El niñato
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por capata.
Tengo 39 años, y estoy soltero, he tenido relaciones con muchas chicas, y he disfrutado de variadas formas de hacerlo con ellas, aunque siempre predomino la dominación y sumisión, como un juego en el que formábamos parte ambos. Me encanta humillarlas, follarlas como putas, ordenarlas hacer lo que yo quiera, como su amo. Con varias he llegado a tener una relación de amo-sumisa, realmente excepcional.
Pero desde hace unos años se ha despertado en mi una sensación que hasta hora nunca havia tenido, el excitarme pensando en tíos desnudos chupandose las poyas, tenia curiosidad y comencé alquilando películas Bisexuales, luego de Travestís, y luego de Gays, al principio no quería reconocer lo mucho que me empalmaba viendo estas películas, y las tremendas pajas que me hacia con ellas, también tenia fantasías con que me cogían varios tíos y se la chupaba a la vez y me trataban como una puta, follandome sin parar. Alguna vez me conseguí introducir una vela por el culo, bien untado de vaselina, que guardaba en mi cajón de la mesita, para dar por el culo a las chicas con las que me acostaba, me encanta eso.
Pero de eso no pasaba, cuando pensaba en la posibilidad de que tuviera una relación con un tío, me horrorizaba y me producía asco. No me gustan las mariconadas, mis fantasías solo giraban entorno a relaciones duras y sin besos ni cosas así.
Creo que para mi edad me conservo bien, practico deporte asiduamente, vivo solo en un edificio dentro de una urbanización. Suelo salir con la bicicleta todos los fines de semana, y lo hago a veces con un vecino, él tiene 19 años, y es el clásico jovencito de discoteca de bacalao con coche tunado, un poco macarrilla y chulito, pero me lo paso bien con él. Un sábado que salimos junto con mas vecinos, nos callo una tremenda tromba de agua, llegamos todos a casa empapados, cada uno fuimos a guardar las bicis a los trasteros y como regresamos antes de lo previsto, a Miki no le esperaban en casa, vive con sus Padres, y estos no estaban, yo vivo 2 pisos por encima de el, y como estaba empapado, le ofrecí subir a casa para esperarles, los dos estábamos llenos de barro, así que le dije que se duchara, nos quitamos la ropa para mojar el suelo lo menos posible, y fui a por una toalla para darle mientras yo me duchaba, cuando regrese el ya se había quitado todo, y estaba completamente desnudo. Tenia un cuerpo precioso, vientre plano, pecho ancho, piernas firmes, se notaba que hacia pesas, pero lo que no pude hacer fue evitar mirar su poya, era como las de las películas que yo veía, estaba depilado con un poco de pelo por encima de ella, y empecé a sentir esa sensación de excitación que me producían mis fantasías, yo todavía llevaba puestas las mayas de ciclista y sin darme cuenta algo empezó a crecer en ellas, Miki me dio las gracias por la toalla con una sonrisa irónica, creo que se dio cuenta de lo que me estaba pasando. Luego me dijo.
¿Te duchas tu primero o yo?
Yo primero.- Conteste.
Bueno y no vas quitarte la ropa-
Me sentía incomodo, aunque no tenia una erección completa, si se notaba que me había excitado, fue muy confuso todo, me di la vuelta y me quita las mayas dándole el culo a el, y sin volverme camine hasta el baño. Trate de relajarme con la ducha, y cuando salí con la toalla en la cintura, él estaba en el pasillo, con la toalla en la mano y su espléndido cuerpo a mi vista. Trate de pasar sin mirar pero otra vez me fue inevitable fijarme en su miembro, cuando en alguna ocasión veía otras veces a un tío desnudo, en el gimnasio o algo así, siempre me parecía que nunca seria capaz de tocarle la poya a cualquiera de ellos, pero la de Miki no sé porque no me producía ese sentimiento. Paso a mi lado y se metió en la ducha, yo fui a mi habitación a terminar de secarme, no sabia si masturbarme o intentar olvidar y pensar en otra cosa para que se me bajara la erección, mientras me secaba comencé a tocármela y a tener fantasías, estaba nervioso, sabia que podía terminar en cualquier momento y salir del baño, pero pensé "que caramba" ¿no pasa nada por tener imaginación? Estaba concentrado tocándome, sin llegar a meneármela, cuando me saco de mi estado su voz.
– ¿Lo pasas bien?
Quise taparme con la toalla, pero mi poya la levantaba delatándome, no pude decir nada, solo contemplar su cuerpo desnudo, y chorreando agua por el suelo, la toalla la tenia cogida con las manos y se estaba secando la cabeza, dejando su poya al descubierto.
-Vaya, vaya –me dijo- así que vas a ser un chupa poyas.
