El Negro Tato
El negro Tato era un voluntarioso instructor.
Esto sucedió a mis 11 años aproximadamente, solía frecuentar a mis amigos e ir a sus casas, como ellos venían a la mía. Uno de ellos, el negro Tato, así le decíamos porque era morocho, delgado, de rulos, tenia cierto parecido con Michael Jackson, cuando este todavía era negro.
Tato era uno mas del grupo pero con ciertas inclinaciones homosexuales, no es que sea amanerado, pero no dudaba en tocarte la verga para hacerte un chiste o apoyarte el culo y ese tipo de juegos.
Un cierto día me invita a su casa a merendar, el estaba solo, nos pusimos a charlar y la conversación fue para el lado de lo que nos tenia muy obsesionados en ese entonces: el sexo .
Tato era un poco mayor que yo, andaría cerca de los 14 años, entonces yo lo tomaba como un referente y un erudito en el tema. que sospecho que ya tenia cierta experiencia, porque sabía de lo que hablaba y luego verifique que también sabía hacer.
Esa tarde comenzamos hablando de las vergas, como se paraban a cada rato, y como nos tocábamos casi todo el tiempo, entonces el comenzó con sus juegos…
-Seguro que ya se te paro- me dijo, y largo la mano para mi pito, mi primera reacción fue correrme, pero luego le dije:
-bueno si quieres comprobar toca…. obviamente no dudo y comenzó a tocarme la pija por sobre el pantalón, obviamente tenia razón y estaba bien parada.
Siguió acariciándome un rato y yo me mantenía en silencio, la verdad que lo estaba disfrutando.
nos fuimos a su habitación donde me recosté en su cama, mi pantalón de gimnasia se veía bien abultado, y yo tenia mis mejillas rojas, casi no podía hablar de la calentura.
una vez en su cama me dice: -quieres que te haga la paja? , tímidamente le dije:-bueno…
internamente no daba mas, me quería hacer el tímido pero mi verga, a pesar de su tamaño y juventud estaba deseosa de avanzar y descargar la tensión.
Yo solía masturbarme frecuentemente, aunque no había eyaculado todavía, si sentía como pequeñas descargas eléctricas, como pequeños orgasmos que me dejaban tranquilo un rato.
El Negro metió la mano por dentro del pantalón y eso fue la gloria… yo la sentía un poco fría, pero seguramente era el contraste con lo caliente que estaba mi verga.
Enseguida me dijo de bajarme el pantalón para estar mas cómodo y comenzar el vai ven de mi prepuscio. involuntariamente se me entrecerraban los ojos….Mi verga era muy juvenil, todavía no sacaba la cabeza completa, solo llegaba hasta la mitad , y eso hacia el negro, corría la pielcita hasta ahí y la volvía a cerrar, lento, tranquilo…. cada movimiento sentía que me iba a desmayar.
Entonces me dice: – Vamos a hacer algo que te va a gustar, te voy a hacer la paja, pero con la boca. y me pide que mire como bajaba el prepuscio y lo volvía a subir con la mano. – te voy a hacer esto pero con la boca.
Yo estaba petrificado, por la sorpresa y por el placer que estaba sintiendo, realmente era la primera vez que sentía algo igual….
Sin dudar, Tato abrió la boca y se metió mi verga completa adentro, era increíble el calor de su boca combinado con la humedad… y todavía no había hecho ningún movimiento, solo la tenia en la boca.
Una vez que la mojo bien, me dijo que le gustaba el gustito y el olor que tenia mi verga, era chica obviamente, pero del tamaño ideal para lo que había planeado el negro.
-bueno mira me dice… y cerrando los labios, como diciendo una «U», se mete la pija en la boca, y ahora si mi prepuscio se fue para atrás, mi cabecita era muy sensible, entonces, el calor, la saliva y el movimiento de los labios y la lengua de tato, sumado a la vista que me daba, de ver sus labios rodeando la pija el prepuscio abajo y la mirada del negro viendo como yo me iba transformando en placer puro… no podía reaccionar solo sentir ese enorme placer que me estaba regalando el negro.
No duro mucho esta secuencia porque en unos minutos, sentí que se me aceleraba el corazón, el cuerpo se me tensionó y en el momento que sentía que iba a explotar, el negro suelta la pija y me dice:- mirá, mirá…. y veo como sale el primer chorro de semen de mi vida, fueron dos o tres y enseguida volvió el negro a meterla en la boca y dejarme descargar completamente la tensión
Tarde varios minutos en recuperarme, mientras Tato seguía con mi verga en la boca dándome una sensación de enorme placer y ternura… Ni él ni yo queríamos que ese momento termine…. lo disfrutamos y quedo en nuestro recuerdo para siempre.
Repetimos otro encuentros igual de tiernos e intensos, pero ya sabia como era eyacular, también en otros encuentros le llene el culo de leche, invitamos a otros amigos y otra muchas cosas que les iré contando en otros relatos.
Saludos!
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!