EL NIETO DEL GENERAL 7

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por BAREPELUDO.
De regreso del rancho todo el camino el pequeño Amadito iba jugando sacando su manita por la ventana y haciendo como avioncito,

Sergio solo lo miraba y veía lo lindo que era, el nene le producía una infinita ternura, lo había comenzado a querer como un hijo y comenzaba a atesorar la idea de poder tener los propios, miraba su carita tierna, con esos ojitos de ese color azul tan profundo y la boquita color rojo tierno que tanto placer le había dado a él y a sus hermanos.

Extendió su mano y la paso por su mejilla y sintió la piel tersa y con una leve capa de bellos que lo hacía sentir terso y lozano, subió toco su cabecita acariciando su negro cabellera, cortada y peinada de lado como su abuelo el general, el nene volteo a verle y le sonrió al mismo tiempo que con la manita agarro la mano del hombre y la puso en su mejilla para recostarse y mostrar que el afecto era mutuo, ambos se rieron y siguieron sin más su camino de regreso.

Al llegar a la casa Sergio vio que un Jeep estaba estacionado justo en la puerta y conforme se acercaban alguien descendió para acercarse a la camioneta, era Evelio el tio de Amadito.

-Cuñado como estas? Me manda mi hermana para llevar a mi sobrinito a Houston mi mama sigue delicada pero pidió verlo antes de que la vuelvan a operar.

– No me digas que pena que mi suegra no se recupere aun, claro pasa preparamos su maleta y checamos lo de sus vuelos, tu hermana te extendió los permisos necesarios?
-Justo me los mando por paquetería aca´ a tu casa por eso me vine hace rato por si llegaban.

-Excelente entonces pásate y así preparamos la maleta de Amadito

Amadito apenas bajaron de la camioneta corrió y abrazo a su tío Eve el cual lo cargo como si fuera una pluma y lo subió a la altura de sus pecho, Sergio se percató que al mismo tiempo el militar musculoso había comenzado con la otra mano a acariciar las nalguitas del pequeñito y de que metía una de las manos debajo del pantaloncito del nene para poder tocar su rajita del culo.

Entraron en la casa y se dirigió a la cocina para ofrecerle a su cuñado una cerveza y giro la instrucción al nene que fuera a bañarse para que se le quitara el polvo del rancho y mientras él y su tío platicarían, El chiquillo corrió a su recamara mientras aventaba los tenis y largaba la ropa por todo el camino.

-Eve dime de verdad la condición de tu mama es tan grave?
-Si cuñado ella no quiere que la operen más y pues mi papa hará que respeten lo que ella quiera.

-Si así es el General pues ya sabes que lo que necesiten solo avísame.

-No te preocupes la verdad que es una bendición que puedas cuidar a mi pequeño sobrinito, oye aprovechando yo también me quisiera dar un regaderazo, vengo de estar encuartelado solo me dieron permiso por unos días.

-Claro pásate busco una toalla y te la llevo.

– Y otra cerveza cuñado¡¡¡

El militar camino siguiendo el camino de ropita que Amadito había dejado y al entrar a la habitación escucho el ruido de la regadera el pequeño estaba casi terminando de enjuagarse el jabón, se quitó la ropa y las pesadas botas, dejando ver su musculoso cuerpo, su abdomen estaba completamente marcado por la cantidad de ejercicio realizado en el ejército, apenas quedo con una trusa blanca y el nene lo vio.

-Tiooooo ven a bañarte conmigo siiiii ándale¡¡¡¡
-Si Chaparrito tengo que revisar que toda la mugre se fue

Después de decir eso se despojó de la trusa y dejo al aire su verga que ya estaba completamente erecta y la cabeza comenzaba a segregar precum, Amadito pelo los ojitos viendo la verga dura de su tío dio dos golpes con sus palmitas de las manos como pequeños aplausos,

Eve entro a la regadera y de inmediato sintió las manitas del nene agarrar su verga dura y acariciarla, se detuvo un poco para ver el espectáculo y alcanzo a ver como su sobrinito de cinco años abría su boquita y metía la cabeza, lamiendo el precum y comenzando a chupar, no cabía duda que el nene era un experto en eso, sintió como metió un poco más hasta tragar la mitad de su carne y después sacarla para volver a saborear el precum que salía de su verga como fuente, suspiro al sentir la lengüita tratar de abrir su uretra y como volvía meter su verga a la boquita para tratar de tragar lo más posible.

