa que me respondió y me dijo que fueseal mismo sitio el sábado si hacía mucho calor.
Llegó el sábado y siendo verano hacía un calor espantoso, volví al mismo sitio y me lo encontré cerca de allí, me dijo que le siguiera y me llevo un poco mas adentro del bosque diciendo que me esperaba una sorpresa. Yo estaba un poco preocupado, al fin y al cabo no conocía al hombre pero me daba cachetadas en las nalgas y me agarraba la verga de tanto en tanto por lo que me ganó la calentura. Llegamos a un rio y donde había dos chicos bañándose en ropa interior. Uno era mayor que el otro, parecían ser de 5 y 12 años aproximadamente. El viejo me llevó detrás de unos arbustos para disfrutar de la vista. Era delicioso, los niños se bañaban, jugaban y peleaban y yo estaba con el pene bien duro al igual que el mendigo y no tardamos en sacarlos y empezar a masturbar el uno al otro..
Entonces los niños salieron del agua y se fueron detrás de unas rocas donde quedaban escondidos del camino pero no de nosotros, y para mi sorpresa el mayor se sentó mientras el pequeño se ponía entre sus piernas y comenzaba a jugar y chupar su pene. El viejo me puso delante suyo dándole la espalda y comenzó a hurgar mi culito ante ese espectáculo, cosa que me dio tremendo placer,asi que me puse a ver a los chicos con su mamada mientras me trabajaba el ano.
El viejo intentó metermela pero yo le dije que sin condón nada, y no teníamos por lo que eche mucha saliva en su verga y poniéndome a 4 aprisioné su verga con mis muslos para que me follara así. No tardó mucho en acabar entre mis piernas y yo también me di una buena corrida antes de que los chicos acabaran, viendo el agujerito del pequeño, que estaba con el culo en pompa apuntando hacia nosotros y se divisaba perfectamente,, así que estuvimos un buen rato restregándonos y besándonos disfrutando del espectáculo de los niños hasta que acabaron y se fueron. Entonces el viejo me comentó que llevaban un tiempo haciendo lo mismo los fines de semana calurosos, y me invitó a ir la siguiente vez, con condones eso si jeje.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!