El mormón
Un mormón recibe todo de un hombre vergon.
El mormón
Trabajo en el turno nocturno salgo cansado de trabajar a las 6:00am. Y todo lo que siempre quiero es llegar a casa para echarme a dormir sin embargo a eso de las 9 o 10 de la mañana comenzaba el golpeteo en la puerta de mi casa, eran eso hijueputas misioneros que a diario quieren entrar a la fuerza para dar el mensaje de su palabra. Soy ateo detesto todo lo que tenga que ver con religiones, ya que mi madre profundamente evangélica me sometió a una educación llena de restricciones, cuando se murió me heredó su casa, y yo mismo me encargue de deshacerme de todo lo que tenga que ver con su religión, y por eso me molestaba que estos misioneros se la pasaban a diario golpeando mi puerta. Un día cansado de no poder dormir en paz decidí enfrentarlos, como duermo solo en boxer salí así tal cual a recibirlos, al abrir la puerta me encontré con un muchacho, asumo no más de 19 años, con un asentó gringo me habló —jola soy un misionero de la iglesia de jesucristo de los santos de los últimos días— deje de prestarle atención pues pocas veces uno logra ver a un muchachito tan bueno como el que tenía a la entrada de mi puerta. hablaba un mal español y mientras las palabras salían de su boca yo solo imagina como se podría verse con mi verga dentro de su boca, la tenía dura y supe que él se había percatado de esto porque se quedó en silencio, yo reaccione cuando sentí su silencio, estaba mirando mi bulto con asombro y algo de incomodidad.
—seguro que en Gringolandia nunca has visto una verga tan grande— dije sobando mi pene por encima de mis boxer.
El no dijo nada por un momento, y con un temor evidente se retiró solo diciendo — disculpe molestias, me voy—
—cual me voy—le dije —ya me arruinó el sueño con sus tonterías ahora vas a pagar por esto.
Lo cogí de la mano y lo jale para adentro de mi casa, soy un hombre soltero que va mucho al gym, por lo que me la pasó de la casa al gym y del gym al trabajo, y pobrecito el mormón ese cuando se vio encerrado mirando el interior de mi hogar viendo boxers tirados en el suelo y el evidente desorden de alguien a quien le da pereza organizar.
—señor yo deber irme —dijo
Y yo le dije hable bien malparido. El no entendió lo que le dije, pero estoy seguro que dedujo que era un insulto, se veía perdido sin saber que hacer intentaba salir pero conmigo obstruyendo la entrada la iba a tener difícil, sin más dilaciones, le di rienda suelta a mi perversión, me baje los boxer y mi verga de 23cm salío del boxer, el percibió el aroma fuerte de mi verga e hizo una mueca de asco, tan solo hace unas horas me había cogido el pelado nuevo de mi trabajo un niño de 18 años que tan pronto saco cédula lo habían puesto a trabajar, me lo había clavado profundo y en contra de su voluntad y ahora que tenía a este gringuito me lo iba a violar como nunca ya que soy un hombre de buen culiar y yo solo me siento a gusto cuando me deslecho unas tres o cuatro veces.
El mormón intento gritar en busca de auxilio, pero tan pronto abrió la boca para gritar lo tumbe al suelo de rodillas y lo puse a mamar, el pobre le escurría lágrimas y se atragantaba con tan solo la mitad de mi pene, al ver que su boca no cedía más, lo solté de mi agarre, se tumbó en el suelo tosiendo y dejando que la mayor cantidad de aire entrara a sus pulmones,
—por favor señor, no haga esto a mi— me dijo en tono suplicante, y eso me prendió más, me gusta que las perras me supliquen que crean que tienen la esperanza de salir sin mayores daños, para después destrozar les el culo.
Lo agarre de su cabello mono, sus ojos azules iban escurriendo lágrimas lo tiré en la cama y le dije —esto es por no dejarme dormir aquí te va tu palabra— y con agilidad le quite los pantalones le escupí el ano rosadito que tenía y se la clave de un solo golpe —oh muy godd— grito. su ano se abrió de golpe y casi se desgarra, le eche un vistazo y su agujero estaba completamente abierto, mi verga gruesa estaba toda clavada en su interior, el lloraba y eso me prendió aún más, comencé a envestir mientras él decía unas cosas en inglés que no entendía, mi peluda pelvis se pegaba a su trasero diminuto y lampiño, lo estaba disfrutando como nunca me enterraba con fuerza, su ano se sentía caliente el seguía tirado en la cama tratando de escapar y yo dandole verga como un loco sudaba como bestia, lo taladrada como un toro, el gritaba y de vez en cuando me parecia que se le escapaba algún gemido, la verdad era que lo estaba violando salvajemente y el luego de media hora no tenía fuerzas para intentar escapar, yo con toda la energía del mundo lo seguía penetrandolo sin descanso mi verga llegaba a lo más profundo, 23cm gruesos se clavaban en su ano apretado sintiendo el clímax cerca lo abrace casi espichandolo con mis musculosos brazos, lo empecé a penetrar frenética y desenfrenadamente le clavaba la verga con fuerza el empezó a gritar de nuevo cerraba los ojos se aferra a la cobija y al verlo dando tanto esfuerzo me vine le solté un chorro de semen espeso le lave las tripas con el segundo chorro luego un tercero, me corría con gloria lo estaba preñando como nunca, me seguía viniendo y el solo trataba de aguantar como podía la preñada tan áspera que le estaba pegando. cansado me desplome sobre luego de haberle lanzado 8 chorros de semen, seguía con la verga dura y quería más sexo, se la saqué y me acosté boca arriba, el gringo seguía acostado y sin fuerzas y como pensaba usarle arto el culo lo obligue que se pusiera encima de mí, me miraba con terror le hice señas y le dije que se sentará en mi verga el con cierta sumisión puso la punta de mi pene en su ano recién desvirgado, nos mirábamos fijamente a los ojos, lo tome de la cadera y lo senté el pego un grito, y así caliente como estaba lo puse a que me cabalgara, su ano apretaba rico y estaba seguro que lo iba preñar más de cinco veces en ese día.
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