Entro a la regadera por completo y comenzó a acariciar el culito apretado del pequeño becerrito que le comía la verga, con algo de jabón metió el dedo y sintió como el culito se relajaba como pidiendo le metiera otro más, que con uno solo no bastaba, de inmediato el Tío lo hizo otro más de sus callosos dedos entraron a fondo y solo sentía como el nene resoplaba sobre su verga.

Lo retiro un poco y lo giro ahora embarro su miembro de acondicionador y acomodo al nene justo sobre su verga, solito Amadito empujo hacia atrás y sintió como la cabeza de ese macho musculoso entraba en su pequeño hoyito, por inercia apretó pero de inmediato recordó como lo enseñaron a cerrar sus ojitos y respirar profundamente, eso permitió que su culito se relajara y Eve pudiera empujar casi la mitad de su tranca dentro del hijito de su hermana, el nene bajo sus manitas y sintió los huevos del hombre y comenzó a acariciarlos esto era nuevo su papi lo había estado enseñando.

Empujo un poco más y entro por completo el militar sostuvo al nene con un brazo para que no se fuera a caer y comenzó a bombearlo, su verga entraba y salía por completo, de ese pequeño culito, era impresionante que un cuerpo tan pequeño pudiera recibir a un hombre en su totalidad sin quejarse y al contrario empujando sus nalguitas pidiendo que le dieran más fuerte, de inmediato la petición fue atendida y se comenzó a escuchar en el baño el sonido de como los huevos chocaban contra la infantil pielecita, dándole clavadas profundas e intensas, siguió cojiendolo por otro rato hasta que sintió como sus huevos se elevaban y anunciaban que pronto regaría el interior del niño con el semen, soltó varios chorros en las profundidades de Amadito y siguió penetrándolo, lanzo otros más y sintió como lo había llenado hasta lo profundo.

-Wow cuñado tu si que andabas con ganas / Se escuchó desde la puerta era Sergio que había observado todo el espectáculo
-No sabes tenía ya rato sin vaciarme y este angelito sabe cómo hacer feliz a cualquiera
-Lo se por eso es mi hijo, aquí te dejo tu toalla, anda amadito záfate de tu tío y ven acá te seco, déjalo para que se bañe bien.

-Si papi
De inmediato saco la verga de su culito y camino a la toalla que su padre le extendía lo abrazo y comenzó a secarlo, lo arropo y lo cargo caminando hacia la habitación

Lo arrojo a la cama y siguió secándolo paso la toalla por todo su cuerpecito hasta que ya no había gotas de agua en su pielecita, sus manos tocaron el culito de su hijastro de cinco añitos y sintió como estaba caliente y dilatado, lo introdujo un poco y se percató que dentro estaba la leche que no había tenido tiempo de sacarla, levanto las piernitas del nene y pego su boca en el hoyito comenzó a lamer y a meter la lengua sin problema en el tierno ano sintió un pequeño hilo de semen que escurría y lo lamio, siguió su tarea comiendo el hoyo del pequeño.

Sintió que su trabajo había hecho efecto y que el semen estaba a punto de salir, se levantó y metió la cabeza de sus 22 cms en el culito la leche escurrió por los lados, pero no dio tiempo de que escurriera y empujo más de su verga dentro del nene regresando la carga justo a su interior y empujo toda la tranca a fondo

Amadito pujo y se vio en sus mejillas un color rojizo señal de que estaba sintiendo casa centímetro de su papi, el cual estaba embobado con la sensación de ese culito lleno de leche y que estaba batiendo en lo más profundo, no pudo contener mucho y comenzó a vaciarse dentro, empujando lo más que podía la verga para que lo recibiera y se mezclaran las dos leches dentro, se derrumbó y solo regreso en si cuando escucho al nene decirle que lo aplastaba, se escucharon carcajadas de los 3 ya que Eve había sido el espectador esta ocasión.

Amadito se giró quedando boca abajo, los dos hombres se vieron y se sorprendieron de que en lugar de correr al baño el nene quería guardar su tesoro lo más que pudiera dentro de él.