No conteste, pero el se acerco, tiro la toalla al suelo y me dijo-Vamos quítatela-refiriéndose a la mía. Me quede bloqueado con las manos agarraba mi toalla que mantenía tapando mi pené. De un solo golpe me la quito, y pudo ver mi erección al completo, -Ya veo que te ponen las poyas, seguro que te gustaría chuparmela, vamos no serias el primero- eso me tranquilizo de alguna manera, pensé que por lo menos sabia que el también era como yo, -Venga vamos, se que te mueres de ganas de chuparmela.
-Nunca lo he hecho.
-Si pero seguro que sabes hacerlo, tienes pinta de que te gusta chuparla.
Eso me puso a cien, sentirme como una tía a las que yo les decía lo mismo, se acerco mas y se coloco detrás de mí, note como su poya rozaba con mis nalgas, estaba mojado, y me agarro por debajo de mis brazos apretando sus manos en mi pecho y metiendo su herramienta por entre mis piernas, en un momento creció de forma maravillosa, y pasaba por entre mis muslos dejando ver la punta por debajo de mi poya. Luego me agarro de la cabeza y me forzó hacia abajo mientras decía, vamos chupamela maricon, fue una mezcla de impotencia al no poder resistirme, una parte de mi no quería pero otra al oír como me insultaba, producía un efecto indescriptible, me encantaba que me humillase. Comencé a metermela en la boca, y lo hice como si supiese de toda la vida, el se reía diciendo, ves como si sabes puto marica, si en el fondo te gustan las poyas ¿verdad? Yo solo chupaba, y de vez en cuando me la sacaba, la agarraba con las manos y me la restregaba por la cara, mientras decía –Sí, sí, siiii.
Él seguía moviéndose dentro de mi boca, y no puedo recordar todo lo que me decía, pero sabia que me gustaba eso, -Vamos chupala como una puta, cabron, se que te gusta.
No sé porque pero entonces lo dije.
-Sí, mi amo.
-Te gusta ser esclavo, perro, seguro que te encanta que un niñato como yo te la tenga metida en la boca –contesto-pues veras cuando te la meta por el culo.
Entonces pensé en el dolor que me producía yo mismo cuando me metía la vela, pero sabia que estaba en sus manos, seria su marioneta, me había entregado a el juego que yo quería, y él era perfecto.
Su ritmo de bombeo cada vez era mas fuerte, sabia que pronto se correría, y así fue, el primer borbotón de leche, cayo dentro de mi boca, luego la saco, y me lleno la cara de su liquido, yo mantenía la boca cerrada, y su rabo se deslizaba ayudado por el fluido de su semen, por toda mi cara, me la restregó como marcando bien todo el territorio, luego me ordeno con voz firme que abriera la boca, así lo hice y me la metió diciendo, límpiala bien maricon.
No dejo que me limpiara, -ponte a cuatro patas-dijo, así lo hice, y el semen corría por mi cara hacia el suelo, goteando. –lame el suelo, no dejes eso ahí- no me lo podía creer, era su perro, y solo pensar en ello me tenia trastornado, saque la lengua, incline mi cuerpo hacia el suelo y recogí las gotas que cayeron sobre el parquet, levante la cabeza para mirarle y en ese instante sentí un tremendo azote en mi culo, que retumbo en toda la habitación, -te he ordenado que me mires, puta.- rápidamente baje la mirada –no se te ocurra volver a mirarme a los ojos mariconazo chupa poyas.
Increíble, me estaba humillando y yo estaba encantado, solo era un niño, y eso me ponía más cachondo, el pensar en el chulo que tenia la planta de su pie puesta sobre mi culo, me calentaba tremendamente, volvió a darme otra palmada en la cacha, en el mismo lado, esta fue todavía mas fuerte.
-Vamos camina como un perro hacia el salón.
Él iba detrás de mí, contemplando mi culo como se movía mientras me arrastraba.
-Hoy no te mereces que té de por el culo cabron, pero mañana a las 19h quiero que estés en casa desnudo, tal y como estas ahora, aquí en el salón, quiero que te depiles los pelos de tu culo, y que te pongas con él, en dirección a la puerta de la calle, y que esta la tengas entornada a esa hora y no-cerrada.
Me quede ahí, en esa posición, mientras que a el le oía en mi habitación, abría cajones y los cerraba, pasado un rato en el que yo no me atreví ni a mover una pestaña, sentí que volvía se coloco delante, me agarro con violencia del pelo levantándome la cabeza, comprobé que me había cogido ropa, y dijo con un tono autoritario.
-Me voy a tomar unas cañas con los colegas, maricon, tu quédate en esta postura una hora, y mañana té veré.-mientras con la palma de su mano recorría mi cara llevando el semen seco hacia mi boca y diciendo –chupa la mano nenaza.
Y se fue.
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