El negro…mi debilidad (parte 2) en la piscina
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por kamel.
Un grupo de amigos de gimnasio donde entreno se le ocurrió la fantástica y grandiosa idea pasar un fin de semana largo en la casa de playa de unos de ello, nos mostró la foto de la propiedad a orillas del mar, con una hermosa piscina y lindos detalles que la hacían ver acogedora.
Mateo se las arregló para ir sin su esposa cosa a mí me llenaba de morbo por las miradas que me decían que Mateo quería pasarla genial al igual que yo.
Al llegar a la casa habían un par de parejas las cuales se les asigno su habitación para que se mantuvieran más intimidad, una de las integrantes del grupo le propuso a Mateo que si deseaba pasar la noche en su cuarto no había problema, la muy perra se quería comer a mi hombre, él muy inteligentemente le dijo que prefería dormir conmigo para evitar malos entendidos y le llegaran a su esposa, eso me lleno de ganas de reír porque sabía sus verdaderas intenciones.
Llegamos a la recamara y me abraza por la espalada y me dice al oído que tenía tantas ideas morbosas en su mente y esa gorda quería dañarle los planes de seguir comiéndome el culo, me tira la cama y comienza a besarme deliciosamente esa mezcla entre apasionado, sexy pero con una sutiliza que te deja sin aliento cada una de sus caricias me hace sentir deseado y el calor de su fornido cuerpo me ponía a mil, pero teníamos que bajar con el resto y después todo lo que quieras.
Bajamos y disfrutamos del asado que hicimos entre los amigos tomamos y bailamos, buenas cosas que siempre se hace entre amigos, al terminar cada quien se retira para su habitación.
Fue idea suya.
Era una idea morbosa, la noche era cálida, el jardín estaba a oscuras, nadie podría vernos.
Nos desnudamos, impacientes, nos introdujimos con cuidado en la piscina, intentábamos no hacer ruido.
No obstante, el ruido de la depuradora, ocultaba posibles descuidos nuestros.
Primero, nadábamos sin dirección luego, nadé hacia él nos abrazamos, en el mismo centro de la piscina.
Desnudos, el agua movía nuestros miembros.
Producía una sensación agradable, de libertad.
Nos besamos con pasión.
Recuerdo que Mateo besaba muy bien m acariciamos para luego desplazamos a la parte menos honda, donde pudiéramos estar de pie sin tener que nadar.
Reanudamos nuestros besos.
-¡Ohhhh no!.
Se nos olvidó, bajarnos unos condones…
-¡Da igual!- Aunque teníamos la confianza de tener una relación estable, tampoco es una gran garantía…
El momento apretaba.
No pensábamos en dejar aquel juego queríamos follar bajo el agua.
Su piel mojada, su pelo húmedo me cautivaron.
Nuestras vergas ya estaban erectas.
Me sumergí, buceé buscando algo.
Encontré mi objetivo, su polla.
Me la introduje en mi boca.
Jugué un poco con mi lengua.
Aguanté todo lo posible la respiración.
Las ganas de seguir chupando me hacían aguantar un poco más.
Pero la falta de aire comenzaba a agobiarme.
Volví a la superficie.
Tomé una bocanada de aire.
Una mamada acuática es curiosa, lo malo es que sólo puedes hacer un ensayo, ya que no tienes tiempo para mamarla.
Nos reímos.
Volvimos a abrazarnos, a besarnos.
Entonces comenzó a masturbarme, mientras me acariciaba, me besaba.
Yo comencé a masajear su verga.
Nos masturbábamos simultáneamente.
Nos sobábamos con fuerza, como si pretendiéramos arrancar el pene del otro.
Vibraban nuestros cuerpos.
Perdíamos la razón por segundos.
El placer iba en aumento.
De pronto me movió frente a él me sostenía por la cintura, cruzando sus brazos por mi cuerpo, yo con mucho ganas de hacer mi fantasía realidad, pero le pedía que no me soltara.
Noté que su voz cambió, que me hablaba como en susuros al oido, como no se, para que los demás que estaban entretenidos tirándose de la peña, no escucharan.
Cuando sentí aquella verga deliciosa, rosando mis nalgas, yo me movía y más me rosaba su verga, por que yo estaba consciente que lo que sentía en mi trasero, era aquel enorme bulto, que tantas veces había disfrutado.
-Ayyy Mateo, no me dejes de abrazar, que si me sueltas me ahogo, decía yo- A lo que él me contestó -Conmigo estás seguro, ya quisiera tenerte siempre así, me tienes bien caliente, tu culo me vuelve loco!- Ahora sí que me asusté y mi corazón se me quería salir del pecho! Le dije que si lo tenía parao, no me contestó, pero comenzó a frotame su verga sobre mi culo, como si me la estuviera metiendo, se sentía tan éxcitante, tan rico! – te lo quiero meter, me tienes bien caliente, de pronto me la metió de un solo golpe sentí un dolor pero el placer llego más rápido debe ser por el efecto de estar dentro del agua, cada embestida era genial mi sueño hecho realidad en la piscina y con un negro realmente rico y con mucha fuerza y potente verga, Mateo es perfecto un gran amante capaz de hacer delirar de placer y en la piscina fue incomparable.
Dejamos fluir nuestro semen hacia la piscina.
Se mezclaron nuestros espermatozoides con el agua.
Se difundieron en su extensión.
Salimos del agua nos secamos con cuidado el uno al otro, nos vestimos y seguimos besamos.
-¿Has pensado que mañana, cuando esta gente se bañe, nuestro semen estará mezclado con el agua? Pues más vale que no traguen agua…
En esa oportunidad hicimos realidad muchas fantasías mías y de él claro, besos amigos espero les guste nuestras experiencias sexuales
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